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XVI

Viernes. 3:15 AM

Porqué sólo los tontos se enamoran...

Porqué sólo los tontos se enamoran de alguien inalcanzable.

Imaginé una vida a su lado y ahora sólo sufro por un imposible. Soñé con tenerlo a mi lado y gritarle al mundo cuanto lo amo.


Porqué sólo los tontos se enamoran…


Porqué sólo los tontos se enamoran de una ilusión...

Excepto porque sabía que él no lo era, lo que lo hacia peor pues tenía a mis amigos preguntando mi estado a causa de su ausencia. Recordándomelo en todo momento.

Creí que la rutina sería para siempre, que ingenuo fui… Un tonto por pensar que él sería alguien estancado en una constante, no tome en cuenta que él tenía sus propias metas, sus propios problemas… Su propia vida.

Él no era sólo una obra de arte a la que admirar. Y yo no era el único espectador en este escenario.

5:19 AM


Estando en mi cama, boca arriba…

Imaginado infinidad de escenarios en donde él y yo nos encontráramos, quizá podría hacerle sonreír, quizá el podría hacerme reír.

Y quizá él quedaría encantado por mis hoyuelos.

Suspirando por los pensamientos en mi mente giró en mi propia cama cubriéndome con la almohada la cabeza. Quizá así podría hacer que todos esos escenarios se alejen para que ya no me hagan tanto daño, un pensamiento absurdo porqué incluso si no quisiera volvería a él.

Porqué fue en mi lugar de trabajo donde lo vi por primera vez, fue en esa misma calle donde me encontraba con él y aunque apenas podía verlo, era feliz admirándolo de lejos hasta que comencé a anhelar más que un simple contacto de ojos. Fue absurdo siquiera pensar que ser sólo un espectador no dolería.

Levanto la cabeza de mi refugio acolchado y tomó mi celular para verificar la hora, mis ojos arden ante la iluminación de la pantalla y parpadeo para tratar de acostumbrarme, cosa inútil pues mis ojos estaban irritados por la falta de descanso, me la pase dando vueltas en mi cama imaginando escenarios surrealistas durante toda la madrugada. 6:50 AM  maldita sea, debía dormir aunque sea unas horas para cuidar de mí,  si fuera cualquier otro día ya estaría de pie alistándome para iniciar la rutina.

Pero hoy...

No podía ir a la cafetería en este estado, no tenía la energía ni la fuerza para soportar el bullicio del lugar, mucho menos aguantaría aquella estúpida campanilla que sonaba sin parar en las horas de más ajetreo y sería de mejor ayuda si no estorbaba con mi estado de Zombi melancólico. 

Se las arreglarían sin mí.

Siempre lo hacían, porqué yo soy tan indispensable como una bolsa de azúcar vacía. Porqué lo que yo hago en la cafetería no era tan importante.

Además… Había discutido con SeokJin cuando le pregunté sobre lo que JiMin me había dicho. Bueno, decir que fue una discusión es absurdo en realidad. Cuando él comenzó a hablarme yo me quedé callado.

Escucho el sonido de mi celular anunciando la entrada de nuevos mensajes y suspiro hundiéndome más en mi cama, reproduciendo en mi mente una y otra vez las palabras de mi primo.

Estábamos cerrando la cafetería cuando tuve el valor de preguntarle porqué me había dado libre el fin de semana que él se marchó.

—No era sano para ti que estuvieras tan enganchado a un chico que veías de lejos, ¡parecías un acosador! — su voz se elevó un poco de su tono normal y debido a que sólo éramos él y yo en la cafetería resonó por todo el lugar —. Me importas NamJoon, quería que pudieras hacer una vida lejos de una ilusión.

Una lastima que fuera demasiado tarde, ya me había hecho ilusiones, especialmente después de esa noche en donde me acosté con ese chico imaginando que era mi hermoso ángel de piel alabastrina. Estaba completamente perdido, perdidamente enamorado de un ser fuera de mi alcance.

—Nada te aseguraba que él correspondía a lo que sentías, sobre todo porque nunca le hablaste cuando le veías por la calle.

Cerré los ojos levantando el brazo para cubrirlos con él, tratando de dejar mi mente en blanco…

Mi teléfono sonó nuevamente, está  vez se trataba de una llamada. Aún con los ojos cerrados tomé el celular y entre abrí un ojo para saber de quien se trataba, medio leí el nombre de mi mejor amigo y contesté.

—Hola… ¿Cómo estas? — le oí hablar de forma baja, casi como un susurro, suspire levemente antes de responderle con sinceridad, sólo a Jackson podría responderle en este momento.

—¿Sinceramente? Mal… — el silencio se formó entre nosotros, apenas escuchaba sus movimientos del otro lado mientras hacia quién sabe qué. Seguramente nervioso y sin saber como continuar hablando — Jack, sé que no me dijiste nada porqué creías que era lo mejor para mí — podía entenderlo, quería obligarme a ello, no podía molestarme porque las personas que me querían habían guardado silencio por algo que tarde o temprano pasaría.

—Debí decírtelo en cuanto me enteré, no debí comentarlo con Jin — no era su culpa que mi primo le mintiera diciéndole que él me lo diría ese mismo día y después posponerlo hasta que Jimin me lo dijo —. Aún puedes encontrarte con él, Hoseok es su amigo y él se mantiene en contacto con JiMin… Al destino le gusta dar muchas vueltas.

Agradecía tener a mi mejor amigo, siempre buscaba la forma de animarme. Dándome una pequeña esperanza para no marchitarme.

—Por ahora me hundiré en mi tristeza y después veré que hago — sabía que esa no era la respuesta que él quería, pero era la más sincera que podía darle —. Voy a dormir, si Jin pregunta por mí dile que me fui en busca de inspiración.

—Muy bien señor escritor, le daré el mensaje — sonreí levemente, estaba por colgar la llamada cuando le escuche hablar de nuevo — NamJoon, cuida de ti por favor. Te quiero.

Yo también te quiero. Quise decirle, pero él ya había cortado.

Me quedé viendo la pantalla por unos segundos hasta que el nombre de So Min llamó mi atención, eran algunos mensajes que me había enviado junto con algunas imágenes.

Apenas leí lo escrito cuando mis ojos se enfocaron en las fotos…

Era él, del día que estaba vestido como botarga. Podía verme levantando levemente la cabeza de la alpaca mientras bebía agua de una botella, al fondo un chico de cabello rubio parecía ver en mi dirección con celular en mano.

La siguiente foto era yo viendo al chico, no era fácil de descifrar debido a la cabeza de botarga, pero siendo yo el de la foto era fácil saber lo que hacía.

La tercera era una sólo de él, luciendo tan magnífico como aquella vez mientras movía el cuello a un lado dejándolo expuesto. Era impresionante el recuerdo tan vivido que tenía de aquel momento.


Y así me quedé, viendo aquella imagen que me gustaría enmarcar cuál obra de arte.



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