La emoción vibraba en mi interior mientras salíamos de la oficina de mi padre. Finalmente, tendría la oportunidad de probar mis habilidades fuera de los muros de la academia. Jimin y Yoongi, mis compañeros de misión, intercambiaron una mirada significativa, ambos conscientes de la responsabilidad que tenían de cuidarme.

-Vamos, mi piedra preciosa, es hora de demostrar de lo que eres capaz -dijo Jimin con una sonrisa, mientras sus ojos brillaban.

Nos dirigimos al arsenal para armarnos con las herramientas necesarias. El ambiente estaba cargado de expectativa y tensión, cada cazador preparándose para su tarea. Elegí mi espada favorita, un arma ancestral que había aprendido a manejar con destreza, y me aseguré de que mi cuchillo de plata estuviera bien afilado.

-No te confíes, Ruby. Los vampiros no son presas fáciles -me advirtió Yoongi, su voz tan fría como siempre, pero con un toque de preocupación. Asentí, consciente de la gravedad de nuestra misión.

Salimos de la academia, el aire nocturno llenándonos de energía. La Luna todavía dominaba el cielo, iluminando nuestro camino hacia el bosque donde los informes indicaban que Jeon Jungkook había sido visto por última vez. La sensación de libertad al estar fuera de los confines de la academia era abrumadora, y me prometí a mí misma que no desperdiciaría esta oportunidad.

-¿Tienes miedo? -preguntó Jimin mientras nos adentrábamos en el bosque. Negué con la cabeza, aunque sentía un nudo en el estómago. Sabía que debía estar a la altura de las expectativas.

-Estoy lista -respondí con firmeza.

Caminamos en silencio durante lo que parecieron horas, nuestros sentidos alerta a cualquier señal de peligro. De repente, Jimin se detuvo, levantando una mano para indicarnos que guardáramos silencio. Unos metros más adelante, pude ver una figura moviéndose entre las sombras. Mi corazón comenzó a latir con fuerza.

-Es él -susurró Yoongi. Nos movimos en silencio, acercándonos cautelosamente.

La primera vez que vi a Jeon Jungkook, el aire pareció volverse más denso. Su presencia era magnética, su belleza letal y su encanto hipnótico me paralizaban. Sus ojos ardientes me miraron con una intensidad que prometía tanto placer como peligro, y su sonrisa siniestra despertó en mí un deseo y un miedo incontrolables. En ese instante, supe que él era la tentación encarnada, una amenaza tan irresistible como mortal.

Jungkook estaba de pie junto a un árbol, su mirada fija en nosotros. Su presencia era intimidante, una mezcla de elegancia y amenaza. Su piel pálida brillaba a la luz de la Luna, y sus ojos rojos nos observaban con una intensidad que me heló la sangre.

-Así que, finalmente, la pequeña cazadora sale de su nido -dijo con una voz suave y peligrosa, sus palabras llenas de burla.

Jimin y Yoongi se movieron a mi lado, listos para atacar. Sentí la adrenalina corriendo por mis venas mientras desenfundaba mi espada. Jungkook sonrió, mostrando sus colmillos afilados.

-Espero que estén preparados -dijo antes de lanzarse hacia nosotros con una velocidad increíble.

La batalla comenzó con una explosión de movimiento y sonido. Jimin fue el primero en atacar, su espada destellando en la oscuridad. Jungkook lo esquivó con facilidad, sus movimientos fluidos y hábiles. Yoongi lanzó una serie de ataques rápidos, pero el vampiro parecía anticipar cada uno de ellos.

Mi oportunidad llegó cuando Jungkook se concentró en mis compañeros. Aproveché el momento para lanzarme hacia él, mi espada dirigida hacia donde una vez estuvo su corazón. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, él se giró y me bloqueó, su fuerza superando la mía.

-Eres valiente, pequeña cazadora, pero también eres imprudente -murmuró mientras me lanzaba hacia atrás.

Me levanté rápidamente, negándome a rendirme. Jimin y Yoongi continuaron atacando, tratando de encontrar una apertura. Fue entonces cuando vi algo que me dejó helada: Jungkook no solo era rápido y fuerte, sino que también parecía disfrutar del combate, jugando con nosotros como un gato con un ratón.

-¡Ruby, cuidado! -gritó Jimin cuando Jungkook se lanzó hacia mí de nuevo. Esta vez, estaba lista. Usé la energía que había aprendido a canalizar en la academia, un destello de luz que cegó momentáneamente al vampiro.

Aprovechamos la distracción para atacar juntos. Yoongi lanzó un golpe certero a su costado mientras Jimin apuntaba a sus piernas. Jungkook soltó un gruñido de dolor, pero su sonrisa no se desvaneció.

-Nos vemos pronto, hermosa -susurró antes de desaparecer en un destello de sombras.

Nos quedamos en silencio, tratando de recuperar el aliento. La batalla había sido intensa, y aunque no logramos capturar a Jungkook, sabíamos que habíamos dado un paso importante. Me giré hacia Jimin y Yoongi, agradecida por su apoyo.

-Lo hiciste bien, mi piedra preciosa -dijo Jimin, su sonrisa reconfortante.

-Sí, pero tenemos que mejorar -añadió Yoongi, su tono firme -La próxima vez, no tendrá tanta suerte.

La caza de Jeon Jungkook no había terminado, y sabía que este era solo el comienzo de mi verdadero viaje en el mundo sobrenatural. La imagen de sus ojos ardientes y su sonrisa siniestra quedaría grabada en mi memoria, una constante tentación y un recordatorio de lo peligroso que era el mundo al que pertenecía...

¿Qué creen que va a pasar a continuación?🤭💜