Los días se deslizaban uno tras otro, y a medida que el tiempo pasaba, mi preocupación por Jungkook crecía. No había tenido noticias suyas desde hacía semanas, y ni siquiera había vuelto a aparecer en mis sueños. Me preguntaba dónde estaría y si estaría bien, pero cada día que pasaba sin verlo solo aumentaba mi inquietud.

Mientras tanto, mi relación con Taehyung florecía cada vez más. Nuestras conversaciones eran como un bálsamo para mi alma, y cada momento que pasaba a su lado me hacía sentir más cerca de él. Compartíamos risas, sueños y secretos, y cada día me encontraba más enamorada de su calidez y comprensión.

Habíamos pasado por muchas experiencias juntos, desde largas caminatas por los bosques hasta aventuras en las calles de la ciudad. Incluso me había llevado a su casa, un lugar acogedor y lleno de historia.

La presión de mi padre parecía haber disminuido desde que había comenzado a participar en las misiones como cazadora. Ya no me sobreprotegía tanto, confiando en mi habilidad para cuidarme a mí misma. Aunque me alegraba verlo más relajado, no podía evitar sentir un peso en el corazón por la distancia que había crecido entre nosotros.

Los cazadores seguían tras Jungkook, y me preguntaba si su ausencia tenía algo que ver con ello. Tal vez estaba escondiéndose para protegerse, o tal vez había encontrado un refugio seguro lejos de aquí. Sea cual fuera el motivo, anhelaba su presencia y la conexión especial que compartíamos.

Pero a medida que los días se convertían en semanas, me di cuenta de que estaba empezando a aceptar la posibilidad de que tal vez nunca volvería a ver a Jungkook, y  mientras eso me llenaba de tristeza, también me permitía abrir mi corazón completamente a Taehyung, dejando que su amor y su luz llenaran cada rincón de mi ser.

El sol se ocultaba en el horizonte cuando Jimin y yo regresamos a la academia, exhaustos después de un largo día de cacería. Nos encontramos con Yoongi y los demás cazadores en la sala común, discutiendo estrategias para la próxima misión.

Hoseok y Namjoon se unieron a la conversación, aportando su conocimiento sobre el territorio y los peligros que podrían enfrentar.

-¿Cómo ha ido la investigación? -preguntó Yoongi, mirándonos con curiosidad mientras se ajustaba el cinturón de plata que llevaba como protección contra los vampiros.

-No hemos tenido mucho tiempo para investigar últimamente -respondí, sintiéndome culpable por haber dejado de lado nuestra búsqueda del Espejo de Luna -Pero tenemos una pista prometedora sobre la ubicación del templo.

[...]

Ese día en la academia, nos sumergimos en un entrenamiento riguroso, preparándonos para los desafíos que seguramente nos esperaban. Los chicos y yo nos esforzamos al máximo, perfeccionando nuestras habilidades y fortaleciendo nuestros lazos como equipo. Cada movimiento era calculado, cada golpe ejecutado con precisión, sabiendo que la práctica era crucial para el éxito en nuestras misiones.

Al día siguiente, como de costumbre, me escabullí de la academia al caer la tarde para encontrarme con Taehyung. Nuestros encuentros clandestinos se habían convertido en un refugio para mí, un oasis de calma en medio del caos de nuestras vidas como cazadores y seres sobrenaturales. Pasamos horas juntos, compartiendo risas, confidencias y el cálido abrazo de su amor.

Sin embargo, cuando la noche comenzó a envolver el cielo con su manto oscuro, supe que era hora de regresar a la academia. Teníamos una misión que cumplir, y no podía permitir que mi corazón me distraiga del deber.

Al llegar, nos reunimos en la sala común, preparándonos mental y físicamente para la tarea que teníamos por delante. Sabíamos que debíamos actuar rápidamente para evitar que la situación se saliera de control.

Salimos de la academia en silencio, nuestros pasos resonando en la noche mientras nos dirigíamos hacia la ciudad vecina. El aire estaba cargado de tensión y anticipación, cada uno de nosotros alerta ante cualquier señal de peligro que pudiera acechar en las sombras.

Cuando llegamos a la ciudad, nos dispersamos, buscando cualquier indicio del vampiro que amenazaba la tranquilidad de sus habitantes. Los callejones estaban oscuros y desiertos, susurros de miedo flotaban en el aire mientras nos adentrábamos en la oscuridad.

De repente, un grito desgarrador rompió el silencio de la noche, seguido por el sonido de pasos apresurados. Corrimos hacia el sonido, nuestros corazones latiendo con la anticipación de la batalla que se avecinaba.

Encontramos al vampiro acechando a un grupo de personas indefensas, sus ojos brillando con malicia mientras se preparaba para atacar. Sin dudarlo, nos lanzamos al ataque, nuestros movimientos coordinados y precisos mientras luchábamos contra el enemigo.

La batalla fue feroz, cada uno de nosotros luchando con valentía para proteger a los inocentes y acabar con la amenaza del vampiro. Namjoon y Hoseok demostraron una vez más su fuerza y habilidad como hombres lobo, enfrentando al enemigo con ferocidad.

Finalmente, logramos derrotar al vampiro, su cuerpo inerte yaciendo en el suelo mientras el amanecer comenzaba a teñir el cielo con tonos rosados y dorados. Nos aseguramos de que los ciudadanos estuvieran a salvo antes de regresar a la academia, nuestras mentes llenas de gratitud y alivio por haber cumplido nuestra misión con éxito una vez más.

"La adrenalina se desvanecía, pero lo logramos. Estamos vivos."

Al llegar, nos reunimos en la sala común, compartiendo historias y risas mientras recordábamos los momentos de la batalla. A pesar del peligro y la incertidumbre, nos sentíamos más unidos que nunca...