TaeHyung observaba en silencio al de cabello oscuro mientras se alistaba.

—¿Qué quieres hacer? —Preguntó HoSeok.

—Dijiste que debes ir a tu empresa, que te necesitan allí, ¿por qué me preguntas respecto a lo que quiero hacer? —El castaño se encogió de hombros y prosiguió—. No tengo opción, tomaré un taxi de regreso a casa.

—Es que quiero que me acompañes, Tae... ven conmigo.

—¿Que vaya contigo?, ¿estás seguro?, quizá sea arriesgarnos demasiado.

HoSeok rió por lo bajo.

—¿He dicho algo gracioso? —Preguntó el castaño repasando mentalmente sus palabras.

—Cuando te pedí que ocultases tu rostro al venir, no era porque temiese que pudieran sospechar que tú y yo estábamos saliendo, más bien porque te volverían loco, mis fans comenzarían a querer saber respecto al amigo que J-Hope lleva a su casa, pienso que no sería bueno para ti comenzar a ser más mediático de lo que ya has sido en un momento, aunque, si quieres fama, no me opongo.

—Claro que no, estuve ocultándome por varios meses, deseando que al fin se olvidasen de mí. Lo que menos quiero es volver a estar en boca de todos.

TaeHyung se sintió un tonto, no lo dijo pero él en verdad había creído que el motivo por el que debía ocultarse, era porque las personas podrían descubrir aquél amor que los unía, que por verlos tanto tiempo juntos, podrían comenzar a sospechar que J-Hope era gay, y si, quizá algunas fans podrían fantasear al respecto, pero la mayoría, jamás lo vería de ese modo, porque ser homosexual, era un suicidio social en un país como Corea del Sur, ¿Quién podría ser tan tonto como para dejarse descubrir tan fácil?
Tan solo pensar en aquello, hizo que el castaño se comenzara a replantear una vez más en si valía la pena el riesgo, en si valía la pena perderlo todo y ser una aberración, una vergüenza, escoria y basura para miles de personas.
Justo en ese instante, TaeHyung vio al joven frente a él, estirándole la mano y dedicándole una amplia sonrisa que enmarcaba sus preciosos hoyuelos, y suspiró. Si, tal vez valía la pena intentarlo.

Ambos se subieron al ascensor y HoSeok presionó el botón para ir al subsuelo, dijo que irían en su automóvil que estaba aparcado en el estacionamiento ubicado allí mismo.

— ¿Tendrás que estar mucho tiempo allí?, no porque no quisiese esperarte, es solo que no quiero distraerte.

—Créeme que sería más distracción si te regresas a que si permaneces junto a mí.

—¿Por qué? —Preguntó el castaño abultando sus labios.

—Porque estaría todo el tiempo pensando: ¿Qué estará haciendo TaeHyung?, ¿ya habrá comido?, ¿estará pensando en mí tanto como yo pienso en él?
En cambio, si permaneces a mi lado, es un alivio, a caso ¿No quieres darle un descanso a mi pobre mente?

TaeHyung, con las mejillas de un leve color carmesí, abrió la boca para responder, pero no llegó a hacerlo porque HoSeok aprovechó esos segundos que aun quedaban, para robarle un beso el cual el castaño correspondió con desespero. Ninguno de los dos estaba dispuesto a hacer que dicho beso concluyese, pero el sonido del ascensor indicando que habían llegado, hizo que se alejaran abruptamente y a regañadientes.

En cuanto las puertas se abrieron, se adentraron al estacionamiento mientras ambos intentaban normalizar sus respiraciones y controlar sus hormonas alborotadas.

Aquél enorme estacionamiento, guardaba ciento de automóviles importados y muy lujosos, de todos tamaños y colores. Las personas que vivían en aquél edificio, sin duda eran de mucho dinero.

HoSeok sacó de su bolsillo unas llaves y presionó un pequeño botón color verde, entonces se escuchó el sonido de una alarma desactivándose, en uno de los coches frente a ellos. El automóvil deportivo de color negro, brillaba frente a sus ojos. TaeHyung lo veía con la boca abierta, como a él poco le importaban las cosas materiales, escasas veces se ponía a pensar en el poder adquisitivo de HoSeok, a veces olvidaba que el chico quien le había robado el corazón, era millonario y tenía prácticamente el mundo entero a sus pies.

Ambos se subieron y en pocos segundos, ya estaba el automóvil en marcha.
Tal como había dicho HoSeok unos minutos antes, en cuanto las puertas automáticas se desplazaron, había más de dos fotógrafos y algún que otro curioso, quienes quizá habían permanecido allí afuera todo el día con tal de poder obtener una fotografía del Idol. Cuando vieron salir aquél coche, que todos conocían muy bien, se acercaron con prisa para poder obtener el mejor ángulo, aunque no podían acercarse todo lo que hubiesen querido, ya que en cuestión de segundos, varios hombres de seguridad se interpusieron, con el fin de que ninguno se pusiese frente al automóvil de HoSeok y le impidieran el paso. TaeHyung se hizo pequeño en el asiento, no quería que también lo fotografiasen, pero a menos que estuviesen de frente, no podrían capturarlo las cámaras, ya que los vidrios oscuros del vehículo, no se lo permitía.

En seguida agarraron la carretera, directo a la empresa. TaeHyung movía sus dedos inquietos sobre sus piernas. Pensaba en cómo sería llegar en compañía de HoSeok, y cuán diferente sería esa llegada a la que había hecho por su cuenta tiempo atrás. Pero no quería pensar en ello, ¡Cuantos recuerdos del pasado quería dejar atrás!

En cuanto llegaron, ambos miraron hacia todos lados para asegurarse de que no hubiese ninguna persona y bajaron a toda prisa. HoSeok le entregó las llaves a un hombre que estaba parado en la entrada, y este lo estacionó por él.
El idol entró a pasos seguros y con prisa, TaeHyung lo seguía por detrás, trastabillando. Todos lo saludaban con una reverencia y observaban con ojos curiosos al castaño que venía caminando tras él. Algunos le veían un rostro familiar, otros simplemente les llenaba de curiosidad el que HoSeok tuviese un amigo fuera del ambiente, nunca se lo había visto con alguien que no fuese Park Jimin.
Estaban a punto de ingresar a lo que parecía ser una oficina, cuando HoSeok se dio la vuelta y le pidió a TaeHyung que lo esperase en la sala contigua, que en breve se uniría a él. Este sin decir nada, hizo exactamente lo que se le había pedido.

En aquella sala, había varios sillones y máquinas expendedoras con café y snacks. Parecía ser una sala de descanso. Para TaeHyung, todo allí era nuevo, ya que incluso habían entrado por otra puerta diferente a la que había ingresado con Jimin y YoonGi la última vez.
Se sentó en uno de los sillones y sacó su teléfono. En ese momento, una muchacha se le acercó sonriendo.

—¡V!, tiempo sin verte. —Dijo mientras se le sentaba a su lado.

TaeHyung levantó la vista y la observó de cerca, ¡claro!, aquella chica era a quien él había ayudado la ultima vez. A quién no le había querido decir su nombre.

—Tiempo sin verte. —Respondió con una sonrisa incómoda.

—No me has llamado, de más está decir que el puesto que pensaba darte ya no está disponible, lo lamento mucho.

—Lo imaginé, descuida, de todas formas no lo podía aceptar, he estado muy ocupado.

—Oh, entonces, ¿Qué te trae aquí?, ¿vienes por el puesto de vigilancia?

—No, vine a acompañar a... alguien.

—¿Trabaja aquí?, si quieres puedo mandar a que vayan por él. Pero, ¿Sabes? No puedes estar aquí, deberías esperar en recepción.

—N-no, está bien. Y lo siento, mi amigo dijo que podía esperarlo aquí.

—¿Quién es tu amigo?

TaeHyung abrió la boca para responder, pero no alcanzó a decir palabra alguna porque el teléfono de la muchacha sonó; esta se incorporó haciendo una seña a TaeHyung de que aguardase un momento, y se alejó para atender la llamada.

—Estás tan hermoso y no puedo besarte, que injusto. —Dijo HoSeok por lo bajo mientras se acercaba a TaeHyung.

—Oh, Hoseok, no te vi llegar.

Este sonrió ampliamente y se sentó junto al castaño.

—No me dijiste que no podía estar aquí. —Musitó por lo bajo TaeHyung.

—Claro que puedes estar aquí, eres mi invitado especial, puedes estar en donde se te plazca. ¿Quién te dijo tal cosa?

En ese momento la muchacha colgó su teléfono y caminó hasta donde HoSeok y TaeHyung se encontraban.

—Hola Hosy, ¿A caso conoces a V?

—¿V? —Preguntó HoSeok en arqueando una ceja, casi al mismo tiempo en que TaeHyung pensaba en el por qué le decía Hosy a HoSeok. Aunque en el fondo, lo sabía.

Ninguno de los dos respondió a la muchacha.

—V... ¿Por qué estás tan sonrojado? —Preguntó ella con una sonrisa burlona.

—Hace calor aquí.

—Iré por agua para ti, enseguida regreso. —Habiendo dicho esto, HoSeok caminó hasta una de las máquinas, a unos pocos metros de allí.

—Que raro HoSeok siendo tan amable con un desconocido. Insisto, no puedes estar aquí.

—No soy un desconocido. —No entendía el por qué le había molestado aquel comentario.
TaeHyung recordó cuando había visto a aquella chica por primera vez, tan solo era una del montón, una muchacha que necesitaba ayuda con una caja. Pero a medida que la fue viendo más de cerca y detalladamente, se dio cuenta en que no era una simple chica, se dio cuenta en el por qué le veía un rostro tan familiar, y es que la había visto antes, en el teléfono de Hoseok, ciento de fotos de ella junto a él, recordó lo que sintió aquél día. También recordó cuando se hizo pasar por HoSeok y le escribió diciéndole que era una "perra". Si, aquella muchacha de simpatía irritante, era la ex novia de HoSeok. Como había sido alguien tan cercana al idol, pensó en que seguramente había estado muy al tanto de su desaparición el pasado año y si le decía que su nombre era Kim TaeHyung, sin duda lo reconocería, algo que no quería. Siempre evitaba tener que dar explicaciones y detalles de aquella aparente confusión. El castaño había olvidado que ella era una bailarina perteneciente a la misma empresa que J-Hope, y desconocía que era una trainee a punto de debutar. Quizá por ello mismo Hoseok y ella habían dejado sus diferencias de lado y se habían comenzado a llevar bien, no valía la pena guardar rencor, menos en un ambiente laboral.

—¿No te vas a mover?, ¿en qué piensas? —Preguntó la chica observando a TaeHyung con curiosidad.

—En nada. —Respondió este saliendo del trance.

—¿No es hermoso?

—¿Quién?

—Hosy, es hermoso, tan solo míralo, con su cara de concentración intentando colocar el billete en la máquina. —Dijo tras un suspiro—. ¿Sabes?, él y yo fuimos pareja, e intento recuperarlo.

—Has lo que quieras. —El castaño ya no podía ocultar su descontento, todo el esfuerzo que había hecho por no guardarle rencor ni tratarla tajantemente, se había ido al cesto de basura con aquél comentario, ¿Cómo que recuperarlo?, HoSeok era de él y exclusivamente de él y de nadie más, sentía como la sangre le hervía.

—Aquí tienes tu agua, bébela despacio que está fría. —Dijo el mencionado mientras se acercaba con una sonrisa. Desconociendo por completo respecto a lo que TaeHyung había estado hablando con su ex novia.

—No la quiero, gracias. —Temía de que si tuviese en su poder la botella con agua, se la terminaría aventando a la chica en la cabeza.

— ¡TaeHyunie!, ¿por qué no me dijiste antes?, estuve un montón luchando con el bill....

—¿TaeHyunie?, ¿es ese tu nombre? —Interrumpió la muchacha.

—No, se llama TaeHyung.

—¿Es el mismo TaeHyung que...

—Si, y es mi amigo. No quiero comentarios al respecto. —Respondió HoSeok restándole importancia, mientras intentaba abrir la botella de agua.

Aquellas palabras quedaron retumbando en la cabeza de TaeHyung "amigo" ¿por qué le molestaba tanto ser presentado de ese modo?, ¿Qué más podía esperar?, pero no podía evitarlo, y es que estaba experimentando celos por primera vez.

—

Gracias por el amor que le dan a mi historia, ¡os quiero!