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26

Aún en su inconsciencia, TaeHyung se sentía cada vez mejor. Como si estuviese a punto de olvidarlo todo, de dejar de sufrir, como si las cosas malas que había vivido se convertirían tan solo en un lejano recuerdo. Antes de perder por completo el conocimiento, vino a su mente el rostro de HoSeok cuando lo vio por primera vez, en como se le marcaron sus hoyuelos cuando sonrió y en como aquello lo hizo sentir.

《Si los ángeles existen, dudo que sean tan hermosos como HoSeok lo es》.

Yeontan, que aún seguía sobre las piernas de TaeHyung, escuchó un fuerte sonido en la puerta y corrió escaleras abajo ladrando, allí se encontró con una luz que se movía de un lado a otro, parecía un juego así que la seguía con sus pequeños ojitos negros y ladraba amigable moviendo su colita. Detrás de la luz vio unos pasos acercándose y vio a un humano que enseguida se agachó sigilosamente a darle cariño.
Se trataba del oficial JungKook, pero esta vez no había venido solo, afuera lo esperaban tres patrulleros más.
JungKook había estado aparcado afuera con las luces apagadas aquella madrugada y había visto como un joven muy parecido a J-Hope huía de aquella casa. Para cerciorarse lo siguió y en cuanto lo vio bajar a aquél departamento, estuvo completamente seguro, se trataba del Idol. Entonces fue a la estación de policía y pidió refuerzos, sin dudas Kim TaeHyung era el culpable de aquél secuestro.
Ahora estaba en aquella casa junto a su compañero examinando cada rincón, no tardaron en dar con TaeHyung, desmayado en el ático. En seguida tomaron las sabanas, la rompieron con aquél objeto punzante entre las manos del rubio y se la aferraron fuertemente en el brazo ensangrentado.
JungKook le dijo a su compañero que llamase a una ambulancia.

—No será tan fácil para ti. —Musitó fríamente.

La ambulancia no tardó en llegar, los camilleros bajaron con prisa y se lo llevaron con custodia policial, JungKook de hecho iba en el asiento delantero de la ambulancia.

—¿Sabes que sucedió? —Preguntó el ambulanciero.

—El joven se intentó suicidar.

—Pobre, ¿qué cosa tan mala le habrá sucedido para llegar a ello? —Preguntó el hombre con pesar.

—No es lo que le pasó, es lo que le iba a pasar, el joven es el secuestrador del idol desaparecido, J-hope.

El hombre abrió los ojos sorprendido, sin duda estaba al tanto de todo, como lo estaban todos en Seúl y el mundo entero.
Al llegar al hospital, lo llevaron a TaeHyung a urgencias y le propiciaron todas las atenciones requeridas, este había perdido mucha sangre y necesitó una transfusión, pero al menos estaba con vida.

—Llegaron justo a tiempo, unos minutos más y este jovencito no se hubiera salvado. —Dijo el doctor a uno de los oficiales que estaban esperando afuera de la sala de urgencias.
De hecho se quedaron custodiando la entrada toda la noche, los médicos les habían dicho que TaeHyung necesitaba descansar y no iban a permitir que pusieran en riesgo la vida del paciente.
Eran aproximadamente las nueve de las mañana cuando el rubio despertó. No sabía donde estaba y sentía un fuerte dolor en el brazo izquierdo, muy levemente se podía escuchar un pitido y unas gotitas caer, su vista estaba nublada y le costó acostumbrarse al leve resplandor, en ese momento una enfermera entró y le reclinó la camilla.

—¿Cómo se encuentra? —Preguntó mientras examinaba el suero.

—¿Dónde estoy?, ¿qué ha sucedido? —Preguntó TaeHyung en susurros.

—Estás en el hospital privado de Seúl, un oficial de policía te encontró a punto de morir en tu casa, te han salvado la vida.

TaeHyung miró hacia la pared y las lágrimas comenzaron a salir, lloraba en silencio mientras la enfermera le chequeaba las cortaduras del brazo y le aplicaba una crema para que cicatrizara más rápido.

—En seguida vendré a darte un calmante para el dolor. —Dijo abandonando la habitación.

El rubio intentó quitarse el suero pero justo el oficial de policía lo vio y lo retuvo, nada le salía bien, si quiera había podido acabar con su vida.
La mañana pasó a base de calmantes y suero, en cuanto a la policía, no tardó en llegar a él con sus esposas diciéndole que estaba detenido por secuestrar a J-Hope. Todos en cuanto se iban enterando, murmuraban entre sí y lo señalaban con el dedo. Cuando le pusieron las esposas y se lo llevaron cuidadosamente, la gente lo observaban estupefactos y sorprendidos, lo juzgaban con la mirada y le lanzaban palabras hirientes. La prensa no tardó en llegar y en menos de minutos ya todos sabían quién había sido el culpable de la desaparición del idol. TaeHyung no escuchaba los insultos ni las preguntas que los periodistas le hacían, tampoco sentía el dolor cuando las esposas le rozaban la herida, ni sintió cuando lo escupieron y lo empujaron, la policía lo tuvo que proteger para que la gente no se le abalance, estuvieron varios minutos hasta poder salir de aquél tumulto de gente enojada.
Apenas llegaron a la comisaria, lo llevaron a una sala y lo sentaron a espera de un interrogatorio. TaeHyung aún no había dicho absolutamente nada, se encontraba ido, ajeno a la realidad, no le importaba lo que hiciesen con él, no le importaba su destino, estaba muerto en vida. 
Luego de varios minutos, dos oficiales se sentaron frente a él, uno de ellos era JungKook, lo miraba fijamente con una leve sonrisa. Estaba feliz porque había quedado como héroe, después de todo, el había dudado de TaehHung y nadie le había creído, hasta su jefe le había pedido disculpas.

—Kim TaeHyung, ¿te declaras culpable de haber retenido al joven Jung HoSeok durante ocho meses atado en una habitación? -—Preguntó el compañero de JungKook mientras acercaba un pequeño grabador a la altura de su boca.

—Si, me declaro culpable. —Respondió y luego agregó—, ¿cuándo será mi sentencia?—-Su voz sonaba débil.

—Tendrás un juicio, en lo posible en dos días, mientras tanto estarás aquí. —Respondió JungKook esta vez.

—No quiero un juicio, ya les he dicho que me declaro culpable, ya enciérrenme de una vez.

—Así no es como funcionan las cosas.

En ese momento los oficiales se levantaron y lo empujaron hasta una pequeña celda que estaba junto a la oficina del oficial superior, no había mas que un banco de madera y una pequeña cama hecha de cemento.

—Estarás aquí por el momento. —Le dijo JungKook empujándolo dentro de la celda y cerrándola con llave.
TaeHyung cayó al suelo debido al empujón pero se incorporó nuevamente con prisa al escuchar las noticias en la televisión de la sala contigua.

"El idol, Jung HoSeok, ha aparecido luego de estar ocho meses raptado por un fanático obsesionado. Apareció en su departamento en Gangman la madrugada del día de hoy sábado, sano y salvo, sus padres dicen que se encuentra bien pero que no es capaz de dar declaraciones por el momento. Otra buena noticia es que también se ha capturado al culpable y ya se encuentra tras las rejas en la comisaría, a espera de su juicio que será desarrollado en dos días".

Luego de aquello se sintieron aplausos y murmullos llenos de regocijo, todos a su alrededor estaban felices, TaeHyung se acurrucó en un rincón de aquella fría celda y lloró amargamente.

—¡Cuánto desearía verte, aunque sea una vez más! -—Balbuceó entre sollozos.

Un día pasó y HoSeok aún no se acostumbraba a su vida, había despertado aquella mañana y se había quedado por varias horas como esperando que alguien le diese permiso para levantarse, pero TaeHyung no vendría con su hermosa sonrisa a darle los buenos días. Todo le recordaba a él, lo extrañaba tanto, pero sabía que no podía regresar, lo echaría todo a perder, debía obligarse a seguir adelante, ¿cuánto le iba a costar acostumbrarse a su diario vivir?, había estado leyendo noticias en internet respecto a todo lo que había sucedido en su ausencia, quería integrarse en la sociedad lo más prontamente posible y enfocarse en su carrera, tenía cientos de emails sin leer, pero simplemente los marcó todos y los eliminó.
Ya eran aproximadamente las cinco de la tarde y se estaba debatiendo en si subir o no la fotografía que se había tomado para subir a su cuenta de twitter, si bien estaba sonriendo no se veía sano en lo absoluto y no quería preocupar a sus fans, pero por otro lado, si él decía que se encontraba bien, quizá no se preocuparían demasiado por como se veía, en medio de esa debate interno, el timbre sonó, dejó todo como estaba y se dirigió hasta la puerta, seguramente eran sus padres, pero al abrir, se encontró con Jimin.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó intentando ser lo mas cortés posible.

—Vi las noticias y quería verte.

—Ya me viste, gracias por venir, tengo cosas que hacer.

—¿No me invitarás a pasar?, te extrañé mucho HoSeok, estaba tan preocupado por ti.

HoSeok lo dejó entrar pero ambos se quedaron parados del otro lado de la puerta.

—Estoy bien, acostumbrándome a la libertad. —Musitó con una sonrisa que no le llegó a su mirada triste.

—Puedes estar tranquilo, ese TaeHyung ya está sufriendo su merecido, se pudrirá en prisión.

—¿Qué?, ¿cómo sabes su nombre?, ¿en prisión?, ¿qué tanto sabes Jimin? —HoSeok estaba con ambas manos en los hombros de Jimin y lo sacudía levemente en busca de respuestas, estaba aterrado desde que de los labios de su amigo había salido el nombre de su secuestrador, pero más ante la imagen mental que se le vino de TaeHyung estando en prisión.

—Todo el mundo lo sabe, está en todas las noticias, ¿a caso no has encendido la televisión? y ¿por qué reaccionas asi? ese bastardo merece estar tras las rejas.

—¿Por lo que me hizo? ,no se acerca si quiera a lo que tú me hiciste. —HoSeok estaba como loco, se movía nerviosamente de un lado a otro y pensaba qué hacer. Entonces, abrió la puerta y le dijo a Jimin que se fuera, este lo miró confundido pero accedió, allí HoSeok tomó su teléfono de línea y marcó el número de su mánager.

—¡Ya mismo arréglame una conferencia de prensa!, corre la voz, ¡Quiero que allí estén los periodistas de todos los canales posibles!, ¡Ya!

—¿Estás bien?, de acuerdo lo haré, como si no viniesen en bandada todos los medios en cuanto anuncien tu conferencia de prensa, pero ya, relájate.

HoSeok estaba dispuesto a hablar de lo sucedido, pero no la verdad, en su mente estaba maquinando una historia falsa, solo mintiendo vilmente libraría a TaeHyung, no podía concebir de que este permaneciera un minuto más en prisión y si tenía que hundirse por ello, lo haría sin pensarlo, su carrera era importante, pero no más importante que TaeHyung, nada era mas importante que él.

HoSeok se tomó una ducha, se vistió lo mejor posible y hasta se maquilló, aunque sabía que antes de presentarse ante las cámaras, sus maquillistas harían un mejor trabajo.
Bajó rápidamente el ascensor y se dirigió hasta la entrada, no pensó que allí fuera habría tanta gente esperando, había muchísimos periodistas e incluso fans que se pusieron a llorar en cuanto lo vieron. Tuvo que recurrir prácticamente toda la seguridad del edificio para lograr que se subiera al automóvil que esperaba por él.
En cuanto llegaron, entraron por una puerta trasera y tal como lo pensó, en seguida lo llevaron con prisa hasta una sala contigua a donde se presentaría, allí comenzaron a maquillarlo, peinarlo y hasta le pusieron accesorios, debía volver a verse como lo que era, un idol.
Cuando estuvo listo, caminó a pasos lentos hacia la prensa hambrienta de información y en cuanto puso el primer pie en la sala, lo cegaron cientos de flashes de cámaras. Cualquier cosa que él diría, sería la noticia del siglo, todos se peleaban por tener el mejor ángulo, la mejor foto, incluso el detalle más leve sería una primicia.
Se acercó a la gran mesa de color blanco con tres micrófonos a la altura de su boca y saludó.
Primero salió una voz débil, pero luego aclaró su garganta y habló con mas seguridad. Cuánto hacía que no veía a tanta gente ni hablaba en público, sus manos estaban sudando y tenía los nervios a flor de piel. Muchos periodistas comenzaron a hacerle cientos de preguntas y hablaban al mismo tiempo, era un caos, nadie podía relajarse y simplemente esperar, había tantas cosas que necesitaban saber, pero HoSeok no estaba dispuesto a responder nada, él solo quería contar su versión de los hechos lo más prontamente posible.

—Les agradecería mucho que sean comprensivos y me dejen hablar, debo contarles como fue todo en realidad, porque hubo un gran malentendido. —En cuanto dijo ello, se hizo un gran bullicio, nadie entendía a que se refería pero en seguida callaron, querían saber lo que el castaño estaba a punto de decir.

—No me secuestraron, no hubo secuestrador, Kim TaeHyung era un gran amigo quien simplemente me ayudó cuando estaba pasando por un mal momento de mi vida, problemas personales, ya saben, tenía que alejarme de todo.

—¿Cómo explica aquél video de la cámara de seguridad? —Preguntaron varios periodistas a coro.

—Fue todo un engaño, una mentira, nadie iba a entender si me ausentaba por tanto tiempo sin motivo, mucho menos mi mánager ni mis publicistas. Yo tenía un contrato que respetar, no podía desaparecer sin más, así que le dije a mi amigo que...finja un secuestro. Kim TaeHyung, es inocente, de hecho la idea fue mía, no podía pensar con claridad, había pasado por algo muy feo, traten de comprender.

En ese instante el bullicio se convirtió en enojo, incluso algunos insultos, nadie podía creerlo, todos habían sido engañados, cuánta gente lo había llorado, a cuántos había preocupado. Los padres de HoSeok, quienes estaban viéndolo en la televisión en vivo, no daban crédito a lo que escuchaban, ¿cómo que había sido todo un engaño?, ¿y la llamada?, ¿ello había sido planeado también?, ese no podía ser su hijo, el jamás se hubiera burlado de todo el mundo de esa manera, no podía ser.
Allí en aquella sala, la gran mayoría estaban enojados y no paraban de hacer preguntas sarcásticas, pero la otra minoría estaban en silencio analizando la situación, ya que no se lo habían creído. El mánager de HoSeok estaba enojadísimo, no paraba de susurrarle desde un rincón, le decía que se retractase, jamás había pensado que el castaño lanzase algo como eso.

—¿Qué te llevo a hacer algo tan grave? sabes que fingir un secuestro es un delito y podrías ir a prisión por algo asi. —Dijo una reportera.

—Sufrí un engaño amoroso. —HoSeok comenzó a sentir lágrimas salir de sus ojos, muchos pensaban que era debido al gran dolor que sentía por haber sido engañado, otros creían que estaba actuando, pero la realidad era que lloraba porque se sentía completamente expuesto y necesitaba refugiarse en los brazos de TaeHyung.
HoSeok hizo una leve reverencia y se dirigió a la salida, pero en ese momento el mánager se fue hasta uno de los micrófonos.

—Me disculpo formalmente ante todos. —Dijo. Echando fuego del enojo, aprisionó a HoSeok contra el pasillo y lo sujetó fuertemente del brazo, comenzó a gritarle haciéndolo recapacitar, para que regresara y cambiase la versión de los hechos.

—No lo haré, y ya ¡Suéltame!, ¡No te permitiré que me vuelvas a lastimar!, ¡siempre sufrí maltrato verbal y físico de tu parte, pero ya no más! —Los periodistas lo habían escuchado todo y en seguida se abalanzaron al mánager a hacerle preguntas respecto a lo que HoSeok le había dicho.

—¿A qué se refería con maltrato verbal y físico?, ¿usted golpeaba a J-Hope?, ¿Qué tiene para decir respecto a ello? —En menos de un segundo, habían dejado de lado el tema del falso secuestro y estaban completamente concentrados en saber todos los detalles respecto al maltrato que sufría HoSeok por parte de aquél hombre.

HoSeok ya estaba prácticamente en la salida, estaba orgulloso por haber podido enfrentar a aquél hombre, de hecho su mánager había sido quien lo había servido en bandeja ante gente importante en busca de gratificaciones sexuales a cambio de sus influencias en la industria.
Recordaba cuando TaeHyung había descubierto aquellos moretones en su cuerpo desnudo, el como se los había acariciado con la yema de sus dedos y los había besado uno por uno, ahora aquellos moretones le traían un hermoso recuerdo, porque TaeHyung había convertido todo lo malo, en recuerdos hermosos que lo llenaban de felicidad.

Ahora HoSeok era más valiente, ya nadie se aprovecharía de él, ya no sería el niño bueno.

Dejen de ser tan lind@s, basta, ¡muchas gracias!, Os AMO ❤

Lali🍓

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