—¿De verdad crees eso? —rió de forma arrogante.—No te hagas ese tipo de ilusiones conmigo. —negó con la  cabeza—Mi padre puede llegar en cualquier momento, y no quiero que te vea en mal estado —se detuvo para delinear mi cuerpo con sus ojos—Aunque no veo mucho que hacer contigo, tu estado ya de por si es desagradable.

Apreté mis labios con furia.

La forma tan cruel en como me describía, no hacía más que lastimarme, no tenia ni un poco de piedad hacia mi, ni mucho menos empatia.

Que ser tan despreciable.

Quice lanzarme hacia el y vengarme por todo, quería golpearlo, arruinar aquella cara bonita que tenía, pero estaba claro que no podía hacerlo.

Al menos no por ahora.

—Come. —demandó con las manos puestas en su cadera.

—¿Y si no quiero? —me atreví a decir. Sabia que lo estaba provocando pero en ese momento ya no me importaba nada.

—Estas cruzando el límite..—advirtió apretando la mandíbula.

—No me importa —solté—
¿Puedes largarte y dejarme en paz? —vocifere— o no, mejor matame, esa opción es mejor, es mil veces mejor que estar con un tipo como tú.

Escupi con la misma crueldad que el había aplicado en sus palabras pasadas.

Y es que había sacado lo peor de mi.

Se levanto de golpe sobresaltandome, agarró la bandeja a un lado de mi y la arrojo bruscamente al suelo ocasionando un fuerte sonido, todo lo que había en la bandeja quedó regado por la habitación, no me fije en eso si no en el color rojo de su rostro producto del enojo, y las venas de su cuello no pasaron desapercibidas por mi.

El miedo recorrió cada centímetro de mi cuerpo cuando sus ojos se encontraron con los míos, nunca antes nadie me había visto de esa manera.

—¡Ah! —grito exasperado—
¡Estas empezando a hartarme!—
comenzó a acercarse—¡Ya no te soporto!

Cerré los ojos por simple reflejo, esperando a recibir lo peor.

Pero no sentí nada.

Sólo un ligero temblor en mi cuerpo ante el miedo que sentía por ese sujeto.

Cuando me atreví a abrir los ojos con una lentitud mortificante lo vi. Su mano estaba flotando en el aire a pocos centímetros de mi rostro.

Lo iba a hacer, iba a golpearme.

Mis pupilas y labios temblaron al imaginar que hubiera sido de mi si no se hubiera detenido.

Bajo lentamente la mano mientras sus ojos estaban fijos en los míos.

Todo terminó cuando se dio la vuelta y salio disparado de la habitación.

Toda tensión dentro de mi se fue, aquello había sido muy peligroso, sabía que se enojaría, pero no creí que fuera hasta el punto de querer pegarme, aunque de alguna manera si lo supe y solo quice provocarlo por satisfacción propia, lo que me salio caro.

¿Y si en la próxima no se detiene?

Necesitaba olvidarme de lo ocurrido, la impresión y el miedo habían sido demasiado para mi, tendría que ser más cuidadosa cuando se trate de el.

Para espantar las malas vibras de mi cuerpo pensé en tomarme una ducha, estaba a punto de bajar de la cama, pero note los restos de vidrios esparcidos por la habitación, se me ocurrió la maravillosa idea de recogerlos, pero lo descarte, en mi estado no podía hacer aquello, apenas mis manos están recuperándose, y no podría soportar alguna otra cortada más, así que con todo el cuidado posible camine hasta llegar al baño, por suerte no sufrí ninguna cortada adicional, mis pies no se encontraban del todo bien, pero al menos podía mantenerme en pie.

...

Salí del baño envuelta en una toalla, pare en seco al notar que la habitación estaba limpia.

Al parecer alguien había recogido el desastre mientras me bañaba.

Fui al armario con la ayuda de la pequeña lámpara de la habitación, tome unas bragas junto a un sujetador, deje caer la toalla al suelo y me los puse.

Si estuviera en casa dormiría así sabiendo que estaba segura y sin la presencia de una bestia cerca, pero como no era así opte por vestirme con una bata larga de seda, una prenda un tanto peculiar para mi gusto, no me quedo de otra, era lo que había

Regrese a la cama y me recosté sobre esta, un olor extraño llego a invadir mi nariz, seguí aquello con la curiosidad en crecimiento, era el olor de un perfume masculino y deduje que era de aquel tipo ya que provenía del lugar en donde el se encontraba recostado anteriormente, había dejado impregnado su olor en las sabanas, aquel aroma era exquisito, me hacia querer seguir oliéndolo, y eso fue lo que hice, acerque mi rostro a esa zona y deje descansar mi cabeza sobre esta, dejando que aquel olor masculino invadiera mis sueños mas profundos.

 
Aunque mi corazón se agita, estoy preocupado.

  El destino tiene celos de nosotros.

  Estoy tan asustado como tú.

  Cuando me miras

 Cuando me tocas.

Meta de votos: 80☆

Iba a subir esto el fin de semana pero no, sé que querían capítulo así que aquí está 💜

-Jaymy