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Nuevas experiencias

Capítulo 16

—Muévete, te pase a buscar media hora antes, solo tírate y deja el drama, niña —me grita bajo susurro Taylor con tono de molestia.

—Espérate, es que no confió en ti —Digo honesta mientras me debato en si tírame a sus brazos o no.

—Sólo hazlo Dramática ―Odio ese apodo. ¿Acaso no pudo inventar algo mejor?

―Dame unos segundos necesitó respirar.

Creo que no he tenido tanto miedo de bajar un árbol desde hace mucho tiempo. Supongo que es por ese jodido presentimiento que me ha estado agobiando desde que acepte ir a la fiesta con Taylor. No sé si son buenos o malo simplemente sé que me ponían los pelos de punta. O tal vez solo son los jodidos miedos de que mi prima se levante y me pillé.

—¡Ya hazlo! —Grita.

—¡Cállate! —Acto seguido me tiro y caigo como damisela en los brazos de Taylor.

Y no, no fue nada romántico. ¡Casi me orino en sus brazos por el miedo!

Y de pronto tuve contacto con sus ojos, si lo había visto muchas veces a los ojos, eso es evidente, pero ahora había algo diferente, y me detengo un segundo a pensar y detallar un poco a Taylor, justo en el instante que me percato que ha sido el único chico que ha andado tanto atrás de mí, a pesar de ser una borde de mierda y tratarlo mal. Incluso ya le había chupado la pija ¿Qué quería? el tiempo se detuvo por un largo rato ¿estaria pensando lo mismo que yo? ¿Qué escondía tus ojos? Pero volví a mi realidad y pues obvio seguro como no me había envestido como aquella chica de la ventana, pues tiene esa fantasía conmigo, suspiré algo decepcionada. Esto no es Samon y Daphne

—Que difícil —dice con ironía y me suelta casi provocando que me caiga al suelo.

—Se más cuidadoso animal —Mascullo.

—Si piensas que vomitaras dentro de mi auto como la otra vez me lo dices para no dejarte si quiera tocarlo —Advierte.

—Podrías cerrar la boca, a esos pasos el vecindario completo a de escucharnos. Recuerdas que estoy fugándome de casa —Le reprocho.

—Solo te advierto.

Ruedo los ojos con fastidio y arreglo mi camisa de cuadros.

Nos acercamos al auto y espero a que le quité el seguro a la puerta del copiloto. «Nunca me cansaré de decirle idiota»

—No podías ponerte algo más sexy —Le escuchó decir, ya con el auto puesto en movimiento.

—No me digas —Respondo con sarcasmo.

Pasamos todo el camino sin decir ni una palabra, no tengo idea del porqué estaba tan disgustada y de tan mal humor. Odio estar así.

Minutos más tardes frenamos en un sitio lleno de diferentes locales de discotecas, las avenidas estaban llenas de gente, carro y motores de diferentes modelos, de un tiro sentí que toda mis preocupaciones, miedo y molestia se fueron con el fuerte viento que le dio un resoplido a mi cuerpo al salir del auto. No puede evitar sonreír con los labios pegados.

—Ya llegamos al lugar más caliente de la zona —Le dirijo la mirada para encontrarme con un Taylor sonriente.

Caminamos esquivando a la multitud que se encontraba reunida en aquel lugar, él sostiene mi mano derecha con fuerza, acto que me incomoda un poco. Al entrar a uno de los tantos locales, quise tirarme por la ventana cuando las camareras estaban vestidas con el mismo atuendo que utilizaba en esta noche << ¡excelente! no podía ser mejor, ahora la gente me confundirá con las camareras>>pienso con fastidio.

Nos acercamos a la barra y Taylor se encarga de hacer nuestros pedidos para comenzar nuestra primera ronda de esta noche. Mientras yo aprovecho para inspeccionar el lugar. Aun no me podía creer que estaba en este lugar. Siempre desee saber que se sentía estar en una discoteca, con las luces parpadeantes, la gente bailando, brincando, drogados bajo el éxtasis de la música, la adrenalina. Siempre escuchaba lo rico que es estar en estos lugares, pero no había vivido la experiencia, emborracharse hasta quedar bajo la inconciencia. Nunca pude asistir a uno porque mis padres jamás los aceptarían, nunca me dejarían venir a un lugar como este, mi padre siempre viene con la dichosa frase que logra cabrearme hasta querer gritarle hasta de qué moriría, dicto las palabras de mi padre y los asentimientos de mi madre, que aparecen en mi cabeza queriendo dañarme la maravillosa noche. Alejo cualquier pensamiento con disgusto y vuelvo mi vista a Taylor, que se encontraba hablando con una mesera mientras ella apuntaba el fondo del lugar, en señal de darle una dirección. Supongo que estaba señalando nuestro asiento.

—Vamos, en el fondo esta nuestra mesa, hice nuestros pedidos nos lo llevaran en un rato — me informa sobre el sonido de la música mientras me lleva en dirección a la mesa.

A pesar del tumulto de gente las mesas y sillas estaban vacías, al parecer habían preferido echarse a bailar una salsa muy chiclosa que estaba sonando, miro con diversión algunas parejas haciendo el ridículo mientras intentaban o creían que estaban bailando, por sus pasos torpes podría asegurar que estaban ya hasta el tope de alcohol.

— Definitivamente esto es hacer el ridículo. Que idiotas —la voz de Taylor habla alto en mis oídios por el fuerte sonido de la música.

— Te da envidia. Déjalos vivir, que así están y se sienten felices —respondo con desdén y rodando los ojos.

Toma mi mentón acercando mi rostro hacia el suyo para así besar mis labios con ferocidad. Una sensación recorre mi parte baja asiéndome sentir una exquisita corriente por mi cuerpo. ¡Joder! este hombre sabe cómo usar la boca ¿O solo es mi imaginación? no lo sé y ni lo voy a averiguar. Trato de seguir su ritmo de necesidad mientras me besa, cierro mis piernas inmediatamente cuando siento que las palmas de sus manos se deslizan con soberbia en mi entre piernas con dirección a mis bragas.

—Aquí están sus pedidos —la camarera llega interrumpiendo nuestra descarada escena, hablando muy fuerte sobre el sonido de la música.

La veo poner encima de la mesa el vaso de una licuadora llena de algo desconocido para mí, una Hooke ya preparada, y un paquete de carbón. Puesto todo esto en la mesa ella se retira brindándonos una mirada coqueta.

—Les hace falta los vasos o qué —pregunto mirando al vaso de licuadora como si le saliera sangre.

— ¿No me digas que no has probado esto? — me mira extrañado mientras se lleva la manguera de la Hooke a la boca para darle una calada.

—No —me encojo de hombros.

—Es la mejor bebida que puedas ingerir en tu vida, este lugar es reconocido por sus preparaciones explosiva — exhala el humo en mi cara y me mira con diversión.

Estaba entre beber o no. No es que yo desconfiara de él, no confió en nadie, pero tomando en cuenta que salí de la casa sin permiso, no podría darme el lujo de embriagarme hasta la coronilla, además seguro es un plan de el para emborracharme y asa follarme. Pero tampoco quería perder la oportunidad de probar algo nuevo y presumirle a Jude, esto y pues me mataría si le llegara a decir que fui a una discoteca con un tipo rebueno, y que solo me senté a observar su hermosa cara, así que sin darle muchas vueltas al asunto y devolviéndole la mirada picara a Taylor, decidí tomar un ligero trago de aquella bebida arcoíris. Cuando el sabor toco a mi aparato gustativo una explosión de entre lo amargo, muy dulce, relámpagos provoca un volcán en erupción en mi garganta al tragar, ¡joder! Esa bebida sabe a locos, se podía ¿intentar diferenciar algo de jugo de manzana con muchos dulces agrios y alcohol, que se yo, algo por el estilo, porque no había manera de descifrarlo.

Si lo que crees es que me acostare contigo cuando estes borracha, no me follo a las personas bajo la inconciencia— me quede de una pieza ¿acaso mi mirada lo grito o lo pensé en voz alta? —¿Y? ¿Qué te parece? — ignora mi cara de sorprendida. Hace un juego divertido con sus pobladas y hermosas cejas, tomo otro abundante trago de aquella deliciosa bebida y suelto una carcajada por su expresión —Veo que te esta gustado, pero vete con cuidado que por tener un sabor a chicle y dulce no significa que no te emborrachara, es una bebida súper fuerte, casi igual que el wiski —me informa quitándome el recipiente que contenía aquella tan deliciosa bebida, me pasa la manguera de la Hooke y le da un trago a la bebida.

La hooka al parecer estaba preparada con vino o algo por el estilo, por el color algo morado obscuro que tenía el recipiente donde se ponen las mezclas, al primer jalado comienzo a toser exageradamente, solía pasarme siempre. Taylor se echa a reír por mi torpeza y yo le lanzo una mirada lasciva. Sigo dando pequeñas inhalaciones hasta poder dar una bastante profunda y exhalar el humo deseado. Al terminar de exhalar aquel humo de mi boca sentí mi cabeza y mi mundo dar vueltas, dando le paso a un ambiente más gracioso y mejor. Sí, definitivamente ya empezaba a estar en las nubes.

Uno, dos, tres, cuatro, besos, tragos, inhalaciones de humo y mi cuerpo comenzaba a tirar por los poros todo el estrés generado en todos estos días, definitivamente esto es más que alucinante. tengo que escaparme a menudo.

En un instante que me pareció glorioso el disco del dj, sonó un sonido desafinado para luego darle paso a un mix de música electrónica que justamente era mi favorita, dándole el toque final a mi éxtasis. Sentí la marea tan alucinante que aquella melodía me trasladaba a un mundo totalmente paralelo a la que estábamos en este instante, era como sentirse dentro de la música, como si fueras parte de ella y cada partícula de sus delicadas, pero fosforílentas melodías estuvieran creando una parte de ti.

Me levanto del asiento tomando a Taylor, de los brazos y sin saber ni importarme que hacía o hacia donde iba, camine dejándome perder en el tumulto de gente que brincaba y bailaba al ritmo de la música. Cerré mis ojos por instinto tal vez así mi cuerpo entendía que de tal forma penetraría hasta en lo más profundo de mi ser, y no pensaba contradecirlo. Los besos en el lugar más sensible y delicioso hasta ahora de mi cuerpo empezaron a posarse en mi cuello dándome ese cosquilleo excitante que aumentaba mi ritmo cardiaco, levanto mis manos pasándolo por detrás de la cabeza de mi acompañante, el aferra mi cintura en sus caderas, y sonrió con perversidad al sentir el bulto formarse en sus pantalones, las ganas de meter mi mano y tomar su bicho y acariciarlo y ver qué tan duro estaba me tenían en un reto mental, aunque gran parte de mi raciocinio le importaba un comino que hubiera mucha gente alrededor, culpare al alcohol.

Y, sin darle muchas vueltas pegue mi cuerpo más a la del chico de ojos negros y delicadamente desabroche su cinturón, y metí la mano entre sus pantalones y bóxer discretamente. Un suspiró profundo en mis orejas me erizo la piel y acelero el palpito de mi coña. Estaba tan caliente y duro, me gusta tanto su tamaño y precisión cuando está en erección, porque me aseguraba que quería follarme, me deseaba, y le dolería. Lástima que le dejaría con las ganas como era mi plan, ya acostumbraba a hacerlo.

—Quiero metértela dentro bebe —susurra con una desesperación eminente en sus palabras. Siento su cuerpo temblar enzima de mí.

Sonrió lascivamente y sigo moviendo mis caderas peligrosamente mientras fricciono la parte de debajo de nuestros cuerpos.

Oigo una risilla de parte de él y acto seguido — quieres que te folle aquí mismo, en el carro o en baño que aquí... Porque con esos movimientos que le estas asiendo a mi polla y el alcohol que tengo en la cabeza y las ganas que tengo de metértela bien duro, no me harán racionar. Pero mi plan no es cogerte al menos que me lo pidas.

Trago saliva grueso al escuchar sus pegajosas y candentes palabras llenas de morbo.

Todo estaba de lujo, nuevo y con ganas de seguir viviendo, ojalá y pudiera vivir la vida así todo el tiempo, sin preocupaciones, sin los jodidos sermones de mis padres dándome ordenes, sin la atacante sociedad que le importa si te pusiste o no bragas, aunque no te daban ni de comer, pero tu vida le importaba más que la propia. Sin la vida falsa y familia disparatada que finge querer servir de ejemplo y creerse superiores a las demás familias, cuando en realidad eran pura basura y mierda. El reflejo de mi padre llega sin siquiera quererlo a mis pensamientos dándome un escalofrió y sabor amargo a mi boca.

Lo odiaba, de eso estaba segura, aunque en el fondo lo quiera, pero cada día ese último sentimiento se esfumaba con sus acciones. No lo odiaba por qué no apoyara mis caprichos, decisiones, pensamientos ni mucho menos por ser un padre ausente en cosas que para mí fueron importantes y que son obligatorias en el marco de la función de un padre cosas que al parecer haberle valido madres, si no 'por su hipocresía y aire de grandeza, creyéndose mejor que todo, queriéndose esconder bajo una fachada que ni él mismo se creía, y construyendo un hombre honorable y pulcro donde había una persona, sucia, estafadora, infiel y abominable. Mi madre no se quedaba atrás, la odiaba por ese aire de sumisa y siega con vendajes rotos...

Un sonido espelúznate me saca de mis pensamientos de odio e ira, causando así la interrupción de los besos exquisitos patrocinado por mi compañero. La música se detiene de golpe y todos giran su cabeza tratando de enfocar el tremendo lio que se estaba armando, a pesar de las luces parpadeantes y mi visión borrosa por la toma de alcoholes podía ver las sangre gotear de la cabeza de aquel chico.

—¡ME VISTE LA JODIDA CARA DE IDIOTA PUTO DE MIERDA, A TI QUE TE IMPORTA QUE ESTE EBRIO, SOLO SIRVEME LA BOTELLA, ¡NO TE ESTOY PIDIENDO! AQUI ESTA TU PUTO DINERO INVESESIL! — aquellas palabras salían con odio y rabia de aquel pelinegro que tanto conocía.

A pesar de mi embriaguez, podía reconocerlo a la perfección.

¿Max? ¿Pero qué hace aquí?

Se lanza por encima de la barra para tirase sobre el pobre chico ensangrentado, lo veo golpearlo. unos hombres tratan de auxiliarle, pero se les hace algo poco sencillo por la fuerza emitida por Max, se acerca dos de seguridad y lo quitan sobre ellos, entre forcejeo un movimiento, un disparo se escucha y con ello una balacera después, alterando a todos lo que estaban en el interior del local.

Gritos, y gente corriendo por todos lados para resguardarse, arman un verdadero lio en el interior del lugar, Taylor jala de mi mano para así salir de aquel sitio y salvaguardar mi vida, pero en lo único que mi corazón y mente podían pensar era en aquel chico de ojos verde gris. Forcejeo con Taylor y me escapo de su agarre, vuelvo mi mirada hacia él y le grito que se vaya que tengo que ir por algo, empujo a varias personas que corrían hacia la salida por sus vidas, hasta tratar de llegar aquel chico enojada, de ojos grises. No escuchaba, no sentía, ni siquiera sé qué demonios hacía. Culpare al alcohol de esta locura y este sentimiento agobiante de que en medio de una balacera que él mismo provocó yo quiera saber si está bien. Mis ojos hacen contactos con la de él, y por ese micro instante sentí que el mundo se paralizaba, no soy de romanticismo y exageraciones, pero el crujir de mi corazón en ese instante dolió. Corrí hacia él, y sin entender ni queriendo entender lo que pasaba lo abrasé, y en el mismo instante en que por el peso de su cuerpo caímos los dos hacia el suelo.

@sinexcrupulos001...

Capitulo corto y lleno de diálogos ¿Que le espera a venus Lady en esta ocasión? ¿Les gusto la dinámica del significado del sexo?

¿Qué les pareció el capítulo?

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