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CAPÍTULO 3.
Peligro en el hot wars:
-Oye, despierta- oí que alguien llamó justo antes de que la puerta se abriera y yo cayera fuera del auto. Caí sobre tierra y piedras, brameé a causa del dolor y me removí intentando levantarme.
Despertarme así no es mi forma favorita.
Me sostuve del auto y pestañé hasta que me acostumbré a la luz del sol, me giré y el Vuela sesos estaba mirándome con una sonrisa socarrona iluminando su mirada mañanera.
-Buen día ¿Cómo dormiste?¿Pasaste frío?- preguntó y quise matarlo, nunca me gustaron las bromas durante la mañana, soy de esas personas que cuando se acaba de despertar no habla ni le gusta que le hablen, este idiota por otro lado lleva ese disgusto a un nivel superior. -Vamos- me indicó el lugar de mala muerte trás su espalda y me metí al auto. -¿No tienes hambre?- me preguntó al mismo tiempo que dos tipos salían de aquél sitio.
Sí, ahora sí.
Me apresuré a salir del coche, abrí grande la boca para gritar y el Vuela sesos me la cubrió con su mano, forcejeé contra él y aún así no sirvió de nada, sus brazos son como una jaula.
-Deja de luchar y míralos- giró mi cabeza hacia los dos sujetos que se alejaban, observé el estacionamiento y me di cuenta que el lugar de mala muerte es un bar de motoqueros.
Eso explica porqué tiene un cártel caído que dice "Hot wars".
-¿Crees que todo ese cuero y cadenas serán mejores que yo?- susurró contra el lóbulo de mi oreja.
-Observalos más de cerca.- comenzó a caminar llevándome hacia los hombres, estos montaron sus motos, sus chalecos se alzaron y vi el arma en sus pantalones -Ellos son peores que yo.
Me quedé observando como los motoqueros se iban, el Vuela sesos me soltó y retuve las lágrimas negándome a demostrarle mi vulnerabilidad.
-¿Vamos?- preguntó y lo ignoré, ya que más allá de su voz, se oían risas y no provenían del Hot wars.
Comencé a correr, él no se molestó en perseguirme y me acerqué a la fuente, quizás mi salvavidas.
A cien metros, sentados junto a la ruta en la tierra, había una pareja de un hombre y una mujer bebiendo y riendo.
-Eso no es agua- oí detrás de mí. -Tampoco se están riendo de algo bonito, si te les acercas te matarán, no perteneces a su clientela- me guardé mis comentarios y continué corriendo, la pareja se giró al oír mis pasos.
-¡Ayuda!- les pedí, estaba desesperada y ellos sacaron armas y me apuntaron. -Por favor, necesito ayuda- retrocedí y ella me apuntó a los pies y disparó, salté, grité y ellos rieron.
La tierra se volvió humo delante de mí.
-Vuelve por dónde viniste- me dijeron y corrí de regreso, mi secuestrador me estaba esperando.
-¿Asustada?- no respondí, mi cara lo decía todo.
-Me alegra, ahora mueve tu trasero, tengo mucha hambre.
Y con eso empezó a caminar hacia el bar, tardé unos minutos en seguirlo y al entrar descubrí que el bar está lleno y que todos visten de cuero y portan armas en sus cinturones o en sus pantalones.
Me apegué lo más que pude a las paredes y mientras caminaba vislumbré el lugar en busca de una salida, quizás si consigo las llaves y le robo el auto, no va a ser tan peligroso escapar, pero necesito un plan.
Giré a ver todo a mi alrededor y descubrí dos puertas, la primera es por la que entramos y la segunda se encuentra al final de un gran pasillo amarillo iluminado por luces que titilan.
Hay dos barras, una está vacía, la otra tiene seis bancas ya ocupadas por motoqueros, hay tanto hombres como mujeres y mientras los observo, más me doy cuenta de que no debo acercarme a ninguno de ellos.
También hay una mesa de billar, tres hombres están preparando con tisa sus palos, otros tres fuman y las camareras les traen tragos en bandejas de metal.
Las paredes están pintadas de un verde grisaceo, hay manchas rojas las cuales espero que sean de salsa y el olor a tabaco y alcohol me hacen querer vomitar.
Busqué al idiota con la mirada, y lo encontré sentado en una de las mesas ubicada a varios metros detrás del billar, él está pidiendo comida y la camarera que lo atiende le coquetea mientras anota la orden en su libreta.
Llegué hasta él, me senté a su lado para mantenerme alejada de cada peligrosa persona que se encuentr en este lugar y la camarera me miró de arriba a bajo frunciendo el ceño, pero no dijo nada.
El idiota, por su parte, me observó con una media sonrisa y se inclinó a mi oído.
-¿Ahora me quieres cerca?- preguntó hablando bajo. -Este lugar no es para ti- me dijo y la camarera al escucharlo, estuvo de acuerdo.
-Deberías ir a la ciudad, los juegos de niños están allí- me indicó ella y él se carcajeó -¿Es tu hermanita?- le preguntó ella volviendo a coquetearle y yo me carcajeé está vez.
-¿Su hermanita? Claro que sí, viste Cielo- le di un codazo al idiota golpeándolo con fuerza para que le duela. -No vas a poder follarme, sería incesto y a ti- señalé a la camarera y luego a los hombres en la mesa de billar -Te llaman.
Ella no me dijo nada y con la orden anotada en su libreta se marchó rápido hacia el billar, pero no sin antes echarle una mirada al vuela sesos, una que prometía más que solo una hamburguesa con papas.
-Cielo, te tardaste- dijo el idiota alejándose de mi oído y utilizándo a su favor el apodo con el que lo llamé hace un momento. -¿Qué te sucedió recién?¿Tienes miedo de que ya no quiera follarte?¿No te creíste eso del incesto, verdad?- preguntó y las peligrosas miradas de todas las personas del lugar se enfocaron en nosotros, pero al idiota no le importó, es como si disfrutara ser del foco de atención y continuó hablando.
-Descuida, encontraremos un motel que no sea peligroso para satisfacer tus necesidades- me guiñó el ojo y tomó la cerveza que una camarera diferente le trajo.
-¿Quieres algo?- me ofreció ella, al parecer la única persona amable en este asqueroso lugar.
-...
-No- me cortó él antes de que pudiera hablar -Esta adieta, ve a otro lugar- la echó y ella se fue muy rápido siendo quizás la única salvación.
Esta me las pagará.
-Ay, Cielo- me pasé las manos por los ojos fingiendo. -Dijiste que querías satisfacerme- hablé tan alto como pude, las miradas de todos se posaron una vez más sobre nosotros -Pero sabes que eso es imposible.- fingí estar muy triste y él dejó la cerveza sobre la mesa para prestarme atención. -Luego del accidente que tuviste, sigues olvidándote de que te la cortaron, se que quieres complacerme, pero no puedes, ya no te castigues de esa forma.- miré a mi alrededor y una señora junto a nuestra mesa escuchaba atentamente nuestra discución.
-Se la cortaron- le conté como una viuda contaría sus penas.
-El miembro era tan pequeño que no sobrevivió al accidente en moto y se lo tuvieron que cortar de un hachazo, no se imagina cuánta sangre salió, brotaba y brotaba ¿Dónde le cabía tanta sangre al chiquitín?
La señora que portaba un arma en su cinturón y se pasaba un cuchillo manchado con sangre por los dedos se seco las lágrimas de los ojos.
-Te entiendo mi niña, esas cosas pasan- la señora acarició mi hombro a modo se apoyo.
-¡¡Eres una...
Alto ahí Vuela sesos, que aún no termino.
-...Cielo, no te avergüences de tu falta de micropene, los doctores dijeron que con el tiempo aprenderás a orinar por tu nueva vagina, es cuestión de practica-me burlé y el idiota tiró de mi brazo y me llevó fuera del lugar.
Sabía que lo malo se venía, su horrible cara lo decía, pero me había contenido tanto las gamas de reír que en cuanto salimos del hot wars solté carcajada tras carcajada.
-¡ERES UNA PERRA!-me gritó y reí porque para llorar ya estaba la señora.
-Cielo, no seas así, a que soy buena actriz, anda dilo-me seguí riendo y él me empujó contra la pared, mi sonrisa se fue en ese mismo instante.
-¡¿CREES QUE ESTO ES UN PUTO JUEGO?!¡PUEDO HACER LO QUE QUIERA CONTIGO!- me gritó y alzó su mano, cerré los ojos, pero él no tenía la intención de hacerme daño porque en lugar de tocarme su mano se estampó contra la pared, haciéndose daño a él mismo, aún así, salté del susto.
-¡MÉTETE AL AUTO!- me gritó y estaba tan asustada que no objeté y me subí.
Él estuvo fuera por cinco minutos y cuando se subió arrancó el coche y nuevamente empezamos a andar por la ruta.
-Tengo hambre- me quejé.
-Pues lo hubieras pensado antes de matar a mi pene- reí al recordar como la señora se creyó la historia y me dio consuelo por la "gran" perdida.
El idiota me fulminó con la mirada a través del espejo retrovisor.
-¿Vas a decírme tu nombre o prefieres que te siga diciendo Vuela sesos?- él se quedó callado.
Observé su cuerpo y sus manos están apretando muy fuerte el volante, de sus labios se murmuran algunas palabras, pero no llego a entender lo que dice.
-Adonis- soltó de repente.
-¿Qué? No te escuché- él rodó los ojos.
-Adonis, así me llamo- dijo luego de varios segundos de silencio.
-¿Adonis?- lo había escuchado, pero no me lo creí ¿Quién rayos se llama Adonis? Amnesia no es muy normal que digamos, pero Adonis, eso sí que es extraño.
-¿Estás sorda acaso? Sí, me llamo Adonis y si sigues preguntando te golpearé la cabeza contra el asiento hasta que te lo aprendas de memoria- rugió y entendí que no está de humor para seguír con el interrogatorio, pero las horas comenzaron a pasar, la anciedad a crecer y tuve que hablar.
-¿A dónde vamos?- él suspiró y siguió manejando por la ruta como si nada. -Te acabo de hablar.
-Te escuché- su tono de voz es cortante, aún sigue enojado.
Qué noticia.
-Dime- le insistí.
-¿Qué obtengo a cambio?- Aish, que buen chiste.
Tú me secuestras y te doy una recompensa. Claro, si quieres te golpeo la cabeza contra el asiento hasta que te lo creas.
-Nada- le respondí mirándolo a través del espejo retrovisor, pero el no me miró.
-Entonces no te diré nada.
Odio cuando se hacen rogar.
-¿Qué es lo que quieres a cambio?- le pregunté fingiendo colaboración, estoy segura que querrá que robe, lo llame con algún apodo idiota como hacía mi jefe o quizás le limpie esta chatarra que él llama aut...
-Sexo.
Lo escuché, tosí y negué.
-No- él rió
-Entonces una mamada- soltó y volví a negar.
¿Tan necesitado está? La droga o el alcohol no solo le han afectado la cabeza, sino también a su pequeño pene.
<<Sabes que no es pequeño>>
Fue imposible, ese pensamiento se coló en mi cabeza y ya no lo pude quitar ni evitar agregar:
<<Es todo lo contrario a pequeño>>
Holaaaa!
¿Cómo están?
La primera vez que subí este capítulo casi habíamos llegado a las 100 lecturas, recuerdo que puse este mensaje:
Tercer cap y ya casi llegamos a las 100 lecturas, es un montón considerando que ayer la publiqué.
Muchas graciassss!!!!🖤❤️🖤
Ahora que la estoy editando y ya superamos los 600k siento un no sé qué en el pecho, es como si en un pestañeo los años hubieran pasado y apenas ahora me estoy dando cuenta.
Déjenme decirles que me la paso riendo o cubriéndome el rostro, vergüenza ajena con algunos párrafos jajajja🤭. Pero bueno, aquí vine a editar y no a cuestionar las locuras de la Mica de hace unos años😂😂.
Pronto corregiré el próximo capítulo y hasta entonces nos estamos leyendo.😉
¡Hasta prontooo!😘😘
Atte: MicaelaEP ❤️
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