Capítulo 45
Mire mi reflejo en el espejo, ya estaba lista para salir con Tristan.
—Insisto en que uses uno más formal—Dijo Kendall atrás de mí.
—No, este está bien, me dijo que no debía ser formal—Le dije mirando mi vestido de flores con falda acampanada que me llega por encima de las rodillas acompañada de mi chaqueta de jeans y unas zapatillas blancas.
Deje mi pelo suelto con algunas ondas en las puntas y Kendall me maquillo de forma ligera y natural.
El timbre retumba en mis oídos.
—Llego—Murmure mirando a Kendall.
Ella sonrió y bajamos las escaleras.
Abrí la puerta y vi a Tristan apoyado en el marco de la puerta con una camisa de cuello en V blanca, jeans negro y sus típicas botas.
— ¿Te gusta lo que ves? —Mire sus ojos—Porque todo es tuyo—Yo reí y bese sus labios levemente—Estas hermosa—Me susurro en los labios
—No seas cliché—Murmure mirando sus ojos y el beso la punta de mis labios.
—Me están dando ganas de quedarnos en tu habitación para hacerte el amor toda la noche—Murmuro acariciando mis labios.
— ¿Hacer el amor? —Reí por su término.
—Contigo siempre hago el amor, nunca he tenido sexo contigo—Reí de nuevo y agarre su mano.
—Ya vámonos antes que me arrepienta—Dije empujándolo hacia su auto.
Entramos y empezó a conducir.
— ¿A dónde iremos? —Le pregunte—Y no digas que es una sorpresa.
El sonrió.
—Iremos a donde nuestro amor nació...Donde nos dimos nuestro primer beso—Mordí mi labio.
— ¿El lago de los sentimientos? —El asintió y yo puse mi mano sobre su pierna y el la tomo.
Al llegar estaciono el auto y nos bajamos.
El me llevo hacia el lago y vi una mesa de dos con un ramo de rosa y velas de decoración.
Vi a un señor vestido de mesero.
—Esto es genial—Le dije abrazándolo.
—Lo sé, soy genial—Le di un leve golpe en su estómago riendo.
Nos sentamos en la mesa y el mesero nos sirvió champagne.
Reí agarrando la copa.
—Espero que sea una buena champagne —Le dije sonriendo.
—La mejor—Dijo Tristan dándole un sorbo, la probé y tenía razón, era la mejor. — ¿Y qué tal? —Dijo esperando mi reacción.
—He probado mejores—Fruncí mi nariz mintiendo.
— ¿Si? —Pregunto sonriendo malicioso.
Mordí mi labio riendo.
—Te amo—Soltó y yo sonreí.
—También te amo.
—Solo quiero estar contigo y...—Se paró de su silla.
¿Qué está haciendo?
Se arrodillo frente a mí.
— ¿Qué haces? —Dije confundida.
—Quiero estar contigo para siempre—Tomo mi mano y saco una cajita roja.
No, no, no y no.
—Cásate conmigo—Puse mi mano en cubriendo mi boca.
—Tris, no creí que pedirías esto todavía, creí que primero seriamos novios y ya sabes...—Le dije mirando sus ojos mieles.
— ¿Es un no? —Pregunto frunciendo su frente.
—Es un no sé—Vi como su rostro cambiaba a uno enojado.
Se levantó.
— ¿Un no se? —Pregunto. —Creí que me amabas —Dijo.
—Y te amo, pero...—El me interrumpió.
—Sabes se me quito el hambre—Dijo—Vamos, te llevare a tu casa—Dijo sin mirarme.
—Tris, yo...—Me interrumpió.
—No me llames Tris, mi madre era la única que podía llamarme de esa manera—Sus palabras hicieron que mi corazón se rompiera en un millón de pedacitos hasta volverse polvo.
Subimos a su auto y el camino fue incómodo y silencioso, cuando quise poner música para relajar el ambiente el alejo mi mano.
Paro en mi casa y miro por su ventana esperando que bajara.
—Tristan, de verdad...—Me interrumpió.
—Bájate, Scarlett—Pidió.
—No, ni siquiera me dejas explicar...—Me volvió a interrumpir.
— ¡No quiero que me expliques nada, porque yo no hubiera dudado ni un segundo en decirte que si...Scarlett, te he dado todo de mí! ¿Qué más quieres que haga?
Mire sus hermosos ojos mieles.
—Solo necesitamos más tiempo—Le dije.
El miro el volante.
—Ya, vete—Murmuro.
—Tris...—Susurre.
— ¡Vete! —Grito.
Salí rápidamente y mire su auto, note como esperaba que entrara, abrí la puerta y entre, mire por la ventana como se iba.
No lo soporte y empecé a llorar.
Llame a Kendall.
— ¿Llegaste tan temprano? —Dijo apenas contestaba.
—Lo arruine todo—Solloce.
— ¿Qué paso? —Dijo.
—Me pidió matrimonio.
— ¿Qué? —Grito.
—Creí que me pediría que fuéramos novios, no marido y mujer—Solloce.
— ¿Y qué le dijiste?
—Que necesitábamos más tiempo y él se enojó mucho y...Creo que se acabó—Volví a llorar.
— ¡Claro que debe estar enojado! ¡Y no se acabó, tú vas a arreglar todo! —Hubo un silencio.
—Iré a tu casa, tengo un plan—Hablo.
—Está bien—Colgué la llamada.
Yo en serio lo amo, pero me tomo desapercibida y...Yo quiero pasar toda mi vida con él, pero creo que ya lo arruine todo.
Espero que este bien y que no haga una locura, porque jamás me lo perdonaría.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro