Capítulo 16 Persistencia
Mi muñeca estaba atrapada en la mano de un hombre, levanté la vista y observé el rostro de Edrick Lee a punto de explotar, parecía airado y mucho, tanto que mi mente se colocó en blanco, no podía pensar nada en ese momento, ahora si estaba muerta y ni siquiera sabía por qué.
Edrick volteó su rostro hacia el Chef Pablo, estaba segura que lo iba a volver a despedir porque seguía allí parado y no se había ido con los demás, así que antes de que ocurriera algo, mi mente volvió a funcionar, recordando lo que me acaba de decir el Chef Pablo.
Inicia la misión "Ley del Hielo", okey eso se escuchó muy infantil, menos mal que nadie puede oír mi pensamiento. Me solté rápido del agarre de Edrick, amaba a mi papá por enseñarme esa técnica de defensa personal. Tomé el brazo del Chef Pablo
-Bueno creo que deberíamos continuar, ya es un poco tarde. Te acompañaré a la salida- le dije rápidamente mirándolo a los ojos. Solo esperaba que me siguiera la corriente, porque no quería quedar como tonta
-Desde luego. Andando- me respondió con una sonrisa, aliviándome por dentro, por lo que bajamos las escaleras y él se fue
Estaba muy preocupada por él, si Edrick lo despedía sería mi fin. Me extrañé de que Edrick no dijera absolutamente nada, parecía como si le hubiesen lanzado un balde de agua fría, ya que estaba en shock, de seguro estaba esperando que yo reaccionara agresivamente, pero eso no será opción para mí, ya no lo haré más. El Chef Pablo tiene razón, la mejor manera de hacer sentir mal a alguien o que sufra es con la Ley del Hielo.
Pasó más de una semana, yo ni siquiera le dirigía la mirada a Edrick y me sentía bastante bien por eso, aunque admito que a veces quería hablarle, pero no podía hacer eso, yo debía resignarme. Todas las tardes, me iba a ver a Jackson del otro lado de la puerta, deseaba verlo, más que eso quería sentirlo, pero eso era completamente imposible a menos que alguno de los hombres de traje me lo permitiese y de seguro eso no ocurriría
Yo llevaba hojas y marcadores para escribir lo que quería decirle. Esto me estaba matando por dentro, cuanto deseaba escuchar su voz de nuevo, que me hablase de cualquier cosa, incluso de los insectos que se pasean por su celda ¿Por qué a veces no se puede obtener lo que quieres?
A pesar de que él se veía mucho mejor que la primera vez, me dolía observarlo allí dentro y tan delgado. Necesitaba encontrar la manera de sacarlo de allí, ya no me importaba si yo tenía que remplazar su lugar, solo quería verlo libre de nuevo, que volviese a Colombia y tuviese una vida normal.
Llegó un día donde las cosas se pondrían más que raras. Después que todos los empleados se fueron yo me dirigía a las escaleras como de costumbre, así que me arreglé, colocándome un poco de maquillaje natural, una falda que llegase a las rodillas color azul marino con flequillos, una blusa blanca al cuerpo, una chaqueta fina azul marino y unas botas negras. Peine mi cabello de lado y luego abrí la perta para irme al piso subterráneo donde tenían a Jackson.
Antes de abrir la puerta respiré profundo, luego bajé la manilla y al halar encontré a Edrick Lee en mi puerta, tenía una de mis golosinas favoritas en la mano, era una chupeta roja en forma de corazón, eso me hizo recordar la última vez que vi esta escena, fue un día antes de mi aniversario, por lo que mi furia se convirtió en melancolía.
-Por favor, perdóname. Ya no aguanto que me trates como si no existiera, quiero arreglar las cosas- me dijo sacándome de mis pensamientos
El Chef Pablo tenía toda la razón, la Ley del Hielo funciona a la perfección, así que seguiría su consejo al pie de la letra.
Tomé la chupeta y vi como sus ojos brillaron y una sonrisa se dibujó en su rostro
-No, pero me gusta mucho la chupeta así que me quedaré con ella- le dije con mi sonrisa maliciosa, abriendo la chupeta, metiéndola en mi boca para degustarla y pasándole por un lado a Edrick para regresar a la Ley del Hielo, pues había recordado que el Chef Pablo me recomendó que no se lo hiciera tan fácil, yo quería hacerlo, pero no podía, porque podría ser una trampa para retenerme más tiempo. Ya tenía algo nuevo que contarle a Jackson
Edrick Lee
Ella me había ignorado por completo, cada día que pasó haciéndolo me dolía demasiado, más cuando le dirigía la palabra y ella solo continuaba como si nada, pero no podía pedir más, yo me lo merecía, si no hubiese hecho nada desde un principio, no estuviera pasando por esto. Llegó aquel momento donde ya no aguanté más y decidí obedecer al consejo que mi manager me dio.
Yo había observado lo mucho que ella miraba y cada tres días comía aquella chupeta roja con forma de corazón, por lo que fue mi primera opción y si quería hablar con ella debía retenerla en la puerta antes de que saliera. Yo me había parado en su puerta, lo había pensado mucho, cuáles eran las palabras que usaría y como debía hablarle, pero no me valió pensar tanto ya que no dije nada de lo que pensé y parecí desesperado por lo que obviamente no funcionó.
No me iba a rendir tan fácilmente, debía recuperarla, porque el chef me estaba ganado y eso no lo permitiría. Así que debía mejorar mi jugada.
Cada semana lo intentaba con algo nuevo, yo la estaba conociendo mejor en cuanto a sus gustos, por lo que buscaba algo más grande y que ella no se resistiera, pero siempre lo hacía, aceptaba las cosas para luego abofetearme con las palabras e irse.
Ya ha pasado dos meses y siento que no he avanzado nada, ya estoy harto de todo esto. Yo simplemente no le importo en lo absoluto, debería rendirme, ya fueron ocho intentos y ninguno funcionó ¿Qué chica me rechaza ocho veces? Ninguna porque todas se abalanzan sobre mí a pesar de que yo no quiera nada con ellas, pero Alicia es la excepción de todas, en verdad ya estoy cansado.
Me levanté de mi cama, me arreglé y fui al estudio de grabación, me senté en la silla giratoria, recostando mi cabeza hacia atrás en ella y cerré mis ojos. Solo pensaba en lo persistente que he sido con Alicia, nunca en mi vida he querido algo con tantas ansias, pero ¿por qué? Recordé todos y cada momento que he pasado con ella, inclusive los que me he descubierto a mí mismo observándola con atención. Tal vez mi manager ha tenido razón desde el principio y estoy enamorado de ella.
Abrí mis ojos, observé el escritorio y estaba el disco que grabé con Alicia. Una tonta sonrisa se dibujó en mis labios al ver la fotografía de la portada, aun no creía lo cerca que estuve de besarla en esos momentos y su rostro de confusión era épica, ya veo porque al fotógrafo le encantó esta foto, es demasiado realista y coincide en la letra de la canción principal. Me quedé observando la portada del disco por unos minutos más.
De pronto la puerta se abrió, dejando ver a mi manager que me saludó alegremente como de costumbre, pero luego su rostro cambio al observarme con más detalle
-De nuevo te rechazó- me dijo como si fuera lo obvio
-¿Tu qué crees?- le dije
-No te vayas a rendir, a veces suelen ser muy difíciles y más cuando hiciste algo como eso-
-No lo haré de nuevo. Ella simplemente me odia y cada vez que llego a casa ni siquiera la encuentro, en la noche solo cena conmigo pero sin mirarme o decir algo. Le dirijo la palabra y es como si no...- dije frustrado pero sin terminar ya que él me interrumpió
-Existieras. Si, lo sé. Mi esposa y yo pasamos por algo parecido hace tres años. Yo le fui infiel y ella me descubrió, pensé que explotaría cuando llegase a casa, pero solo me ignoró, me convertí en aire para ella, estuvimos así por un año, aunque yo la tocase o le hablara, ella solo hacia como si de verdad yo no hubiese hecho nada o estuviese allí ¿Crees que no te entiendo? A pesar de que sean casos completamente distintos es la misma situación. Así que no te rindas, sigue intentando- me dijo en forma de exhortación y con un tono de tristeza en su voz, como si de verdad me entendiera.
Alicia
-¿Cuánto tiempo vas a durar ignorándolo?- me preguntó Lila
-No lo sé... solo que no puedo perdonarlo tan fácil. Todo lo que ha hecho me arruinó la vida por completo- le dije un poco molesta. Lila ya sabía todo lo que sucedió conmigo, pues logré contárselo
-Alicia, tú quieres perdonarlo ¿Por qué simplemente no lo haces? Él ha hecho todo lo que se le ha ocurrido para pedirte perdón-
-No, él no ha hecho todo-
-Aish, bueno sé que pronto saldrás de aquí, pero te diré que el amo nunca ha sido persistente en su vida con una persona hasta ahora- me dijo Lila en un suspiro
Sus palabras me confundieron más de lo que yo estaba. La persistencia de Edrick para mí era más que extraña. Miles de preguntas rondaban en mi cabeza ¿Por qué simplemente no me dejaba ir con Jackson? ¿Por qué insistía tanto en que lo perdonara? ¿Por qué se veía como si yo le importase demasiado? Cada una de estas preguntas, los comentarios y su comportamiento hacia que por algunos momentos dudara de él y a veces de mis sentimientos
No podía dudar de eso, era imposible, nunca podría sentir algo por la persona que me secuestró, alejándome de todo lo que yo amaba y quería. Mi vida se ha puesto de cabeza, tengo un enorme revueltillo en mi cerebro.
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