027
Tenía sobre mi un brazo y una pierna.
Si bien no era pesada, lograba incomodarme un poco.
Respiré profundo y la mire, trataría de no ser tan brusco, solo por esta vez.
-Oye.. -hable bajo llevando mi mano a su mejilla- Despierta. -di pequeños y suaves golpes en esa zona sin obtener nada.
Bien podría quitarla de mi encima, pero quería que se diera cuenta de quién era la que pasaba los límites.
Seguí insistiendo en cuanto a los golpes, me fije en las expresiones de su rostro, se oponía a abrir los ojos, su ceño ahora estaba levemente fruncido y sus manos hicieron acto de presencia, empujando mi mano hacia un lado.
-¡Despierta! -exclamé perdiendo la paciencia.
No quería hacerlo pero yo no era bueno con la paciencia.
Sus ojos se abrieron de par en par captando los míos.
Y cuando se dio cuenta de donde estaban sus extremidades, se alejó rápidamente.
-¿¡Qué me hiciste!?
Lo que menos quería era tener que lidiar con ella..
Tenía que hacer un gran esfuerzo.
-Incorrecto, yo debería preguntarte. -levante mi espalda quedando sentado sobre la cama- Eras tu la que estaba encima de mi. -reproche- Me pregunto si acaso soñaste con la imagen que te di ayer, por eso tu..
-¡No! ¡Nunca! -negó efusivamente causando que me riera.
Su reacción me llevó a pensar otra cosa.
-Tendrás que controlarte, porque esta no será la última vez que dormiremos juntos.-Mencioné siendo claro y luego tomé el teléfono- Ve a bañarte, cuando salgas podrás desayunar.
Algo nerviosa hizo lo que le pedí, tomó un conjunto de ropa y se metió al baño enseguida.
Por mi lado llamé al servicio al cuarto.
Tenía mucha hambre.
Para cuando T/N salió del baño el desayuno ya se encontraba en medio de la habitación.
No hace mucho había llegado e iba a empezar a comer.. pero no creí que fuera buena idea desayunar juntos.
No quería molestarla más de lo que ya lo había hecho así que le di un poco de espacio y esta vez vez me toco el baño a mi.
...
T/N
No podía ni mirarlo a la cara.
Yo estaba acostumbrada a dormir sola pudiendo así moverme a cualquier parte de la cama.
Pero mi subconsciente olvido que no estaba sola y por eso pasó lo que pasó.
Pudiendo estar de cierta manera sola por un rato, disfrute del desayuno que estaba frente a mis ojos.
Lo incómodo regreso cuando él salió, y me alegro de que esta vez fuera con toda su ropa puesta.
Porque no había manera de negarlo, mi cabeza pasaba esa imagen repetidas veces y no era porque me gustase, simplemente funcionaba así.
Un par de folletos fueron dejados en la pequeña mesa a un lado de mi.
- Escoge, a donde quieras ir, iremos. -mencionó probando un poco de la comida.
Fruncí el ceño.
El me estaba dando la opción de elegir un lugar, y eso ya era mucho para la relación que teníamos.
Tome el folleto y observe las imágenes de diferentes lugares, escogería uno concurrido así tendría la oportunidad de huir.
Aprovecharía cualquier cosa.
- ¿Escogiste el lugar? - habló acomodándose las mangas de su suéter.
- Si, este me gusto. -señale la imagen en el folleto dejándole ver.
- Bien, iremos allí, pero antes. -se sentó a mi lado con las piernas cruzadas- Se que corro un gran peligro al sacarte, así que déjame confiar en ti.
Qué diablos..
-Déjame saber que podemos salir sin tener la duda de que tu huyas, depende de ti llegar a un nuevo acuerdo los dos ¿vale?
-¿Qué tipo de acuerdo?
-Tu libertad, pero con ciertos requisitos.
No estaba del todo segura de si creerle, ¿por que ahora me sale con eso?
Apenas había sido la boda, algo no cuadraba.
Iba a tomar precauciones.
-Esta bien, acepto.
- Perfecto, ahora vamos.
Al salir del lugar no solo me aseguró que nadie nos seguiría, si no que también tomó mi mano.
Respire profundo y me dije a mi misma que aunque estuviera en una situación poco favorable, intentaría pasarla bien, después de todo estaba en Bali.
El lugar que escogí se llamaba Seminyak.
El ambiente era fresco, había una gran variedad de tiendas de lujo, cafeterías muy lindas, y lo que más llamó mi atención fueron los puestos de artesanías que se hallaban en todas partes.
-¿Podemos ir a ver? -pregunté con algo de inseguridad, aún seguía atada a su mano.
-Esta bien, veamos.
Nos acercamos a los puestos, y vi un montón de cosas interesantes, calaberas de madera con diferentes diseños extravagantes, guitarras, accesorios pequeños y coloridos.
Hasta que vi algo que logró llamar mucho mi atención, era una figura singular.
Esta figura era de madera, se trataba de un hombre sentado quien tenía la cabeza de un elefante.
-Esto es una obra de arte señorita. -me dijo la señora a cargo del puesto- Los elefantes son un atractivo aquí, usted podría llevar a su acompañante a un paseo en elefante por la selva balinesa -se dirigió a Jimin-
-Es mi esposa -aclaró Jimin con una sonrisa- Muchas gracias por la recomendación, y claro la llevaré.
Una vez se despidió siguió caminando como si nada.
Si bien lo era, no había necesidad de decirlo, ya que todo era una cruel farsa.
-Intentó ser un buen esposo para ti, tú también deberías serlo, por el bien de ambos. -con su mano echó su cabello hacia atrás- Si, justo así miraría una mujer a su esposo -rió.
Me lo había quedado viendo, pero había sido por muchos motivos, por sus palabras repentinas, por su extraña actitud.. pero principalmente por que había sentido una corriente en todo mi cuerpo, y mientras más lo miraba esta mas fuerte era.
Algo estaba yendo mal conmigo.
...
El próximo lugar que fuimos fue escogido por Jimin, quien me contó la curiosidad que sentía por visitarlo.
Se llamaba Biasa ArtSpace Bali.
Según como describía el folleto era un centro de arte fuera de lo común, y lo comprobamos cuando estuvimos dentro.
Jimin llevaba una cámara colgada en su cuello y este fue el momento indicado para usarla.
Durante varios minutos su mano estuvo alejada de la mía, concentrado en la cámara y en que las fotos salgan bien.
Desde una bicicleta con cuatro llantas traseras hasta varias esculturas enigmáticas.
Cuando me detuve a observar una de las esculturas sentí un pequeño destello, cuando gire el rostro era Jimin apuntándome a mí.
Bien..¿Me había tomado una foto?
No, no.
Me hice a un lado, tal vez había estorbado por haberme puesto enfrente de la escultura.
Tomó una segunda foto, esta vez a la escultura y se acercó a mí.
-Mira, saliste bien. -me acerco la cámara mostrándome la foto.
-¿Por que me tomaste esa foto? -inquirí con curiosidad.
- Estabas allí, te veías bien, y la tome, ahora quiero una foto juntos. -con amabilidad le pidió a una chica que nos tomara la foto, se colocó a mi lado abrazando mi cintura y sonrió.
Esto no me gustaba.
Me sentía incómoda.
Sabía que todo eso lo hacía por una razón, y sabía que no era porque él quisiera.
Me hacía dudar mucho, no quería sentirme así conmigo misma, necesitaba alejarme de el.
Por eso apenas nos tomo la foto me aleje abruptamente, el no dudo en correr hacia mi tomando mi brazo con fuerza.
- ¿Qué haces? ¿Por que te alejas así? -reprochó con el ceño fruncido, aleje mi brazo con fuerza.
- No me toques. -levante un poco la voz llamando la atención de personas a nuestro alrededor- Solo aléjate por favor. -y continúe mi camino hacia la salida.
Cuando finalmente recibí aire fresco, Jimin volvió a tomar mi brazo, me estaba lastimando.
- Regresarás conmigo al hotel.
-No, no quiero, ¡Suéltame! -forcejee con el para que me soltará y fue cuando vi a un hombre con traje a lo lejos acercándose hacia nosotros.
Era el mismo hombre que resguardaba la puerta de la habitación.
Como lo supuse había mentido, ahora estaba segura de que ese contrato fue una manipulación.
Entre en un ataque de nervios repentino, utilizando toda mi fuerza logré soltarme de Jimin.
Y corrí.
200 ☆ = Capítulo nuevo.
Así que voten.
Tuve que investigar mucho para este capítulo, y me gusto el resultado.
Diganme ¿De donde son?
Con este me despido, nos vemos cuando lleguemos a la meta :)
-Jaymy
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