capitulo 8

Cuando llegue a casa mi prima estaba vuelta loca de la preocupación, me dijo que no había llamado a mis padres aún, solo porque quería escuchar la razón del porque llegue a las 8 de la noche a la casa...

«Si, ya saben la suerte nunca está de mí lado»

El caso esta que cuando tome el autobús para ir a casa de mi prima, el tránsito se puso feo y dure más de 5 horas en un maldito tráfico de autos. Cuando llegué mi prima estaba histérica y llamó a la escuela más de 10 mil veces, pero no tomaron la llamada —Cosa que me salvo— Me excuse con el pretexto de que estoy envuelta en una actividad en la escuela después de clases y por eso salí a las tres, pero cuando venía de camino para acá el tráfico se puso en mi contra y por eso llegué a esa hora ... «Sí buen gacho».

De todas formas, estaba castigada y deprimida... Si, Venus Lady estaba deprimida, ¡Vaya noticia! ¿no? Supongo que toda chica con hormonas, paso por esto. Cuando me deprimo comienzo a pensar porque me deje de mis ex, y porque estoy tan sola.

Me paro lentamente de la cama y me dirijo al espejo me miró por un rato y me afirmo a mí misma que me gusta mi cuerpo. Piel morena, cabellos sedoso corto y negro, ojos negros, forma de cuerpo normal, ni muy gorda ni muy flaca (no tengo cadera de modelo de Victoria Secret, pero, me pongo ropa y destacó un poco) buenas nalgas, senos por igual, labios carnoso color rosa pálido —No les diré que lo tengo rosa como la goma de mascar. Pues mi color de piel es moreno ni modo que tenga los labios rosas— la verdad es que me encuentro satisfecha con mi cuerpo. No doto de un físico de Jeylo pero esto bien con lo que tengo, aunque de vez en cuando deseo unas que otras cosita, como todo ser humano.

Me hice un corte de pelo hace poco -A mí madre casi le da un infarto, pero le dije el pretexto de que las puntas estaban muy feas y por eso me lo corté. No me creyó y me castigo, pero de todas formas mi corte ya estaba hecho y me encanta - arrastro la silla del tocador para tomar asiento. Miro detenidamente todos mis rasgos físicos, abro la gaveta del tocador y tomo uno que otros accesorios de maquillaje.
Lápiz labial, base, polvo, delineador... Me aplicó todo en mi rostro detenida mente. Ummm, unas pestañas postizas no le harían daño a nadie. Mientras tanto una idea surge en mi cabeza y sin darle muchas vueltas lo pongo en proceso, busco en mi mochila papel crespe, salgo a la cocina, caliento un poco de agua, sumerjo un poco de papel crespe en el agua para luego enrollarlo en algunas partes de mi cabello. Luego de terminar me dirijo a mi habitación cierro la puerta con seguro y trato de hacer el menor ruido posible, todas estaban dormidos eran eso de las 1:20 de la madrugada.

Volví a sentarme en el tocador. No podía tomar el secador porque desde luego haría mucho ruido, así que, tome la plancha y me la pase por el cabello mojado, ya seco y estilizado una sonrisa burlona nace de mis labios al admirar los flequillos grisáceos de mi cabello negro. ¡De lujo!

Salí nuevamente de mi cuarto y me dirijo a la habitación de mi prima causando el menor ruido posible tomó algunos de esos vestidos que dejaban mucho a la imaginación... Vuelvo a mi aposento, me ajusto un vestido negro con escote en la espalda dejándolo descubierto, y unos zapatos bajos. Odio los tacos. Ni siquiera se caminar con ellos.

Me sorprendí al notar lo hermoso que me quedo el vestido era lindo y provocador

Ya lista y con mi plan apuntó de ser ejecutado. La adrenalina hacía latir con fuerza mi corazón, agradezco a la casa por ser un primer nivel porque de no ser así, me arriesgaré a estrellarme contra el suelo al pasar por la ventana para escaparme de la casa.

—¿Adónde vas vecina? — casi me muero del susto cuando una voz masculina me habla con un leve tono burlón mientras cruzaba las rejas de la puerta del patio.

Giro sobre mi propio eje para semi enfrentarme a mi supuesto vecino. Casi me desmayo, literal, cuando mis ojos negros contemplaron al ser que tenía enfrenté. Muero de vergüenza y aún más, cuando los ojos del vecino, gay, que espiaba mientras se follaba a su novio transexual (travestí, ¿Ni idea de lo que podía ser) me contempla, con diversión en su mirada? ¡¿Joder?

Trate de formular palabra, pero todo era meramente titubeos y aberraciones verbales ¿Es enserio? ¡¿Acaso no puedo ser más pendeja?!

—¿No eres muy chica para estar a esta hora en la calle? O mejor dicho escapándote —Le miro y puedo notar como se esfuerza para no carcajearse de mí.

Ruedo los ojos. Estoy pérdida creo que no hay mentira que valga para justificar el que yo me esté saliendo a estas horas de la noche.

—Soy sonámbula - ¿No dije eso verdad?

¿! ¡¿Que idiotez más Idiota?!

Si le faltaba una razón para explotar de la risa pues en estos instantes los tenía de más.

Miro la ventaba de mi prima y a las otras ventanas rogando que su risa no despierte a nadie para no ser pillada. Me cruzo de brazos y me preguntó porque sigo parada aquí contemplando a este Idiota mientras se ríe de mí sonoramente.

—No sabía que las sonámbulas caminaban con los ojos abiertos y bien vestidas... ¿Qué digo? Muy bien vestida —Detiene su risa de foca con gripe y me regala una mirada morbosa.

No tengo ni la menor idea del porqué sentí un calor repentino en mi zona íntima.

—¿Adónde ibas?

—¿Te importa?

—Ahh, no que digamos, Pero a ti tampoco te importaba admirar como se lo metía al chico de la otra vez, pero lo hiciste —dice con ironía

Perfecto, me quede sin palabras.

—Eso no es cierto —Trato de defenderme estúpidamente.

—Solo dime adónde vas y te llevo... ¿Vas a casa de tu novio? —rueda los ojos divertido.

— No...

—Y entonces ¿ha una fiesta?

—No

Me mira raro.

—No voy a un lugar en específico.

— ¿Es enserio? — me mira como si me hubiera vuelto loca.

—Sí —Afirmo rodando los ojos con fastidio —Ahora si me permites, necesitó ir a ninguna parte, antes de que se acabe la noche — camino para pasar a su lado, pero sus frías manos erizan mi piel con tan sólo agarrarme por los codos.

—Joder estas bien caliente —dice en un susurro casi inaudible
—Vamos yo te llevare aun lugar.

—¿Qué? No. Como no sé qué no eres un violador, secuestrador que quiere vender mis órganos —Digo alarmada y trató de zafarme de su agarre.

—Piensas que si fuera eso lo que acabas de decir aún estaría aquí hablándote, podía esperar a que pasaras por ese callejón, —Señala al pequeño callejón que dividía la casa de mí prima con la suya - tomarte, hacerte mía quieras o no —trago saliva por la manera tan caliente que dijo lo último.

«Vamos, Venus Lady estarías encantada de que ese pervertido te violara no una vez si no mil veces» dice la vocecita de mi cabeza.

Quede muda por su respuesta.

— ¿Quieres ir o no?

— ¿Por qué confiaría en ti? —miro la ventana de mi prima nerviosa

—Porque rogaras que te lo haga, a mí no me gusta forzar a nadie... Me gusta que me rueguen —La altivez y la superioridad que lo dijo me vasto para saber que era un idiota.

—Idiota... ¿Estás diciendo que yo te voy a rogar para que me lo metas- frunzo el ceño?

-No, eso lo dijiste tú, yo no follo pubertas — Dice con un tanto asqueado.

Golpeó mi ego.

—Iras o ¿no? Estamos hablando demasiado alguien nos pillara.

Miro a la ventana de mi prima por enésima vez...

—Está bien — acepto con duda.

De repente me agarra de las manos y me encamina.

— ¿Adónde vamos?

— A mi auto, ni modo que vayamos a pie —responde con ironía.

Giro mi cabeza y miro la ventaba de mi cuarto y la de mi prima.

¿Qué me espera esta noche?

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