Capítulo 33
[Capítulo final pt 5/5)
(Una semana después)
A quien primero dieron el alta, fue a YoonGi. Este tenía una gran cicatriz en la cabeza y un leve dolor que calmaba tan solo con un fuerte analgésico.
Estaba bajo el cuidado de Jimin, quien, no permitió que lo cuidase alguien más que no fuese él. YoonGi, debido a su terquedad, claro que había protestado y rechazado la propuesta una y otra vez, pero Jimin tenía mucho poder de convencimiento sobre él, quién terminó cediendo. Este recibía cuidados excesivos, cada día, Jimin se deleitaba llevándole agua, aspirinas, sopas de verduras y también sus infaltables besos curativos, estos últimos eran los preferidos de YoonGi, quien, si bien al principio se había sentido algo sofocado, ahora no iba a negar que aquellos cuidados y mimos no estaban tan mal después de todo.
A Jin le habían dado el alta dos días después, apenas hablaba, cómo si aun estuviese en un estado de shock, el médico le había aconsejado que fuese a ver a un terapeuta, había pasado por un momento muy estresante y traumático, claro que no iba a ser sencillo regresar a la normalidad. NamJoon intentaba hacerlo sentir mejor, le hacía promesas de viajes, regalos, deliciosas comidas, pero este reaccionaba siempre de la misma manera, aferrándose a sus brazos y llorando, sin emitir palabra alguna. El de piel canela, quería ser fuerte, pero las primeras noches se escondía para llorar debido a la impotencia. Miraba videos de años atrás, cuando Jin era feliz, ver el cómo este sonreía y hacía chistes le dolía en el alma ¡Cuánto anhelaba que todo fuese como antes!, aun así tenía esperanza, esperanza de que el tiempo curaría todas aquellas heridas que habían echado raíces durante esos meses de tortura, Jin volvería a ser ese chico dulce, sonriente y divertido que solía ser, él era fuerte, saldría adelante.
Ambos, se estaban quedando con TaeHyung. El pequeño departamento estaba atiborrado de cosas y ya no entraba nada ni nadie más. Claro que aquello no les importaba, sobre todo a TaeHyung, quien sentía que aquél estrecho ambiente estaba lleno de vida, él siempre había añorado tener una familia grande y unida, y ahora lo tenía. Respecto al espacio, ya habría tiempo para organizarse, lo importante era estar juntos.
JungKook había presentado una mejora, pero aun estaba internado en el hospital. Le habían hecho una transfusión y al parecer su cuerpo no lo había tomado bien al principio, así que había estado bastante débil. Por suerte la bala no había herido ninguno de sus órganos, así que el pronóstico era alentador, sólo debía permanecer allí hasta lograr recuperarse por completo.
Su jefe, estaba esperándolo para entregarle una medalla, esta vez, el pelinegro había hecho bien las cosas, se la merecía, todos estaban orgullosos, sin JungKook las cosas sin duda no hubieran terminado bien.
Al padre de HoSeok se le había dado treinta años de prisión, lo habían acusado de raptar a un joven, quebrantar la salud física de TaeHyung e intento de asesinato. Por otra parte, no se le había dado cadena perpetua debido al alto monto de dinero que su abogado le había entregado al juez.
Días más tarde, se supo que el cuerpo del joven encontrado en el río, pertenecía al de un joven quién estaba metido en un asunto de drogas, al parecer, había sido un ajuste de cuentas, aquél muchacho tenía la misma edad que Jin, por lo cuál aquello había llamado a la confusión días atrás.
Al parecer, todo iba bien, al menos hasta ese momento, ya que HoSeok estaba yendo a la oficina del CEO de la empresa. Tanto él como su manager lo habían citado y teniendo en cuenta lo que se decía en las noticias, no iba a ser nada bueno.
— ¿Contento? —Preguntó el hombre indignado en cuanto tuvo a J-Hope sentado en frente.
—Si, no voy a mentirles. Siento que me he liberado de una pesada carga. —HoSeok no pretendía ser irrespetuoso, pero luego de haber pasado por tanto, veía las cosas desde una óptica diferente.
— ¡Este mocoso! —El manager levantó el tono de voz, pero el hombre de gran porte sentado a un lado, lo tranquilizó con su mano en el hombro.
—Vamos a hablar de tu contrato... —Prosiguió, y seguido de ello, tomó el papel situado en el medio de ellos dos y lo rompió.
—Imaginé que harían ello. De todas formas no era necesario, no lo iba a firmar.
—Sabes que hay muchos descontentos por tu... eso que tienes con aquél chico. Has dejado muy mal visto a esta compañía y la verdad es que nos va a costar salir de esto. Estamos decepcionados, muy decepcionados. Vamos a tener que enfocarnos en Jimin, para que levante un poco el nombre de esta empresa que tú dejaste por el piso.
—Suerte con ello. —Musitó HoSeok sonriendo por dentro, sabiendo que Jimin estaba en la misma situación.
—Lo que queremos decirte... —Dijo el hombre que había estado callado—, es que si bien todo es un caos, las calles de Corea nunca antes habían estado tan coloridas, no sé si sabes a lo que me refiero. —El hombre suspiró—, tal vez hayas notado la razón por la cual te hicimos ingresar por la puerta de atrás, el frente es una verdadera revolución, la gente se ha juntado con carteles y la bandera del orgullo lgbt hondea desde hace tres días en las puertas de esta empresa. ¿Puedes creerlo? La gente se siente libre, te ven a ti como su vocero, alguien quien los representa, te tienen como un ejemplo, les has dado fuerza y valor para aceptar lo que habían estado ocultando. Debo admitir que me he sorprendido, y yo que creía ingenuamente que casi no había gente homosexual en corea del Sur. Así como hay personas en contra, sobre todo las personas mayores, hay otras tantas que defienden con uñas y dientes tu amor por ese chico. Esto muy probablemente sea un precedente para el futuro. HoSeok, le has dado voz a toda esa gente. Presiento que se puede formar algo muy interesante con esto, yo soy un hombre de negocios, no te voy a engañar, veo una importante suma monetaria, y si te dejamos ir, al menos yo, me voy a arrepentir toda la vida. —El hombre le extendió una carpeta a HoSeok quien observaba con incredulidad.
— ¿Qué es esto?
—Léelo, es tu nuevo contrato.
HoSeok sacó las cinco hojas dentro de la carpeta y se puso a leerlas de corrido. Allí se estipulaba, que sería un contrato por tres años, que él debía seguir las reglas establecidas y estar disponible para ellos todo el tiempo, pero, que podría salir con quien quisiera si no abusaba de aquello, y mantenía su vida privada a discreción. También decía el monto acordado y que podía ser cancelado en caso de no cumplir con algunos de los ítems que allí se mencionaban, que no eran pocos. A HoSeok no le importaba nada más de lo que allí se mencionaba, siempre y cuando podía permanecer junto a TaeHyung, ello era lo más importante.
—Bien, voy a analizarlo en mi casa, les mantendré informados respecto a mi decisión.
—De acuerdo, y ojalá tomes la decisión correcta. Sabes a lo que me refiero.
—Lo sé. —HoSeok hizo una reverencia a sus superiores y se alejó por la puerta de atrás.
Él estaba muy conforme con el nuevo contrato, pero había algo que quería hacer, y el que en ese momento no estuviese bajo ningún contrato legal, ya que el anterior estaba roto, le favorecía en ese momento. Sabía que al firmarlo debía comenzar a ser discreto y mantener su vida amorosa en secreto, así que tenía menos de veinticuatro horas para hacer lo que tenía en mente.
— ¿Puedes arreglar una conferencia de prensa?, tengo algo que anunciar. —Musito HoSeok una vez que estuvo dentro de su coche.
—Tu última conferencia, fue un caos. No se si debo arriesgarme a estos impulsos tuyos. —Musitó su representante, que estaba sentado en el asiento de acompañante.
—Estoy muy seguro de lo que diré, por favor organízalo para esta tarde. Trata de que estén todos los medios posibles. —Musitó.
El hombre, aun algo indeciso, tomó su teléfono y llamó a sus contactos correspondientes y así arreglar una conferencia de prensa. Algo que no tuvo problema en organizar, todos estaban más que expectantes a lo que el Idol tendría para decir.
—Corea del Sur está cambiando gracias a ti, J-Hope, has sido un referente, no solo para los coreanos, sino para todo el mundo.
—Muchas gracias. —Musitó HoSeok con una leve sonrisa a la mujer que estaba con el micrófono.
Frente a ellos había ciento de personas, la mayoría apuntándolo con sus filmadoras, cámaras y grabadoras. Estaban todos los canales de Corea y estaba siendo televisado en vivo. TaeHyung, estaba a un costado, escondido entre tantas cámaras, procurando no ser visto.
Todos estaban curiosos por saber que tendría J-Hope para decir esta vez.
—Bien, yo se que muchos aquí están curiosos por saber más respecto a lo que vieron en aquél video. —HoSeok llenó de aire sus pulmones y exhalo con lentitud para darse fuerzas—. Quiero que escuchen de mí y no de terceros, de que todo lo que han visto, es cierto, nada fue trucado, editado ni nada por el estilo. Ese chico, es mi novio, y lo anuncio formal y públicamente.
En ese momento, se pudo escuchar un murmullo y los flashes comenzaron a hacerse cada vez más constantes. Como si aquello fuese poco, HoSeok buscó con la mirada a su novio escondido en un rincón y al ubicarlo le estiró los brazos.
—TaeHyung, ven. —Musitó. El castaño se quedó congelado en dónde se encontraba, de pronto su cara de había tornado de todos los colores, por supuesto que no subiría allí. Varios camarógrafos se habían girado para grabarlo y su apenado rostro podía ser visto en ese instante por todo el mundo.
—No sientas vergüenza, ven. —Insistió HoSeok.
TaeHyung dio un paso hacia adelante pero negó con la cabeza, ¿Qué diría?, no podía creer lo que estaba sucediendo, nunca pensó que HoSeok haría su relación tan publica, exponiéndose frente a todo el mundo, bien, es lo que había soñado, pero no se sentía listo, parecía irónico, pero en verdad lo había tomado por sorpresa.
HoSeok, sonriendo, se incorporó de su asiento, rodeó la gran mesa repleta de micrófonos y tomó a TaeHyung de la mano. Aquél acto hizo que se escucharan varios comentarios, y no todos eran favorables, el sonido de las cámaras se incrementaron y el murmullo se hizo más intenso. Todos estaban desesperados por captar cada una de las interacciones que la pareja tenía.
Casi arrastrándolo, HoSeok llevó al castaño hasta aquella mesa y le incitó a que se sentara junto a él. Este obedeció pero se quedó muy quieto, no dejaba de mirar el suelo, podía sentir ciento de ojos depositados sobre él, y eso porque no había meditado respecto a que a causa de las videocámaras, todo el mundo lo estaba viendo.
—Bien, él es TaeHyung, el gran amor de mi vida. Saluda TaeHyunie.
—Ho-Hola.
—Es tímido con las cámaras pero ya se va a acostumbrar.
—Disculpe... —Musitó una chica a medida que acercaba más su micrófono—. Le veo cara conocida, ¿dónde lo hemos visto antes?
—Es verdad, yo también presiento que lo he visto antes. —Musitó otro periodista.
Bien, muchos no recordaban que aquél rostro había estado en las noticias durante mucho tiempo. Así eran las confusas y descabelladas vueltas de la vida. Hacía tan solo un año atrás, TaeHyung estaba en todas las noticias bajo el encabezado de "Sospechoso de secuestrar al Idol" y ahora, por el contrario, todos lo estaban conociendo como "El novio de J-Hope".
Ante el comentario de aquellos periodistas, tanto HoSeok como TaeHyung, se miraron y se sonrieron cómplices.
Por un momento, el castaño meditó en todo lo transcurrido durante ese tiempo, pensó respecto a su vida, ¡cuan triste y miserable había sido!, tuvo que pasar por el abandono de su madre, la muerte de su abuela, la soledad absoluta, la persecución constante de la policía, la prisión, la incertidumbre, la muerte de Yeontan y luego la desaparición de su hermano. Muchas de aquellas cosas, fueron a causa de lo que había hecho, quizá nada de ello hubiera ocurrido si no hubiese secuestrado a HoSeok en un principio, pero justo en ese momento, mientras lo observaba, sintiéndose tan enamorado y notando cómo su corazón latía de esa forma tan desesperada, no podía arrepentirse de nada en lo absoluto, porque todas y cada una de las cosas sucedidas, lo habían llevado a ese momento, a ese lugar, a ese preciso instante, instante en el que ambos se miraban con la certeza de que nada ni nadie podría interponerse entre ese amor que se tenían, y aunque lo habían olvidado, el mundo entero estaba siendo testigo de aquello.
FIN
—
Ojala no os haya decepcionado, seguramente se han quedado con ganas de un poquito más, informo que ya tengo el epílogo escrito, prometo que llenará esa pequeña sensación amarga que todas sentimos al terminar una historia. Muchas me han escrito y dejado comentarios muy bonitos, pero también tristes por causa de la culminación de "Secuestré a un idol", entiendo, incluso yo la echaré mucho de menos, darle vida a estos personajes durante todos estos meses ha sido una grata experiencia.
Ojalá pueda mejorar como escritora, (o intento de escritora), y compartirles muchas más historias en el futuro.
¡Os amo un montón! y tengan un bonito fin de semana.
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