CINCO DÍAS MÁS TARDE

—Estoy nerviosa—Dije mientras Kendall conducía a la casa de Tris.

—Solo dile todo lo que ensayamos—Dijo y podía notar que también estaba nerviosa porque pasaba su mano por sus pantalones limpiando el sudor.

Detiene el auto al frente del edificio y puedo sentir el nudo en mi garganta.

— ¿Y si no quiere escucharme? —Pregunte.

Ella me miro.

—No te rindas—Hablo firme.

Asentí y baje del auto.

Limpie mis manos en mis jeans.

Inhale profundamente y camine a la entrada, el botones me abrió y fui al ascensor.

Puse la llave y presione el pent-house.

Veía como marcaba cada piso y estaba cada vez más cerca de verlo.

Las puertas se abren y veo que esta acostado en el sofá de la sala jugando video juegos.

Mira rápidamente hacia el ascensor y vuelve su vista al juego.

— ¿Qué haces aquí? —Pregunto pausando el juego y yo Salí del ascensor.

—Quiero hablar contigo—Murmuré.

Los nervios empezaron a aparecer.

—No tenemos nada de qué hablar, no te quiero volver a ver—Nuestras miradas se conectaron—Y dame la llave que te di—Hablo enojado.

Me gire dispuesta a irme pero en mi cabeza se repetían las palabras de Kendall.

No te rindas.

—No—Dije encarándolo—No me iré hasta que me escuches—Todo lo que había practicado ya lo había olvidado...Momento de improvisar—Tristan Thompson, te amo...Y lo siento, porque sé que te lastime...Solo es que...Tengo mucho miedo—Mis ojos comenzaban a cristalizarse y Tristan se había levantado a mirarme—Yo jamás había sentido esto que siento por ti, jamás alguien me había hecho sentir tantas cosas...Y respondiendo tu pregunta—Trague la saliva de mi boca—Si quiero estar el resto de mi vida contigo—Limpie mis mejillas mojadas—Solo que me tomaste desapercibida, Tris...Yo no pensé que lo pedirías en ese momento y cuando te arrodillaste frente a mí me acobarde...Porque sí, soy una cobarde y tu sacas mi lado valiente—Inhale y saque la cajita del bolsillo de mi chaqueta, me arrodille frente a él y vi su mirada confundida—¿Quieres casarte conmigo, Tristan Thompson? —Abrí la cajita que tenía el anillo que Kendall había mandado a hacer.

—Levántate—Me dijo sin decir nada.

Sabía que esto no iba a funcionar, el obviamente me dirá que no por venganza, el ya no quiere saber nada de mí.

Obedecí y me levante al frente de él.

Baje la mirada y el levanto mi barbilla.

Paso su pulgar por mis mejillas limpiando las lágrimas, mire sus ojos como analizaban cada parte de mi rostro.

Mordí mi labio por los nervios y su dedo toco mis labios haciendo que los soltara.

Su mirada subió a mis ojos y paso su brazo por mi cintura pegando a su cuerpo, acaricio su nariz con la mío cerré mis ojos disfrutando su cercanía.

El sonido del elevador abriéndose nos interrumpe, me giro para ver quién es y veo a Charlotte.

¿Qué hace Charlotte en casa de mi Tristan?

Ella me mira sorprendida.

Mire a Tristan frunciendo las cejas.

¿El...Ahora esta con Charlotte?

Parece que vio en mis ojos lo que pasaba por mi mente y negó con la cabeza varias veces.

—No es eso...Yo...Lo interrumpe la voz del botones por el intercomunicador.

—Joven Tristan, deje subir a Charlotte porque como ha venido estos últimos días supuse que no había por que preguntarle—Asentí mirando a Tristan.

Guarde la cajita y presione el botón del ascensor.

—Espera, Scar—Me pidió mientras yo subía al elevador.

—No hay problema, Tristan...Entiendo que ya no quieras estar conmigo...Solo que no pensé que sería tan rápido—Mis ojos se humedecieron de nuevo.

Presione varias veces el botón para recepción y las puertas se cerraron.

Me senté en la esquina del elevador y limpie mis lágrimas, las puertas se abrieron y me levante.

Me dirigí al botones.

—Disculpa, podrías dejarle esto a Tristan Thompson—Le entregue la cajita.

—Por supuesto, señorita... ¿De parte? —Inhale.

—Él sabe de quién—El asintió y yo Salí.

Pedí un taxi y le dije que fuera a casa de Kendall.

Al llegar le pague y entre.

— ¡Kendall! —Grite quitándome la chaqueta.

— ¿Funciono? —Dijo bajando las escaleras.

Negué con la cabeza y empecé a llorar.

— ¿Te dijo que no? —Pregunto Jason sorprendido.

—No me dijo nada, pero luego llego Charlotte...—Murmure—Y el botones hablo por el intercomunicador y le dijo que la dejo pasar porque ha venido los últimos días—Solloce.

—No lo puedo creer—Dijo Kendall abrazándome.

—Ahora dime como hago para llenar este vacío que siento dentro de mí, como voy a poder vivir sin él, Kendall...Si tan solo pasaron cinco días sin ver sus hermosos ojos mieles y sentía como me consumía en mis pensamientos—Llore en su hombro—Lo necesito...Todo esto es mi culpa.

Salí de casa de Kendall horas más tardes y decidí irme caminando.

Mi estómago me pide comida y lo primero que veo es un pequeño bar.

Entro y me dirijo al mesero.

—Dame una hamburguesa—Le pedí.

— ¿Desea algo de tomar? —Mire las botellas de alcohol atrás de él.

—Una coca cola—Murmure.

El asintió y me trajo mi orden, le pague y empecé a comer.

Veo como dos personas se sientan en mi mesa, los miro y son Natalie y Mason.

—Dios mío, son ustedes—Reí y me levante a abrazarlos. — ¿Qué hacen por acá? —Dije terminando de comer.

—Pues vinimos a emborracharnos—Dijeron riendo.

—Y ustedes... ¿Son algo? —Dije mirándolos sonriendo.

—Pregúntale a el—Dijo Naty riendo.

—Somos todo, no solo una etiqueta—Beso los labios de Naty.

Ay, mi corazón cada vez se rompe más.

— ¿Te quedas con nosotros? —Pregunta Mason.

—No, no pue...—Naty me interrumpe.

—Quédate, solo una ronda de shots y te vas—Dijo sonriendo.

—Está bien—Sonreí mirándolos.

¿Qué podría salir mal?