Rival
Holis, les tengo otra actualización a esto que no sabría como determinarlo ahora xD
Conmemorando que el 1 de marzo muchos residentes evolucionaron a un nivel mayor y llegaron nuevos a ello como R1 :,) que bonito.
Enjoy!
______________________________
La tarde de ese viernes había pasado rápido una vez que se había emprendido gran parte de ésta preparando una ponencia que le habían encargado al igual que algunos artículos pendiente desde hace varios días y hasta ahora tuvo oportunidad de checarlos tal cual.
Faltaba poco para que fuesen las 23:00 horas, se encontraba sentado en el suelo recargando su espalda a un sofá mientras tecleaba con prisa sin parpadeo plenamente concentrado en avanzar sus deberes, y es que a pesar de encontrarse de post-guardia de 36 horas lo gratificante era que tenía mega fin, lo que significaba que sábado y domingo por fin podría descansar un poco sin turnos en el hospital. Algo fuera de su alcance con esa pulcritud en responsabilidad por hacer sus tareas.
Izuku se encontraba con grandes ojeras bajo ese par de esmeraldas que tenía como ojos, anexado de una vista cansada que no cedía a caer en sueño por ahora.
Encima de todo ese papeleo desastroso que tenía encima de la mesa central de la sala una mano emergió dejando una taza con un café cargado, motivo del cual Izuku giró de reojo notando como Katsuki tomaba asiento en el sofá a su espalda.
—Gracias por ello —rescató mientras volvía nuevamente a la laptop enfrente.
Bakugo observaba detenidamente la meticulosidad que ese chico tomaba para hacer sus apuntes y varios archivos tenían abiertos en la pantalla en un orden extraño y compulsivo.
—Insisto que tienes todo el fin de semana para avanzar en eso, mejor ve a descansar —exclamó sorbiendo de la taza de cerámica que portaba en manos.
—Pero.... —interrumpió continuando su concentración en la computadora —precisamente por eso te pedí poder quedarme en tu departamento, mi madre se pone un poco histérica cuando me ve sobre esforzándome, prefiero que no me vea así en casa.
Fue con ello que el rubio recordó ese permiso que le había pedido el residente de pediatría, una vez que terminó su turno para retirarse del hospital le reiteró si podía ir a su hogar con su mochila llena a reventar en papeles y su portátil. Lucía tan ridículamente cansado que hasta lástima le dio negarle ya que seguramente buscaría otra opción, al igual que tampoco perdería nada, contrariamente podía estarlo vigilando de que no se excediera hasta colapsar.
—Si tanto te molesta eso renta por cuenta propia una pieza y dale mentirillas a tu madre de que todo va bien —comentó recargando plenamente su espalda a los cojines y cruzaba su pierna sobre su muslo. —Aunque... me imagino que tendrías un desastre de vida en residencia viviendo solo —burló proyectandose un poco en ese recuerdo de hace un año culminando su residencia de medicina interna en el mismo hospital que ahora tenía una plaza de trabajo.
—No sería mala idea a excepción de las mentiras, además de que tú pudiste vivir así, ¿No? —Respondió centrado mientras tomaba un poco de café —ouch, está caliente.
—¿Crees estar a mi nivel pequeño imbécil? Por supuesto que me mudé al iniciar la residencia, mis padres no viven aquí.
—Es que lo haces sonar muy fácil.
—Porque soy Katsuki Bakugo, desde luego que es sencillo para mí —exclamó con soberbia.
Izuku sonrió divertido de ello, posterior a eso comenzó a hurgar entre una de las varias carpetas que tenía ahí buscando unos documentos impresos.
—¿Tienes turno mañana, verdad? No te preocupes, me iré tan pronto termine esto.
—Mi turno es hasta en la noche, no te apures —emendó tranquilo bebiendo su taza. — ¿De qué es la ponencia que preparas?
—Enfermedades exantemáticas en niños, trato de hacerlo muy didáctica porque estarán los internos presentes también, Asui-san le encantan estos temas —dijo tomando un bolígrafo y comenzando a marcar ciertas partes de las impresiones.
—¿Quién? Ah... —recordó en seguida —hablas de tu interna de rotación.
—Dice que le gusta mucho la pediatría, probablemente la vuelva ver en ese entorno entonces —recordó con ligera emoción.
—Les gusta el camino fácil, en medicina interna mayoritariamente son pacientes crónicos, viejos y muertos para variar. Es un reto mantenerlos estables.
—Deja de desprestigiar cualquier otra rama que no sea la tuya —exclamó incómodo —todos son necesarios.
—Je, eso no te lo negaré.
El chico sentado en el suelo merodeó sus manos entre su papeleo hasta que una de las carpetas resbaló por el borde de la mesa cayendo y abriendo su contenido, le tomó poca importancia por algunos segundos en lo que terminaba de anotar un par de cosas antes de que se le pasaran, así que Katsuki dejó su taza en otra mesita a su lado para levantar la carpeta y así acomodar el papeleo.
—Ah, no te preocupes, ya lo levanto —balbuceó el peliverde aun en lo suyo pasando desapercibido que ya lo había hecho.
La ceja de Katsuki enarcó al ver que todo lo que estaba ahí eran dibujos y coloreos bastante horribles, desde animales deformes, lugares abiertos y verdes, hasta personas, al leer la pestaña de la carpeta pudo entenderlo "Obsequios" era lo que marcaba diferencia con las otras que estaban en la mesa, por lo que dio por hecho que eran regalos que le daban sus pacientitos.
—Dibujan de la mierda —exclamó a secas el rubio mientras hojeaba los dibujos.
—Oh vamos, solo son niños no seas cruel —defendió en seguida Izuku dándose cuenta de que era lo que había caído —son regalos que atesoro mucho.
—¿Te comparan con una oveja verde? —Rió entre dientes al encontrarse uno de los dibujos con dicho animal con unas singulares pecas.
—Incluso con los árboles, tienen mucha imaginación —recordó nervioso rascando una de sus mejillas, hasta continuar con su trabajo.
Bakugo no paraba de observar esa decena de dibujos hasta dar con uno de ellos que le dejó estático tras analizarlo por varios segundos.
—Esa niña albina... —susurró —¿Sigue internada?
—¿Huh? ¿Hablas de Eri-chan? Ya va para dos semanas ahí pero ha mejorado mucho, tanto física como mentalmente gracias a la doctora Ryukyu y el doctor Sasaki, es una niña bastante adorable, incluso trabajo social pudo encontrar a su abuelo así que tenemos arreglado ese problema del nuevo tutor legal de ella y...
Midoriya no paraba de hablar emocionado de la evolución satisfactoria que había tenido la pequeña desde que ingresó a sus manos, al mismo tiempo que estaba tecleando en la computadora portátil a su frente sin apartar la mirada. Por otro lado Bakugo observaba sereno ese papel en manos prestando poca atención a muchas cosas innecesarias dichas por el peliverde.
—Ella te ha ganado mucha estima, ¿verdad?
—Al igual que a Mirio-senpai, ella ha sido muy accesible con nosotros... —pausó dándose cuenta del porque se tomó el tema —¿Lo dices por el dibujo? Me sorprendió mucho de hecho —rio entre dientes.
Las tareas ejercidas por el menor culminaron una vez que Katsuki dejó el monto de dibujos al lado del sofá mientras éste pasaba una de sus piernas para así rodear de ambos lados a Izuku que continuaba recargado al mueble, posterior a ello sujetó con sus manos la piel cálida en su rostro para halarlo y que mirara encima donde estaba él.
—¿Está todo bi-...? —Pausó tras ser interrumpido por los labios de Bakugo que aprisionaron los suyos con un beso.
El tacto rudo de Bakugo no cesó hasta haber abordado su boca restregando su lengua contra el otro con una ligera amenaza de continuar en ello, hasta que, por decisión propia culminó. Su mano acarició hasta remover unos mechones de la frente de Izuku que le miraba anonado con esos brillantes orbes verdes.
—Ya lo decidí —dijo con tozudez relamiendo sus labios aun sujetando el rostro del otro —múdate aquí.
—¿Eh? —Izuku estaba paralizado, sólo eso pudo espetar de su voz al tiempo que su rostro se acaloraba por ese rubor que emergía cada vez más. —¿Pero... por qué...?
—Así no preocuparías a tu madre de vivir solo, por no mencionar que un inútil como tú que desconoce de límites jamás podría cuidarse solo. Eso mata dos pájaros de un tiro —respondió arqueando una sonrisa lúdica.
—Eso no es todo, ¿Verdad? —Llamó nervioso. Katsuki pellizcó una de las mejillas de Izuku forzándolo a que cerrara sus ojos ante el dolor.
—Bueno, en parte es para que des a conocer que no estás disponible para nadie excepto para mí —confesó con incomodidad.
El entrecejo de Midoriya arrugó con su notable sonrojo en las mejillas, habían tenido varios meses saliendo pero aun así su relación no estaba siendo abierta, quizás esto se podría referir como el segundo paso, ¿No?
En seguida lo entendió, a donde iba todo esto y su causa, lo cual le pareció tierno.
—¿Acaso tú... estás celoso de Eri-chan? —Cuestionó con una risita entre sus susurros que prontamente pausó a un quejido de dolor al ser de nuevo pellizcado —ella dice que soy uno de sus héroes y quiere casarse conmigo de grande, ¡Auch! —Quejó de nuevo por el dolor mientras balbuceaba tras ser jalado de los mofletes.
—En ese caso remarcarle a la enana que ya estás con alguien más.
—¡No le voy a romper el corazón a una niña! Sobre todo es mi paciente en tratamiento —reiteró negándose a lo absurdo. —Ella me dijo que la esperara —recordó divertido e incómodo.
—¿Ah, sí? Pues ella se quedará esperando como cualquier otro que busque algo contigo —proclamó otorgándole otro beso a sus labios.
Una vez que separó, Izuku sujetó las manos del mayor para apartarlas de su rostro y así evitar volver a ser pellizcado, aunque ese episodio de celos que emergían en Bakugo no habían sido la primera vez, si se mencionara la ocasión de la interconsulta de cirugía por parte de Todoroki, esta ocasión era inusual y divertido de ver. Por lo tanto la actitud medrosa en Midoriya ya no estaba, al contrario había reaccionado muy enternecido.
—¿Te das cuenta que estás teniendo rabietas contra una niña de 6 años? —Cuestionó burlesco.
—El que me hace enojar eres tú por no poner límites a lo que haces, maldito Deku —condujo abalanzándose sobre él hacia el suelo.
Y tras ese movimiento llevó los papeles del sofá al suelo en donde el que estaba encima de todos se trataba de un dibujo de Izuku con una sonrisa grande, su distinguible traje quirúrgico verde, una bata blanca, mientras sujetaba la mano de una niña pequeña de cabello largo y pálido, con ojos granate y tímidos, encima de ellos varios pequeños corazones con caritas alegres.
Quizás nunca le pasó por la mente, pero Katsuki había emprendido un rival de amor inesperado. Con una reacción celosa que a Izuku le parecía innecesaria, el rubio no bajaría la guardia a todo ese crecimiento de relación que ambos habían fomentado desde que éste era el R3 de un tímido interno de pregrado; un joven llorón devora libros que no sabía de cuidados propios a su salud siendo un médico irónicamente, y ahora estaba acostado en el suelo sometido a unos besos llenos de ígnea lujuria.
Se aprovechó la oportunidad por el hecho de que estaban a solas en un lugar privado que era su morada. Si el otro accedía a vivir ahí le facilitaría muchas oportunidades así.
____________________________________
¿Tendremos más de esto? Por supuesto.
Pretendo hacer otro capítulo más añadiendo a otros personajes y volveremos a ver a Shouto como médico adscrito igual que Katsuki. Hell yeah, este hombre se quedó con plaza en el mismo hospital también.
Hasta la próxima :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro