Jungkook me llevó de regreso a la Academia, el trayecto estuvo envuelto en una atmósfera de silenciosa complicidad. A pesar de la noche avanzada, no quería que se fuera. La idea de separarnos después de todo lo que habíamos compartido me llenaba de una inquietud que no podía ignorar.

—No te vayas todavía —le susurré, y mi voz salió como una súplica.

Jungkook me miró con esos ojos oscuros y enigmáticos, una chispa de comprensión brillaba en ellos. Sin decir una palabra, me tomó en sus brazos, y en un abrir y cerrar de ojos, casi volando, me llevó a mi habitación. La sensación de velocidad, la adrenalina de la aventura, fue increíble. Sentí como si el mundo se desvaneciera.

Dentro de mi habitación, Jungkook se quedó conmigo hasta que mis ojos comenzaron a cerrarse por el cansancio. Sentí su presencia a mi lado, y el confort y la seguridad me arrollaron en un sueño profundo.

Sin embargo, no tardé en comenzar a soñar. Era un sueño muy raro y perturbador. En él, veía a Jungkook desatando una masacre, había asesinado a toda una ciudad y yo era la única persona que quedaba. La imagen de su rostro, transformado por la ferocidad, sus ojos rojos y sus colmillos afilados, listos para drenar mi sangre, me llenaba de terror. Se dirigía hacia mí, su intención era clara y letal.

—No, Jungkook... por favor...

De repente, Taehyung apareció. Su figura serena y valiente se interpuso entre Jungkook y yo, dispuesto a protegerme. La batalla entre ellos fue feroz, cada golpe resonaba con una intensidad que parecía sacudir el propio suelo del sueño. Taehyung luchaba con valentía, pero Jungkook era implacable. Justo cuando parecía que Jungkook estaba a punto de matarlo, me desperté, el corazón latía con fuerza en mi pecho y un sudor frío cubría mi piel.

El miedo y la confusión me invadieron. Sin pensar, salté de la cama y salí de la Academia, impulsada por una necesidad urgente de ver a Taehyung. Corrí a través de la noche, las sombras danzaban bajo la luz de la luna. Mi mente estaba nublada por las imágenes del sueño y la ansiedad de lo que podría significar.

Cuando llegué a la casa de Taehyung, golpeé la puerta con desesperación. Él abrió, sorprendido al verme allí a las cuatro de la mañana. Sin esperar una explicación, corrí hacia él y lo abracé con fuerza, aferrándome a la seguridad que su presencia siempre me había brindado.

—Ruby... ¿qué ocurre? —preguntó, confundido y preocupado.

—Tuve un sueño horrible —susurré contra su pecho, mis palabras salieron entrecortadas por las lágrimas y el miedo—. Jungkook... él... tú... estaba tan asustada.

Taehyung me rodeó con sus brazos, su calidez calmaba mis nervios agitados. Supe que él no entendía completamente lo que había visto, pero su abrazo transmitía una comprensión silenciosa. Se quedó allí, sosteniéndome hasta que mi respiración se volvió más regular y el terror comenzó a disiparse.

Me aparté un poco para mirarlo a los ojos. La serenidad y la preocupación en su mirada me ofrecía un consuelo profundo.

—Gracias por estar aquí, Taehyung —dije, mi voz estaba temblorosa pero sincera.

—Siempre estaré aquí para ti, Ruby —respondió, con tono firme y lleno de promesas—. No importa lo que pase.

Esa noche, comprendí que mis sentimientos por Taehyung eran tan profundos y reales como los que tenía por Jungkook. Estaba atrapada entre dos mundos, dos amores, y encontrar una salida parecía cada vez más difícil, pero en ese momento, bajo el cielo estrellado, supe que no estaba sola.

Entramos a su gran casa, el ambiente cálido y familiar proporcionaba la sensación de seguridad que tanto necesitaba en este momento. Taehyung me guió a través de los pasillos silenciosos hasta su habitación, un espacio amplio y acogedor, decorado con un estilo que reflejaba su personalidad serena y elegante.

—Ven, recuéstate aquí —dijo con suavidad, ayudándome a acostarme en su cama. Sus manos eran gentiles, transmitían una calma que comenzó a disipar los restos de mi pesadilla.

Me acomodé entre las sábanas, cerrando los ojos mientras Taehyung se inclinaba para ajustar la manta sobre mí. El cansancio y la agitación del sueño empezaban a desaparecer, y el confort de estar cerca de alguien en quien confiaba me hacía sentir protegida. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de quedarme dormida, sentí que Taehyung se levantaba y se preparaba para irse.

—No te vayas, por favor —murmuré, mis palabras fueron apenas un susurro en la oscuridad de la habitación.

Sentí su vacilación y, sin abrir los ojos, extendí una mano para sujetar la suya, impidiéndole que se alejara. La conexión fue inmediata y reconfortante.

—Quédate conmigo —le pedí, mi voz estaba teñida de vulnerabilidad y necesidad, lo necesitaba tanto.

Taehyung se quedó quieto por un momento, y luego, con un suspiro, se acomodó a mi lado. Sentí el peso de su cuerpo en la cama y la calidez de su cercanía. Él se giró para abrazarme, y yo me aferré a él, mis brazos rodearon su cintura mientras él envolvía los suyos alrededor de mí.

Su respiración tranquila comenzó a calmar mis nervios. Su presencia era como un ancla en la tormenta de emociones que había experimentado. Me acurruqué más cerca, encontrando consuelo en su calor y en el suave aroma que siempre lo acompañaba.

—Gracias, Taehyung —susurré, apenas audible.

—No tienes que agradecerme —respondió él, su voz vibraba suavemente en el silencio—. Siempre estaré contigo. Aunque ames a otro —susurró lo último y no logré escuchar, pero decidí dejarlo así.

Sus palabras eran un bálsamo para mi alma inquieta. Mientras me aferraba a él, sentí cómo la tensión y el miedo se disolvían lentamente, reemplazados por una sensación de paz y seguridad. Taehyung comenzó a acariciar suavemente mi cabello, sus dedos trazaban  patrones tranquilizadores que me ayudaron a relajarme por completo...

Taehyung😍

¿A quién prefieres, a Jungkook o a Taehyung? 😅💜

Les dejaré el book tráiler de la historia aquí abajo para las personas que van adelantadas. También lo pondré en el prólogo. 🫶🫶🫶