Pasaron los días y finalmente teníamos todo listo para el ritual. El antiguo libro de los cazadores de Luna detallaba los ingredientes necesarios: sangre de hombre lobo, de cazador y de un vampiro. Conseguir la sangre de hombre lobo había sido una misión ardua, ya que Hoseok y Namjoon se habían ido a otra ciudad por una misión, pero al regresar trajeron lo necesario. Como cazadora, ya tenía la mía, solo faltaba la de un vampiro.

Sabía que la única persona a quien podía pedirle esto era Taehyung. Lo cité en un lugar tranquilo y le conté todo, sintiendo la carga de la importancia y el peso de mi solicitud. No quería parecer una loca pidiéndole algo tan personal, tan esencial.

-Tae, necesito tu ayuda -le dije, tomando su mano con suavidad -Necesito un poco de tu sangre para un ritual importante. No sé cómo explicarlo sin sonar extraña, pero es crucial para nuestra misión.

Taehyung me miró con esa serenidad que siempre me tranquilizaba. Sin titubear, aceptó.

-Ruby, confío en ti. Si esto es lo que necesitas, te daré mi sangre -dijo, su voz suave pero firme.

Tomó mi pequeña daga y, con un corte preciso, permitió que unas gotas de su sangre cayeran en un frasco que había preparado. El gesto, aunque sencillo, estaba lleno de significado. No solo confiaba en mí, sino que estaba dispuesto a arriesgarse por nuestra causa.

-Te acompañaré a la misión -dijo Taehyung con suavidad, mirándome con preocupación.

Suspiré, bajando la mirada.

-Lo sé, y te lo agradezco, pero primero debo hablar con mis compañeros. No puedo tomar esa decisión sin ellos.

Él inclinó ligeramente la cabeza, observándome con atención.

-¿Es porque aún no les has contado sobre nosotros? -asentí lentamente.

-Sí. Solo Jimin sabe, y quiero ser honesta con los demás. Necesito que confíen en ti tanto como yo lo hago -Taehyung esbozó una pequeña sonrisa, colocando una mano en mi hombro.

-Lo entiendo, Ruby. Si yo estuviera en tu lugar, haría lo mismo. Tómate tu tiempo. Hablaré con ellos cuando estés lista.

Le devolví la sonrisa, sintiéndome aliviada por su comprensión.

-Gracias, Taehyung. En serio.

-No tienes que agradecerme -dijo, su voz cálida -Estoy aquí para respetar tus decisiones. Solo avísame cuando sea el momento.

-Lo haré -respondí, sintiendo cómo una parte de la tensión desaparecía.

Pasamos las siguientes horas disfrutando de nuestra mutua compañía. Cada vez que lo veía sonreír, sentía cómo mi amor por él crecía más y más. Estuvimos besándonos durante lo que parecieron horas, deteniéndonos solo para tomar aire y reír juntos.

Esa noche, Taehyung me llevó al patio trasero de su casa, donde había preparado una sorpresa. El lugar estaba decorado de manera hermosa, luces colgantes, velas parpadeantes y flores que llenaban el aire con su dulce aroma. No entendía cómo no me había dado cuenta antes de lo que estaba planeando.

-¿Cómo lograste todo esto sin que lo notara? -pregunté, maravillada.

Taehyung solo sonrió, esa sonrisa que hacía que mi corazón latiera más rápido.

-Quería sorprenderte, hacer algo especial para ti -respondió, guiándome hacia una mesa bajo la luz de la luna.

Cenamos juntos, bajo el manto estrellado del cielo nocturno. La comida, sencilla pero deliciosa, sabía aún mejor en ese ambiente mágico. Sentía una felicidad inmensa, un sentimiento de pertenencia y amor que llenaba cada fibra de mi ser.

Después de cenar, nos quedamos en el jardín, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Taehyung se acercó a mí, tomando mi mano y mirándome a los ojos.

-Ruby, quiero que sepas que te amo -dijo, su voz apenas un susurro.

Las palabras resonaron en mi corazón, y supe en ese instante que compartía sus sentimientos. Taehyung es maravilloso, y es la persona correcta para mí.

-Tae, yo también te amo -respondí, sintiendo cómo se dibujaba una sonrisa en mi rostro.

Nos besamos, esta vez con una ternura y una pasión que lo decían todo. La luna fue testigo de nuestra promesa silenciosa de estar juntos, de enfrentar lo que viniera con la fuerza de nuestro amor.

Al regresar a la academia, sabía que debía hablar con mis compañeros sobre la ayuda de Taehyung. Mi relación con él era ahora más fuerte y clara que nunca, y estaba dispuesta a luchar por nuestro amor.

Al día siguiente, por la mañana, aproveché la oportunidad para citar a todos en el lago de la Academia.

Esa noche esperé con Taehyung a los chicos y, cuando llegaron, Yoongi de inmediato sacó su espada. Jimin lo detuvo, así como a Hoseok y Namjoon, que estaban con sus colmillos fuera listos para atacar.

-¡Esperen! -grité, tratando de calmar la situación -Déjenme explicar.

Comencé a hablar, les conté todo sobre nuestra relación y cómo Taehyung quería ayudarnos. Tae también tomó la palabra, su voz calmada y firme, y los chicos parecieron relajarse un poco. Creo que también sintieron la paz que emana Taehyung.

-Entiendo que esto es inesperado -dijo Taehyung -Pero estoy aquí para ayudar. Sé lo que está en juego y estoy dispuesto a arriesgarme por esta misión.

Los chicos asintieron, y nos quedamos hablando en el lago, bajo las estrellas. Los chicos comenzaron a hablar más con Taehyung y parecía caerles muy bien. Excepto Yoongi, quien permanecía alerta en todo momento, observando cada movimiento de Tae. Cuando los primeros rayos del sol comenzaron a asomarse, nos despedimos de Taehyung.

Le di un tierno beso antes de que se fuera, y pude ver la ternura en las caras de mis compañeros. Me sentí aliviada al ver que, a pesar de todo, aceptaban a Taehyung y confiaban en mí.

Al entrar a mi habitación, me llevé una gran sorpresa al ver a Jungkook. Se veía muy elegante y seductor como siempre. La habitación, mi santuario personal, se sentía de repente pequeña y cargada de tensión. Sus ojos oscuros y profundos me observaban con una intensidad que hacía difícil respirar.

-¿Qué haces aquí, Jungkook? -pregunté, tratando de mantener mi voz firme.

Él solo se encogió de hombros, una sonrisa juguetona y misteriosa apareciendo en sus labios. Comenzó a caminar hacia mí, cerrando la distancia entre nosotros con una confianza que solo él podía exhibir. Sentí cómo mi corazón comenzaba a latir con fuerza, cada paso suyo parecía resonar en mi pecho.

-Estás con Taehyung y dices amarlo mucho, pero tu corazón no puede evitar acelerarse cuando yo estoy cerca -dijo, su voz baja y cargada de insinuación.

Su proximidad era abrumadora, y no pude evitar sentirme atrapada por la intensidad de su mirada. Mis palabras se quedaron atrapadas en mi garganta, él tenía razón, y eso me aterraba. No pude responder, el conflicto interno era demasiado fuerte...

¿Qué pasará en el siguiente capítulo con Jungkook?😱😅

Les dejo un adelanto. 😉

-¿Qué pasa, Ruby? No puedes resistirte a mí, ¿verdad? -su voz ronca y seductora hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

-Jungkook, esto no está bien -logré decir, aunque mi voz temblaba.

-¿Estás segura? -susurró, sus labios casi rozando los míos...