Me quedé en silencio, mi corazón latiendo con fuerza mientras procesaba sus palabras. Jungkook dio un paso más cerca, su mirada intensa clavándose en la mía.

-Te amo, Ruby -confesó, su voz cargada de sinceridad y dolor -Pero soy un monstruo. No merezco tu amor. Taehyung... él es bueno para ti. Él puede darte la estabilidad y la paz que yo nunca podré ofrecerte.

Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas mientras absorbía sus palabras.

-Jungkook, no digas eso -susurré, mi voz temblorosa -Tú no eres un monstruo. Eres importante para mí, más de lo que puedes imaginar.

Él negó con la cabeza, una sonrisa triste en sus labios.

-Ruby, hay una oscuridad en mí que no puedo ignorar. Te he puesto en peligro solo por estar cerca de ti. Taehyung es diferente. Él puede protegerte de esa oscuridad. Puede darte un futuro que yo no puedo ofrecerte.

-Jungkook, te necesito en mi vida, de una forma u otra -dije, tratando de encontrar una manera de expresar mis sentimientos -No quiero perderte ni a ti ni a Taehyung. Ambos son esenciales para mí.

Jungkook tomó mi mano, su toque cálido y reconfortante.

-No me perderás, Ruby. Siempre estaré aquí para ti, aunque sea en la sombra, pero debes saber que mi amor por ti nunca cambiará, y siempre desearé lo mejor para ti, incluso si eso significa que estés con Taehyung.

Nos quedamos en silencio, la luz de la luna bañándonos en su resplandor etéreo. El claro del bosque, normalmente un lugar de tranquilidad, ahora era un escenario de emociones crudas y no resueltas.

Finalmente, Jungkook rompió el silencio, soltando suavemente mi mano.

-Debo irme por ahora. Los cazadores siguen tras de mí, y no quiero ponerte en peligro. Pero volveré, Ruby. Siempre volveré.

Sentí una punzada de tristeza al verlo alejarse, su figura desvaneciéndose en la oscuridad del bosque. Taehyung emergió de las sombras, su mirada era serena como siempre.

-Te llevaré de vuelta a la academia -dijo suavemente, ofreciéndome su brazo.

Asentí y nos dirigimos de regreso en silencio. Mientras caminábamos, sentí que una parte de mi corazón se quedaba con Jungkook, mientras otra parte se aferraba a la seguridad que Taehyung me ofrecía.

Al llegar a la academia, el cielo empezaba a iluminarse con los primeros rayos del amanecer. Nos detuvimos en la entrada, y Taehyung me miró con ternura.

-Descansa, Ruby. Fue una noche larga.

Después de despedirme de Taehyung, entré a la Academia con una mezcla de emociones arremolinándose en mi pecho. Subí las escaleras en silencio, cada paso resonando en el pasillo vacío. Al llegar a mi habitación, me dejé caer en la cama, agotada tanto física como emocionalmente. Casi de inmediato, el sueño me envolvió en sus brazos, llevándome a un descanso profundo y sin sueños.

No sé cuánto tiempo había pasado cuando sentí que alguien me sacudía suavemente para despertarme. Abrí los ojos con dificultad, y allí, junto a mi cama, estaban Jimin y Yoongi, mirándome con preocupación.

-Ruby, tienes que levantarte -dijo Jimin con voz suave -Es hora de entrenar.

-Sí, no puedes seguir saltándote las sesiones -añadió Yoongi, con su tono habitual de seriedad.

Apenas había dormido y mi cuerpo se sentía pesado, pero sabía que no podía evitar mis responsabilidades. Me levanté a regañadientes, tratando de sacudirme el cansancio. Me cambié rápidamente y seguí a Jimin y Yoongi hasta el campo de entrenamiento.

El entrenamiento fue arduo. Cada ejercicio parecía más difícil de lo habitual, y mi mente seguía volviendo a la noche anterior, a Jungkook y Taehyung. Los movimientos de combate, las estrategias, todo parecía un borrón mientras intentaba concentrarme. Jimin y Yoongi notaron mi falta de energía y se mostraron preocupados, pero no dijeron nada hasta que la sesión terminó.

Después del entrenamiento, mi cuerpo estaba aún más agotado. Necesitaba un lugar tranquilo para recuperar la compostura, así que me dirigí a la biblioteca. La paz y el silencio del lugar siempre me habían ofrecido consuelo. Encontré un rincón apartado, rodeado de estanterías llenas de libros antiguos, y me dejé caer en una silla, tratando de calmar mi mente.

No pasó mucho tiempo antes de que Jimin apareciera en la biblioteca. Su expresión mostraba claramente que estaba preocupado por mí. Se sentó a mi lado en silencio, esperando a que yo hablara primero.

-Enana, ¿qué está pasando? -preguntó, su voz suave y llena de preocupación -Hoy no eras tú misma en el entrenamiento.

Lo miré, sintiendo cómo las barreras que había levantado para proteger mis emociones comenzaban a desmoronarse. Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, y antes de que pudiera detenerme, se derramaron por mis mejillas.

-Jimin, no sé qué hacer -dije entre sollozos, mi voz quebrada por la emoción -Me he estado viendo con Jungkook y Taehyung. Me he enamorado de ambos, y estoy tan confundida.

Jimin frunció el ceño, claramente sorprendido por mi confesión, pero no me interrumpió. Me dejé llevar por las lágrimas, desahogándome de toda la angustia que había estado acumulando.

-Jungkook es tan intenso, tan apasionado -continué, tratando de explicar mis sentimientos -Pero también tiene esa oscuridad en él que me asusta, y Taehyung... él es tan comprensivo, tan calmado. Me hace sentir segura.

Jimin me escuchó atentamente, sus ojos llenos de compasión. Cuando terminé de hablar, me miró y dedicó una sonrisa.

-Enana, esto es complicado, lo sé, pero tienes que seguir tu corazón. Ambos son importantes para ti, y no es fácil decidir entre ellos, pero necesitas pensar en lo que realmente quieres y en lo que te hace feliz.

Su consejo, aunque simple, resonó profundamente en mí. Me sentí aliviada de haber compartido mis sentimientos con alguien y de recibir una perspectiva externa.

-Gracias, Jimin -susurré, secándome las lágrimas -Necesitaba decirlo en voz alta.

Jimin sonrió y me abrazó, un gesto de consuelo que agradecí enormemente.

-No estás sola, enana. Estoy aquí para ti, y sé que Yoongi también lo estará. Encontrarás una manera de resolver esto, pero por ahora, necesitas descansar y cuidar de ti misma.

Asentí, sintiendo un peso levantarse de mis hombros. A veces, todo lo que se necesita es alguien que te escuche y te apoye. Gracias a Jimin, sentí que podía enfrentar mis sentimientos y, eventualmente, encontrar una solución a la encrucijada en la que me encontraba...

Jimin es un gran amigo, me encantaría tener un amigo así. 😅💜