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17

Un dolor punzante en la cabeza despertó a TaeHyung. Este abrió los ojos y aunque ya estaba despierto, se encontraba bastante confundido. Sintió el estómago revuelto y el simple claro de luz que entraba por las cortinas entreabiertas, le produjo jaqueca. No sabía con certeza que le sucedía y es que había sido su primera borrachera, nunca antes había experimentado una resaca.
Luego de un sonoro bostezo, giró su cabeza y se encontró a escasos centímetros de HoSeok, ¿En qué momento se habían acostado?, sonrió mientras observaba el rostro sereno del castaño dormir tan calmadamente, su respiración era tranquila y se veía tan hermoso a pesar de que sus cabellos estaban hechos un lío. TaeHyung levantó una mano y la llevó lentamente hasta el rostro del contrario, pero este en cuanto sintió el contacto abrió los ojos y de un rápido movimiento se sentó, sus ojos estaban hinchados y la resaca era terrible, pero él ya estaba acostumbrado a ese tipo de malestar. Sin embargo, mientras el castaño se refregaba los ojos, TaeHyung estaba espantado, mirándolo, luego mirándose y luego volviéndolo a mirar.

—¿Po-porqué estamos desnudos? —Preguntó con la voz temblorosa y es que acababa de notarlo.

En cuanto HoSeok escuchó aquellas palabras, detuvo sus movimientos en seco y lo miró aún más espantado, echó un vistazo por debajo de las cobijas y si, sin duda TaeHyung estaba en lo cierto, ambos estaban completamente desnudos.

—No me digas que tú...y yo... —Continuó TaeHyung a punto de llorar. El motivo de su aflicción, era que si había hecho algo indebido con HoSeok por motivo de su borrachera, no se acordaba de nada y eso era algo que no podía concebir, aquello tan especial él tenía que recordarlo, quería atesorar cada detalle en su mente.
Por otro lado, el castaño estaba intentando recordar lo sucedido pero solo imágenes sueltas aparecían en su mente. Lo último que recordó fue a TaeHyung llorando, justamente lo que hubiese deseado olvidar.
El de cabellera rubia prácticamente gimoteando se sentó en la cama y comenzó a moverse levemente de un lado a otro, aún manteniendo su cuerpo bien cubierto con las mantas.

—No me duele nada, ¿ello debería significar algo? —Preguntó mirándolo con una expresión un tanto inocente, algo ilógico debido a la pregunta que acababa de formular, al parecer estaba muy bien informado. HoSeok abrió los ojos asustado y se quedó como estatua, temía sentir el más leve de los dolores y es que si le dolía a él, ello solo significaba una cosa y estaba aterrado con solo pensarlo, no, aquello no podía ser verdad, ¿había tenido relaciones con TaeHyung?, echó un vistazo de nuevo a su cuerpo desnudo por debajo de las mantas y notó que tenía una erección, no era nada fuera de otro mundo, sabía que ello sucedía siempre por las mañanas y muy probablemente TaeHyung estaría en las mismas condiciones, pero si había hecho algo indebido, su miembro no debería lucir tan deseoso, ¿o si?, por un momento se imaginó haciéndolo con el rubio y se acostó de un rápido movimiento, él no había querido imaginarse algo así, aunque no era la primera vez que lo hacía. Temía por como ello lo hacía sentir.
Al menos aquellos pensamientos trajeron algo bueno, con el pudor que sintió al imaginarse aquellas escenas tan eróticas, se había acostado y no le había dolido nada en ningún momento, miró a su alrededor, sobre todo dando cuidado atención a las sabanas y no había evidencia de que algo hubiese pasado, el sexo no es del todo un acto pulcro, menos sexo entre dos borrachos, asi que ambos suspiraron aliviados. Todo había sido un pequeño susto, nada había sucedido, no, era imposible.
TaeHyung aclaró su garganta y se volteó a mirar a HoSeok, este estaba acostado boca arriba con una de sus manos tras su cabeza. La manta a penas lo cubría de la cintura para abajo. El de cabellera rubia se quedó admirándolo, la piel del castaño se veía tan blanca y suave. Observó su pecho y bajó lentamente la mirada hasta su ombligo, HoSeok, estaba viendo como TaeHyung se lo estaba comiendo con la mirada y algo comenzó a crecer aún más entre las abrigadas mantas. El castaño enseguida se puso de costado y miró con una expresión seria a TaeHyung, como si le estuviese diciendo que no debería mirarlo asi, que intentase controlarse.

—Quizá deba preparar el desayuno. —Musitó el rubio con las mejillas ardiendo. Hacía bastante tiempo que no se mostraba tan cohibido frente a HoSeok. Estaba repentinamente tan avergonzado que se despojó rápidamente de las mantas que lo cubrían y se incorporó, aún descalzo bordeó la cama y caminó hasta donde la mesa de madera se encontraba, allí vio la ropa tirada de HoSeok en el suelo, la recogió y la dejó caer a los pies de este, luego caminó hasta la chimenea para avivar el fuego.
Por otro lado HoSeok estaba con una mano prácticamente sobre su miembro erecto, iba rozando su piel con la yema de sus dedos, acercandose más a su intimidad, mientras que su mirada centelleaba de deseo mientras veía el cuerpo desnudo de TaeHyung. Este caminaba con tanta seguridad por el lugar como si fuese lo más normal del mundo, aquello había sido demasiado excitante para el castaño, que le era casi imposible controlarse. Pero sabía que no debía hacerlo, TaeHyung voltearía y lo vería, ¿Por qué le costaba tanto controlarse? el rubio se veía tan hermoso, su bello cuerpo parecía tallado a mano y su piel canela centelleaba más que las llamas del fuego que estaba avivando, quería besarlo y sentir su calidez, ya no se cuestionaba ni sentía pesar por sus pensamientos pecaminosos, eso lo había dejado atrás, aún así sabía que tenía que contenerse.
TaeHyung echó varios pequeños troncos y luego volteó para dirigirse a la nevera en busca de leche, y cayó en la cuenta de que se encontraba desnudo al verse reflejado en el vidrio de la alacena.

《Maldición》 Pensó. En menos de un segundo corrió hasta los pies de la cama, recogió su ropa y se fue al baño a seguir maldiciendo, odiaba ser tan distraído y olvidar con facilidad las cosas, en ningún momento había pasado por su mente en que se encontraba sin prenda alguna.
Allí aprovechó a darse una ducha caliente, luego se vistió algo apresurado y se lavó la cara con agua fría, cerró fuertemente sus ojos, contó hasta diez y salió del baño. HoSeok estaba con sus  cerrados y respiraba agitadamente, pero ya estaba vestido, TaeHyung había tardado más de la cuenta. Este, caminó hasta la nevera, tomó leche, huevos y se dispuso a preparar hotcakes.
Luego del desayuno, desató al castaño y lo llevó cerca del fuego. HoSeok se sorprendió muchisimo cuando vio que estaba libre, TaeHyung no lo había atado de ninguna manera, simplemente dejó las esposas en el bolsillo de sus jeans y las cuerdas tiradas en el suelo. Una leve sonrisa se dibujó en el rostro del castaño y llevó una mano hasta su pecho rebosante de alegría.

《Ya confía en mi》Musitó para sus adentros.

Luego de poner en orden la cabaña, barrer el polvo, tender la cama y lavar los utencillos de cocina, TaeHyung se sentó junto a HoSeok en el fuego.

—Debiste dejarme que te ayude. —Dijo el castaño con cierto pesar por ver lo cansado que TaeHyung se encontraba.

—Jamás, es algo de lo que yo debo encargarme.

—Aquí estamos los dos, no entiendo porque debes hacerlo todo tú.

—Eres mi invitado, de ninguna manera.

HoSeok suspiró y dejó de insistir, se puso a mirar las brazas del fuego y sentir el calorcito que estas emanaban. Cada tanto observaba de reojo a TaeHyung y recordaba lo sucedido en la mañana. Él núnca había sido así, siempre había tenido mucho autocontrol con todo lo referido a lo sexual, pero con solo ver a aquél chico, todas sus hormonas se le descontrolaban. HoSeok aludía la falta de contacto a que solo había estado con TaeHyung desde hacía mucho tiempo, pero tampoco estaba seguro de si ese era o no el motivo.
TaeHyung abrió una pequeña caja de madera sobre el viejo aparador junto a la puerta, sacó un juego de cartas y las lanzó sobre la pequeña mesita situada frente a la chimenea.

—¿Juegas? —Preguntó mientras mezclaba las coloridas cartas frente a él.

—Oh, no jugaba a "Go Stop" desde que era pequeño. —Respondió el castaño con una sonrisa. Vino a él aquél lejano recuerdo de un HoSeok mucho más joven, riendo junto a su familia y amigos, aquellos años que él tanto añoraba, cuando era un simple niño, y sus padres eran más unidos. En aquellos días, todo a su alrededor no era más que felicidad.

TaeHyung repartió las cartas y una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro. A Tae no le gustaba perder. Comenzaron la partida y no faltaban las miradas de desafío y las risas, a medida que iban avanzando se ponía aún mas entretenido, TaeHyung había comenzado a perder y enojado lucía extremadamente adorable a los ojos de HoSeok, este había conseguido reunir cuatro cartas de Luz y sabía que eran del mayor puntaje, era imposible que el contrario ganase, aunque eso TaeHyung no lo sabía.

—¡STOP! —Gritó audiblemente el rubio, este mostró su jugada complacido y observó a HoSeok a la espera de que muestre sus cartas.

—Oh, Taehyung, si que eres bueno en esto, me has ganado. —Mintió HoSeok mientras mezclaba rápidamente sus cartas con las otras restantes, él solía tomarse los juegos muy en serio, pero TaeHyung se veía como un pequeño niño sonriente y simplemente no pudo resistirse, prefirió perder y seguir viendo aquél rostro lleno de felicidad frente a él.
Estaban riendo mientras TaeHyung le contaba como había llegado a ser el campeón del ¡Go, Stop! cuando alguien llamó a la puerta. Yeontan quien estaba profundamente dormido, comenzó a ladrar.
La puerta volvió a sonar y se escuchaban pasos sobre el pórtico de madera. Entonces TaeHyung se incorporó, tanteó algo en sus bolsillos y agarró desprevenido a HoSeok por detrás, le puso las esposas aferrándolo por sus muñecas de un limpio movimiento y le cubrió la boca hasta llegar al baño, donde lo encerró. Luego miró a su alrededor y encontró una funda de almohada, la tomó junto con las cuerdas, volvió a correr al baño y amordazó al castaño fuertemente y lo sujetó a una de las canillas de la ducha para luego cerrar la puerta. En cuanto se dirigió a la entrada, se topó con un hombre robusto, como de unos cincuenta años, solo se le veían los ojos, ya que estaba muy abrigado debido a las bajas temperaturas.

—¿Qué desea? —Preguntó TaeHyung con calma.

—Vi humo a lo lejos y me acerqué para cerciorarme de que todo estuviese bien, soy el cuidador de esta zona y se que en esta época del año, nadie vive en estos alrededores.

—Esta cabaña es de mi abuela, vine unos días con mi novia, está todo bien, muchas gracias. -Mintió mientras intentaba que el señor se marchase prontamente. Pero, mientras estaba cerrando la puerta, el hombre dio un paso al frente.

—¿Podrías darme algo de beber? —Preguntó.

—Claro, adelante. —TaeHyung dio un rápido vistazo a la puerta del baño mientras caminaba hacia la alacena en busca de algo de alcohol para ofrecerle.

—Hace mucho que no veo habitada esta cabaña, creí que el dueño había muerto. —

Dijo el hombre mientras se sentaba junto al fuego y se calentaba las manos.

—Mis abuelos eran dueños de todo esto, pero está en lo cierto, ellos murieron.

—Oh, y ¿dónde está su novia? —Preguntó el hombre buscando alrededor, la cabaña era muy pequeña como para que, si hubiese otra persona, no se pudiese ver.

—Se está tomando una ducha. —Respondió TaeHyung algo irritado, ya quería que aquél señor se marchase.

—¿Por qué la trajiste a un lugar como este en invierno?, no suele tener ningún encanto cuando hace tanto frio.

—Porque a ella le gusta mucho el invierno y la vegetación, este lugar tiene sus encantos. —En ese instante un fuerte ruido proveniente del baño se escuchó y Yeontan se puso a ladrar asustado.

—¿Quiere ir a ver si su novia se encuentra bien? —Preguntó el hombre y seguido de ello le dio un sorbo a su bebida.

—No, está bien, solo es algo torpe, debió haber dejado caer algo. —En ese instante, otro sonido se volvió a escuchar, aun mucho más fuerte. El hombre se paró y miró a TaeHyung preocupado.

—¿Está seguro?, ¿por qué no va a ver? —Insistió.

—De acuerdo, iré, respecto a la bebida, puede llevársela y beberla tranquilo, el vaso es descartable, puede arrojarlo a la basura cuando termine. —TaeHyung caminó hasta la puerta de salida y la abrió para que el hombre se vaya de una buena vez.

—Si necesita algo, mi cabaña está al final del sendero. —Respondió, seguido de ello se alejó.

TaeHyung cerró la puerta y se encaminó hasta el baño, allí vio a HoSeok caído con la cortina de baño sobre su cabeza.

—¿Qué sucedió? —TaeHyung preguntó susurrándole como si alguien pudiera escucharlos, quitó la cortina y vio a HoSeok con expresión de susto en su rostro, este intentó pararse, pero volvió a caer. El rubio se acercó, le quitó la funda de su boca y volvió a preguntar.

—¿No se nota lo que sucedió?, me caí, el suelo de la ducha está resbaloso, intenté sostenerme de la cortina con mis dedos, pero esta cayó.

—Creí que estabas intentando... —TaeHyung se detuvo y no concluyó lo que iba a decir. HoSeok lo miraba y tenía cierta tristeza en sus ojos, la verdad es que le dolió cuando el rubio lo ató y amordazó de esa forma, fue tal como lo hacía antes, como si no confiara en él en lo más mínimo, no entendía muy bien el por qué, pero le dolió, ¿era extraño pensar en que su secuestrador no iba a reaccionar de ese modo ante una situación como esa?, él sabía que no debía sorprenderle, pero el pensar que tenían algo especial y luego ser tratado de esa forma, lo hirió.
TaeHyung lo desató, y lo llevó aún esposado otra vez cerca del fuego, luego le quitó las esposas y arrojó la cuerda al suelo.

—Pensé que confiabas en mí. —Musitó HoSeok sin poderlo evitar.

—No podía arriesgarme, lo siento.

—¿Qué debo hacer para que confíes en mi? —HoSeok dio un paso hacia el contrario y buscó su mirada, con cierta confusión TaeHyung lo miró y abrió la boca para responder, pero no salió de él palabra alguna. Entonces HoSeok aprovechó ese momento y le propició un corto beso en sus labios.

—¿Esto es suficiente? —Musitó susurrándole mientras le daba otro pequeño beso.

—N-no, no pued...

HoSeok no lo dejó continuar y volvió a atrapar sus labios, solo que esta vez lo sujetó fuertemente de la cintura y comenzó a llevarlo a la cama sin soltarlo. TaeHyung cortó el beso en busca de aire y el castaño comenzó a levantarle la playera para poder quitársela.

—No. —Dijo el rubio jadeando e intentándose zafar.

—¿No?, ¿no quieres?

—No si es por ese motivo.

—¿Qué motivo? —Preguntó HoSeok susurrando mientras le besaba el cuello.

—Tú no quieres hacerlo conmigo, solo estás buscado ganarte mi confianza y... —Este hizo una pausa y cerró sus ojos al sentir al castaño recorriendo su cuello con los labios.

—¿Estás seguro de ello? —HoSeok tomó el extremo inferior de la playera de TaeHyung y comenzó a subírsela hasta quitársela por completo. Lo miró un instante a los ojos y siguió besándole el cuello y acariciándolo.

—S-si lo estoy, ya me cansé de ilusionarme.

—Pues te equivocas.

—¿Uhm?

—Realmente lo quiero hacer, te deseo. —Dijo en un susurro y prosiguió a despojarse de su ropa. Luego sujetó al rubio de la cintura y dejó caerse junto a él poco a poco sobre la cama, donde comenzó a desvestirlo lentamente. TaeHyung estaba completamente perdido entre los brazos del castaño, deseando con todo su ser que aquello no se tratase de otro estúpido sueño.


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Lali🍓

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