Capítulo 30
(Capítulo final pt2/5)
—JungKook, ¡por favor!, ¡pide refuerzos! —Musitó NamJoon aterrado.
—Ya alerté a mi compañero, él pedirá refuerzos en cuanto dé la señal, no es momento aun, entiendo tu desesperación, pero tiene a YoonGi.
—No podemos quedarnos sin hacer nada, ¡se trata de mi amigo!, por favor, te lo suplico, JungKook. —TaeHyung estaba al borde de las lágrimas, si quiera se atrevía a preguntarle al oficial respecto a lo que había descubierto, de solo imaginarlo, se le helaba la sangre.
—Ahora será mucho más difícil entrar, lo hemos puesto en alerta. Es hora del plan B. —JungKook llevó la mano a su mentón pensando en si podría funcionar o no lo que tenía en mente.
— ¿Es que había un plan B? —Preguntó TaeHyung consternado.
—No, lo acabo de inventar.
Tanto NamJoon como TaeHyung lo miraron escépticos, ¿es que a caso JungKook era en verdad un oficial de policía?, la forma en la que actuaba era tan improvisada e impulsiva. Pero, en una situación extrema como la que se encontraban, ¿a caso tenían alguna otra opción?
—Dinos que tienes en mente. —Musitó NamJoon.
—TaeHyung, llama a HoSeok, vamos a contarle todo lo sucedido rogando que quiera cooperar, sin él estamos perdidos.
El castaño llenó de aire sus pulmones y exhaló con suma lentitud, ¿cómo podría decirle a HoSeok que su padre era sospechoso del secuestro de SeokJin y que tenía a YoonGi encerrado en alguna parte de su casa?
—TaeHyung, por favor, él tiene que saber la verdad, de todas formas debe estar preocupado, esperándote allí dentro.
— ¿Y cómo podría ayudar?, él no se pondrá en contra de su padre.
—Puede buscar a YoonGi desde adentro de la casa, justamente porque se trata de su padre, no le hará daño.
TaeHyung intentaba con todas sus fuerzas pensar en qué otra cosa se podría hacer, estaba contra la espada y la pared, no podía llamar a la policía y estaban vigilados, por ende no podían tampoco entrar.
—Estás pensando seguramente en que al tratarse de su padre, a HoSeok podría dolerle, y lo entiendo, seguramente así será, pero ¿sabes? No estás pensando en que en estos momentos, YoonGi y tal vez Jinie, están en peligro, y ahora ellos son la prioridad, hay que actuar ¡ya mismo! —NamJoon estaba desesperado y no entendía qué sucedía con TaeHyung, tal vez estaba sobre pasado, y no podía pensar con claridad.
—Hace más de quince minutos que tu amigo se ha ido y no regresa, tu padre tampoco ha regresado, ¿por qué no vas a ver si se encuentra bien?
HoSeok sabía que TaeHyung estaba nervioso, también estaba preocupado, la única razón por la que no se había levantado ya, era para no dejar a su madre sola.
Pero, cuando estaba a punto de incorporarse e ir en busca de su novio, su celular vibró dos veces.
Por debajo de la mesa chequeó su teléfono, frente a sus ojos tenía un mensaje de TaeHyung.
"Sal por la puerta de atrás, di que solo quieres ir a tomar aire, por favor, debo hablar contigo, es importante” .
— ¿Sucede algo? —Preguntó la mujer al notar la expresión en el rostro de su hijo.
—TaeHyung tuvo que irse, dijo que lo disculparan.
—Pobre, tu padre seguro lo habrá vuelto loco de los nervios con su actitud, lo comprendo.
—No, no creo que sea por ello, descuida. —HoSeok le dedicó a su madre una sonrisa y caminó hasta ella para darle un corto beso en la mejilla—. Iré a beber café.
—Sabes lo que pienso respecto a esa bebida, no es buena por las noches.
—Lo sé, procuraré no beber demasiado.
HoSeok caminó fuera del comedor, cerró la puerta tras de sí y caminó hasta la puerta de atrás.
—HoSeok, ven un momento.
El de cabello rojizo se dio la vuelta y sonrió al ver a su padre acercándosele.
TaeHyung caminaba nervioso de un lado a otro mientras NamJoon lloraba mientras veía fotografías de SeokJin en su teléfono y balbuceaba cosas como si su novio pudiese escucharlo. Por el contrario, JungKook había caminado hasta la esquina y estaba fumando un cigarrillo.
—TaeHyung, ¿qué es lo que tienes para decirme? —Preguntó HoSeok mientras caminaba cauteloso hacia dónde el castaño se encontraba. No entendía quién era aquél joven de tez canela, que estaba sentado sobre el césped, ni el por qué estaba llorando—. ¿Está todo bien?
El castaño lo miró con una expresión de súplica en sus ojos, como queriendo que lo supiese todo tan solo con una mirada, es que no sabía cómo le contaría todo lo sucedido, si quiera sabía como comenzar. HoSeok lo miraba con seriedad.
—Ya, dime lo que tengas que decirme. —Musitó HoSeok impaciente.
TaeHyung se acercó a él y sintió su corazón encogerse por la forma en que su novio lo estaba tratando, pero, ¿por qué se sorprendía?, se suponía que HoSeok no sabía nada y él se había ido de aquella cena que tanto había insistido por asistir, era obvio que el de cabellos rojizos se encontrara molesto. El castaño cerró sus ojos y suspiró antes de comenzar a hablar.
Intentó contarle todo sin dar atención a los detalles, le dijo brevemente que había estado siendo hostigado, que su hermano estaba desaparecido y que había estado con un intruso todo ese tiempo. HoSeok lo miraba inexpresivo y tan solo asentía con su cabeza.
—Y por ello, estoy hoy aquí, porque como dije, tu padre es sospechoso y JungKook… —TaeHyung hizo una pausa, sabía que el oficial había descubierto algo en la biblioteca pero no le había dicho que cosa era, y él tampoco había insistido en saber qué.
—Lo sabía todo. —Dijo HoSeok manteniendo su expresión fría.
TaeHyung miró a su novio sorprendido por lo que acababa de decir, ¿cómo que lo sabía todo?, eso era imposible.
—Eres un imbécil, no puedo creer que nunca te diste cuenta. —HoSeok sonrió—, todo este tiempo estuve fingiendo, ¿cómo crees que podría amarte?, tan solo te usé, pero ya no me sirves. Todo lo he planeado con mi padre, eres tan ingenuo, Kim.
—H-Hoseok… —TaeHyung no podía creer lo que estaba escuchando, aquello no podía ser verdad, no, HoSeok no era así, tenía que estar mintiendo, la simple idea de imaginárselo, hacía que se le rompiera el corazón, ¡Cuánto le dolió que se refiriera a él como “Kim”!, en ese momento había dado vía libre a sus lágrimas que caían sin cesar, sus manos estaban temblando—. HoSeok… por favor, no sigas, ¿por qué me haces esto?, ya no me mientas. —TaeHyung se acercó un poco más al contrario e intentó tomarlo del brazo pero este se apartó con brusquedad.
—No me toques, bastante tuve que aguantar que me tocaras todo este tiempo, pero mi padre tenía razón en todo, ha valido la pena.
— ¡HoSeok, por favor!, detente, ya no sigas. —TaeHyung se dejó caer y se aferró con fuerza a las piernas de HoSeok, cada una de las palabras que había escuchado, le habían dolido como ciento de puñaladas directo al corazón.
—Dije que no me toques.
HoSeok se apartó con fuerza provocando que el castaño terminara acostado sobre el césped, este mantenía su cabeza baja y lloraba sin consuelo. Le dolía, le dolía porque el que HoSeok lo amara, nunca había tenido sentido alguno, y ahora aquél bonito sueño se había acabado.
—Vete, ya no quiero verte.
—HoSeok, n-no, por fav-or, ¡te lo suplico!
— ¡He dicho que te fueras! —HoSeok se dio la vuelta para ya no verlo.
—N-no le hagas daño a YoonGi, él no tiene nada que ver en esto, libérenlo…
—Ya lo dejamos ir, vete. —Musitó HoSeok por lo bajo, seguido de ello
abrió la puerta con prisa y la cerró tras de sí con fuerza.
TaeHyung se incorporó del suelo y caminó arrastrando sus pies fuera de aquella casa. En la esquina, JungKook seguía fumando, esperando a que TaeHyung hablara con J-Hope, NamJoon estaba junto a él, se había ido a mitad de la conversación y ambos desconocían lo que había sucedido.
— ¿TaeHyung?, ¿qué sucede?, ¿por qué lloras? —NamJoon se le acercó preocupado y puso una mano en su espalda.
Este no respondió, continuó llorando. Y es que las palabras de HoSeok seguían haciendo eco en su cabeza, atormentándolo, matándolo lentamente por dentro.
— ¿Dónde está HoSeok? —Preguntó JungKook con una expresión de preocupación en su rostro—. ¿Y YoonGi?, ¿nos ayudará?
—Ya lo liberaron. —Respondió el castaño entre el llanto.
—Y… —NamJoon se tensó—. ¿y Jin?
—N-no lo sé, pero, encuéntrenlo, yo, ya no quiero formar parte de esto, déjenme solo.
—TaeHyung, ¿qué sucede?, por favor nos estás desesperando. —JungKook intentaba hacerlo reaccionar.
—No cuenten con HoSeok, él… no ayudará.
El castaño no quería decirles que HoSeok estaba involucrado en todo, porque aunque este lo había herido de mil formas posibles, lo seguía amando y quería protegerlo de cualquier cosa que pudiese suceder.
Si JungKook ya había descubierto que el padre de HoSeok era alguien peligroso, podía pedir refuerzos e ingresar con una orden a la vivienda y buscar como se debía a SeokJin. Porque con las palabras de HoSeok, se le había confirmado que evidentemente, ambos tenían que ver con todo lo sucedido.
—Ellos tienen a SeokJin, has lo que tengas que hacer, déjenme solo.
— ¿Ellos?, ¿quiénes son ellos?, ¿cómo sabes que lo tienen? —Preguntó NamJoon alterado.
— ¡Déjenme solo! —TaeHyung gritó con las pocas fuerzas que le quedaban y comenzó a caminar sin rumbo por la calle.
NamJoon quiso seguirlo, pero JungKook lo frenó.
—No sabemos que es exactamente lo que le sucede, pero quizá necesite estar solo, ahora debemos encargarnos de encontrar a SeokJin, pediré refuerzos.
— ¿Contento? —Preguntó HoSeok a su padre, quien lo observaba con una leve sonrisa de notoria satisfacción.
—Lo has hecho muy bien, estoy orgulloso. —El hombre llevó una mano hacia la cabeza de su hijo.
—No me toques.
—Hiciste lo que debías, acabas de salvarle la vida a tu querido TaeHyung.
—Tú acabas de oficialmente arruinar la mía.
—Ya se te va a pasar, si tú no le hubieses dicho lo que te dije, él ahora estaría muerto, sabes que mis hombres lo tenían en la mira.
— ¿Por qué me dijo que libere a YoonGi?, ¿a caso… lo tienes también?
—Ese paliducho es solo un estorbo, es en lo que menos debes preocuparte ahora.
—He estado tan ciego todo este tiempo, creyendo que habías cambiado, pero nunca lo has hecho, sigues siendo la misma horrible persona que eras cuando yo era pequeño, que iluso fuimos mamá y yo al creer en tus palabras.
—Te equivocas, yo había cambiado, pero ese maldito bastardo se metió conmigo, con algo que me pertenecía, merecía sufrir, merece todo lo que le está sucediendo. Nadie se mete con mi hijo.
HoSeok quería gritarle, quería golpearlo y decirle lo equivocado que estaba, quería decirle que él amaba a TaeHyung, que era feliz con él y que no interesaba lo que había sucedido en un pasado, gracias a aquello se habían conocido, que gracias a TaeHyung él había vuelto a vivir. Pero no podía, no podía porque no lograba quitarse de la cabeza la imagen de TaeHyung en el suelo, llorando y suplicando. Él muy bien sabía que a pesar que era todo mentira, aquella escena la iba a tener grabada en su cabeza por siempre. Cerró con fuerza sus puños y caminó hasta la puerta del frente, dispuesto a marcharse.
— ¿A dónde crees que vas? —Preguntó su padre, sosteniéndolo del brazo.
—Ya no me necesitas, ya he cumplido con mi parte.
—Ja, ¿crees que te dejaré ir para que vayas y le cuentes toda la verdad a Kim?, no, estás muy equivocado.
—No puedes retenerme aquí por siempre.
—Acompañen a mi hijo hasta la habitación y vigilen bien su puerta, no lo dejen salir. —Ordenó a dos de sus hombres. Estos asintieron con la cabeza y lo sujetaron con fuerza de ambos brazos.
—Lo que haces es absurdo, ¡algún día tendrás que dejarme salir!
—Pero ese día, TaeHyung ya no estará.
— ¿Qué?, dijiste que no le harías daño, ¡no te atrevas a ponerle un dedo encima! —HoSeok se movía desesperadamente intentando liberarse del agarre, pero aquellos hombres fornidos lo sujetaban con mucha fuerza.
—Es por tu bien, hijo, algún día me lo agradecerás.
— ¡Por favor!, suéltenme, haré lo que sea, papá tienes que creerme, soy capaz de cualquier cosa pero ¡no lo lastimes!
—Ya enciérrenlo de una vez. —Ordenó el hombre con impaciencia mientras caminaba con una pequeña sonrisa en sus delgados labios. Este, le hizo una seña a un hombre que estaba parado junto a la puerta y ambos se marcharon.
HoSeok golpeaba la puerta con fuerza, le daba patadas e intentaba derribarla con su puño, pero esta no se abría. Le gritaba a los hombres del otro lado y les suplicaba que lo dejasen ir, que les daría lo que fuera con total de que lo dejaran salir, pero estos permanecieron inmutables.
Desesperado recorrió el lugar en busca de algo que lo ayudase a escapar, pero aquella habitación de huéspedes estaba vacía, lo único que contenía era una cama, un mueble y un pequeño televisor.
Corrió hasta la ventana y sacó sus brazos por entre las rejas, pero era imposible, no podía escapar. Entonces, llevó su mirada hacia abajo y vio a su padre, junto con uno de sus hombres subiéndose a un automóvil y alejándose a toda velocidad.
— ¡TaeHyung! Nono, por favor, mi amor, no. —Gritó como si este pudiese escucharlo.
Se dejó caer al sueño y lloró amargamente porque lo sabía, sabía que ya era tarde, sabía que solo un milagro podría salvar a TaeHyung.
—Mi amor. —Balbuceó entre su llanto.
Entonces escuchó un fuerte sonido detrás de la puerta, seguido de tres tiros. Se levantó del suelo con rapidez y caminó hasta la entrada y se quedó muy quieto debido al silencio que había en ese momento. Y entonces, escuchó la voz de aquél milagro que había estado esperando.
— ¿HoSeok?, soy el oficial JungKook, ¿estás allí?
Este no alcanzó a responder, porque el oficial había girado la llave puesta del otro lado y había abierto la puerta encontrándose con el abatido muchacho.
— ¡No hay tiempo que perder!, mi padre fue en busca de TaeHyung, debemos encontrarlo antes que él.
HoSeok comenzó a bajar las escaleras con prisa, JungKook lo seguía.
El oficial se subió a su automóvil y le hizo una seña a HoSeok, para que se subiese también.
JungKook había acordado, que se iba a encontrar con NamJoon, de hecho el de piél canela estaba llegando a la casa de los Jung junto con otro oficial de policía, y desconocía por completo que JungKook y HoSeok ya no se encontraban allí. El plan era que el oficial JungKook los iba a esperar, no iba a actuar solo, pero hizo todo lo contrario. Se había adentrado a la fuerza a la casa y había visto a una mujer desmayada en la sala de la cocina, también podía escuchar los gritos de HoSeok. Con sumo sigilo había subido hasta dar con aquellos dos hombres armados, que siquiera se habían percatado de su presencia. Logró derribarlos de un solo tiro, aunque uno de ellos, le propició un disparo en su vientre, disparo que estaba ocultando con el abrigo de su uniforme.
NamJoon llegó cinco minutos después con un oficial, pero al encontrar a una mujer desmayada en la sala, la sujetaron con cuidado y la llevaron al hospital.
A medida que avanzaba por la calle, la vista de JungKook comenzaba a tornarse cada vez más borrosa, sentía un sudor frío recorrerle la frente y la voz de HoSeok se escuchaba como si se estuviese alejando cada vez más. Los autos a su alrededor pasaban como rayas imperceptibles, y no lograba conducir en línea recta aunque se esforzara, poco a poco iba disminuyendo la marcha sin siquiera notarlo. Se estaba desangrando.
—
¿Listas para lo que sigue?
¡gracias por leer y comentar, os adoro!
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