- ¿A caso pretendes que te crea así sin más? -TaeHyung arqueó una ceja y entre cerró la puerta a sus espaldas, el joven no parecía ser un mal sujeto a simple vista, pero sabía que las apariencias engañaban, no se podía confiar.

-Quizá debí explicarte mejor antes de abalanzarme hacia ti, pero es que no sabes cuánto tiempo te busqué. -El joven se sacó su mochila, la colocó sobre el suelo y se puso a revolver en su interior-. Mira... -musitó. En ese momento estiró su mano y le alcanzó lo que parecía ser una foto dentro de un bonito marco color dorado.

En cuanto TaeHyung vio la fotografía, dio un paso hacia atrás inconscientemente y se cubrió la boca con la mano. Sus ojos no daban crédito a lo que veía.
Allí claramente estaba su madre, tenía un pequeño bebé en brazos y junto a ella, había un pequeño niño de unos cuatro o cinco años.

-Aquel bebé, como bien sabrás, eras tú, y el niño era yo. Tenías un año y yo cinco cuando mi padre me alejó de ustedes.

-Pero ¿Cómo es que mi abuela nunca me lo dijo?

-Te lo explicaré todo, pero vamos a un lugar más cómodo.

TaeHyung, con su mente sumergida en una nebulosa de confusión y cientas emociones encontradas, se dirigió hasta la puerta de su departamento y la abrió para dejar pasar al joven muchacho. Su corazón latía con fuerza y tenía erizada la piel.

Rápidamente se dirigió al gran sofá de la sala y le hizo una seña con la mano para que lo acompañase.

-Antes que nada, ¿cómo te llamas? -preguntó TaeHyung mientras lo escaneaba con su mirada.

- ¡OH!, lo siento, debí decirlo antes, me llamo Kim SeokJin. -Apenas terminó de hablar se llevó ambas manos a la cabeza y desprendió una gran sonrisa-. Me cuesta tanto creer que al fin te encontré.

TaeHyung tragó con dificultad y se acomodó en el sillón a espera de lo que su supuesto hermano, tenía para contarle, no quería creerle aún, o al menos eso quería aparentar con su rostro escéptico y sus cejas fruncidas, pero en el fondo estaba prácticamente convencido de aquello, que él tuviese un hermano mayor, sería la respuesta a muchas cosas y también la solución a muchas otras.

-Tú y yo, tenemos la misma madre, más no el mismo padre, yo... no se si tú sabes respecto a tu padre.

-Lo sé. Mi padre era un ebrio con el que mi mamá se acostó una noche, no lo conocía hasta ese momento y no lo volvió a ver luego de lo sucedido, mi abuela me contó todo cuando tuve la edad apropiada.

-Exacto. Pero mamá, estaba saliendo con mi papá desde hacía más de seis años y me tenían a mi, ella lo engañó una noche que pelearon. Y no fue sino hasta que tú cumpliste un año, que papá se enteró que tú no eras su hijo, entonces me tomó y me llevó lejos para que mamá no me vea nunca más. Lo único que pude tener de recuerdo, fue esta fotografía que traigo conmigo. A pesar de todo, yo nunca los olvidé y siempre los busqué.

- ¿Cómo diste con mi ubicación?, yo... no veo a mamá desde que... -TaeHyung sintió un nudo en el estómago de tan solo recordar ese día, en el que su madre sin explicación alguna, cargó su pequeña mochila con algunas pertenencias y lo llevó a casa de su abuela, para jamás regresar.

-Yo dormía con aquella fotografía bajo mi almohada, el marco de acrílico un día se cayó y allí pude ver que la foto tenía una pequeña dedicatoria, era la letra de mamá y tenía su firma, con su nombre y apellido. Así es como pude localizarla, luego de tanto tiempo seguía viviendo en el mismo lugar.
No tardé en ir a aquella casa, estaba tan feliz, al fin podría ver a mamá y a mi hermanito. Pensaba como serías, lo grande que estarías, en mi mente pensaba todo lo que haría con ustedes, quería recuperar el tiempo perdido, ya sabes.

TaeHyung sintió que su vista se tornó acuosa y cerró fuertemente sus puños para que las lágrimas no salieran, es que no quería llorar, necesitaba escucharlo todo, no iba a mentir con que no sentía curiosidad por saber de su madre a través de las palabras de SeokJin, ya que a pesar de todo, aquella mujer, no dejaba de ser su progenitora.

-En cuanto golpeé la puerta, una avalancha de sensaciones me recorrieron todo el cuerpo, estaba tan nervioso, no sabía exactamente qué decir, pensaba si mamá podría reconocerme -continuó narrando-. Pero... ella no se encontraba, por el contrario, me atendió un hombre de gran porte con mirada profunda, sus ojos negros intimidaban.

[Flash back de SeokJin]

- ¿Si? ¿Qué deseas?

-Busco a la mujer que vive en esta casa -musité enseñándole la fotografía que traía conmigo.

-Es mi esposa, ¿la conoces?

-Si, soy... un sobrino que hace tiempo no ve, ¿podría hablar con ella?

-En este momento no está pero no tardará en llegar por si quieres esperarla.

El hombre me dejó pasar y me invitó a sentarme. Mis rodillas no dejaban de temblar.

- ¿Y su hijo?

-No tenemos hijos.

-Es decir, el hijo de mi tía. Si mal no recuerdo se llama Tae.

En ese momento el sonido de una llave girando en la cerradura nos interrumpió, el hombre se incorporó y se acercó a la puerta.

-Amor, tu sobrino está aquí -dijo a la mujer que llegaba con bolsas del mercado en sus manos.

En cuanto nuestras miradas se cruzaron, la reconocí al instante, era mamá. Estaba casi igual a como la recordaba, solo que no tan alta y tenía leves arrugas alrededor de sus ojos, producto de los años transcurridos. Su cabello levemente canoso amarrado prolijamente hacía que le resaltaran sus facciones. Ella me reconoció al instante también, dejó caer las bolsas y fue hacia mi a pasos rápidos y me abrazó, mientras lloraba no dejaba de repetir mi nombre una y otra vez.

-Jinie, mi amor, ¡no sabes cuánto te eché de menos! -Antes que siquiera pudiera responder, mamá le pidió a su marido que si podía dejarnos a solas un momento, que luego le explicaría todo, al parecer, nunca le dijo que tenía hijos y ello no me cuadraba.

-Mamá, dónde... ¿dónde está Tae? -pregunté algo temeroso.

En ese momento mamá cayó de rodillas y se aferró a mi con fuerza, su llanto se incrementó.

-No me asustes, ¿qué sucedió con mi hermanito? -Tenía un mal presentimiento, aún no queriendo, pensé lo peor. Pero... nunca imaginé que la realidad, superaba lo peor, jamás pensé el monstruo que era mamá.

-No veo a tu hermano desde que tenía cuatro años, Jinie, tú no puedes entender lo que fue para mi que el hombre a quién amaba me haya abandonado llevándose consigo a nuestro pequeñito, simplemente no lo pude soportar, cada vez que veía a ese niño a los ojos, recordaba mi error, así que un día ya no aguanté más y lo dejé a cuidado de mi madre, no tenía una buena relación con ella, pero aceptó quedarse con el niño. No lo volví a ver.

- ¿Abandonaste a tu hijo por un error que tú misma cometiste? -Di un paso hacia atrás alejándome de su agarre, no podía creer lo que estaba diciendo.

-Tú no lo entiendes, por su culpa tu padre me dejó, por su culpa mi familia de deshizo, quedé sin nada más que esta casa, no tenía nada, lo había perdido todo, ese niño arruinó mi vida.

- ¡No fue su culpa! ¡Fue tu error! Y debías hacerte cargo, papá te dejó por lo que tú hiciste, no por Tae, tan solo era un pequeñito, no puedo creer que te hayas deshecho de él, pero lo que más me cuesta entender, es cómo no te remordió la conciencia siquiera un poco a través de todos estos años, como para ir a verlo aunque sea una sola vez. -Lo que más me había dolido, era que se había referido a Tae como "ese niño", lo mencionaba de una forma tan fría, despojada de amor, ¿cómo podía ser de esa manera con su propio hijo?, allí me di cuenta que me había precipitado en llamar a esa mujer "mamá".

[Fin del Flash back]

-Luego me marché directo a buscarte.

-La abuela dijo que mamá era una mujer que había hecho cosas muy malas, que yo era un ángel demasiado bueno para que ella me mereciera y es por ello que la vida se encargó de separarnos. Pero... entiendo que esa es la explicación que un adulto le da a un niño cuando no le quiere decir la verdad. Yo no lo he olvidado todo, hay muchas cosas que recuerdo, una de ellas, es que mamá no me quería.
-TaeHyung puso sus pies sobre el sillón y se aferró a sus rodillas con ambas manos.

SeokJin no pudo evitarlo y se acercó a él para rodearlo con sus brazos, el castaño se veía tan frágil.

-Mamá era una mala persona, pero no fue tu culpa.

TaeHyung escuchó esas palabras, pero no respondió, por el contrario recordaba el maltrato que recibía de aquella mujer, en como lo golpeaba e insultaba sin ningún motivo, e incluso recordó las veces que lo mandaba a dormir sin comer, recordó particularmente aquel día, cuando estaban parados en la puerta de la casa de su abuela, ella le estaba apretando fuertemente sus pequeñas manitos, al punto de hacerle cortar la circulación.

TaeHyung varias veces había pensando en cuál sería el mal que había cometido como para recibir ese trato de su madre, y no lo entendió sino hasta la edad de doce años, cuando su abuela con el mejor tacto posible, le informó respecto a quién era su padre y el como ello había afectado a su madre.

A pesar de que TaeHyung era muy pequeño cuando vivía con su madre, le quedaron secuelas debido al maltrato constante, nunca pudo ser un niño normal, vivía resentido y se mostraba frío y retraído, era un niño desconfiado y ermitaño, ¿Qué se podía esperar de un pequeño que su propia madre no le había mostrado afecto si quiera una vez? TaeHyung creció con aquel recuerdo y aunque su abuela fue una mujer muy cariñosa, que no hizo mas que darle el amor y contención que él necesitaba, todo se derrumbó en cuanto ella falleció. Quería sentirse amado tan desesperadamente, que incluso lo llevó a cometer locuras, a actuar como si de un demente se tratase y hacer cosas que jamás pensó que haría, una de ellas, y de hecho la más grave de todas, fue secuestrar a HoSeok. Pero... todo pasaba por algo, nada era coincidencia, él era un fuerte creyente del destino, no era casualidad que aquél joven Idol, hubiese llegado a su vida, aun tratándose de un encuentro forzoso. HoSeok fue el indicado, fue justo lo que TaeHyung necesitaba para cambiar aquella forma retorcida de pensar, experimentar un amor tan grande y sentirse merecedor de afecto y cariño, gracias a HoSeok, TaeHyung podía seguir adelante, o al menos, intentarlo.
También, el haberse enterado que tenía un hermano justo en ese momento, cuando más lo necesitaba, no era casualidad, él sabía que a pesar de haber actuado mal en varias oportunidades, ahora estaba siendo recompensado.
Quizá TaeHyung creía fuertemente en los poderes invisibles del destino, pero pensar en que estaba siendo recompensado, era algo apresurado.

En ese momento de silencio entre ambos, llegó Yeontan. TaeHyung se limpió las lágrimas y SeokJin tomó al pequeño perrito entre sus manos, ambos sonrieron y en pocos minutos, ya estaban poniéndose al día respecto a sus vidas mientras eran acompañados por una gran taza de té y galletas.

-Así que has escrito un libro... muero por leerlo. -Musitó el mayor despeinando los cabellos de su hermano.

-Dudo que eso sea posible, es muy íntimo como para que un familiar lo lea.

-Dices que ya vendiste miles de copias, ¿Cómo te puede dar vergüenza a que yo lo lea?, no me digas que... ¡Mi hermano escribe novelas eróticas!

- ¡No!, ¡No es erótica!

-Creeré que sí, hasta leerla. -Dijo guiñando un ojo -. Aún así TaeHyung prefirió que crea aquello, antes que su hermano, quien conocía hace menos de una hora, leyera su novela, y no porque le preocupara que Seokjin se tomara algo de eso en serio, sino que sabía que con la lectura, vendrían preguntas, preguntas que lo único que harían serían hacerlo recordar aquellos días. Recordar algo que él deseaba olvidar.
Hacía más de un mes que no sabía nada de HoSeok, él si quiera le había respondido sus mensajes, por ello TaeHyung ya se había hecho la idea de que HoSeok, ya lo había olvidado, y no lo culpaba, no tenía sentido seguir escribiéndose si no podían estar juntos, aun así, ello no quitaba que doliera y tampoco que lo siguiera amando.

-Oye, SeokJin, te he hablado tan solo de mí, cuéntame algo de ti. -Inquirió el castaño, seguido le dio un pequeño sorbo a su té que prácticamente estaba frío.

-Estoy por recibirme en la facultad de abogacía, quiero ser abogado como mi padre lo fue. Él falleció hace un año y medio de cáncer de hígado. Su socio se encarga de todos sus casos, hasta que yo tenga el título. Quiero que desde donde sea que se encuentre, se sienta muy orgulloso.

-Sin duda lo estará.

-Al igual que la abuela debe estarlo de ti.

-Bueno, he hecho varias cosas por las cuales la abuela dudo que esté orgullosa.

SeokJin lo miró fijamente, y luego cambió de tema.

-Y dime, ¿Tienes novia?

TaeHyung se ahogó con el té y tardó varios segundos en recuperarse. -No, no tengo, ¿Y tú?

-Si, pero hace mucho que no estamos juntos, está estudiando en el extranjero, vendrá para navidad.

En ese momento sintieron el sonido del timbre, TaeHyung se dirigió con prisa a la puerta, pensó que muy probablemente se trataría de YoonGi quien no había visto hacía una semana, pero al abrir la puerta, nadie se encontraba allí. Buscó con la mirada hacia ambos lados, pero no había rastros de ninguna persona, estaba por cerrar la puerta cuando un pequeño sobre en el suelo llamó su atención.
Se agachó para ver su contenido y vio una nota de lo más extraña. Se quedó viéndola y leyendo las palabras frente a él.

-SeokJin... ¿Por casualidad antes de venir a casa, me enviaste por correo una nota?

-No, en cuanto supe tu dirección, me vine corriendo hacia aquí.

TaeHyung se quedó extrañado pensando en quién podría haber enviado aquello.

《Quizá se trate de una broma, o alguien pudo haberse confundido》 Pensó.

Así que cerró la puerta y guardó la nota en el cajón de su aparador junto a la puerta.

-
Bueno, este capítulo era necesario para saber un poco más respecto al pasado de TaeHyung y el porqué al principio él era tan "emocionalmente desequilibrado"
Espero les esté gustando...
¡Gracias!