Capítulo 28 Viaje
-Viejo, lo siento- me dijo Alex dándome un suave golpe en la espalda con lastima para luego irse. Ya les había contado a todos lo sucedido en Hollywood
-Esto no me lo creo. Alicia nunca dejaría a Jackson y mucho menos por alguien que odia o mejor dicho odiaba, ella no es de actuar. Parece que el secuestro la afectó y cayó en la seducción de Edrick Lee- dijo Katerine aun asombrada y olvidándose de mi presencia
-Katerine- la llamó Alex desde la puerta, para que saliera y se diera cuenta de que estaba allí.
-Lo siento. yo y mi bocota- dijo ella para irse
Solo quedó Perry Parck y yo. Me sentía frustrado, esto no podía estar pasando, todas las intenciones de buscar Alicia se me acababan de caer al suelo. Uní mis manos, las frote y luego sostuve mi frente con la mano derecha, mientras bajaba la cabeza y veía mi hamburguesa con desprecio
-Ella no te merece. Después de todo lo que has hecho por ella, es así como te paga. Trata de relajarte, ya habrá otra que de verdad te aprecie y valore todo lo que hagas. Mientras tanto, desahógate- dijo Perry Parck con lentitud
-Perry, fueron 3 años casi 4 , 3 desgraciados años que acabo de arrojar a la basura y que no los puedo olvidar así de sencillo ¿Qué fue lo que hice mal?- dije sin contenerme
-Tú no hiciste nada. Te vi el último año como convertías lo imposible en posible, por lo que no hiciste nada malo, ella fue la que se equivocó...-
-Silencio... ya basta... No quiero seguir escuchando- le dije molesto e interrumpiéndolo.
No podía quedarme allí y escuchar como insultaba Alicia. Tal vez me había engañado e hizo que me creara una fantasía increíble, pero no podía llenar mi mente con las cosas negativas que me dirían los demás, ya era suficiente con las mías.
Mis lágrimas empezaron a salir en silencio, mientras los tres mejores años de mi vida pasaban frente a mí, provocando que en vez de sentirme mejor, me sintiera traicionado y con una enorme cicatriz. Mi hamburguesa estaba recibiendo todas mis lágrimas, solo podía escuchar a las personas pasear por el lugar, reír, ordenar, pero yo no me movía.
-¿Jackson? Tanto tiempo sin verte ¿Estás bien?- dijo una voz muy fina. Sentí que alguien se sentó a mi lado, justo en el lugar donde había estado Perry Parck ¿Cuándo se fue? Respiré para calmarme y levanté mi vista
-¿Melissa? Guao. De todas las personas que no he visto en mucho tiempo, nunca pensé en encontrarme contigo- le dije, recordando que era mi ex novia en la secundaria. Ella siempre fue dulce, amable pero al mismo tiempo muy sensible a todo. Cuando terminé con ella, lo hice porque se mudaría al extranjero con sus padres. Ella se veía bastante bien
Edrick Lee
Cuando escuché que saldríamos esa noche, sabía que se refería a que me tocaba tomar mi auto y conducir 3.941 kilómetros hasta Los Ángeles, sin contar lo que debía conducir hasta Hollywood a las 11:00pm después de haber estado cerca de la muerte, por lo que obviamente no era buena idea. A parte me llevaría un día y dieciséis horas sin detenerme, algo que lógicamente era imposible y mucho más si llevaba a Alicia conmigo. Le reclamé a mi manager una sola vez, pero no tuve éxito
-Hemos llegado. Alisten sus maletas y dúchense. Yo voy por el auto y salen en veinte minutos ¿Entendido?- dijo mi manager ordenándonos que hacer
-Sí, entendimos- respondí fastidiado. En otra oportunidad hubiese protestado sin parar y sin obtener buen resultado, ya que discutiera o me defendiera, él siempre saldría ganando
Cuando Alicia se bajó de la limusina pude apreciar todo su cuerpo, pues el vestido se le había pegado debido a la humedad, se me ocurrieron miles de cosas en la mente que pudiera hacer con ella, pero las eché a un lado, no debía hacer o demostrar nada, me la estaba llevando muy bien con ella como para arruinarlo por un simple impulso
-¿Qué miras? Pervertido- me dijo ella. Me di cuenta que me le había quedado mirando sin disimular ni un poco. Mi rostro enrojeció al escucharla y me encogí de hombros. Ella soltó un suspiro, vi como si un suave rubor empezaba acariciar sus mejillas, se cruzó de brazos y entró rápido.
-Hijo, sé más prudente o terminará quedándose en la primera gasolinera que encuentren- dijo mi manager antes de que yo bajara, a lo que asentí con la cabeza.
Entré a la habitación, me quité la ropa mojada, me duché, arreglé y guardé mis cosas para luego salir, observé la puerta de la habitación de Alicia. Bajé y llevé mi maleta a mi auto deportivo rojo
-Bueno, andando. Por favor no me despiertes en la noche o tendrás problemas- escuché la voz de Alicia mientras me entregaba su maleta. Ya se había cambiado por completo, esta vez no usaba maquillaje, tenía su cabello húmedo y usaba su ropa deportiva; se veía muy bien así
Yo conducía en medio de la oscuridad nocturna, ya llevaba dos horas de viaje y Alicia se había quedado dormida mirando a la ventana. El sueño me estaba empezando a vencer, pero debía permanecer despierto. Después de una hora ya no aguantaba, Alicia se veía incomoda allí donde estaba y según el mapa, había un motel a quince minutos. Me estacioné en el motel, me dolía todo el cuerpo
-¿Qué hacemos aquí?- preguntó Alicia despertando de su sueño
-Alquilaremos dos habitaciones y continuaremos a las 4:00am. Así que bájate- le dije mientras me estiraba dentro del auto
-Bien, pero esto no es un hotel si no un motel y creo que solo permiten una habitación por pareja- me continuó hablando entre dormida mientras abría la puerta
Entramos al lugar y pedí las dos habitaciones
-Lo siento señor, pero es solo una por pareja- dijo un poco amable el muchacho que nos atendió
-¿No puede hacer la excepción solo por esta noche?- le respondí.
No es que me molestara dormir en la misma habitación que Alicia, pero con todas las cosas que han pasado en esta noche, estoy seguro que si pasa otra no me podría resistir y terminaría regándola. Además el rostro de Alicia se negaba por completo
-Ya le dije que no. La única habitación que queda es la especial y aunque hubiera más, no se las daría por separado. Son las reglas-
-Bueno, estaré más cómoda en el auto. Los asientos traseros son míos- dijo ella para darse vuelta de regreso, pero le tomé la muñeca y la detuve. Ella suspiró
-De acuerdo, denos la habitación- Cuando hablé, Alicia abrió sus ojos en expresión de sorpresa. Le solté la muñeca y asentí con la cabeza para que confiara en mí, por lo que pareció pensarlo y volvió a suspirar en rendición
La habitación era inmensa y demasiado romántica, era perfecta para una velada. Me sorprendí, no sabía si era lo peor o lo mejor que me había pasado
-Pido la cama, tú vete al sofá- escuché decir Alicia sacándome de la impresión y haciéndome notar el sofá cama que se encontraba a los pies de la cama matrimonial
-Olvídalo, yo conduje por 3 horas seguidas en medio de la noche, mientras tú dormías, así que me toca la cama-
-No, claro que no, la cama es mía- me dijo ella mientras se arrojaba a la cama
Yo la seguí y también me arrojé, mientras discutíamos por quien se quedaría con la cama. Ella me empujó para sacarme y yo se lo devolví con suavidad por los hombros hasta acostarla por completo boca arriba. De pronto me di cuenta en la posición en la que me encontraba. Estaba encima de ella, mis manos por sus hombros y a pocos centímetros de su rostro. Mi mirada chocó con sus ojos grisáceos y luego bajó a sus labios, mi corazón empezó a latir demasiado rápido y fuerte, mi piel se erizó, lentamente me estaba acercando
-Levántate, levántate, levántate- me empezó a decir ella mientras golpeaba mi pecho débilmente debido a la distancia, mientras un suave rubor brotaba de sus mejillas naturalmente. Desperté de mi trance y obedecí rápidamente para luego mirarla
-Tú ganas, yo me dormiré en el sofá- continuó nerviosa, mientras se levantaba rápidamente y se acomodaba en el sofá, mientras yo la observaba con atención sentado en la cama. Mi cuerpo no reaccionaba, ni siquiera sabía que decir. Pasé la noche si casi poder dormir, tan solo pensando en ¿Qué hubiese pasado si la hubiese besado? ¿Si ella no estuviese en la misma habitación? ¿Si este ambiente no me hiciese sentir tan deseoso de tenerla a mi lado y no en el sofá? ¿Si ella no me hubiese rechazado? A las dos horas me sentí culpable por todo, así que me levanté para acercarme a ella, se veía tan dulce durmiendo que no quería despertarla, me quedé embobado por unos minutos con solo mirarla pero luego reaccioné y la pensé en la mejor manera de despertarla sin que me golpeara y sin que yo termine dándole libertad a mis impulsos. Le arrojé una almohada y ella se despertó inmediatamente y furiosa
-¡Más te vale que sea importante o te arrepentirás!- gritó al despertarse, a lo que simplemente la miré con arrogancia, di un paso atrás
-La cama me arruina la espalda, así que ve allá que yo dormiré aquí- le dije con orgullo, aunque por dentro no era así como me sentía
-Aish, está bien- dijo hastiada, tomando la almohada para levantarse y lanzarse literalmente a la cama hasta quedar profundamente dormida. Me acosté en el sofá y traté de dormirme pero aun así me costó
Luego de esa noche, tantas horas de viaje y conversaciones sin sentido nos llegó la segunda noche, esta vez si encontramos un hotel con habitaciones separadas, por lo que si pude dormir y descansar.
Llegamos a casa a las 11:00pm del tercer día. Ella entró al lugar y se dirigió a su habitación, mientras yo terminaba de entrar y dejaba mis cosas en la entrada para que mis hombres las subieran
-Señor, tenemos que avisarle- dijo uno de ellos
-Ahora no tengo tiempo. Vengo de casi tres días de viaje y quisiera descansar- dije realmente cansado
-Pero es importante. El...- dijo sin terminar y con mucha urgencia
-Dije que ahora no. Mañana...- interrumpí más serio pero sin terminar
-Buenas noches Edrick Lee. Deberías aumentar la seguridad si no quieres verme- interrumpió la voz de la persona que menos esperaba en ese momento, mi padre
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