La noche llegó, pero la conexión que habíamos establecido durante el día perduró, llenando el espacio entre nosotros con una calidez que nunca antes había sentido. Mientras el mundo seguía su curso, nosotros habíamos encontrado un rincón de paz y amor en medio del caos. Siempre tendría este momento con Taehyung para recordar y atesorar.

Sabía que debía regresar a la Academia. Algo me decía que debía volver. Al salir de la casa de Taehyung, él se ofreció a llevarme, su preocupación evidente en sus ojos. Sin embargo, lo detuve con una sonrisa suave y le dije que me iría sola esta vez.

-Estaré bien, Taehyung. Necesito despejar mi mente un poco -le expliqué.

Antes de partir, Taehyung me besó frente a su imponente casa. La luna brillante, fue testigo de nuestro beso, bañándonos con su luz plateada. En ese momento, tomé una decisión. Iba a luchar por Taehyung, porque él estaba dispuesto a luchar por mí. Jungkook no lo haría, y eso me estaba destrozando. Ya no iba a rogar por su amor.

Comencé a caminar por las calles oscuras, mi mente aún reviviendo el dulce momento con Taehyung, pero algo perturbador me hizo salir de mis pensamientos, sentí que alguien me estaba siguiendo. Aceleré el paso, mi mano deslizando mi navaja del bolsillo, una medida de seguridad que siempre llevaba conmigo. Cuando la presencia tras de mí se hizo más palpable, ataqué instintivamente. Un vampiro, buscando alimentarse de mí, no tuvo tiempo de reaccionar. Lo aniquilé con rapidez y eficiencia, continuando mi camino hacia la Academia.

El aire estaba cargado de tensión y el silencio de la noche se rompió con un grito desgarrador. Mi instinto me llevó a investigar. Me escondí en las sombras, observando la escena que me heló la sangre. Jungkook estaba allí, alimentándose de una chica joven. Su expresión era fría, indiferente, mientras bebía de ella sin piedad. El cuerpo de la chica se palideció, indicando que su vida se había extinguido.

"¿Por qué hiciste eso, Jungkook?"

El horror me inmovilizó por un instante, pero sabía que debía irme. Mientras retrocedía lentamente, mi pie tropezó con un bote de basura, haciendo ruido. En un parpadeo, Jungkook se volvió hacia mí y en cuestión de segundos, lo tenía encima, sus ojos rojos brillando con ferocidad.

-¡Jungkook, no! -grité, tratando de razonar con él, pero su mirada era implacable.

-Ruby, no debiste haber visto esto -dijo con una voz fría, su aliento todavía caliente por la sangre reciente.

Intenté zafarme de su agarre, pero su fuerza era abrumadora. Luché con todas mis fuerzas, sabiendo que debía mantener la calma si quería sobrevivir a este encuentro. Mi corazón latía con fuerza, pero una pequeña parte de mí se negó a creer que este era el Jungkook que conocía.

-Jungkook, por favor, recuerda quién eres -susurré desesperadamente, tratando de llegar a la parte de él que aún podía tener humanidad.

Por un breve momento, vi una chispa de duda en sus ojos, pero fue rápidamente reemplazada por una frialdad que no reconocía. La batalla interna en su mente era evidente, pero no podía contar con que la parte humana de él prevaleciera.

-No soy quien crees, Ruby. Deberías haberte mantenido lejos, esto es lo que soy -dijo, apretando más su agarre.

Sabía que mis palabras no serían suficientes para detenerlo, pero no podía rendirme. Luché con más fuerza, usando cada onza de mi entrenamiento. La imagen de Taehyung y la promesa de luchar por él me dieron la fuerza que necesitaba.

Finalmente, en un movimiento desesperado, logré clavar mi navaja en el brazo de Jungkook, obligándolo a soltarme momentáneamente. Aproveché la oportunidad para escapar, corriendo tan rápido como mis piernas me lo permitieron hacia la seguridad de la Academia. Mi mente estaba nublada por el miedo y la confusión, pero una cosa era clara, mi lucha por Taehyung y la oscuridad que consumía a Jungkook habían llegado a un punto de no retorno.

Al llegar a la Academia, el cansancio y el horror de la noche me abrumaron. Sabía que debía contar lo sucedido, pero también que esta noche había marcado un cambio irreversible en mi vida y en mis sentimientos.

No podía creer lo que mis ojos habían presenciado. Jungkook, el hombre que había conocido y amado, había hecho algo tan monstruoso. Mientras corría hacia aquí, mi mente se llenó de preguntas y dudas. ¿Por qué estaba actuando de esa manera? ¿Qué había pasado con él?

Mi cuerpo estaba exhausto y mi mente en caos, me dejé caer en la cama. El agotamiento emocional y físico me abrumó y, sin darme cuenta, me quedé dormida.

El sueño que tuve fue extraño y perturbador. Me encontraba en medio de un círculo de fuego, rodeada por llamas altas y danzantes. Sobre mí, la Luna Roja brillaba intensamente, bañando la escena en un ominoso resplandor carmesí. Un susurro constante resonaba en el aire, palabras indistinguibles pero cargadas de amenaza. De repente, las palabras se hicieron claras:

"Ya casi se acerca."

Desperté de golpe, mi corazón latiendo frenéticamente en mi pecho. El sueño se sentía tan real, tan vívido, como si fuera una advertencia. Miré el reloj y vi que era hora de entrenar. A pesar del terror que aún resonaba en mi mente, sabía que necesitaba mantenerme fuerte y enfocada.

Me levanté lentamente, mi cuerpo aún tenso por la pesadilla. Una ducha caliente me ayudó a despejar un poco la mente, el agua cayendo sobre mí como un bálsamo que lavaba parcialmente el miedo y la confusión. Me vestí con ropa de entrenamiento y me dirigí al campo de práctica...

¿Qué creen que signifique el sueño de Ruby?🤔

¿Creen que Ruby se vuelva a acercar a Jungkook?🙈

Díganme que opinan en los comentarios 💖✨