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07

[Narra Taehyung]

Lo primero que atiné a hacer fue intentar quitar los tablones que estaban cubriendo la única ventana que había en el ático, ya que por un momento pensé que le pudiese estar afectando el no recibir la luz de sol.
Pero no logré hacerlo. En ese momento estaba demasiado nervioso y mis movimientos eran notoriamente torpes, también, cuando estaba intentando abrir la ventana noté que había demasiado polvo al rededor, existía la posibilidad de que las motas de polvo le hayan estado afectando a los pulmones, porque este no dejaba de toser, pero ¿Por qué la fiebre?
Comencé a desatarlo de la cama como acostumbraba a hacer para llevarlo al baño y lo ayudé a incorporarse, seguido de ello bajamos las escaleras. Me costó demasiado hacerlo ya que este se encontraba muy débil, aún en su leve consciencia se sorprendió cuando en lugar de detenernos en el baño seguimos caminando por el pasillo.
Me detuve en la entrada de mi habitación, suspiré y abrí la puerta, entré trastabillando con él prácticamente sobre mi y lo acosté en la cama. Miré durante varios segundos las ataduras. Hoseok se veía tan mal que dudaba en amarrarlo, pero cuando este abrió los ojos y me miró sorprendido disipó mi duda, tenía que hacerlo.
Tomé un extremo de la soga y lo amarré en la cabecera de la cama de un modo que pudiese tener movilidad, esperaba que sea suficiente ya que no le amarraría los pies.
Fui prácticamente corriendo en busca de paños fríos y regresé a el lo más rápido que pude.

—Yo sabía que eras uno de esos fanáticos locos. —Dijo Hoseok prácticamente en susurros mientras se veía a si mismo en los afiches colgados en mi pared, seguido de ello volvió a cerrar sus ojos y suspiró.

—Loco por ti. —Dije observándolo pensativo. Tragué con dificultad y un tanto nervioso me puse de cuclillas a su lado para aplicarle un paño frío en la frente.

—Lo se. —Hoseok volvió a abrir sus ojos cansados y me miró.

—Te quedarás aquí hasta que te recuperes, ¿De acuerdo?

—Si tengo algún derecho a elegir, preferiría que me regreses al ático, no quiero compartir la cama contigo. —Musitó forzando su voz.

—Dormiré en el sofá de la sala. —Respondí con un tono de voz un tanto más decaído del que hubiese deseado transmitir, ¿Por qué estaba haciéndome ilusiones apresuradas? Era imposible que deseara que me acueste a su lado, era un tonto siquiera por haberlo imaginado.
Cambié su paño por otro nuevo y me fui caminando hasta el sofá del living, había dejado la puerta abierta de la habitación para chequear cada tanto si Hoseok iba mejorando o no, solo quedaba esperar.
Por la noche desperté varias veces, iba cada media hora a verlo y a cambiarle los paños húmedos, solo pude dormir cuando le bajó la temperatura, alrededor de las cinco y media de la madrugada.

Por la mañana temprano, fui a hacer compras y regresé directo a la habitación. Hoseok estaba profundamente dormido, me alegraba verlo descansar.
Me quedé varios minutos observando su respiración irregular, sus labios estaban entre abiertos y me moría por besarlos, nunca antes había sentido un impulso tan fuerte como el que estaba sintiendo ahora. Se veía tan hermoso, sin darme cuenta estaba prácticamente de rodillas junto a la cama a escasos centímetros de su boca, iba acercándome poco a poco para no despertarlo. Al sentir su cálido aliento chocar contra mi piel, me detuve un instante y cerré los ojos. Quería guardarlo en mi memoria por siempre, la simple cercanía hacía que mi corazón lata fuerte, aun así quería hacerlo, quería besarlo en ese mismo instante. Con los ojos aún cerrados me fui acercando a sus labios y humedecí los míos levemente con mi lengua, pero cuando estaba a punto de rosarlos, Hoseok se movió y me alejé procurando siquiera respirar.

—De cierta forma debo agradecerte. —Balbuceó Hoseok entre dormido. Este tenía aun los ojos cerrados—. No te das una idea lo duro que he estado trabajando todo este tiempo sin poder descansar, al menos aquí si puedo. —¿Había notado mi presencia?, ojala no se hubiese percatado de lo que estaba a punto de hacer.

—¿Cómo te sientes? —Pregunté sin responder a su comentario, no es que me había sido indiferente, más bien había causado todo lo contrario, me sentía feliz y aquí otra vez estaba yo haciéndome falsas ilusiones.

—Lo mejor que podría sentirse alguien que está encadenado a una cama.

—Lo siento. —Dije seguido de un sonoro suspiro. No podía quitarme de la cabeza la idea de besarlo e imaginaba haciéndolo, intenté aclarar mi mente y encendí el televisor con tanta mala suerte que este estaba justo en el canal de las noticias.
Allí se veía un titulo enorme con letras rojas de que aún no se sabía nada del paradero de J-hope, el periodista iba por la ciudad entrevistando fanáticas que lloraban por él lastimosamente y el comentarista leía los twits de algunos famosos promoviendo el hashtag que habían creado a favor de Hoseok, como si un estúpido hashtag pudiese lograr algo, todos estaban rogando para que Hoseok aparezca sano y salvo. Entre esos twits se leyó uno de un tal Park Jimin en el que lamentaba lo sucedido <<Park Jimin>> Aquél nombre me resultaba conocido pero no recordaba de dónde.

—Ese hipócrita. —Dijo Hoseok apretando fuertemente sus puños—, repentinamente con ese comentario recordé en dónde había escuchado ese nombre, ¡Claro! la novia de Hoseok lo había engañado con ese tal Jimin ¿Asi que él también era famoso?, nunca había oído hablar de él.

—Lo sé, sin duda es un hipócrita y un terrible amigo.

—Sabía que te habías puesto a leer todos mis mensajes, pero si mal no recuerdo no tenía mensajes de ese tipo ya que borré el chat.

—Tu novia te estuvo escribiendo todo este tiempo y yo me hice pasar por ti. —Dije agachando la cabeza apenado, es que de que servía mentirle si ya le había dado a entender que ya sabía lo que le habia hecho ese tal Jimin.

— ¿Qué le has dicho?

—Solo le dije que era una zorra sin corazón y una perra, le deseé el mal y la bloqueé.

Hoseok comenzó a reir y se lo notaba complacido, quizá le había dicho cosas que él no se había atrevido a decirle en su momento. Me agradaba el hecho de sacarle una sonrisa y que no se sienta tan mal por lo sucedido, de por si ya me sorprendía que haya tomado mi intromisión con tanta calma.

—Ya dejemos de ver esto, pondré una película. —Dije mientras me agachaba a recoger la pequeña caja bajo el televisor donde se encontraban mis DVDs.

—¿Cuál es tu película favorita? —Pregunté con pocas esperanzas de que me respondiese, pero para mi sorpresa, lo hizo.

—Southpaw.

—Nunca la he visto, si quiera la tengo.

—Pon la que tu desees, me da igual.

Asi es como terminamos viendo mi favorita, "La sirenita", yo estaba sentado en el borde de la cama cantando todas las canciones y repitiendo los diálogos que ya me sabía de memoria mientras Hoseok me observaba. Cada tanto largaba una carcajada, intentaba recomponerse y a los segundos volvía a reir.

—Bajo el mar, bajo el mar. —Canta conmigo Hoseok.

No sé qué era lo que le causaba tanta gracia, incluso reía en las partes más emotivas de la película, yo me limitaba a gimotear a lo pendejo.
No me di cuenta sino hasta que la película terminó que me había tendido en la cama a su lado, este no me había dicho nada e inevitablemente mi corazón ya estaba latiendo a mil revoluciones por segundo otra vez. Estaban pasando las letras del final cuando Hoseok volteó a verme.

—¿No tienes novia? —Preguntó como si fuese la charla más casual del mundo.

—No, no tengo y tampoco quiero una.

—¿Nunca has tenido novia?

—Nunca, si quiera me he enamorado, bueno...solo una vez y me es suficiente. —Lo miré a los ojos y enseguida me sentí apenado.

—Mejor no me hables respecto a esa persona de la que dices estar enamorado. —Hoseok tragó con dificultad y me esquivó la mirada, ¿Habría adivinado que estaba hablando de él?

—¿Tú solo has tenido una novia? —No quería hacerle recordar su mala experiencia pero no estaba dispuesto a dar por terminada la conversación que él había iniciado, no tenía muchas oportunidades para hablar con él y ahora al parecer estaba dispuesto.

—Si, cuando mi carrera comenzó no se me tenía permitido salir con chicas, pero luego la conocí a ella y trabajaba en el ambiente en el que yo me movía, un día comenzamos a hablar y una cosa llevo a la otra, ya sabes, si Jimin me hubiese dicho que a él también le gustaba, jamás me le hubiese acercado, él era más importante para mi que cualquier chica, al parecer...él no pensaba igual.

—Deberías estar contento, si tan poco le importaste solo significa que su amistad era una mentira y nadie merece amistades falsas, lo mismo por parte de ella, si te traicionó, entonces no sentía verdadero amor por ti, desenmascaraste a dos hipócritas de una vez.

—No lo había pensado asi, oye, no eres tan idiota como pensé.

—He sido el psicólogo de mis amigos por mucho tiempo, siempre era yo quien tenía que consolarlos cuando venían a mi llorando por mal de amores. —No mencioné el hecho de que me había llamado idiota, preferí restarle importancia, después de todo, no era la primera vez que alguien me llamaba asi.

—Es bueno saber escuchar, mi único confidente fue Jimin, ya sabes, cuando se es famoso, no se puede confiar fácilmente, la mayoría lo buscan a uno por interés, cuando lo conocí..., bueno, no quiero hablar de él, solo que a veces se me hace difícil no mencionarlo, es el único amigo que he tenido.

—Es difícil de creer, cuando te veía, siempre te notaba tan feliz, rodeado de mucha gente la cual parecía que te brindaba amor y contención.

—No creas en lo que ves por la pantalla, tu solo ves lo que quieren que veas, pero no te das una idea todo lo que se esconde detrás, cuando la cámara se apaga cada cual se va para sus respectivos hogares con su familia y amigos y yo me encierro en mi habitación, sin amigos, lejos de mi familia y de todo lo que amo y esa... es la única verdad.

—Pero haces lo que amas, ¿eso no te pone feliz?

—Claro que si, amo mi trabajo, pero no deja de ser eso, el dinero y la fama no te dan más que una felicidad momentánea, que se va cuando bajas del escenario y vuelves a ser tú mismo, se va cuando dejo de ser J-hope para ser simplemente...Hoseok.

—Tú nunca estás solo ¿sabes?, tienes a miles de fans que te aman y admiran.

—Y te golpean la cabeza, te noquean y te encadenan al ático de sus casas.

TaeHyung guardó silencio.

—¿Qué quieres de mi?, es algo que no logro comprender. —Continuó HoSeok.

<<Eso es justamente lo que quiero, te quiero a ti, quizá incluso un poco más que ello. Quiero ser tuyo por siempre, tener un lugar en tu corazón y que ya no te sientas solo, quiero ser alguien en tu vida, lo quiero todo contigo, dejé en rienda suelta a mis sentimientos y ahora como un imbécil estoy perdidamente enamorado y es algo que sé que no puedes comprender, nunca antes nadie me hizo sentir como tú me haces sentir, pero hay algo que quiero mucho mas incluso que todo lo anterior, ¿sabes que es? que llegue el día en que no tengas que preguntarme nunca más "¿Qué quieres de mi?">>

Esa hubiese sido la confesión más bonita de la historia, si tan solo se la hubiese dicho en voz alta.


Lali🍓

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