22
Un dolor punzante en la cabeza despertó a Jimin. Este se encontraba acostado en su cama y todo le daba vueltas. ¿Por qué no podía recordar nada aunque lo intentase?
Cerró por un instante los ojos. Afuera de la habitación se escuchaba los tacones de la mucama caminar ligero de un lado a otro. Chequeó la hora en su móvil y eran las ocho de la noche, ¿tanto había dormido?, intentó incorporarse pero le dolía todo el cuerpo. Cubrió con las sábanas su desnudez, estaba demasiado desorientado para reparar en ciertos detalles, así que intentó dormirse de nuevo, pero su móvil comenzó a sonar con insistencia. Lo tomó de mala gana y chequeó los mensajes que le iban llegando. Al verlos, abrió sus ojos sorprendido, no daba crédito a lo que veía. De un solo movimiento se sentó en la cama y se llevó una mano hasta la altura del rostro y cubrió su boca. Veía como le iban llegando fotos en una situación comprometedora con YoonGi. Ambos estaban en la cama completamente desnudos. En algunas fotografías se estaban besando, en otras lo tenía a YoonGi a horcajadas y había otras mucho más explícitas.
"A los medios les encantará estas fotos, sería el fin de tu carrera y no tendré ningún reparo en mostrarlas si no cumples con tu parte del trato.
PD: Lindo trasero".
《¡Maldición!, pensé que estaba tratando con un completo idiota, pero me equivoqué, me tiene atado de pies y manos este maldito bastardo》.
—
El vidrio comenzó a congelarse por la terrible helada. El frío se iba incrementando y Taeahyung había tenido que apagar completamente la calefacción, no se les podía agotar la batería, de otra forma no podrían salir sin ayuda de un tercero, que era lo que quería evitar.
HoSeok estaba temblando de frío, las mantas no eran suficientes a pesar de que el rubio le había entregado su abrigo.
Tae quitó las mantas de su espalda y las echó sobre el cuerpo helado del castaño, este al principio las rechazó pero ante la insistencia del contrario terminó cediendo. Este ya no podía ver a HoSeok así, su semblante lucía terrible y era tanta su preocupación, que casi no pensaba en sus brazos congelándose.
Destrabó el automóvil, sacó la llave y le dijo al castaño que aguardase un momento. No se detuvo a la espera de una respuesta, salió y cerró la puerta tras de sí.
Casi no podía ver nada, todo estaba muy oscuro, ahora al frío lo sentía como cientos de cuchillos clavándosele en su cuerpo y era de esperarse, apenas llevaba una camisa liviana manga larga.
Buscaba a su alrededor una rama lo suficientemente grande para poder hacer palanca contra las ruedas atascadas en el lodo. Iba tanteando con los ojos bien abiertos sin poder ver nada más que sombras. Con sus pies prácticamente enterrados en el lodo y trastabillando, logró dar con una rama caída. La tanteó y al ver que era de un buen tamaño, la tomó y volvió sus pasos hacia atrás procurando caminar en línea recta de regreso al automóvil.
Sus piernas le dolían y se sentía muy débil, no dejaba de toser y sus manos le temblaban, aún así reunía fuerzas al pensar en que HoSeok sentía frío y que podía enfermarse. No le importaba en lo más mínimo si él mismo enfermaba.
Al llegar, caminó hasta el frente del auto y partió con la ayuda de su pie la rama en dos, luego intentó quitar restos del lodo y puso las ramas en ambas ruedas delanteras, pero sabía que debía empujar hacia atrás y que HoSeok debía hacer reversa, sino nunca saldrían de allí.
Destrabó el automóvil y entre abrió la puerta, entonces le pidió prácticamente en débiles susurros a HoSeok que tomara las llaves e intente hacer reversa. Este levantó sus manos indicándole que estaba amarrado y era imposible conducir a menos que este lo liberase, así que metió medio cuerpo dentro y tomó la pequeña llavecita que siempre tenía colgando en el cuello y lo desató para luego entregarle las llaves. Luego salió a posicionarse en el lugar correcto para empujar.
HoSeok comenzó a hacer reversa pero aún así no retrocedía, solo provocaba que el lodo se disperse y volara por todo al rededor, incluso en el cuerpo de TaeaHyung, este intentaba empujar, pero estaba tan débil que debía hacer mucho esfuerzo. Sentía como si sus manos se le congelaran sobre la chapa fría del automóvil.
El rubio sintió que estaba a punto de desmayarse, así que se detuvo por unos segundos, levantó la mirada hasta donde HoSeok se encontraba y vio como este tosía y temblaba, aquello le dio fuerzas para seguir empujando y esta vez lo intentó dando todo de sí. Cerró sus ojos y empujó hasta que el automóvil finalmente se movió, HoSeok siguió haciendo marcha atrás hasta lograr salir de los pequeños posos de lodo y justo en ese instante, TaeHyung lo miró complacido y cayó rendido al suelo. Lo último que vio antes de perder la conciencia fue al castaño moviéndolo y llamándolo con desesperación.
—
El ambiente ahora era cálido y reconfortante, TaeHyung poco a poco fue entrando en sí mientras sentía la pequeña lengüita áspera de Yeontan lamiéndole su mano. Abrió los ojos muy lentamente y se encontró acostado en su cama. Frunció el seño pensativo y vio a HoSeok llegando con una bandeja que traía un plato de sopa caliente y medicina.
—Me alegra que ya hayas despertado, me tenías tan preocupado. —Musitó el castaño mientras posicionaba la bandeja sobre la cama.
—¿Condujiste hasta aquí?, ¿cómo supiste el camino de regreso a casa? —Preguntó el rubio curioso.
—No soy idiota, cuando me sacaste presté atención, fue fácil regresar, lo que fue difícil fue cargarte hasta aquí, estás muy pesado.
—Muchas gracias, en verdad.
HoSeok llevó su mano hasta la frente del rubio y se cercioró de que no tuviese temperatura. Luego, TaeHyung bebió la sopa, se tomó la medicina y se acostó exhausto en la cama. Aún así no se durmió. Sentía como el castaño lavaba los platos en la cocina y luego barría, mientras Yeontan correteaba feliz al rededor. Luego vio como apagó todas las luces y se dirigió de regreso a la habitación.
—¿Necesitas algo más? —Musitó asomando su cabeza por la puerta.
—Si, a ti. —Dijo el rubio estirando sus brazos. El contrario lo captó en seguida y se quitó los jeans, el abrigo y se acostó junto a TaeHyung. Este se aferró fuertemente a su cuerpo y tragó pesadamente. El castaño apagó el velador y en la oscuridad buscó los labios del rubio, los besó dulcemente durante varios minutos y finalmente, se quedaron dormidos sintiendo el suave aliento del otro golpeteando sobre sus pieles.
—
Por la mañana, TaeHyung fue el primero en despertar. Como era por costumbre, se dirigió hasta la cocina y preparó el desayuno. Luego tomó varios artículos de limpieza y se dirigió al ático. Allí comenzó a sacar todas las telarañas, luego barrió cada rincón desasiéndose de todo el polvo, trapeó, limpió los muebles y cambió las sábanas, luego fue en busca de libros e hizo un viaje más en busca de un pequeño televisor que tenía en el living, sacó las cortinas para lavar y abrió la pequeña ventana para que el sol entrase, agotado bajó las escaleras y se tomó una ducha, había tardado aproximadamente una hora y media y el castaño aún no había despertado. TaeHyung desconocía que HoSeok se había quedado prácticamente toda la noche pensando en medio de la oscuridad.
Más tarde, el de cabello castaño se despertó, desayunó y se fue a tomar un baño. Luego de haberse cambiado, TaeHyung se acercó, lo esposó y lo llevó hasta el ático nuevamente. HoSeok no entendía nada, sentía un nudo en su pecho y quería llorar.
El rubio esta vez no utilizó cuerdas, por el contrario las tomó y las llevó consigo, y luego cerró la puerta del ático tras de sí.
—Ya no tengo que utilizarlas más. —Musitó antes de salir por la puerta y echar llave.
Bajó las escaleras con prisa, tomó cerillos de la cocina y se dirigió al garaje, allí tomó un balde y metió las cuerdas, le echó alcohol y tiró allí un cerillo encendido, en seguida las cuerdas comenzaron a arder y se consumieron rápidamente.
—
JungKook, a escondida de sus compañeros, salió de su área asignada de trabajo y se dirigió con su automóvil hacia la casa de Kim TaeHyung. Allí aparcó su auto en frente de la casa y se quedó observando todo al rededor a espera de algún movimiento. Estuvo por varios minutos pero al no ver nada, tomó su móvil y se puso a chequear mensajes.
En ese momento, YoonGi pasó cerca de allí y corrió sigilosamente hasta la puerta de atrás de la casa de su amigo y golpeó varias veces con prisa. TaeHyung sintió los golpes y caminó a pasos lentos, no sabía quién podría ser y debía mostrarse cauteloso.
—TaeHyung, ábreme, maldita sea, soy yo. —Vociferó.
El rubio, al oír la voz de su amigo, abrió la puerta con prisa y la cerró tras de sí una vez que YoonGi estuvo dentro.
—La policía te está vigilando, ese comisario de nuevo, está aparcado afuera. —Dijo nervioso.
—¡Maldición!, ¿qué tengo que hacer para quitarlo de encima?, debería matarlo. —Dijo con notorio enojo.
—Espero que ello no lo hayas dicho de en serio, a veces haces cosas muy locas y extrañas, pero no eres un asesino, déjate de estupideces, suelta al muchacho de una vez, ya llegaste demasiado lejos.
—Sabes que no puedo hacerlo, no aún. No puedo YoonGi ¡No puedo!
—¿Y él?, ¿has pensado en lo que desea?, ¿crees que esto es lo mejor para él?
¿por qué no vamos y le preguntamos que es lo que él quiere?
TaeHyung, llorando, se dirigió camino arriba por las escaleras y abrió la puerta. HoSeok estaba sentado sobre la cama con la mirada triste, perdido en pensamientos.
YoonGi fue tras él y al llegar, vio al rubio arrodillado aferrándose fuertemente al castaño.
—Te necesito tanto, no te quiero perder, no puedo estar sin ti, te amo.
HoSeok intentó consolarlo llevando sus manos hacia los cabellos del rubio.
—No llores, estoy aquí contigo, aunque los dos sabemos, que no puedes mantenerme aquí encerrado por siempre. —Musitó con pesar.
—Lo se, yo lo se, sé que no, pero no puedo HoSeok, no puedo, sin ti no puedo vivir.
YoonGi aclaró su garganta y se acercó hacia ellos algo incómodo, evidentemente sobraba allí.
—TaeHyung, ¿por qué no vas a preparar el almuerzo?, HoSeok debe tener hambre.
El rubio limpió rápidamente sus lágrimas con el puño de su abrigo y se incorporó en silencio. Lentamente bajó las escaleras y se dirigió a la cocina a preparar la comida.
YoonGi se sentó en la cama junto a HoSeok mientras observaba aquellas manos sujetadas con las esposas.
—¿Cómo te encuentras?, te noto más cercano a mi amigo... —Dijo recordando la escena que acababa de presenciar.
—Lo estoy, es inevitable.
—Dime que no te has encariñado.
—N-no lo se. —Respondió HoSeok algo nervioso.
—Veo que no te has ganado su confianza...
—Creía haberlo hecho, incluso me soltó en varias oportunidades, solo que por alguna razón volvió a atarme, creo que teme muchisimo perderme y el que me encuentre esposado, le da seguridad.
—No lo entiendo, ¿entonces por qué no huiste cuando él te desató?
—No pude. Una vez estuve a punto de hacerlo, él me dejó solo en el exterior así que comencé a correr velozmente en busca de alguien que me ayudase, pero había una gran tormenta y mientras huía vi a Yeontan, no tuve corazón para no regresárselo, sabía lo que significa ese perrito para él, se lo regaló su abuela ¿sabías?, luego pensé que con ese acto, me iba a ganar su confianza por completo y que al regresar, ya no volvería a atarme, que podría escaparme ya estando aquí en la ciudad a la primera oportunidad, pero ya ves que me equivoqué. Aún así conservo la esperanza de estar muy cerca de que me suelte definitivamente. No es un mal chico, tiene un corazón muy bondadoso, solo ha sufrido mucho en su vida y encontró a alguien que puede llenar sus vacíos. A pesar de lo que me hizo, no puedo culparlo.
—¿Te enamoraste de él antes o después de aquél viaje?
—¿Qué?, por supuesto que no, no estoy enamorado, ¿por qué lo dices?
—Veo un brillo especial en tu mirada cuando hablas de él.
—Solo estoy siguiendo el plan, ganarme su confianza para huir.
En ese momento escucharon una bandeja caerse al suelo y al levantar la vista, vieron a TaeHyung con los ojos llenos de lágrimas parado en la puerta.
—Mierda. —Dijo YoonGi mientras veía correr a su amigo escaleras abajo completamente devastado.
—
¡Si que pasaron muchas cosas en este capítulo!
Gracias por leer y comentar, hasta la próxima semana, os Amo ♡
Lali🍓
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