Mi corazón se llenó de dicha al verlo, podía sentir como mis mejillas se incendiaban con su agarre, se veía mucho más hermoso que antes o tal vez era lo mucho que lo extrañaba, sentía ganas de abrazarlo, Jackson solo me sonreía con amor, podía notar su gran sinceridad pero yo no reaccionaba

-Lo lamento tanto Alicia, en verdad quiero que me perdones y regreses a casa conmigo. Pero no lo hagas por mí sino por tu familia... yo solo deseo verte feliz y sé que lo eres pero aun así... yo, yo solo. Te amo y mucho...- me dijo en forma de súplica y con nerviosismo, mostrándome un ramo de rosas blancas y rojas que tenía detrás de su espalda, mis favoritas.

Lo interrumpí con un beso que al parecer no se esperaba ya que solo pude sentir el ramo de rosas caer al suelo para luego tomarme por la cintura mientras yo rodeaba su cuello con mis manos. Sentía que mi alma había salido y vuelto a regresar, lo besé con toda mi pasión incluso de la manera que ni siquiera sabía que podía besar. Lo deseaba, en verdad lo anhelaba, solo necesitaba que me probara que en verdad me amaba y esto fue suficiente prueba para mí. Mi corazón se alocó y todos mis sentidos se alborotaron al sentirlo de esta manera, era un nuevo nivel de desesperación y deseo, necesitaba sentirlo por lo que apegué mi cuerpo mucho más al de él y él hizo lo mismo, mientras nuestros labios se movían de forma sincronizada y con desesperación, su lengua paseaba por mi boca y yo permití que lo hiciera, provocando que el beso se intensificara cada vez más y mis sentidos se alocaran cada vez, incluso más allá de lo que en toda mi vida había sentido, nos habíamos besado antes pero esto era diferente, yo necesitaba sentir su cuerpo con el mío y la ropa lo impedía. Un sexto sentido se activó dentro de mí por lo que separé el beso antes de que fuera tarde, necesitaba respirar y al mismo tiempo no llevar esto tan rápido, es decir, acababa de perdonarlo.

Al día siguiente, yo tenía una sonrisa que se me era imposible borrar aunque lo intentara, no lo niego pasé un día maravilloso con Edrick, puesto que a pesar que no salimos de la sala que me había regalado, utilicé todo e incluso leímos algunos libros juntos. Al finalizar la tarde él me abrazó de nuevo sin querer soltarme

-Nunca podré tenerte ¿verdad?- dijo con una voz triste pero tranquila a la vez, dejándome paralizada

-Escuché todo y descuida te puedes ir hoy en la noche con él, ya preparé todo e incluso le dije a mis guardaespaldas que se comunicaran con él- me dijo en medio de una triste sonrisa

-¿Qué hay de ti?- pregunté preocupada

-Descuida, yo estaré bien y me encargaré de todo sobre tu nueva desaparición ante la prensa- me dijo con una sonrisa y en forma de juego para relajarme, solo esperaba que fuera así

Preparé mis nuevas valijas con las cosas que Edrick me había regalado, cada prenda me traía un recuerdo, lo iba a extrañar muchísimo, me tardé más de una hora en prepararme, pues sinceramente me había encariñado con el lugar y en especial con el dueño.

Antes de irme busqué a Edrick Lee por todo el lugar, quería despedirme de él. Llegué a la sala que me había preparado y la miré con melancolía, mientras recordaba todos los momentos que pasé con él en ese lugar, lo mucho que nos divertimos en cada juego, los momentos de tranquilidad que disfrutamos, el momento en que me lo obsequió, todos eso momentos venían a mí como una brisa suave, sonreí tontamente ante todos ellos y cerré la puerta. Fui hasta la oficina de Edrick y él no estaba, todos aquellos recuerdos vinieron a mí, como la primera vez que conocí a Edrick o la vez que le dije que lo odiaba con toda mi alma, ahora solo me reía de gracia ante esos recuerdos, no podía creer que del odio pasé a quererlo y convertirlo en mi mejor amigo.

-"Si Katerine se entera de que la remplacé de seguro enloquecerá"- pensé divertida

Bajé hasta la cocina, todo se veía impecable y organizado a diferencia de todas las veces que cociné con Edrick cuando todo quedaba hecho un desastre o cuando estaba concurrida con el chef Pablo y los ayudantes de cocina.

Me dirigí a la habitación de Edrick, sabía que en el único lugar donde se podría encontrar era allí. Quería despedirme de él, ver nuevamente sus ojos brillantes y su dulce sonrisa. Toqué la puerta pero no me contestó, me dolió el hecho de que ni siquiera contestara, supuse que no se quería despedir, después de todo dolería más si lo veía.

-Edrick, sé que estás allí. Quiero decirte que todo este tiempo que viví contigo fueron grandiosos, nunca voy a olvidarte, solo espero que tú tampoco lo hagas. Nunca lo olvides eres grandioso siendo tú mismo, no dejes de luchar por lo que amas y sueñas, tampoco te rindas... Te quiero Jhon- le dije suavemente y con sinceridad para dejar pasar suavemente mi mano por la puerta para irme.

Bajé el ascensor sin mucho entusiasmo y me dirigí a la puerta, allí estaban los dos hombres que me habían raptado, ambos me esperaban para llevarme al aeropuerto. Jackson estaba allá esperándome, ya que fue la orden que le dieron los mayordomos y guardaespaldas de Edrick.

El más amable me ayudó a cargar la valija al verme y la guardó en la limusina. Miré por última vez la mansión, dejé escapar un suspiro, realmente iba a extrañar ese lugar. Al llegar al aeropuerto privado de Edrick Lee, observé a Jackson de pie frente a mí por lo que caminé hasta él con una gran sonrisa y le dediqué un corto beso en los labios.

-¿Lista para irnos Mi Cenicienta?- me dijo entusiasmado

-¡Valla! Nada más ve a su príncipe y se olvida del mundo- escuché la voz irónica de Lila, por lo que volteé al origen de la voz y la observé como se reía alegremente junto al chef Pablo

-Lila, Pablo- dije alegre para correr a ellos y abrazarlos con emoción

-Vamos a extrañarte, sobre todo las locuras que nos hiciste hacer para rescatar a tu novio- continuó Lila

-También te voy a extrañar Alicia- me dijo el chef Pablo

-No vas a encontrar otra ayudante de cocina como yo- bromeé a lo que ambos sonrieron

-Adiós chicos, nunca en mi vida los voy a olvidar. No se olviden de comunicarse conmigo- les dije para alejarme un poco

-Ni tú a nosotros- dijo Lila para que yo los volviera abrazar para irme.

Los guardaespaldas y mayordomos de Edrick Lee se despedían amablemente de mí. Abracé al más amable y le agradecí por todo, él me correspondió al abrazo.

-Te extrañaré mucho Alicia, no puedo negar que trajiste la alegría a esta casa- dejé correr una lágrima al escuchar las palabras del hombre, mientras separaba el abrazo y el otro se aclaraba la garganta.

-Él también te extrañará- continuó, excusando a su amigo quien tenía los ojos rojos y miraba a otro lugar

-Sobre todo el golpe que me diste- dijo entre dientes, provocando que recordara ese momento y soltara una risa de gracia y él medio sonriera

-Supongo que me lo merecía- continuó para mirarme y sonreír un poco de lado

-Créeme que yo tampoco los olvidaré, en especial a ti- dijo Jackson mirando a ambos y luego al más serio, por lo que la poca sonrisa que tenía se le desvaneció

-Eres un buen oponente y lo admito. Lamento intentar matarte- respondió el hombre seco y serio

-¿Tregua?- dijo Jackson con una sonrisa y estrechando la mano

-Tregua- contestó para darse la mano con Jackson y soltarla en dos segundos

Jackson pasó su mano por mis hombros y sonreí tristemente ante aquella escena. Estábamos subiendo al avión cuando escuché por detrás

-Supongo que te irás sin ni siquiera verme ¿Tan mal te caigo?- escuché una voz juguetona, por lo que me volteé alegremente

-Edrick- dije al verlo parado frente al avión

Soltándome del agarré de Jackson, bajé rápidamente las escaleras del avión y me abalancé sobre él para abrazarlo, por lo que él correspondió al abrazo

-No podía dejarte ir sin verte por última vez. Eres mi chica ideal y créeme que pase lo que pase estaré a tu lado, aunque no pueda tener nada contigo- me dijo al oído por lo que provocó que no me pudiera separa del abrazo

-Pensé que no querías despedirte-

-Y ¿Quién se despide?- me dijo separando el abrazo con una sonrisa a lo que lo seguí.

-Cuídate mucho Alicia- me dijo tomando mi mentón y besando mi frente, por lo que sonreí. A lo que sentí como alguien se aclaró muy fuerte la voz seguida de una tos muy falsa por lo que me separé inmediatamente y me acerqué a Jackson

-El mejor hombre ganó. Cuídala bien Jackson o de lo contrario verás lo que soy capaz de hacer- dijo Edrick dirigiéndose seriamente a Jackson en forma de amenaza

-No te preocupes que por ella soy capaz de cualquier cosa- le contestó Jackson de la misma manera y con una sonrisa egocéntrica que no conocía que tenía, para que subiéramos al avión

Cuando aterrizamos en Colombia no podía creer estar de vuelta en casa, debía acostumbrarme de nuevo a todo. Yo debía llevar el record por haber vivido más de cuatro vidas en el mismo cuerpo, porque nuevamente iniciaría una nueva vida