La película terminó y Austin me abrazó más fuerte.
—No tuviste que hacerte eso—Me susurró y yo subí mi mirada para verlo.
—Sí...Sí tuve y ya pasó, no quiero seguir hablando de esto—Él tomó mi mano.
—Yo puedo hacer que te olvides de él—Besó mi mano y luego mi cuello.
—Ya basta, Austin—Le dije levantándome—El sexo no solucionará mis problemas, el hecho de que perdí mi virginidad contigo no me hace tu sumisa...Ya basta, eres mi mejor amigo y solo quiero que me apoyes en todo lo que hago...Austin, hoy cumplo veintiséis, solo quiero divertirme—Él suspiró y asintió.
—Tienes razón, lo siento—Se levantó y me abrazÓ. —Supiste que sacaran a Kendall en unos días por buen comportamiento—Sonreí.
— ¿En serio? —Él asintió. —Eso es genial—Reí.
UNA SEMANA DESPUES
—Soy libre—Dijo Kendall en mi auto.
—Casi libre, tienes libertad condicional —Reí.
—Cierto, pero me siento libre—Sonreí—De nuevo gracias por dejarme quedar en tu casa.
—Tranquila, eres mi mejor amiga—Me detuve en mi casa.
—Es hermosa—Dijo mirando mi casa.
—Es bastante acogedora—Nos bajamos del auto.
—Así parece—Rio. — ¿Dónde poder trabajar? —Preguntó.
—Te conseguiré trabajo luego, ahora deberías descansar—Entramos a mi casa.
— ¿Descasar? Scarlett, hay que ir a una fiesta y yo sé un buen lugar a donde ir—Observo mi casa. —Extraño tanto a Jason—Susurró sentándose en el mueble.
— ¿Quién es Jason? —Le pregunte.
—Siete—Asentí— ¿No sabes dónde está?
—Creo que donde esta Tris—Ella sonrió.
— ¿Vamos? —Sonrió.
—Es que...Lo vi la semana pasada y me dijo que no volviera.
— ¿Y? —Sonrió de nuevo.
—No iré—Me cruce de brazos.
Llegamos a la prisión y yo seguía enojada porque me logro convencer.
—Yo entro primero—Dijo después de hablar con el policía.
Asentí y pasaron como diez minutos y supuse que también hablo con Tris.
Salió y me sonrió.
—Ve—Me ordeno.
—Maldición—Entre y repetí el proceso de revisión que no creí que repetiría después de que Kendall salió.
Al entrar ya él estaba ahí sentado.
—Te dije que no volvieras.
—Kendall tiene ese don de convencer a las personas—Me senté frente a él.
—Es libre—Asentí sonriendo.
—Se quedará conmigo mientras que consigue donde quedarse—Él tomó mi mano que estaba sobre la mesa.
—Yo también me quiero quedar contigo—Sonrió. — ¿Tú te quieres quedar conmigo? —Me preguntó.
—Sabes que sí—Mordió su labio.
—Me gustaría estar contigo siempre—Acarició mi mano— ¿Todavía tienes pesadillas? —Asentí.
—Todas son sobre perderte—El bajo la mirada.
—Acércate— Se inclinó sobre la mesa y yo imite su acción. —Nunca me has perdido, yo siempre he sido solamente tuyo, solo nos separa la distancia y ya sabes...La libertad—Tome su rostro e impacte sus labios con los míos. —Te extraño demasiado, pequeña—Beso mis labios más desesperadamente.
—Se acabó el tiempo—Anuncio el policía.
—Joder, un momento... Estoy besando a mi novia que casi nunca la veo—Reclamo y yo acaricie su rostro.
— ¿Novia? —Sonreí.
—Más que novia—Beso mis labios de nuevo.
Reí.
—Ve, nos veremos cuando salgas—El asintió sonriendo.
—Otra cosa, no salgas con Austin—Reí.
—No salgo con Austin, solo es mi mejor amigo—Mordió su labio.
—Kendall me conto algunas cosas—Analice sus ojos mieles.
—No significo nada para mí—El policía le puso las esposas.
— ¿No significo nada perder tu virginidad con él? —Pregunto.
¿Por qué diablos le dijo eso?
—Mi virginidad da igual, sabes que solo quiero estar contigo—El asintió y el policía lo saco de la sala.
Salí de la sala, agarre mis cosas y fui hacia Kendall.
— ¿Qué tal? —Pregunto levantándose y yo Salí al estacionamiento.
—No tenías que decirle que perdí mi virginidad con Austin—Le dije.
Abrí mi coche y entre.
—El me pregunto sobre ti y...Tienes razón no debí decirle nada ¿Se enojó? —Pregunto.
—No estoy segura, es muy misterioso—Me dirigí a mi casa.
—Tienes razón—Mi teléfono sonó.
— ¿Quién es? —Le pregunte a Kendall cuando agarro mi móvil.
—Video llamada de Natalie—Me dijo.
—Contéstale—Ella obedeció y puso la cámara en mi dirección.
—Hola, amiga—Me saludó. — ¿Dónde estás?
—En mi auto—Dije obvia.
— ¿A dónde vas? —Preguntó.
—A mi casa—Escuche su risa.
—Hoy hay fiesta—Mire un momento la pantalla y a Kendall que subía su pulgar emocionada. —Y tu iras con Mason y conmigo—Reí y asentí mirando la autopista.
— ¿Puede ir una amiga conmigo? —Le pregunté.
—Claro... A las nueve pasa por mí—Trancó.
— ¡Fiesta! —Gritó Kendall.
—Sí, claro—Reí.
Mire mi reloj y ya era tarde y debía buscar a Natalie.
— ¿Estas lista? —Le pregunté de nuevo a Kendall.
—Créeme que si—La mire y tenía mi vestido rojo que nunca uso y le quedaba genial con unos tacones altos negros.
—Genial, vamos—Reí.
Salimos de mi casa y me dirigí a la de Natalie.
Queda bastante cerca y es un alivio o me mataría por llegar tarde.
Toqué la bocina y ella salió riendo.
Llevaba una falda blanca acampanada y un top negro.
Entro en la parte trasera.
— ¡Hola! —Saludo y se puso entre los asientos. —Soy Natalie—Miro a Kendall y ella sonrió.
—Soy Kendall—Natalie me miró.
—Siempre me hablas de ella—Asentí.
Nunca le dije que es hermana de mi secuestrador, ni que me enamore de mi secuestrador, solo no le di detalles, le dije que era mi amiga y listo.
Natalie me guio hacia la casa donde es la fiesta y se escuchaba la música desde lejos.
Llegamos y estacione el auto.
—Mason nos está esperando—Dijo Natalie.
Entramos a la fiesta llena de universitarios.
Recuerdo la primera fiesta de universitarios a la cual fui...No me divertí para nada.
—Hola, nena—Me saludo un chico.
Lo ignoré pero me siguió hasta la barra con Kendall.
— ¿Se te ofrece algo? —Él sonrió.
—No sabía que eras tan hermosa—Acarició mi mejilla y alejé su mano.
—No lo soy, solo es maquillaje—Rodé los ojos.
—Soy Jack—Suspiré.
—Que bien—Miré a Kendall que pedía los tragos.
—Pedi Sex on the beach ¿Te parece? —Asentí.
—Una Coca Cola—Le pidió al chico que nos sirvió los tragos.
Reí y tomé un sorbo.
— ¿De qué te ríes, preciosa? —Pregunto tomando de su lata.
Mire su Coca Cola.
—Oh...No bebo—Reí de nuevo.
—Actúas como ebrio—El sonrió.
—Cierto. —Sonrió— ¿Tienes novio?
—Así es—No sé por qué dije eso.
— ¿Y es celoso? —Preguntó sonriendo.
Inmediatamente pensé en Tristan.
—Algo—Mordí mi labio. —Por cierto soy Scarlett.
—Scarlett—Sonrió mirándome fijamente
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