Capítulo 16
Al terminar estaba súper adolorida, pero no permitiría que este imbécil me viera mal por su culpa.
Me desamarró las cuerdas y caí al piso de reflejo, me extendió su mano pero la rechacé levantándome sola, estaba sin camisa, vi los restos de la camisa de Seis y la agarré, me la puse aunque estaba rota.
—Podrías dejar de romper las camisas de la gente ¿No crees? —Le pregunté.
Él tomó mi brazo y me llevó a mi habitación, entré y me quité la camisa, Once todavía no salía, lo ignoré y entré al baño dejando la puerta abierta, me quité el short y tomé la toalla blanca que estaba en el cuarto de baño, la mojé y empecé limpiando las heridas de mis piernas.
Once estaba apoyado en el marco del cuarto de baño.
— ¿Te ayudo? —Preguntó.
Negué con la cabeza y seguí limpiando mis piernas.
— ¿Cómo harás para limpiarte las de la espalda sola?
—Me meteré en la ducha y listo—Hablé con obviedad, ni crea que lo necesito.
—Pero yo no me iré de aquí hasta que me dejes limpiarlas. —Arqueé una ceja.
—Me importa en lo más mínimo que me veas si eso es lo que intentas decir.
Las puertas de la regadera eran transparentes así que se veía todo claramente.
Lo miré por ultima vez y él no tenía intenciones de marcharse y yo tampoco de perder mi orgullo.
Agarré el jabón y el champú para ducharme.
Desabroché el sujetador de espaldas a él y lo retiré de mi cuerpo.
No quería quitarme las bragas al frente de él, pero no quedaría como una estúpida, bajé las bragas por mis piernas y entré a la ducha sin mirarlo, empecé mojando mi espalda y sentí un gran ardor por ella.
—Maldita sea—Me quejé, lavé mi cuerpo y mi cabello. Agarré la toalla antes usada y me envolví en ella al terminar.
Vi a Once justo al frente de mí.
Recogí la ropa interior limpia que Cinco me dejo hace varios días para que me duchara y la sucia la puse en la bolsa que me dio, fui a la habitación y me la coloqué con la toalla puesta, dejé caer la toalla para colocarme el sujetador.
Me dirigí al baño para agarrar el short y los restos de camisa lo puse en la bolsa.
Me iba a colocar el short pero Once tomó mi brazo impidiéndolo.
—No—Negó con la cabeza—Está lleno de sangre—Solté su agarre rápidamente y tomó el borde de su camisa...Sabía lo que haría, tomé su brazo deteniéndolo.
—No me pondré la misma camisa que uso la chica al acostarse contigo—Él me miró fijamente y yo no retiré mis ojos de los suyos mirándolo fríamente.
—Yo no le doy mis camisas a ninguna chica...Excepto a ti—Murmuró.
Sentí una punzada en el corazón...No puedo creerle.
—No te creo—Él sonrió.
—Créeme esto—Se acercó a mí—Te extrañé...
¿Por qué me hace sentir así? ¡Maldición!
Bajé la mirada.
— ¿Te hice mucho daño? —Preguntó.
Me encogí de hombros sin darle importancia.
Se quitó su camisa y me la dio. La agarré y me la puse porque empezaba a tener frio.
Peiné mi pelo un poco con mis uñas.
Me senté en la cama y Once se sentó a mi lado.
— ¿Puedo dormir contigo? —Preguntó y negué con la cabeza. Miré su pequeña sonrisa.
¿Son ideas mías o está muy feliz?
—Parece que el sexo te hizo bien, estás muy feliz—Miré sus ojos mieles y mordió su labio.
— ¿Estás celosa? —Rió...Su risa, su cálida risa.
— ¿Qué clase de estupidez estás diciendo? —Rodé los ojos.
Jamás lo admitiría.
Acarició mi mejilla con su pulgar, miré sus ojos que analizaban mi rostro.
—No puedo creer que estuve tanto tiempo lejos de ti—Miré sus labios, quería arrancárselos.
Tomé su mano que estaba en mi mejilla y la retiré antes de que perdiera el control completamente.
—Quisiera que fueras mía...Solamente mía—Analicé sus ojos y su pupila estaba un poco dilatada.
—Once—Apreté su mano.
—Mi nombre no es Once—Susurró.
—Lo sé, pero tú me dijiste que...—Me interrumpió.
—Soy Tristan...Mi nombre es Tristan, Tristan Thompson—Mordí mi labio al escuchar su nombre...Tristan—En esta casa solo tú y Cinco lo saben—Susurró acariciando mi labio haciendo que lo dejara de morder. —Scar... Quiero que seas mía—Solté un suspiro.
Necesito pensar una sola cosa a la vez, no puede simplemente decirme que se llama Tristan y de golpe decirme que quiere que sea suya, es mucho para una chica de dieciocho años...Aunque muera de ganas de besarlo, esto está mal.
—Once—Susurré.
—Tristan—Miré sus labios.
—Tristan—Saboreé su nombre en mi boca, miré su cuello donde estaba el chupón bien marcado.
Lo acaricié y Tristan tomó mi mano y besó la punta de mis dedos con lentitud, pasando sus labios por cada huella de mis dedos.
—Voy a perder el control—Le advertí.
—Quiero que lo hagas—Se acercó más a mi cuerpo.
Mi respiración empezó a subir.
Tomó mi nuca acercándome a su rostro.
—Te extrañé mucho, Scar—Pasó su lengua por sus labios.
—Creí que no te volvería a ver y...—Me callé antes de perder la poca dignidad que me queda.
— ¿Y qué? —Preguntó.
¡Dios mío, Tristan!
—Y eso me dolió.
Abrieron la puerta...Maldita sea, parecen diseñados para interrumpirnos.
—Me dijeron que Scarlett intentó escaparse—Miré a Cinco. —Hola, gracias por preocuparte en saludarme, parece que primero la saludas a ella... ¿Ya la castigaste? —Tristan asintió. — ¿Por qué no tienes camisa?
—No tenía ropa—Se refería a mí.
—Yo podía darle ropa—Dijo ella arqueando una ceja.
—Tristan, no quiero meterte en proble... —Me interrumpió Cinco.
— ¿Tristan? ¿Le dijiste tu verdadera identidad? ¿Qué haces, Once? —Miré a Tristan segura de que se iba a enojar conmigo.
Eso no sucedió me dio una suave mirada de que él iba a arreglarlo.
Se levantó y no pude evitar analizar su cuerpo tatuado.
—No lo mires así—Me advirtió Cinco. Observé a Tristan sintiendo como mis mejillas empezaban a sonrojarse, él me guiñó un ojo sonriendo y salió de la habitación con Cinco.
¿Qué voy a hacer con lo que estoy sintiendo con este estúpido tatuado? No aguanto las ganas de besarlo, sus palabras son como droga para mí. Me encanta que me hable lentamente, susurrando, despacio, sonriendo... Él me encanta y me estoy descontrolando completamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro