07
Jimin
Detrás del escritorio y sentado en la silla de cuero suspiro pesado por milésima vez. No me agrada para nada que JinEun de haya ido a nada más ni nada menos que a la isla Jeju.
Como está molesta no me ha escrito y le he dejado un mensaje que aún no ha contestado. Quisiera saber cómo llegó y qué está haciendo ahora ya que quiero que se divierta.
Pero no con chicos.
Sé que todo esto pasa por mi culpa, pero no puedo decirle que no a mi padre en un asunto tan urgente como lo es el negocio exterior, y más ahora que nos estamos ampliando mucho más... Pero me molesta que ahora me esté quitando más tiempo cuando quiero ver a JinEun, sé que a ella le molesta mucho que no esté presente últimamente y le he dicho que lo siento, pero entiendo que a veces no me quiera ni hablar.
Es tarde y seguramente deben estar cenando en algún restaurante o estar tomando en un bar. Recuerdo que su amiga dijo que estarían en el LOTTE por lo que empiezo a revisar en Instagram para detallar bien el lugar.
Es un lugar hermoso, por lo que puedo estar seguro de que disfrutará esos días en grande.
Por curiosidad me voy al Instagram de JinEun y no consigo fotos de hoy, pero luego de un momento de estar revisando me llega la típica notificación de que alguien la había etiquetado en un video... así que lo reviso.
— Jodida mierda. — gruño por lo bajo mientras veo como en el video aparecen todos en una discoteca, ellas junto a dos chicos, del cual uno de ellos se atreve a abrazar su cintura mientras bailan a un ritmo muy íntimo.
Trago fuertemente al ver como le sonríe a JinEun mientras disimuladamente baja las manos a su cadera, la cual está cubierta por una falda alta pero corta a su vez. Allí mismo le hubiese soltado un golpe a ese mal nacido.
Decido no enfocarme en eso y espero a que la chica aleje la cámara para dejarme ver a todos los presentes nuevamente.
Todos ríen y parecen disfrutar del lugar. Y yo sólo puedo suspender el teléfono y ponerlo fuertemente sobre el escritorio. Entre suspiros furiosos veo entrar a uno de mis compañeros con una carpeta, me la entrega y la reviso con mi rostro más amargado.
— Estos son los resultados de los análisis de las cuentas del Deluxe en Busan. — frunzo el ceño mientras reviso todo, parece estar normal como siempre. Suspiro un poco más tranquilo pero aún así sigo molesto.
Observo a JiSeong y él espera a que le de mi respuesta.
— ¿Quieres estar a cargo por unos días?
El chico sonríe un poco pero se ve sorprendido. Él es el mejor empleado de todos, y luego de mi, es a quien papá le tiene mucha confianza, así que no tengo problemas con que él me suplante.
— Pero señor, el señor Park...
— Le diré que enfermé. — digo apenas me levanto y recojo mis cosas— Necesito estos días y sólo tú puedes encargarte de este laberinto mientras no estamos mi padre y yo. — el chico más joven que yo sonríe ampliamente y yo le devuelvo la sonrisa— ¿Puedo confiar en ti?
— Sí, vicepresidente Park. — palmeo su hombro y camino hacia la puerta.
Estando fuera en el pasillo llevo mi mano hacia mi corbata y la aflojo en lo que estoy llegando al elevador. Cuando las puertas se cierran mi mirada maliciosa aparece.
Ya aprenderás a no meterte conmigo Kim JinEun.
~*~
Al día siguiente
JinEun
Mi cabeza taladra horriblemente cuando mis ojos apenas se abren dejándome ver a la causante de esta tremenda punzada. Yuna grita mi nombre a cada rato para despertarme y tomo una almohada para lanzar esta a su rostro.
— ¿Cómo por qué rayos gritas? ¿No puedes bajar el tono? — pregunto molesta mientras aferro mi rostro a la almohada.
— Ambas arriba, tienen que ver esto. — nos apresura y miro a mi lado que JiAh está igual que yo de molesta con Yuna.
— Estás demente. — murmura mi amiga y asiento de acuerdo.
— Sólo levanten el trasero perezosas y vengan a la sala. — dice nuevamente para salir de la habitación.
JiAh y yo nos levantamos más que perezosas y caminamos lentamente hacia la sala.
La noche anterior había sido estupenda, nos habíamos divertido muchísimo y tomamos hasta que ya no pudimos más. Yuna había caído en vómito al llegar, quizás por eso no estaba tan mal como nosotras.
Cuando llegamos a la sala vemos el festín que los empleados del hotel nos estaban preparando, pero nosotros no habíamos pagado esto.
— Oiga nosotros no pedimos esto. — le digo yo mientras los veo confundida.
— Eso mismo les estoy diciendo pero parecen sordos. — dice molesta Yuna y yo la miro de mala manera.
— Nos dijeron que esta era la habitación señorita, solo seguimos ordenes. — nos sonríe la chica que parece ser la encargada.
— ¿Pero quién pidió el servicio? — pregunto mientras intento acomodar mi melena despeinada.
— El gerente nos pidió exclusivamente que trajeramos esto, si hay alguna pregunta al respecto deben dirigirse a él. — me vuelve a responder con amabilidad. Asiento y hago una pequeña reverencia para despedirlos al salir.
— Bueno... no pedimos esto pero no podemos desperdiciar. — dice ahora Yuna quien ve la deliciosa comida atentamente. JiAh y yo reímos por el personaje que es Yuna todo el tiempo.
Desayunamos tranquilamente planeando ir luego a la oficina del gerente y agradecerle por el gesto, aunque también preguntarle a qué se debió dicho servicio.
— ¿Yuna estás segura de que no te follaste al gerente? — JiAh pregunta hacia la más sospechosa de todas. Yuna era muy liberal, pero normalmente le gustaban los hombres mayores, es por eso que JiAh sospechó de ella de inmediato.
— Que no... — dice cansada de que le repitan la pregunta— además recuerdo casi todo lo de ayer y...
El timbre de la puerta suena y fruncimos el ceño. JiAh como es la mayor y la que se encargó de firmar por la habitación, se levanta para ir hacia la puerta mientras nosotras recogemos y limpiamos un poco la mesa.
— ¿Sí? — pregunta JiAh hacia la persona en la puerta.
— ¿Señorita JinEun? — levanto la mirada de inmediato y dejo las cosas que sostengo en la mesa. Me acerco a ellos y frunzo el ceño.
— Soy yo. — el señor me extiende unas bolsas y una caja para sonreír levemente.
— Esto es para usted. — me dice antes de hacer una reverencia y retirarse.
Regreso a la sala con las chicas detrás de mí. No me importó preguntarle al empleado del hotel porque seguro al igual que los otros empleados él solo siguió órdenes.
— ¿Entonces fuiste tú quien se ligó al gerente? — dice Yuna confundida.
— Claro que no. — refuto en respuesta y ellas se sientan a un lado de mi en el sofá.
Abro primeramente la caja y dentro de esta hay una nota.
Espero que disfrutes mucho estos presentes, quiero
que este en particular lo uses hoy.
Por cierto hay dos presentes más para tus amigas.
— Park Jimin.
— Idiota. — murmuro al leer la nota y suspiro fuerte— seguro que él también fue quien ordenó el desayuno.
Me recuesto en el sofá y mis amigas me ven como si estuviese loca.
— ¿Acaso no veras los regalos? — Yuna pregunta anonadada. Las miro de mala gana y ellas toman las bolsas mientras JiAh me quita la carta de las manos.
— Pero ¿por qué dice que quiere que uses el vestido hoy? ¿Acaso está aquí? — me incorporo con sorpresa pensando lo mismo.
— No es posible. — susurro un poco molesta con la situación.
Cuando lo quiero olvidar él tiene que aparecer.
— En verdad le gustas JinEun... no estaría enviándote regalos si no fuese así. — JiAh saca de su bolsa unas hermosas argollas junto a un collar.
Observo a Yuna y ella también tiene unas. Jimin a veces es un idiota que cree que con dinero soluciona todo.
Les quito a ambas los accesorios y los guardo nuevamente en las bolsas.
— No aceptaremos esto. — les digo con mi tono molesto.
— Oye pero están hermosos. — Yuna se queja y niego con mi cabeza.
— Está loco si cree que vamos a aceptarlo. — repito y ella me ve mal.
— ¿Entonces por qué no le cortas de una vez? se nota que el tipo babea por ti y tu vas por allí ignorando su presencia y despreciando sus regalos. — me contesta molesta.
— No somos unas cualquiera para aceptar este tipo de regalos Yuna, y menos estos que se ven que costaron mucho. — le repito en el mismo tono y ella suspira.
— Sabes a veces eres tan terca que no ves lo obvio... si no te gusta el tipo simplemente despáchalo, y deja de jugar a hacerte la de rogar si sabías qué era lo que iban a tener ustedes.
Se levanta y sale de la habitación hecha una furia. Suspiro y miro a JiAh.
— Oye JinEun, te apoyo en lo que piensas y dices, pero apoyo en una cosa a Yuna. Si en verdad crees que debes terminar con lo que tienen para no lastimarte solo hazlo y no le des cuerda a Jimin, porque se nota que te perseguirá hasta que le prestes atención.
Ella también se levanta y sale de la habitación quizás en búsqueda de Yuna.
Me quedo allí sola y suspiro sin saber qué hacer con todo esto.
Luego de unos segundos me incorporo y reviso la caja que no había podido revisar, me encuentro con un lindo vestido de seda, es corto y muy hermoso, a un lado están unas hermosas sandalias que hacen juego con el mismo.
Me levanto y busco mi teléfono, reviso los mensajes que tengo de Jimin y decido marcarle.
— ¿Para qué es todo esto? Sabes que no lo voy a aceptar.
— Quiero que esta noche te veas mucho más guapa que de costumbre. — frunzo el ceño— los presentes de tus amigas es para que guarden bien nuestro secreto.
— Igual, no los aceptaremos. — le digo decidida.
— ¿Entonces qué vas a usar hoy en nuestra cita? — pregunta con picardía y siento tambien un tono de malicia en esa pregunta.
— ¿Cuál cita? — pregunto aún molesta— ¿En serio viniste aquí?
— Tenemos reservación en un restaurante, cena para dos en el Bayhill. — lo dice con un tono tan seductor que hace que muerda mi labio inferior a pesar de la molestia.
— Pero no me has pedido ir a una cita contigo, además no tenías porqué venir aquí. — vuelvo a decirle molesta y escucho su risa suave.
— ¿Quieres ir a cenar conmigo? — ruedo los ojos y él continúa al no oír mi respuesta— además querida JinEun, estoy más que seguro que querías que viniera. — me pone aún más furiosa que diga eso, porque es verdad, pero no es algo que voy a admitir.
— ¿Por qué lo haces... — no termino de formular la pregunta cuando él me interrumpe.
— No voy a permitir que alguien más que no sea yo se de el lujo de tocarte... no lo soporto. — su voz seria me da a entender que está molesto por algo que no sé.
¿Cuándo intercambiamos papeles? La molesta era yo.
Aunque ahora siento tristeza, el hecho de que su motivo fuese ese y no que quisiera pasar tiempo conmigo me duele un poco más. Solo por su maldito capricho es que está aquí, si estuviésemos solo chicas seguro no viene.
— ¿Qué dices? Solo estamos en un viaje de amigos nada más, en serio que todo esto siempre tiene que ser así...
— Hablamos esta noche, pasaré por tu hotel a las seis y media, y espero que de verdad aceptes y te pongas preciosa. — advierte sabiendo como suelo ser a veces.
— No pienso... — empiezo molesta pero luego separo el teléfono de mi rostro para mirar la pantalla indignada— ¿me colgó? Es un imbécil de primera.
Al soltar ese gruñido sólo llevo mis manos a mi rostro y empiezo a lamentar en mi cabeza el haberme metido con Jimin en un principio. Me atreví a hacer algo que no sabía hacer y terminé enamorándome.
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