Capítulo 25
Grité.
Ya no eran las mismas pesadillas...Mis pesadillas son sobre perderlo, necesito estar con él.
Miré mi reloj y marcaba las 6:05.
Me levanté de la cama y me dirigí al baño.
Hice mis necesidades y cepillé mis dientes.
Me miré en el espejo y tenía puesta la camisa de Tristan...Inhalé su aroma.
Nunca me había sentido de esta forma, sentir que tu felicidad depende de otra persona...Es impresionante lo mucho que lo necesito.
Salí de la habitación y bajé las escaleras hacia la cocina.
Corté una rebanada de pastel y la comí.
Me quedé viendo la televisión en la sala hasta que mamá bajó.
—Vístete, hay que ir a la corte—Asentí.
Subí las escaleras y entré a mi habitación.
Me quité la camisa de Tristan y me di una corta ducha.
Me puse unos jeans de tiro alto con una camiseta holgada, me hice una cola de caballo y salí de la habitación.
—Nos vamos—Avisó papá.
Salimos de la casa y nos subimos al auto.
Miré la ventana del auto hasta llegar a la corte.
Había varias personas con micrófonos y cámaras en la entrada.
Me bajé del auto y se acercaron a mí.
Papá los hizo a un lado y entramos a la corte.
—Vamos tarde, ya va a empezar—Dijo mamá apurándome.
Entramos a la sala y me senté en los primeros asientos con mis padres.
Entró el juez y a los minutos entraron los chicos con el abogado.
Miré a Tristan que me buscaba en la sala hasta encontrarme.
— ¿Estás bien? —Articulé con mis labios sin emitir sonido.
Él asintió.
El caso empezó y no le presté nada de atención, tan solo miraba a Tristan.
—Se les declara culpable por el secuestro a la señorita Brown y serán condenados a once años en prisión, sin derecho a fianza—Dio un golpe con su martillo y miré a Tristan.
Aparecieron varios policías.
—Te amo—Me dijo mientras se lo llevaban.
—También te amo—Le contesté sin que mis padres lo notara.
Miré a Cinco.
— ¡Ve con mamá y avísale! —Me gritó Cinco y asentí. — ¡Habla con Austin, él te dirá como encontrarla! —Asentí de nuevo ignorando el hecho de que mis padres lo notaron.
Salimos de la corte y subimos al auto.
Suspiré, llegamos a la casa y bajé del auto de mis padres.
—Debo hacer algunas cosas, vengo luego ¿Mis llaves del auto? —Papá me las entregó.
—Mantente en contacto—Me dijo mamá y asentí.
Subí a mi auto y me dirigí hacia un lugar de tatuajes que está cerca.
Seguro alguno conoce a Austin.
Estacioné el auto y me bajé rápidamente, entré al lugar y había un chico bastante tatuado en la entrada.
— ¿Puedo ayudarte? —Preguntó y yo asentí.
— ¿Sabes dónde trabaja Austin? —Él rió.
—Por supuesto, puedo darte su número—Asentí.
—Eso sería genial—Él escribió en un papel el número. —Gracias—Salí del lugar y me dirigí a una cabina telefónica que estaba cerca.
Introducí algunas monedas marcando el número.
— ¿Hola? —Escuché su voz.
—Austin, soy Scarlett ¿Me recuerdas? —Pregunté.
—Por supuesto ¿No estabas... ya sabes, secuestrada?
—Sí, pero los atraparon y necesito hablar contigo ahora mismo ¿Dónde nos vemos?
—Ven a mi casa—Me dijo la dirección.
—Llego en treinta minutos—Le avisé y colgué.
Fui hacia el auto y seguí las indicaciones que me dijo.
Paré en su casa luego de treinta minutos.
Toqué su puerta y me abrió un chico tatuado.
—Estoy buscando a Austin—Le dije y él sonrió.
—Pasa—Me dejó entrar— ¡Austin, tienes visita!
Austin salió de una de las habitaciones y me sonrió.
—Hola, bonita—Le sonreí.
—Hola, necesito tu ayuda—Él asintió.
—Siéntate—Señaló el mueble.
Le hice caso y resoplé.
—Necesito ver a la madre de Tristan y Kendall—Él asintió.
—Claro, puedo llevarte y decirte dónde es—Asentí.
— ¿Puedes ya? —Él miró su reloj.
—Claro—Suspiré sonriendo.
—Vamos—Me levanté.
— ¡Voy a salir! —Gritó y salió de la casa, nos subimos a mi auto y me empezó a dar las indicaciones hacia la casa de Tristan. — ¿Los atrapó la policía? —Preguntó.
—Así es—Le dije.
Él suspiró.
— ¿Cuántos años? —Preguntó.
—Once años—Murmuré.
—Joder, cruza aquí—Obedecí y paramos en una pequeña casa—Es aquí—Tomé una profunda respiración y bajé del auto con Austin. —Es muy agradable, le caerás bien—Sonrió.
Tocamos la puerta y nos abrió una mujer algo joven.
—Hola, Theresa—La saludó Austin.
—Hola—Sonrió.
—Tengo visita para Christina de parte de sus hijos —Ella asintió.
—Pasen—Entramos a la casa—Está en el patio.
—Gracias—Austin me llevó al patio y estaba en una silla de ruedas mirando el jardín.
—Christina—La llamó Austin y ella nos miró sonriendo.
—Hola—Saludó.
—Viene de parte de sus hijos—Ella sonrió ampliamente.
—Mis hijos ¿Vinieron?
—No—Le respondí.
— ¿De nuevo en la cárcel? —Preguntó triste.
—Lo siento, Christina—Afirmó Austin.
Ella suspiró.
— ¿Y quién eres tú? —Me preguntó y miré a Austin.
Él rió.
—Señora Christina...Le presentó a la novia de su hijo—Ella me miró asombrada.
Esperen...No soy la novia de Tristan, pero ver los ojos felices de esta señora que se acaba de enterar que sus dos hijos están en la cárcel me impide decirle la verdad y la dejó gozar de su fantasía.
— ¿Estás hablando del mismo Tristan? —Preguntó y yo reí.
—Tristan Thompson—Asentí.
—Ven aquí, abrázame—Abrió sus brazos dándome un cálido abrazo.
—Soy Scarlett—Me presenté.
—Scarlett—Saboreó mi nombre. —Eres muy hermosa, debe ser duro para ti que Tristan esté en la cárcel—Bajé la mirada...No se imagina cuanto. —Él saldrá pronto ¿Cierto? —Miré sus ojos.
—Once años—Murmuré.
— ¿Once? —Preguntó y bajó la mirada. —No los volveré a ver...No viviré tanto tiempo—Tomé su mano.
—Sí lo hará, la pasaré a buscar mañana para visitarlo—Sonreí.
— ¿En serio? —Asentí.
—Mañana puede recibir visita—Ella me abrazó de nuevo.
—Yo las acompañó—Dijo Austin y lo miré.
—Está bien—Sonreí mirando sus verdes ojos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro