"No me iré sin ti."
– ¿En dónde está Thomas? –. Preguntó aún fulminándome con la mirada.
– Eh... No está aquí... No ha de tardar... Puede regresar en un rato si gusta... –esa mujer me ponía los vellos de punta. Sin responder me hizo a un lado y entró a la casa por la fuerza–. Voy a tener que pedirle que se marche... –le dije levantando la barbilla. Era unos 10 centímetros más alta que yo.
– ¿Estás curada? –me examinó con la mirada–. No te había visto en meses...
– Sí –al parecer ya la conocía desde antes del accidente–, ya estoy mejor...
– ¿Y por qué estás aquí? –fruncí el entrecejo sin entender– ¿Por qué no estás en tu casa?
– Esta es mi casa.
– No, aquí te quedabas con Tom-Tom mientras te curabas.
– No –corregí cada vez más confundida–, estos meses estuve en el hospital, ¿de dónde dices que te conozco? –. Levantó una ceja.
– En serio estás mal de la cabeza, ¿no?
– Bueno, pues no recuerdo muchas cosas... Así que supongo que sí...
– ¡Mamá! –. Daniel apareció entre nosotras.
– ¿Pero qué tenemos aquí? –. La británica cargó a mi hijo con una sonrisa de oreja a oreja.
– ¿De quién es?
– Mío y de Thomas... –me miró con los ojos llenos de sorpresa.
– ¿Tom-Tom tuvo un hijo contigo? –. Me miró como si fuera caca de perro.
– Dame a mi bebé. –ya no planeaba ser amable, aquella mujer me estaba asustando en serio. Fue a la cocina corriendo y la perseguí. Cuando llegué a la puerta vi que sujetaba un cuchillo cerca del pecho de Daniel.
– Ve a la sala –ordenó. Hice lo que me pedía–. Pégate a esa pared o te juro que le corto el cuello a este bastardo.
– Tranquila, por favor –mis ojos se llenaron de lágrimas–, déjalo en el suelo, haré lo que me pidas.
– ¿En serio piensas que me creí el cuento de que estabas loquita de la cabeza? –. Apretó tan fuerte a mi hijo que éste se puso a llorar.
– ¿Qué? –me desconcertó lo que acababa de decirme, pero no podía pensar en eso mientras veía como lastimaba a mi bebé–. Por favor, déjalo ir.
De repente lanzó el cuchillo para que quedara a mis pies. Tomé el arma y sin separarme de la pared lo apunté hacia ella.
– Suelta a mi bebé.
– No, no, pequeña, ese cuchillo no lo usarás en mí, sino en ti –la miré confundida, ¿de qué hablaba? Yo era la que tenía el arma, no ella–. Si te acercas a mí voy a romperle el cuello. –puso su mano en el pequeño cuello de mi hijo.
– No, por favor, déjalo.
– Entierrate ese cuchillo en el pecho y lo dejaré en paz, lo premeto.
– ¡Estás loca! –. Calculaba mis posibilidades, pero no había muchas.
– Loca por Tom-Tom... ¿Él sabe que...? -. La puerta principal se abrió llamando nuestra atención.
– ¿Emily? –. Vio que cargaba a nuestro hijo y me percaté de que estaba asustado.
– Christian, haz que suelte a Daniel. –le supliqué con lágrimas a punto de salir de mis ojos.
– Emily –se acercó lentamente a ella con miedo de hacer un movimiento brusco, ¿por qué le tenía tanto miedo? –, pon a Danny en el suelo, lentamente... –la pelinegra corrió hacia él con una sonrisa de oreja a oreja ignorando lo que Christian acababa de ordenarle.
– ¡Tom-Tom! ¡Podemos irnos con él! –sacudió un poco a Daniel. Mi corazón se aceleró. Esa mujer estaba loca.
– Emily, deja a Daniel en el suelo, por favor –puso una mano en su mejilla. Ella obedeció no muy segura de lo que hacía–. Cuando Chris me vio levantó las cejas–. ¿Qué haces con un cuchillo? –. Solté el arma y este provocó un molesto ruido al chocar contra el suelo.
– Quería que me apuñalara en el pecho... –mi voz temblaba de miedo.
– ¿Qué? –volteó a ver a Emily con furia reflejada en los ojos–. ¿Qué pasaba por tu mente? –. Caminó hacia ella de manera amenazante.
– Tom-Tom, yo sólo quería...
– ¡Deja de llamarme Tom-Tom, siempre odié que me dijeras así! –. Pude ver en la cara de aquella chica, como le había dolido lo que mi novio acababa de decirle.
– ¡Eres un desgraciado! –la tristeza de Emily se había transformado en odio en menos de un segundo. Lo empujó por el pecho y empezó a golpearlo con mucha fuerza. Christian la tiró al suelo.
– ¡Déjame en paz! ¡Sólo te utilicé! ¿No lo ves? Te llamé cuando necesitaba un doctor, pero ya no lo necesito más, ya no me ha lastimado...
– ¡Te amo, Tom-Tom! ¡Ella no!
– ¡No lo sabes! –. Una vena salía de su frente.
Emily se puso de pie y corrió hacia mí, quería matarme, lo veía en sus ojos. Christian la tacleó llevandola al suelo.
Empezaron a pelear en el suelo, Emily lo golpeaba pero mi novio le devolvía los golpes sin dudar. No podía pensar en nada más, sólo en mi hijo, estaba en shock. Corrí hacia mi bebé y lo cargué en brazos. Cuando volteé a ver la pelea sólo vi a Chris sobre ella, ambos sin moverse. Moví a Danny para que dejara de llorar. Christian se quitó de encima y pude ver al fin a Emily. Sus ojos miraban hacia el techo y el cuchillo estaba enterrado en su pecho.
– Oh por dios. –Christian acababa de matar a una chica...
– Gemma –gateó hacia mí, dado que yo estaba en el suelo llorando sin soltar a Daniel.
– ¡No me toques! –. Arrastré mi trasero lejos de él horrorizada por lo que acababa de hacer.
– Tuve que hacerlo... No podía permitir que les hiciera daño –desvió la mirada pensando en algo–. Tengo que deshacerme del cuerpo...
– ¿Deshacerte? –apenas podía verlo con claridad; mis lágrimas volvían borrosa mi vista–. ¡Acabas de matar a alguien, por Dios! ¡Tenemos que llamar a la policía!
– No vamos a llamar a la policía, Lorena.
– No soy Lorena... –lo miré confundida–. No tienes de qué preocuparte Chris, le diremos a la policía que fue en defensa propia... –no me creía, ¿por qué?
– Gemma... –se acercó a mí lentamente, y esta vez no me alejé.
– No fue tu culpa, Chris... Pero si te deshaces del cuerpo... Y tú quedas como sospechoso o encuentran alguna pista de su desaparición sería peor para ti...
– Supongo que tienes razón. –suspiró.
***
– Descríbanos lo que ocurrió con el máximo de detalles posible. –dijo el policía situado frente a mí. Christian estaba afuera del cuarto de interrogatorio cuidando a Daniel. Les dije todo exactamente como pasó, omitiendo el hecho de que mi novio quería deshacerse del cuerpo.
– Él no es una mala persona, fue en defensa propia, esa chica quería matarme y secuestrar a mi hijo.
– ¿Emily era amante de su novio? –. Me preguntó el hombre anotando algo en su libreta.
– ¿Qué? No... Chris... Me –¿me amaba?– quiere mucho... No es capaz de tener una amante...
– Señorita Jones, por lo que me acaba de contar... El señor Miller tenía una amante, ésta llegó a su casa sin esperar encontrársela y perdió el control al darse cuenta de que el señor Miller no iría con ella. –No recordaba como era Christian antes de perder la memoria, pero no podía ser muy diferente a como era cuando desperté del coma, él me quería, incluso podría afirmar que me amaba, no podía tener una amante.
– Bueno, es todo, vamos a interrogar al señor Miller y después veremos que hacemos. –asentí. Ambos nos pusimos de pie y salimos del cuarto. Christian se paró de la silla en donde estaba sentado.
– Te van a interrogar a ti. –le informé. Estiré los brazos para que me diera a Daniel pero se alejó.
– ¿Qué le dijiste? –. Susurró.
– La verdad, cariño, tú no eres un mal hombre, verán que eres inocente.
– ¿Cuando salga de este interrogatorio, seguirás aquí? –. Sonreí y le planteé un delicado beso en los labios.
– No me iré sin ti.
***
Habían pasado unas semanas desde aquel horrible hecho. Aunque suene extraordinario, habían declarado a Christian inocente tan sólo unos días después del interrogatorio, aunque sospechaba que le había dado unos cuantos billetes a las policía para que no quedara como culpable.
Como no podía dormir en la misma casa en donde una persona había sido asesinada nos mudamos a la otra casa, que finalmente había terminado su remodelación; era enorme y perfecta para los tres.
– Gemma, vamos a cenar, sólo tú y yo. –me tomó de la mano.
– Pero, Chris, ¿y Daniel?
– Una amiga va a cuidarlo esta noche, estaremos libres, mi vida. –sonreí. Me puse un vestido negro que estaba en mi habitación que, según mi corta memoria, nunca había usado, por suerte cubría la horrible cicatriz de mi muslo derecho, aquella de la que Christian me había contado que me había hecho en un accidente de coche, cuando me lo dijo me reí, había tenido tantos accidentes que era una sorpresa que siguiera viva. Bajé a la sala, en donde me esperaba con un traje negro y una camisa de botones blanca.
– Te ves hermosa. –me besó en los labios.
***
La cena estuvo deliciosa y en el postre Christian llamó mi atención.
– Eh... Gemma...
– ¿Sí? –. Tragó saliva, estaba nervioso.
– Sé que no recuerdas nuestra relación... Y en cierto sentido me agrada eso, porque cometí muchos errores en el pasado, pero me he esforzado mucho en volver a enamorarte y...
– Chris –toqué su mano sobre la mesa–, si estaba contigo era porque quería, eres un buen hombre, por eso te quiero. –sonrió.
– Bueno... Nunca estuve completamente seguro de ser suficientemente bueno para ti, pero en estos 6 meses que hemos pasado juntos desde que despertaste del coma...
– Ve al punto, Chris. –reí lo más bajo que pude. Tosió y se puso de pie.
– Ok, iré al punto... –se puso de rodillas y sacó una pequeña cajita de terciopelo negro. Mi corazón de aceleró y abrí los ojos como plato–. ¿Te quieres casar conmigo? –. Abrió la caja que contenía un anillo de diamantes.
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Este cap está dedicado a @RosetDazzel @Tania3380 @EdnotaJaime y todas las personitas que comentan sus reacciones conforme leen, jaja me hacen el día :3 ❤️ etiquetaría a todas pero son varias y tardaría mucho, y pos ya quería darles el cap... Que no es el último Jajajaja pero ahora sí, el siguiente ya es el final. Por más que intente alargar la historia... Ya debe terminar :c
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