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24

TaeHyung se refregó sus ojos cansados en cuanto vio los primeros rayos del sol entrando por su ventana. No había dormido en toda la noche.
Se levantó con mucha dificultad del suelo y dio un sonoro bostezo mientras se masajeaba una de sus piernas acalambradas, luego caminó lentamente por el pasillo hasta el baño, necesitaba tomar una ducha para que el agua desentumeciera sus músculos agarrotados.
Sentía el agua caliente recorrer su piel e intentaba relajarse, pero cada vez que lo conseguía, pensaba en HoSeok y se volvía a tensar.
Luego de vestirse, se dirigió a la cocina, bebió jugo de naranja y regresó por el pasillo el cual recorrió con el fin de ir a encerrarse de nuevo en su habitación. Pero cuando iba caminando, echó un vistazo hacia el sillón en donde sabía que había estado HoSeok horas antes, y al ver que no se encontraba allí, sintió un escalo frío. Ya había abrigado la idea de que tal vez el castaño se había marchado, así que subió las escaleras corriendo y abrió la puerta muy despacio. Al hacerlo, vio a HoSeok sentado en el suelo con la espalda contra la cama, estaba dormido con Yeontan entre sus brazos y lo acurrucaba entre sus manos esposadas.
Se acercó a observarlo de más cerca y se puso de cuclillas a un corto espacio de donde HoSeok estaba. Tan solo haber acortado la distancia le provocó taquicardia. Tragó con dificultad y cerró fuertemente sus puños, ¿por qué HoSeok tenía que verse tan apuesto y adorable?, la forma en que tenía a Yeontan aferrado contra su pecho, su respiración pausada y sus labios levemente abiertos, aquellos labios que le hacían perder la cordura, creía que podría volverse loco de tan solo observarlos.
Sentir aquél mar de emociones hacia quien le había roto el corazón no era nada agradable.
Se levantó lentamente mientras aún lo observaba y una de las maderas del suelo crujió. Aquello hizo que Yeontan abriera sus pequeños ojitos y se zafara de los brazos de HoSeok, dando un pequeño saltito hacia él. Ese movimiento hizo que el castaño despertara y cuando su mirada se cruzó con la del rubio, se incorporó del suelo y lo sujetó del borde de su abrigo con sus manos esposadas.
TaeHyung tomó la llave que colgaba de su cuello y la colocó en la cerradura de las esposas, una vez abiertas las arrojó junto con la llave al suelo e intentó alejarse una vez más, dio un paso hacia atrás aún sosteniéndole la mirada al castaño, una mirada que reflejaba dolor, súplica y confusión.

—TaeHyung... 

—No, por favor ya no sigas. —Imploró. Sabía el efecto que tenían las palabras de HoSeok sobre él, justamente por ello tenía el corazón herido, por haberse dejado llevar por aquellas palabras que el castaño en un momento le había dicho, palabras que habían sido dichas sin sentimiento alguno.

TaeHyung no pudo contener una pequeña lágrima que estaba reteniendo desde que el contrario le había dirigido la palabra. Estaba tan confundido, las palabras de HoSeok dichas la noche anterior no habían sido pasadas por alto, habían hecho mella en él.

《¿Qué se supone que debía haber hecho?, ¡me secuestraste!, me alejaste de mi familia, me despojaste de mi vida, me amordazaste, amarraste y esposaste a los barrotes de una cama durante meses, ¿debía aceptarlo y quedarme cruzado de brazos?》

No podía evitar el hecho de que HoSeok tenía razón, de hecho era la primera vez que lo aceptaba. YoonGi se lo había dicho ciento de veces pero él no lo veía de ese modo o más bien, no lo quería ver. Pero bastó que el castaño se lo dijese tan solo una vez, bastó verlo a los ojos y ver su dolor para darse cuenta de la realidad. HoSeok había dicho que había sido despojado de su vida. Él nunca lo había visto de ese modo, él nunca pensó que le podría estar haciendo un daño tan grave e irreparable, había estado convencido en que por más que HoSeok sufriese al principio, luego terminaría siendo feliz a su lado y jamás le recriminaría nada, que luego hasta le agradecería por el acto en cuestión, ya que era el destino, eran tal para cual, que habían sido creados para estar juntos y él solo ayudaba a dicho destino, tan solo propiciaba un pequeño atajo. Pero, si así era ¿Por qué al pensar en ello se sentía el idiota más grande?, sus palabras ahora sonaban tan estúpidas y sin sentido ¿qué había pasado por su cabeza?, había estado tan cegado ante su objetivo, que no había pensado en lo que HoSeok sentía. Quizá sí merecía que el castaño lo hubiese engañado para escapar. Aun así ello no quitaba que se sintiese tan dolido, por un instante había fantaseado con un futuro feliz a su lado, después de todo habían tenido relaciones, el pensar en aquello fue como echarle sal a sus heridas abiertas ¡Cuánto le dolía saber que aquello tan hermoso había sido un cruel engaño! dolía y mucho, pero se lo merecía y aun habiéndose dado cuenta de la gravedad de sus actos por primera vez, no estaba dispuesto a dejarlo ir. Quería retenerlo a su lado, quizá porque había llegado demasiado lejos, ya no había vuelta atrás, quizá debía haberse dado cuenta antes, ahora estaba tan enamorado que temblaba de solo pensar en estar sin él.
Estaba siendo tan egoísta, él bien lo sabía, de hecho por primera vez se estaba dando cuenta de la horrible persona en la que se había convertido y aun así no estaba listo para reparar el mal que había hecho, no aún, necesitaba a HoSeok y mucho.

—Merecía todo ello, merecía que hayas jugado con mis sentimientos, que me hayas engañado para poder huir de mi, soy un monstruo. —Respondió a media voz con lágrimas en los ojos. Pero no le estaba hablando a HoSeok, más bien estaba diciéndoselo a él mismo, estaba condenándose, pensando en voz alta.

—No, no lo eres. Puedo comprenderte, se por qué lo hiciste, lo entiendo, y debes saber que así como aquél retorcido plan comenzó, concluyó, de hecho concluyó vario tiempo atrás. Pero me negaba a aceptarlo, luchaba contra esos sentimientos encontrados, TaeHyung, mírame, estoy aquí contigo, ¡no me he ido!, de haber sido todo una farsa, no tendría sentido que no me hubiese marchado con YoonGi, pero no lo hice, estoy aquí.

El rubio tan solo lo miraba a los ojos sin saber que creer, había admitido que se merecía todo ello y HoSeok no hacía más que intentar convencerlo de que tenía sentimientos encontrados. Esa escena ya la había vivido antes, solo que esta vez era diferente, esta vez HoSeok en verdad pudo haberse ido, pero no lo hizo, si no lo hizo fue porque ¿le estaba diciendo la verdad?, ¿HoSeok sentía algo por él?

—Cuando te hice el amor, no fue parte de ningún plan, fue lo más espontaneo que hice en toda mi vida. —El castaño lo sujetó nuevamente el rostro y le secó las lágrimas con su pulgar. TaeHyung seguía observándolo con la mirada triste y la respiración agitada, luchaba para que aquellas palabras no hiciesen mella en su corazón, luchaba para que no tengan tanto efecto, no quería amarlo más, no quería enamorarse más, aquello solo lo haría todo mas difícil, pero la realidad era que aquello que le había dicho, lo había cautivado por completo.

—Te quiero. —Dijo HoSeok elevando la voz y envolviéndolo con su mirada. TaeHyung no pudo seguir luchando contra ello, aquellas palabras le habían quitado el aliento, apenas podía sostenerse en pie. Había sido su primer "Te quiero" y ello lo había descolocado por completo.

—Te-tengo miedo, HoSeok yo...

—Mírame. —Dijo el castaño interrumpiéndolo—. ¡Estoy temblando ante ti!, es la verdad, ¡Te quiero Kim TaeHyung! —De un solo movimiento HoSeok acercó sus labios a los del contrario, apenas los rozaba, saboreaba aquél gusto salado producto de las lágrimas, memorizando cada sensación, los labios de TaeHyung eran tan suaves, su respiración chocaba contra su rostro, ¡cuánto le gustaba!, se quedó así, sintiéndolo muy cerca por varios segundos, enterrando la yema de sus dedos en aquella rubia cabellera.

—Te quiero. —Le volvió a susurrar, y en cuanto TaeHyung abrió la boca para responderle, atrapó sus labios con cierta desesperación y fiereza que provocó que el rubio despidiera un leve gemido. A pasos torpes, lo empujó hacia la cama sin soltar sus labios. Ambos sabían lo que iba a suceder, porque ya había sucedido, pero esta vez todo era diferente, ambos habían enfrentado a sus demonios, habían reconocido sus males y se habían confesado de una manera como nunca lo habían hecho, estaban completamente expuestos y vulnerables, no había ningún tipo de duda, ni desconfianza, se sentían plenos, queridos y seguros, esta vez ambos estaban completamente entregados.
Su beso era tan intenso que respiraban con dificultad, sus labios estaban rojos por la intensidad de aquél beso apasionado. HoSeok atrapó el labio inferior de TaeHyung y lo mordió levemente haciéndole liberar otro leve gemido, luego volvió a besarlo con insistencia y mientras lo hacía cambió de posiciones dejando al rubio a horcajadas sobre él. Este dejó de besarlo y le dedicó una sonrisa traviesa.
HoSeok tragó con dificultad, era la primera vez que lo veía a TaeHyung tan seguro de sí mismo. Con movimientos torpes se despojó de toda su ropa y el rubio comenzó a hacer lo mismo, solo que se desnudaba muy lentamente mientras miraba al castaño fijo a los ojos. Cuando se desprendió la camisa con el fin de quitársela, HoSeok lo tomó de la mano y se lo impidió.

—Déjatela puesta. —Le dijo con la voz ronca por la excitación. TaeHyung cerró los ojos y mordió su labio inferior haciendo la cabeza hacia atrás en cuanto sintió la erección de HoSeok haciendo presión contra la suya.
Gimió bajito y comenzó a frotarse contra él muy lentamente haciendo que el castaño gimiera también. HoSeok le acariciaba los muslos haciéndole sentir un cosquilleo que le recorría el cuerpo por completo, mientras se miraban admirados.
El castaño llevó su mano al miembro erecto de TaeHyung y lo comenzó a bombear lentamente mientras observaba cada reacción, el rubio gemía mientras sentía aquella exquisita sensación. HoSeok rozó su glande frente a él con la punta de sus dedos y una vez cubiertos con líquido preseminal, los dirigió lentamente por detrás de TaeHyung, tanteando hasta llegar a aquella pequeña entrada que necesitaba una atención inmediata.
Allí, introdujo sus dígitos, poco a poco, primero uno, luego otro y los movía con delicadeza sintiendo la suavidad del interior del rubio. En la habitación hacían eco los gemidos de placer de TaeHyung, se movía hacia atrás y adelante envistiendo aquellos largos y finos dedos de HoSeok.
Cuando estuvo completamente listo para la intromisión, el castaño se acostó y posicionó ambas manos sobre la cintura del contrario, quien sumergido por el placer que había experimentado, se encontraba prácticamente babeando y con las pupilas dilatadas. Entonces, se levantó unos centímetros y alineó el pene de HoSeok hacia su entrada. Primero, la lubricó aun más con el glande húmedo que tenía entre sus manos y luego, comenzó a sentarse muy lento sobre él, pudiendo sentir cada vez más aquél pene abriendo paso y explorando por completo todo su interior.
HoSeok movió bruscamente su cadera hacia arriba y rozó con su miembro aquél punto sensible que hizo a TaeHyung enloquecer. Este cerró sus ojos a la vez que despedía un sonoro gemido que le había sido imposible acallar.
El rubio, comenzó a moverse y a profundizar el contacto, guió el glorioso pene del castaño de nuevo hacia aquél lugar el cual al ser estimulado le hacía ver las estrellas. HoSeok estaba siendo montado con tanta desesperación que tenía que concentrarse muchisimo para no correrse.

—Estás tan apretado. —Balbuceó.

—S-se siente... increíble. —Respondió el rubio prácticamente chillando.

HoSeok lo sujetó de un extremo de la camisa y lo jaló hacia adelante para besarlo, TaeHyung seguía dirigiendo con sus movimientos pero esta vez más lento. El castaño ahora había levantado su cuello y estaba lamiéndole y chupándole los pezones que ante el leve contacto se pusieron erectos. TaeHyung era tan hermoso, no parecía real, HoSeok con la mirada ardiendo de deseo, cambió nuevamente de posición, dejando al rubio debajo, con la espalda contra la cama. Sentía la necesidad de observarlo todo el tiempo.
Abrió sus piernas de un limpio movimiento y se enterró en él bruscamente.
TaeHyung gimió alto al sentir la intromisión y se aferró de las sábanas, estaba siendo embestido con notoria fiereza, ambos estaban completamente poseídos por el placer, mientras el rubio llorisqueaba, sentía como el contrario lo sujetaba fuertemente de las manos, entrelazando sus dedos con los suyos, ¿Cómo podía ser tan salvaje y tierno al mismo tiempo? Su corazón latía ferozmente.

—Te amo. —Musitó TaeHyung entre gemidos. HoSeok se detuvo por un segundo, lo miró y volvió a atrapar los labios del contrario con los suyos y comenzó a embestirlo de nuevo, acallando todos sus gemidos.

Ambos continuaron de esa manera, con los dedos entrelazados, besándose y sintiendo sus cuerpos estremecerse.

—Ya-ya no aguanto más. —Dijo TaeHyung agitado, mientras se movía con desesperación de un lado a otro.

—Córrete bebé, hazlo para mí. —Jadeó HoSeok aumentando las embestidas. Dio estocadas más profundas hasta ver como salía un abundante líquido blanquecino del pene de TaeHyung, ensuciando su abdomen, las sábanas y hasta la cabecera de la cama. Aquella escena fue demasiado para él y no tardó en correrse también, desbordando el interior del rubio. Aquél dilatado orificio se contrajo en cuanto HoSeok salió de su interior, dejándose caer completamente rendido sobre él. Ambos, completamente agitados, intentaron recobrar el aire mientras se besaban dulcemente y se acariciaban.

—También siento que te amo. —Susurró HoSeok.

Si un te quiero lo había dejado a TaeHyung fascinado, aquél "te amo" lo tenía hiperventilando. Experimentó felicidad en el sentido más pleno que una persona podría experimentar.
Ambos estaban exhaustos, así que no tardaron en quedarse dormidos. Solo que en la madrugada ya se encontraban haciéndolo de nuevo. HoSeok admiraba a TaeHyung mientras le hacía el amor como si fuese la primera vez. Se consideraba un adicto a las reacciones del rubio, mientras que TaeHyung, lo observaba fascinado. ¿Podía existir algo más perfecto y hermoso que HoSeok?, aunque ello no debía sorprenderle, después de todo, se trataba de un Idol.

Segundos antes de correrse por segunda vez, HoSeok observó el rostro de TaeHyung. Observó cada gesto, cada movimiento, cada matiz en aquél hermoso rostro y dejó caer una lágrima.
Al cabo de unos pocos minutos, el rubio se encontraba completamente exhausto, y apenas su cabeza cayó sobre la almohada, cerró sus ojos cansados y no tardó en quedarse profundamente dormido.
El castaño lo observaba y acariciaba su rostro con devoción, admiraba aquellas bellas facciones y en cómo este dormía tan tranquilo.

《Necesitas mucho amor》. Pensó mientras el rubio dormía.

—Sé que has sentido muchas veces que nadie te quería. Sé que te sentiste abandonado y aprendiste a amar a tu manera; de una forma tan loca, retorcida y a la vez intensa, tan pura, como pocas personas podrían hacerlo. Ello te hace único.
Pero, debemos afrontar la realidad, mi querido TaeHyung. Nosotros no podemos estar juntos, lo que acabamos de hacer ha sido sincero, hoy te he demostrado lo que siento por ti, quería dejártelo claro y espero que así sea, pero la única manera de que esto funcione es que yo este aquí, encerrado por siempre. Ojalá pudieras entenderlo algún día, no es así como deberían ser las cosas.
《Mereces mucho más, no un amor atascado dentro de cuatro paredes, tienes que vivir tu vida a pleno. Y ello... no lo puedes obtener conmigo. Ya le he dado mil vueltas al asunto, no hay manera, ¿sabes? el mundo de allá afuera es cruel, no entenderían jamás lo nuestro, quizá lo hemos olvidado un poquito los dos, pero soy una figura publica, soy un Idol, debo contentar a ciento de fans que me harían la cruz de tan solo decirles que tengo un novio. No puedo ir a la prensa y simplemente decir que me enamoré de quien me secuestró. No puedo hacerle frente al mundo y decirles que amo a un chico, mucho menos en este país que te juzga si no eres como ellos.

HoSeok acarició el cabello rubio del contrario y dejó caer una lágrima al verlo allí, durmiendo tan profundamente, viendose tan perfecto, como un ángel.
Suspiró y continuó susurrando.

—Mi amor, lo nuestro es imposible, y sí, funcionó mientras estuvimos aquí, aislados de todo. Pero ya no se puede seguir así, no podemos estar de esta forma por siempre, lo lamento tanto. Solo espero que encuentres a quien pueda hacerte feliz, aunque el tan solo imaginarte con otro que no sea yo hace que muera de celos y de tristeza, pero hay que ser realistas, yo no puedo hacerlo y ojalá algún día lo entiendas. —HoSeok cayó sus leves susurros propiciándole un beso corto en los labios de TaeHyung mientras este se acurrucó más a su lado.

—Siempre te estaré agradecido. Me hiciste ver las cosas desde otra perspectiva, no iba a poder salir de la depresión en la que me encontraba, había perdido el rumbo de mi vida. Sin embargo, tú lograste sacarme de aquél pozo depresivo, de una forma rara, loca, pero lo lograste. Te amo Kim TaeHyung. —HoSeok selló sus palabras con un último beso y con movimientos lentos, se incorporó de la cama, cubrió el cuerpo desnudo del rubio con las mantas y se vistió sin quitarle los ojos de encima. Sentía un nudo en el pecho y tan solo quería llorar desconsoladamente. Sabía que ese día llegaría, pero nunca pensó que dolería tanto.
A pasos lentos se dirigió a la puerta y antes de abandonar aquél ático que tantas lágrimas había presenciado, observó a TaeHyung por última vez.

—Adiós mi querido Tae, nunca te olvidaré. —Las lágrimas comenzaron a salir y ya no pudo retenerlas. Bajó las escaleras con prisa mientras observaba todo a su alrededor, cada detalle de aquella casa que quería guardar en su memoria por siempre. Vio a Yeontan acostado en el sillón y le dio una leve palmadita.

—Oye amiguito, ahora TaeHyung necesitará mucho amor y contención, cuídalo mucho ¿de acuerdo?. —HoSeok lloraba con angustia y para él era tan irónica la situación, ¡Cuántas veces había deseado salir de allí y escapar de aquél infierno! Pero ahora sentía que iba a extrañarlo todo, porque aquella humilde casa ya no era su infierno, sino el más hermoso paraíso.
A medida que se dirigía a la puerta de salida, sentía como si en lugar de dirigirse a la libertad, se estuviese dirigiendo nuevamente al encierro, porque sabía que ya no podría volver a ser él mismo, ahora debía afrontar la realidad.
Salió corriendo sin mirar atrás, afuera estaba todo oscuro, la madrugada era fría y las calles estaban solitarias.
Dio varios pasos hacia adelante y no pudo evitarlo, echó un último vistazo a la casa la cual había sido suya por tantos meses y se alejó llorando. Estaba delgado, pálido y tenía marcas en sus tobillos y en sus muñecas, ya no sería el mismo nunca más, pero ya lo había pensado bien, no era sano aquél amor, no podía desaparecer por siempre y mientras se giraba para seguir su camino, cerró sus puños con fuerza y se determinó a ya jamás regresar.

《Hola J-hope, adiós por siempre, HoSeok》


¿Cómo recibirán todos al Idol desaparecido?, ¿HoSeok acusará a TaeHyung? ¿Qué les dirá a todos respecto a lo sucedido? Y ¿Cómo reaccionará TaeHyung al encontrarse solo en aquella casa?

Gracias por leer, votar y comentar.
Os amo ❤


Lali🍓

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