Días después.

La esperanza de encontrar comida cada vez que despertaba ya había desaparecido por completo.

El vaso de agua (que yo suponía dejaba siempre el sin que yo pudiera notarlo) era lo único que me mantenía aún viva.

Observar mi cuerpo ya no era lo mismo, sabía que habían pasado suficientes días como para que mis costillas sean visibles marcándose con claridad en mi cuerpo.

Yo no era una mujer con las mejores curvas ni mucho menos tenía el cuerpo con el típico estereotipo que la sociedad marcaba hoy en día, me sentía bien con lo que tenia.

Era un horror tener que ver mi cuerpo, lo flaca que estaba y la posible palides de mi rostro eran factores que me tenían sumamente desquiciada, ni siquiera podía reconocerme. La falta de alimento en mi cuerpo me había debilitado demasiado, no tenia fuerzas ni para moverme, con suerte con un poquito de esfuerzo lograba ir al baño y pegarme una breve ducha. Allí pude encontrar un pequeño espejo en donde me atreví a ver mi desagradable aspecto.

Yo enserio quería vivir.

Pero al parecer, él ya no quería verme con vida.

En estos días mis emociones fueron un columpio sin fin pasaba de estar triste y cansada a un enojo tremendo.

Y grite..

Quise hacerme la idea de que me estaba escuchando, ya era momento de llamar su atención,

Con las pocas fuerzas que me dio mi enojo, me levante de la cama gritando a todo pulmón, necesitaba que alguien me escuche, que él me escuché, pero parecía gritar a la nada, y el silencio que invadia la habitación no me reconfortaba.

Tomé el vaso sobre la mesa y lo lance directo a la puerta causando que este se hiciera trizas esparciendose por todo el suelo quedando alrededor de la puerta.

No me importaba lastimarme y por eso camine hacia la puerta con lagrimas en los ojos y empece a golpearla repetidas veces.

Los vidrios se incrustaron en mis pies sin embargo no preste ni la menor atención a aquello siendo lo más importante la necesidad de que alguien me escuchara.

— ¡Por favor!—grite por ultima vez antes de empezar a sentirme mareada, mis ojos se nublaron por completo mientras sentia la sangre deslizarce por uno de mis brazos, aquello fue lo ultimo que vi antes de caer al suelo.

| Jimin |

Limpie mi frente quitando cualquier rastro de sudor, la reciente reunión en la empresa de mi padre había durado más de lo esperado siendo el tema principal mi caso.

Solo un paso más y obtendré lo que quiero.

Levante las mangas de mi camisa mientras me dirigía al comedor, al llegar note que la comida que había pedido no estaba servida, hubiera gritado llamando la atención de las sirvientas pero me contuve de hacerlo debido a las pocas energías que mi cuerpo tenía, solo suspire y saque el celular de mi bolsillo, con la esperanza de tener alguna noticia sobre el tramite que tanto he anhelado, sin embargo me quede por varios segundos observando la fecha junto a la hora percatandome al poco rato la cantidad de días que habian pasado.

Casi dos semanas

Joder T/N

Y luego de eso, corri.

Sentí el corazón desbocado dentro de mi pecho, me había olvidado por completo de ella.

Con las manos temblorosas
debido a la preocupación y desesperación del momento logre sacar la llave de mi bolsillo introduciéndola en la perilla, pelee por un instante con esta y finalmente la puerta pudo ser abierta.

La imagen que tuve era deplorable.

— Demonios..

Su cuerpo yacía sobre un centenar de vidrios rotos en el suelo, tenia ligeras cortadas en el cuerpo pero habían dos que resaltaban del resto siendo estas las del brazo y pie.

Me acerque rápidamente a ella agachandome a su altura, tome su pulso y aunque su estado era perturbador, ella seguía con vida.

Seria un desperdició.

Pero aún así, no sentía compasión por ella.

Mi deber era mantenerla con vida por un lapso de tiempo y aún faltaba mucho para que aquello acabe, mientras tanto ella tiene que estar saludable, no porque yo lo quiera sino porque así debía ser.

De todos modos se lo merecía.

Al observarla con detenimiento note lo pálido de su piel, labios resecos y su rostro..

Suspire negando con la cabeza, no me servía de nada seguir criticando su estado, la tome en brazos y la lleve a la habitación de al lado, estando ésta en mejores condiciones, deje su cuerpo sobre la cama, y al alzar la vista note como la sangre se deslizaba por su antebrazo, aprete los labios y cerre los ojos evitando seguir viendo aquello.

Agarre el teléfono que había dejado caer dentro de mi bolsillo y llame al medico de la familia, ahora era momento de esperar.

... 

El Doctor junto a una enfermera se encargaron de ella, le colocaron vendas en las partes en donde los vidrios habían llegado a incrustrarse con más profundidad, tuve que apartar de nuevo la vista de su trabajo, el rastro de sangre en su cuerpo me repugnaba.

Luego de darme algunos medicamentos e indicaciones para su cuidado, se marcharon.

Ahora venía el trabajo duro.

Infle mis mejillas soltando el aire con pesadez, sabía que su condición era por mi culpa, y ahora me recriminaba internamente por haberme olvidado de ella, si tan solo le hubiera prestado un poco de mi valiosa atención..

Nada de esto estuviera pasando.

"Soportarlo, todo es por la herencia"

Repetía en mi mente para no coger y dejarla votada en un rincón de la calle.

Así sin ella podía seguir con la vida miserable que llevaba.

Sin embargo con ella en mi poder tenía la garantía de obtener lo que tanto he querido.

❝Quien diría que aquel egoísta terminaría obteniendo otra cosa totalmente inesperada❞

No olviden dejar sus votos.☆☆

Pregunta.

¿Les gustaría que la protagonista tuviera nombre o prefieren que quede con el      T/N?

Hasta pronto ♡

-Jaymy.