Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8 La Cocina


Katerine

Desde que Alicia y Jackson desaparecieron, la policía los ha estado buscando por todo el país, pero hasta ahora no han tenido éxito. Alex me ha ayudado a colocar afiches por toda la ciudad de Cartagena, pero no hemos tenido mucho éxito. Makensy y Perry Parck han viajado por varios estados del país para repartir los afiches. Todos deseamos encontrarlos, por lo menos sus cuerpos muertos. Los padres de Alicia han estado en cada oficina policial para poder encontrarlos con la información que les dan. Yo solo esperaba que donde estuviesen, se encontraran bien. Me sentía culpable de todo, realmente no pensaba que por una simple cita todo terminaría en este estado, me encantaría tener una máquina del tiempo para retrocederlo y no ir a esa cita, esperaría a mi amiga y ambas nos iríamos juntas a casa, las personas que se la llevaron no la hubiesen encontrado y perseguido hasta secuestrarla junto a Jackson.

Quisiera que mis amigos volvieran, que todo fuera como antes, me duele mucho el no tener a mi mejor amiga a mi lado, ella es la única que soporta mis tonterías y me apoya siempre, por eso la perdí

Perry Parck

Ahora me encuentro en Bogotá, buscando a mi mejor amigo y su novia. Me he hecho el fuerte y he tratado de mantener mi personalidad divertida para alentar a Makensy. Sé que apenas tenemos 18 años, pero aun así comprendemos la seriedad de la situación. Hay momentos en los que he querido llorar, encerrarme en mi habitación y no salir de allí, pero debo ser fuerte por Makensy.

Vamos en este autobús directo a Barranquilla, con intenciones de tener éxito esta vez. Makensy ya se ha dormido en mi hombro y son estos los momentos en los que aprovecho a pensar y dejar caer algunas lágrimas en silencio. Aunque me cueste admitirlo, a veces extraño mucho a Jackson, él es como mi hermano. Nos conocimos no hace mucho en la universidad, él terminaba su último año y yo apenas comenzaba. Es extraño que un nuevo ingreso se lleve bien con alguien que está a punto de graduarse, pero si no hubiese sido por una de mis bromas, no lo hubiese conocido ni tampoco a Makensy y su hermana.

-Señores Pasajeros, han llegado a su destino. Por Favor tomen sus pertenencias y disfruten su estadía- dijo el copiloto del autobús

-Makensy despierta, hemos llegado- le dije en un susurro. Ella se veía hermosa durmiendo

-mmm ¿Ya llegamos? ¿Estás bien?- me dijo ella despertándose, para frotarse los ojos y ver directamente a los míos. Yo acaba de bloquear mis lágrimas, razón por lo que los tenía hinchados y rojos

-Sí, no te preocupes, que me veo igual que tú en este momento- le dije en forma de juego, observándola recién despierta, provocando que ella me dé un pequeño golpe en el hombro y se levantase para recoger algunas de las cosas

Alicia

Me desperté tan cómoda, sentía que había dormido en una nube. En eso me levanté tan rápido como pude, había recordado lo del día anterior y hasta este momento creía que todo había sido un mal sueño, pero no, yo estaba en la misma habitación que antes.

Me dirigía a seguir conociendo la habitación y después de abrir unas tres puertas, encontré un baño. Vi que había un cepillo nuevo de paquete en el lavamanos, miré a mí alrededor y todo era completamente nuevo. Así que aproveché el momento y me di una buena ducha, pero cuando fui a tomar el champú, habían como diez embacé de productos que ni siquiera sabía que existían, así que tomé los que conocía, el champú, acondicionador, baño de crema y jabón líquido.

Después de haberme dado una buena ducha y cepillarme los dientes con aquella pasta dental y el cepillo, me sentí como nueva. Salí de allí y me tocaba la parte más difícil, encontrar algo que ponerme.

Tristemente busqué por todo el armario y no encontré absolutamente nada decente, así que solo me coloqué la ropa interior y el mismo camisón de invierno, que me había puesto para cubrirme el día anterior. Me fui al peinador, me peiné y maquille a lo natural, para luego salir.

Cuando abrí la puerta vi demasiadas personas uniformadas, las mujeres llevaban una especie de vestido con delatar y pañoleta en la cabeza, mientras los hombres tenían una camisa de vestir al igual que el pantalón, todos estaban de blanco y negro, se movían muy rápido por todo el lugar, limpiando, acomodando, paseando con objetos en sus manos. Eso fue una sorpresa para mí, pues el día anterior no había nadie más que los dos hombres de negro y Edrick Lee, pero ahora había una gran cantidad de personas muy ocupadas paseando por todo el lugar.

Vi a una joven como de la edad de Makensy que iba caminado cerca de mi puerta, así que la llamé

-Chica, ven por favor ¿Cómo te llamas?-

-Buenos Días, soy Lila- me dijo muy respetuosa

-Lila ¿me harías un favor?-

-Por supuesto, estoy a sus órdenes-

-¿Te desharías de toda la ropa que están en este armario y la remplazarías por algo más decente?- le dije con una sonrisa, esperando que me respondiera positivamente

-Claro que sí y se dónde encontrarla. Además estoy desocupada-

-Gracias. Ah y otra cosa... De casualidad ¿No tendrás uno de esos uniformes que ustedes usan? Es que esta chaqueta me está matando de calor y no hay nada que pueda usar- le dije, saliendo un poco para que me viera. Cuando ella me vio se sorprendió un poco y luego sonrió, pareció entender a lo que me refería

-Ahora vuelvo- me dijo para irse caminando a toda velocidad

Al poco tiempo, regresó. Me sorprendió la velocidad en que lo hizo. Ella tenía en sus manos un traje diferente al que ella usaba, dejándome desconcertada

-Te encontré uno de ayudante de cocina porque del otro están agotados. Oh y trae los zapatos incluidos-

-Gracias Lila, te debo una grande- le dije tomando la ropa que me trajo.

Me coloqué el uniforme y se me veía bien, me hizo retroceder unos años atrás cuando hice el curso de cocina en Bogotá. Me recogí el cabello, colocándome el pequeño gorro negro y salí de allí. Me dirigí a la cocina y a medida que iba caminado, escuchaba como la mayoría decía

-Apúrense, antes que el amo llegue-

No entendía nada, pero lo que era seguro es que yo me dirigía a la cocina para ayudar en algo y comer tranquila. Cuando llegué los cocineros estaba atareados, preparando grandes cantidades de comida, para los empleados, yo me sentía como cucaracha en baile de gallina. Encontré a una de las ayudantes y antes que pudiera preguntarle algo me entregó una bandeja con pimentones rellenos crudos, que solo faltaban colocarlos al horno. Así que me adentré un poco más y logré meterlos al horno. Según lo que yo había aprendido, solo debían durar veinte minutos, para luego sacarlos. Seguí buscando que hacer y me tropecé con el cocinero. Este era un joven un poco mayor que yo, muy simpático, pero alterado por la conmoción

-Oye, ten cuidado con la salsa. No queremos que el amo se moleste con nosotros porque encontró la comida con un distinto sabor- me dijo mirando la salsa que traía y con acento italiano

-Lo lamento Chef. Dígame ¿Qué otra cosa puedo hacer?- le dije, tratando de apaciguar el ambiente y recordando mis clases, donde nos decían como debíamos dirigirnos a los chef

-Tal vez si preparas las papas al vapor, que aun al parecer nadie lo ha hecho. Recuerda que deben quedar perfectas ya que son para el amo. Además...- me dijo aun concentrado en terminar la salsa, para luego mirarme y sin terminar de hablar ya que parecía sorprendido al verme y estudiarme por completo, supuse que era porque no me había visto nunca allí

Me moví rápido para preparar las papas al vapor, antes de que me botaran de la cocina por ser una perfecta desconocida y que nadie le haya avisado que estaría allí. Cuando terminé, saqué los pimentones y le di a probar las papas al chef. Este me miraba a los ojos y probó una de las papas. Yo estaba nerviosa, si al chef no le gustaba, tendría que empezar de nuevo desde el principio y él parecía ser muy exigente por la manera en que hacia mover a todos los ayudantes, pero al parecer le encantó, porque no dejaba de repetir "magnific", mientras me daba el plato de porcelana para que las sirviera allí.

Habiendo terminado todo, servimos la comida a todos los empleados, los cuales eran muchos, ya veía por qué la presión en la cocina. A mí no me dejaron comer, ya que Lila me delató, diciendo que era la chica de la que el amo habló, por lo que me dijeron que yo comería con él. Después que hubieron comido, todo el mundo se levantó y empezaron a limpiar, yo ayudé a acomodar la cocina, mientras los del uniforme distinto limpiaban a toda velocidad

Empecé a escuchar los rumores entre la cocina. Las chicas me veían y murmuraba algo entre ellas que apenas pude escuchar

-¿Estás segura que le gustará?-

-El Amo dijo que ese era su platillo favorito y debíamos prepararlo sin importar lo raro que sonara-

-No lo sé, pero para mí de seguro no le gustará-

Las chicas antes de irse se me acercaron y me dijeron

-Te recomendamos que antes de que el amo llegue, revises la comida. Es por tu bien- me dijeron con lastima y colocando una mano en mi hombro, dejándome desconcertada y luego sonó una especie de timbre por lo que todos salieron del lugar al mismo tiempo

El Chef antes de salir se me acercó

-Muchas gracias por tu ayuda, no sabía que eras la chica de la que el amo había hablado, ya que es muy raro que él traiga personas aquí y que nos ayuden. Tienes una increíble sazón, tal vez deberías quedarte todas las mañanas ayudándome a cocinar. Por cierto soy Pablo- me dijo con una sonrisa y estrechando su mano

-Alicia. Gusto en conocerlo y ayudarlo Chef Pablo- le dije con una sonrisa y estrechando su mano

-Chef, dese prisa. El amo llega en diez minutos y usted aun no sale- le dijo uno de los hombres de negro, haciendo que él saliera. Yo me despedí con la mano.

Luego que él se fue, recordé lo que habían dicho las chicas de la cocina, así que volví a entrar rápidamente, vi los dos platos, cubiertos con una cacerola, uno plateado y otro dorado. Así que, pensé en verlos, estaba muy nerviosa por lo que me encontraría en mi plato. Rápidamente levanté las dos cacerolas con los ojos cerrados, luego los abrí y vi un plato muy apetitoso que contenía una pechuga a la plancha, arroz blanco, ensalada y mis papas al vapor, vi que ese era el que estaba cubierto con la cacerola dorada. Dirigí mí vista hacia el otro plato y vi un plato completamente asqueroso que por lógica sabía que ese era el mío. Iba a matar a Edrick por esto, pero se me ocurrió una mejor idea.

Me fui a la habitación antes de que él llegara, abrí el armario y encontré una ropa completamente hermosa. Se lo agradecería a Lila por siempre. Me coloqué un pantalón, una camisa y unas zapatillas, para luego escuchar que me llamaron para comer el "apetitoso almuerzo". Bajé inmediatamente, quería verle el rostro a Edrick Lee, cuando levantara su cacerola

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro