En pocos días, mi vida se había llenado de una tensión constante entre el deber y los sentimientos. Cada día que pasaba, me acercaba más a los dos vampiros, cada uno despertando en mí emociones diferentes pero igualmente intensas.

Una noche, mientras patrullaba los alrededores de la academia, vi una figura solitaria cerca del lago. Me acerqué y reconocí a Jungkook. Su presencia, siempre tan imponente, parecía diferente bajo la luz de la Luna.

-No esperaba verte aquí -dije, deteniéndome a unos metros de él.

-A veces, incluso los monstruos necesitan un momento de paz -respondió, sin mirarme. Su voz tenía un matiz de melancolía que nunca antes había percibido.

Me acerqué lentamente, sintiendo la extraña mezcla de peligro y atracción que emanaba de él. Cuando finalmente se volvió para mirarme, sus ojos tenían una suavidad que me sorprendió.

-¿Por qué sigues apareciendo en mi vida, Jungkook? -pregunté, intentando entender la complejidad de nuestras interacciones.

-Quizás porque veo en ti algo que he buscado durante mucho tiempo -respondió, su tono más suave de lo habitual -Eres diferente, Ruby. Tienes una fuerza y una pureza que me atraen. Es como si fueras una gema que brilla intensamente, dando luz a mi oscuridad inmoral.

El silencio se instaló entre nosotros, cargado de palabras no dichas. Sin pensarlo, extendí mi mano hacia él. Jungkook la tomó con cuidado, sus dedos fríos pero llenos de una calidez inesperada.

-Prométeme que no te dejarás consumir por la oscuridad -dije, mis ojos fijos en los suyos.

-No puedo prometerte eso, pero prometo intentarlo -respondió, acercándose un poco más.

La conexión que sentí en ese momento fue más allá de lo físico. Era un lazo de entendimiento, un reconocimiento de nuestras luchas internas y la esperanza de algo mejor.

Días después, decidí encontrarme con Taehyung nuevamente. Lo encontré en el mismo callejón, su figura bañada por la luz tenue de las farolas. Su sonrisa al verme fue suficiente para calmar cualquier ansiedad que hubiera sentido.

-Ruby, es bueno verte -dijo, su tono cálido y sincero.

-Necesitaba hablar contigo, Taehyung. Sobre nosotros, sobre todo esto -respondí, mi voz cargada de emociones.

Nos sentamos en un banco cercano y comenzamos a hablar.

-No quiero ser definido por lo que soy, sino por lo que elijo hacer -dijo, su mirada intensa -Y elijo proteger a aquellos que amo, incluso si eso significa enfrentarme a mis propios instintos.

Su sinceridad me conmovió profundamente. Mi conexión con Taehyung era diferente a la que tenía con Jungkook, era una unión de almas que buscaban redención en un mundo lleno de caos.

-Taehyung, quiero ayudarte. Quiero entender más sobre tu mundo y encontrar una manera de que podamos coexistir -dije, tomando su mano.

-Juntos podemos lograrlo, pero debemos ser fuertes y estar preparados para los desafíos que vendrán -respondió, apretando mi mano con suavidad.

Mientras nuestras manos permanecían entrelazadas, sentí una paz que no había experimentado en mucho tiempo. Con Jungkook y Taehyung, mi vida se había transformado en un torbellino de emociones y descubrimientos, pero también había encontrado una razón para luchar más allá de mis deberes como cazadora.

En los días siguientes, nuestros encuentros se hicieron más frecuentes y significativos. Jungkook y yo entrenábamos juntos en secreto, compartiendo técnicas y estrategias, mientras que Taehyung y yo hablábamos durante horas sobre nuestros sueños y esperanzas.

La academia se convirtió en un lugar de entrenamiento no solo para el combate, sino también para el corazón. Con cada día que pasaba, sentía cómo mis sentimientos por Jungkook y Taehyung crecían, aunque de maneras diferentes.

Una noche, mientras la luna llena brillaba en el cielo, recibí una nota misteriosa en mi habitación. Era de Jungkook, pidiéndome que lo encontrara en el claro del bosque. Intrigada, me dirigí al lugar indicado.

Jungkook estaba allí, esperando. Cuando me vio, una sonrisa suave apareció en su rostro.

-Gracias por venir, Ruby -dijo, acercándose a mí.

-¿Qué está pasando, Jungkook? -pregunté, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.

-Quería mostrarte algo, algo que pocos han visto -respondió, tomando mi mano y guiándome más adentro del bosque.

Llegamos a un pequeño claro, donde un lago reflejaba la luz de la luna. La escena era hermosa, casi irreal. Jungkook se detuvo y se volvió hacia mí, sus ojos llenos de una emoción que nunca antes había visto en él.

-Este lugar es especial para mí. Es uno de los pocos lugares donde puedo encontrar paz -dijo, su voz baja y sincera -Quería compartirlo contigo.

Mi corazón se aceleró. Sentí que, a pesar de sus actos despiadados, había una parte de Jungkook que anhelaba algo más, algo puro y verdadero.

-Jungkook, quiero que estés siempre a mi lado -dije, acercándome a él.

-Y yo quiero protegerte, Ruby. A cualquier costo. Siempre estaré contigo, aunque no puedas verme -respondió, sus ojos ardiendo con valor.

Nos quedamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del lugar y de nuestra compañía. Sabía que nuestro camino no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar lo que sea. Quería quedarme con Jungkook en este lugar para siempre, y perderme en su encanto...

Hay algún dilema moral en la historia que te haya hecho pensar?😅✨

Los leo. 👀💜