02
TaeHyung sujetó a HoSeok rápidamente de las manos y lo arrastró hasta la salida de la angosta calle. Antes de cruzar la carretera, con el fin de meter al muchacho en el automóvil, miró de un lado a otro con suma atención. Él creía que el destino había puesto a J-Hope en su camino, y nadie iba a arruinar eso.
Al no ver a nadie al rededor, cruzó la avenida hasta donde su automóvil estaba aparcado y sin pensarlo demasiado, metió sus manos en los bolsillos en busca de las llaves y puso a HoSeok en la cajuela del vehículo.
Bien, él sabía que estaba actuando como un verdadero psicópata, pero una vez había leído que cuando el amor no es locura, no es amor. Y él sentía mucho amor.
Aceleró lo mas rápido que pudo directo hasta su casa, era la hora que todos regresaban del trabajo y por ende el tránsito estaba lento, lo mejor era actuar con naturalidad. Se dedicó a relajarse y escuchar su canción favorita de J-Hope, “Daydream”, a todo volumen mientras tarareaba despreocupado, como si no tuviese a un Idol en la cajuela de su coche.
Al llegar, estacionó dentro de la cochera, apagó el motor y se dirigió hasta la parte posterior de su automóvil donde HoSeok se encontraba. Este, aun inconsciente y con una pequeña gota de sangre cayendo por su frente ¡Estaba tan hermoso!, ¿Cómo era ello posible?
—¿Me habré excedido? —Pensó TaeHyung en voz baja mientras limpiaba con la yema de su índice la gota de sangre.
Sacudió su cabeza para ordenar sus ideas y sujetó fuertemente a J-Hope, para así arrastrarlo hasta llegar a dentro de su casa.
Allí lo recibió su pequeño perrito, Yeontan, al cual no pudo prestarle la atención que le exigía ya que ahora estaba ocupado arrastrando al amor de su vida por el suelo.
Tomó a HoSeok sobre su espalda y lo llevó escaleras arriba hasta el ático, allí lo acostó sobre la polvorienta cama y sujetó fuertemente sus brazos y sus piernas con una soga. Luego de ello, tomó cinta de embalar y le cubrió su preciosa y sexy boca, no sin antes suspirar al ver esos labios rosados y carnosos que gritaban: "Bésame".
Bajó entusiasmado las escaleras y aprovechó a que aún J-Hope no despertaba para ir a comprar víveres, quería que la estadía de su huésped sea lo mejor posible, y si bien tuvo dificultades para escoger los alimentos, no se demoró demasiado.
Al regresar, guardó todo en la alacena y cuando tomó el jarro de leche de la nevera, sintió un lejano gemido proveniente del ático.
Yeontan ladraba como loco, ello le dio la pauta de que finalmente su HoSeok, había despertado.
Emocionado y por supuesto que algo nervioso, puso un poco de leche en un jarro y colocó un emparedado de queso en una bandeja. Luego, fue hasta el botiquín de primeros auxilios, tomó gasas, agua oxigenada y subió las escaleras a pasos muy lentos para no perder el equilibrio.
Apenas abrió la puerta, se topó con la mirada de un HoSeok aterrado, quien se movía de un lado a otro mientras intentaba librarse de las ataduras, manifestando pánico antes el más leve movimiento de su secuestrador.
—Shh, no tengas miedo, yo cuidaré bien de ti. —Le dijo TaeHyung mientras apoyaba con cuidado la bandeja sobre el suelo y tomaba las vendas para limpiarle la herida en la frente—. No quise lastimar tu hermoso rostro ¿Sabes?, debes perdonarme por ello, pero no tuve muchas opciones, te ibas a negar a venir conmigo. —HoSeok seguía moviendose asustado y miraba a TaeHyung como si fuese un loco.
Sin embargo, el contrario no se daba por aludido. Él seguía limpiando aquella pequeña herida con suma destreza.
Luego, subió la bandeja hasta la mesa de noche, la cual estaba junto a la cama, y se sentó nerviosamente a su lado.
—Eres tan perfecto HoSeok, no puedo creer que estés aquí, ¡Parece un sueño! —Musitó el rubio alucinado.
Dudoso, dirigió su mano hasta la cinta que cubría la boca del Idol y la quitó de un tirón.
HoSeok comenzó a gritar desesperado en ese mismo instante.
—Shhh, gritar así podría dañar tus cuerdas vocales, debes cuidarlas mucho para poder cantar.
—¡Por favor!, ¡déjame ir! —Le imploró HoSeok sollozando.
—No te he traído hasta aquí para dejarte ir tan rápido, tranquilo, en menos de una semana serás tú quien no querrá irse. —Le respondió con una sonrisilla tonta mientras lo observaba bien de cerca, con el fin de grabar cada detalle de J-Hope en su mente.
Volvió a colocar muy delicadamente la cinta sobre su boca y bajó las escaleras tarareando contento, y es que estaba tan feliz. Buscó banditas para poner en la frente de HoSeok y volvió a subir con prisa, deseando que no le desagradase Hello Kity, porque eran las únicas banditas que le quedaban. Una vez que se las colocó, le sonrió satisfecho. HoSeok se veía perfecto incluso con lágrimas en sus ojos, un leve moretón y una bandita en su frente.
—Come toda tu comida, ¿Si?, tienes que estar fuerte y saludable. —Le dijo antes de cerrar la puerta tras de si, para seguir adelante con sus labores.
Al bajar, tomó la correa de Yeontan, se la colocó y abrió la puerta de entrada mientras chequeaba en sus bolsillos en busca de su teléfono, y justo allí, se chocó con su amigo YoonGi, quien estaba a punto de tocar el timbre.
El rubio comenzó a reír. YoonGi había comenzado a trabajar hacía muy poco en un parque de diversiones, vendía globos a los niños, vestido con un alegre y ridículo disfraz, el cual TaeHyung, no podía ver sin reír.
YoonGi estaba parado en la entrada con cara de pocos amigos, con el traje puesto y la cabeza del muñeco entre sus delgados brazos. Lucía muy cansado y de mal humor.
—¿Me harás pasar o me dejarás aquí toda la noche esperando? —Preguntó YoonGi con su sarcasmo fluido.
—Adelante. —Respondió TaeHyung algo dubitativo. La verdad es que no quería que su pálido amigo entrase, temía que este pudiese escuchar a HoSeok. Pero, sin saber que excusa darle, se hizo a un lado para que YoonGi pasase y en seguida encendió la radio, con el fin de opacar cualquier ruido o grito proveniente del ático.
YoonGi se dejó caer en el gran sillón de la sala como si de su casa se tratase y pidió que le trajese algo de comer.
Cuando TaeHyung estaba en la cocina preparando más emparedados, la música dejó de sonar.
—Me duele la cabeza y quiero un poco de paz. —Musitó YoonGi desde la sala.
El rubio, nervioso, apuró sus pasos y se dirigió a la nevera en busca de unas cervezas para su amigo, pero justo en ese instante, unos sollozos se comenzaron a escuchar desde el ático. Yeontan se puso a ladrar y subió corriendo las escaleras, anunciando al invitado que algo no estaba bien allí arriba.
TaeHyung puso apresuradamente los refrescos sobre la mesa y corrió hasta el living. ¡Cuánto se desesperó al ver que YoonGi ya no se encontraba en el sillón!, comenzó a llamarlo por su nombre mientras subía dudoso las escaleras y cuando estaba llegando, vio la entrada del ático abierta.
Temblando, caminó muy lentamente hasta adentrarse en aquél descuidado lugar, en donde YoonGi, con una expresión de horror en su rostro, contemplaba al huésped maniatado sobre la cama.
—
TaeHyung está tan loco que ni siquiera se dió cuenta que HoSeok no podía comer si tenía la boca encintada.
⚠️He estado narrando con mucho sarcasmo, ojalá comprendan el por qué, y sino, lo entenderán cuando se desarrolle la historia.
Lali🍓
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