CAPÍTULO 7:

Expuestos al aire libre.

Me alejé lo más que pude de él, asegurandome de que el agua no muestre mi cuerpo desnudo y procurando que sus dedos ni ninguna parte de su cuerpo hiciera contacto con mi piel.

—¿Vas a seguír alejandote?—preguntó y nadó más cerca de mi, retrocedí intuitivamente y caí uniéndome en la parte más profunda del río.

Nadé y salí a flote para ver que el idiota no dejaba de carcajearse y se agarraba de la barriga.

—Estoy bien, gracias—comenté sarcasticamente, él alzó una ceja y soltó una carcajada.

—Oh, qué interesante, me importaba tanto saberlo que por eso te lo pregunté—dijo con sarcasmo

Me dí la vuelta dandole la espalda y seguí bañándome.

No necesitaba hacerlo enojar, mucho menos en un río donde con algunas piedras y quién sabe qué más mi cuerpo puede acabar hundido en el fondo del agua.

Con eso en mente enjaboné apresuradanente todo mi cuerpo y sentí su mirada en mi, pero no le dí importancia.

Me sumergí en el agua para quitarme el jabón y varios segundos después salí a causa de que el idiota tiró de mi cuerpo hacia la superficie.

—¡¿Qué mierda haces?!—le grité.

—Amor, tenemos compañía—me guiñó el ojo y fijó su vista detrás de mí.

Me giré y un policía nos estaba mirando cruzado de brazos.

—Recibimos una denuncia sobre una pareja teniendo relaciones sexuales a plena vista— dijo el tipo, pero algo en su tono de voz, en la forma lasciva que me miraba y en su uniforme que no parecía del todo real me puso incómoda.

—No...nosotros no...

—Los acabo de ver—dijo el policía fulminandome con la mirada.

¿Cómo que nos acaba de ver? Yo solo me sumergí para quitarme el jabón y...

—No...no es lo que cree, él y yo no estabamos haciendo nada, yo solo me sumergí para...

—Ya, amor, tranquila luego seguirás haciéndome la mamada en el auto, vamos— dijo el vuela sesos ganándose la furia de mi mirada.

—¡Coño!—le grité enojada.

—Sí amor, también te daré por el coñ...

—Agg— el oficial se aclaró la garganta —Ya escuché suficiente, se visten y se largan—nos ordenó.

—Lo sentimos oficial, pero sabe como son las adolescentes y sus deseos—le dijo el idiota mientras se reía.

¿Por qué no se calla? Y ¿Adolescente? Tengo veintiuno, él es un capullo y nadie le dice nada, adolescente, Ja' claro.

Él policía me miró y me escondí detrás de Adonis, ya es suficiente con que este idiota me vea como para que otro también lo quiera hacer.

—Solo larguense, no quiero recibir otra llamada de personas follando al aire libre—nos dijo y
Adonis asintió. Caminó hasta la orilla, envolvió su cintura en una toalla y salió del agua.

Yo me quedé mientras lo veía meterse al auto, aparté la vista a mis ropa cuando noté que se estaba vistiendo y me quedé con la boca abierta al verlo salír y ponerse hablar con el policía.

¿Y si se conocen?¿Y si es un policía corrupto?

Esperé varios minutos, pero el policía no se iba y mis sospechas aumentaban.

Bufé comenzando a sentir frío y salí del agua, me envolví en una toalla y cuando me giré para ir al auto a vestirme los dos estaban mirandome de arriba a bajo.

El idiota de Adonis me lanzó un beso

Levanté mi mano y le mostré el dedo corazón.

Ambos rieron.

—Que irrespetuosa, bueno, pero así son las chicas de ahora—ambos rieron.

Él policía se despidió de él idiota, me dedicó una última mirada y se fue.

Me metí al auto, me vestí con la horrible ropa que Adonis me dio y me puse la campera para que me tape. Con mis manos desenredé como pude mi cabello y el vuela sesos entró al auto.

—Te ofrecí al oficial por media hora para que haga lo que quiera contigo y no aceptó porque dijo que dos pesos por minuto era mucho y que no valias la pena, maldita idiota no sirves ni para prostituta— dijo y aunque dolió, me le reí.

—Aquí el único idiota eres tú y si tanto te molesto dejame ir y ofrecete tu al policía, tal vez consigas uno con cincuenta por dejarte meter el dedo— me miró atravez del espejo retrovisor y me guiñó el ojo.

Mierda.

—A tí te encantaría meterme el dedo cielo, pero tranquila que cuando lleguemos la persona que te compró te violará tantas veces que no tendrás tiempo para pensar en mí— bajé la mirada.

¿Tan poco le importa una vida a un secuestrador? ¿Si yo fuera parte de su familia haría lo mismo?

—Mierda no te pongas así, solo era una broma— bufó y negó con la cabeza. —Mujeres, no pueden ser más bipolares, un segundo están felices y al otro son un mar de lágrimas— antes de que pudiera detenerme me acerqué a su asiento y lo abofeteé.

Mi mano se le marcó en la mejilla.

—¡¡Eres una mierda!! ¿Felíz dices? ¡Desde que te conocí la única felicidad que tengo es cuando duermo y me olvido que un maldito drogadicto me tiene secuestrada!— le grité, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.

—¡Deja de llamarme así, no me conoces!— me gritó de regreso.
—¡Y donde me vuelves a abofetear te juro que te devolveré el golpe y no volverás a moverte, zorra!— sus manos golpearon con fuerza el volante.

Aproveché su descuido y que pasaba un auto y me bajé a toda prisa.

Grité, alcé las manos, hasta salté y para mi suerte el auto me frenó.

—¡NO!— escuché que gritó el idiota.

Corrí hasta donde había frenado el auto y me subí.

—¡Por favor arranque!
¡Arranque!— le pedí al conductor y este lo hizo. —Gracias le debo una grande— suspiré de alivio y me acomodé en el asiento mientras lograba que mi respiración se calme.

Soy libre.

—Sabía que ese idiota no iba a poder con esto— murmuró y lo miré.

Mi corazón se detuvo por un momento.

El tipo tenía el mismo tatuaje que Adonis tiene sobre la ceja izquierda.

—¿Quién eres?— pregunté con miedo.

—Cállate— ordenó y quise abrír la puerta, pero el tipo la trabó.

—No entiendo como es que nuevamente dejó que una de ustedes se le escapara es un tarado, así no aprenderá nunca— murmuró para si mismo.

—¿De qué hablas?— logré preguntar, la verdad era que estaba aterrada.

—¡Que te calles, perra!— piso el freno, el auto se detuvo, pero yo fui expulsada hacia adelante y golpié mi cabeza contra la puerta. —Eso te pasa por hacerme enojar— gemí de dolor y me agarré de la cabeza tocandome la zona afectada.

Sentí mis dedos mojados, dolía. Me miré la mano tras una vista borriza y tenía sangre o eso parecía.

Sentía el liquido deslizarce por mi frente hasta caer sobre mi rodilla.

Mi visión empeoró, el dolor rápidamente se volvió insoportable y comenzó a costarme mantenerme despierta.

—Genial, Adonis nos persigue.

Eso fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro y oscuro.

OMG ¿Se acuerdan de esto?=

Holitas!!!

¡¡Estoy muy pero muy felíz!! ¡¡¡La historia ya casi llega a las 900 lecturas!!!

Gracias!!!🖤❤️🖤

Siento que pasaron siglos, nunca pensé que la historia llegaría a tanto y cuando leo mis mensajes viejos me siento muy feliz porque aunque muchas cosas han cambiado, sorprenderme con cada lectura o comentario, no es una de ellas.

¡Los quieros babys!

Atte: MicaelaEP
*01/05/2022🖤♥️🖤