Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11


—Brown—Escuché una voz masculina.

Abro los ojos y Siete está frente a mí, al menos interrumpió mis pesadillas.

—Vamos, necesitamos hacer una llamada—Me sentó en la cama.

—Tengo que ir al baño antes—Me dirigí al cuarto de baño.

—Apresúrate—Asentí.

Entré e hice mis necesidades, cepillé mis dientes y salí de nuevo a la habitación.

Siete tomo mi brazo y me halo fuera de la habitación.

Entramos a la habitación de alado y estaban todos los chicos.

Mire a Once y lamie mis labios.

Se acercó a mí y arreglo mi camisa, no me había dado cuenta que estaba mostrando mi sujetador.

—Hola—Su aliento de menta choco en mi rostro.

Mi respiración se acelera.

—Llamaremos a tus padres—Rodee los ojos—Tendrás que colaborarme—Me susurro Once.

Negué con la cabeza.

Mordió su labio.

—Llamen—Ordeno él.

Cinco marco desde un teléfono el número.

Lo puso en su oído.

—Hola, Brown—Sonrió con hipocresía—Tenemos a tu niñita con nosotros, si no nos entregas el maldito dinero puedes despedirte de tu pequeña... ¿Qué ocurre, no confías en mí? —Rio y lo puso en alta voz. Once me miro para que hablara.

— ¡Papá, mamá estoy bien, no les den ni un maldito centavo! —Once tapo mi boca.

— ¡Hija, mi bebé! —Escuche la voz de mi madre y solloce... Su hermosa voz, su cálida voz.

Las lágrimas salían.

No escuche la amenaza de Cinco a mis padres para luego colgar.

Solloce de nuevo.

Mire los ojos de Once y el me presiono más a su cuerpo.

Solloce en su pecho, no podía ni intentar silenciar mis sollozos, eran fuertes y largos.

—Llévensela —Dijo Cinco.

—Basta, Cinco—Murmuro Once.

—Yo solo...—La interrumpió.

—Estas pasándote—No se separó de mí.

— ¿Yo? ¿Pasándome? Tú te estás pasando, imbécil... Tu eres el que te está pasando y ya para de fingir que no...Llévensela, como siempre hacemos con las otras—Volvió a ordenar.

Once separo mi rostro de su pecho para mirarme, limpio mis lágrimas y yo volví a sollozar. Pego su frente con la mía.

—Respira—Mi pecho subía y bajaba por cada sollozo. —Iré a tu habitación cuando Cinco no vea—Susurro solo para mí.

Asentí y volví a sollozar.

Siete y Cuatro me sacaron de esa habitación y entramos en la mía.

—Siete iré por cerveza ¿Vienes? —Pregunto ya que Siete no salía de la habitación.

—Me quedare un momento con Scarlett—El asintió y salió de la habitación.

Me senté en la cama intentando controlar mi respiración...Intentando no pensar en el inhalador, puedo vivir sin esa cosa.

— ¿Quieres explicarme cuál es tu plan con Once? —Pregunto y yo fruncí mi ceño.

— ¿Qué plan? —Susurre por mi falta de oxígeno.

—Lo estas ablandando... No funcionara.

—No estoy ablandando a nadie y no quiero que nada funcione, solo quiero que me maten y ya—Murmure.

—Escucha, Scar...Once no te dejara ir, tiene esto planeado desde hace mucho tiempo y no lo derrumbara porque se lo pidas—Mire sus ojos.

—Que ya se, maldita sea...No planeo nada, púdrete—Ya tenía dolor de cabeza.

—No deberías hablarle así a la persona que te tiene secuestrada

— ¿Amenazándome? —El asintió.

—Y aconsejándote.

Salió de la habitación y yo me acosté en la cama.

Pase horas pensando en mi madre...Sus palabras.

Entran a mi habitación.

Los pasos firmes de Once llaman mi atención y lo observo.

Sus ojos analizan mi cuerpo tirado en la cama.

—Once—Murmure.

—Acaban...De matar a un amigo, un amigo muy cercano—Susurro...Su voz me rompió el corazón.

Me levante rápidamente hacia él.

—Le dispararon once veces...Scar...Once veces—Trague fuerte— ¿Sabes lo que significa? —Negué con la cabeza. —Yo soy Once...Lo mataron por protegerme a mi... Él era la persona más buena que he conocido, era demasiado puro para vivir en la tierra—Mire sus ojos mieles que no tenían rastros de lágrimas pero si de dolor...Debe ser difícil hacerlo llorar —Esto es tan difícil —Se dignó a mirarme a los ojos.

Rodee mis brazos en su torso, sentí como inhalo el aroma de mi pelo.

—Está bien —Murmure inhalando su delicioso perfume.

Me separo un poco de su cuerpo para mirar mis ojos.

Sin darme cuenta mire sus labios...Sus carnosos y rosados labios.

Mire sus ojos de nuevo y miraban los míos.

Estoy empezando a hiperventilar...Mi corazón se acelera cuando su rostro se acerca al mío y su nariz roza con cariño la mía, mi respiración agitada se mezcla con la suya calmada. Mire sus ojos que miraban los míos.

—Te necesito —Susurro.

Pude sentir un ligero roce de labios y seguido de esto una corriente por mis piernas.

Mi respiración se aceleraba mientras más bajaba sus manos de mi cintura, llego hasta mi trasero y volví a mirar sus ojos, apretó mi trasero pegando mi cuerpo al de él, sintiendo su pecho calmado pegado al mío acelerado.

Volvió a rozar nuestras narices cerrando sus ojos y mordiendo su labio, cuando me iba a acercar más a él para poder calmar mi deseo hacia el abren la puerta y yo me aparto rápidamente.

Mire mis pies nerviosa.

— ¿Qué estaban haciendo? —Dijo Seis con algo de miedo en su voz.

—Nada —Respondió Once.

Deje salir un suspiro que estuve reteniendo.

—Solo te traje algo de tomar —Puso un vaso con jugo de naranja sobre la mesa.

—Gracias —Murmure, ella miro a Once de nuevo y le arqueo una ceja para luego salir.

Mire su rostro que ya me estaba mirando.

Me sorprendió al verlo sonreír.

— ¿Me ibas a besar? —Pregunto.

—Creo que tu ibas a hacer eso —Murmure, el mordió su labio mirándome —No hagas eso —Le suplique, agarro mi brazo para empujarme a su pecho.

— ¿Esto? —Mordió de nuevo sus perfectos labios.

Asentí mirándolos.

—Gracias —Mire sus ojos confundida. —Me hiciste sentir un poco mejor después de sentirme una mierda por lo de mi amigo.

—Está bien.

— ¿Esta bien? —Pregunto y asentí.

Rozo nuestras narices de nuevo.

—No solo escondes el dolor... ¿También escondes el deseo? —Pregunto.

—No estoy escondiendo nada —Mentí agarrando su chaqueta de cuerpo con fuerza en su espalda. Sus grandes manos acariciaron mis brazos y yo solté mi agarre, el busco mis manos y las entrelazo.

—Creo que si lo haces — Paso mis manos por sus caderas para que lo abrazara y él puso las suyas en mi nuca acariciándola.

—Me estas desesperando —Confesé.

—Lo sé —Mordí mi labio. —Quisiera yo hacer eso —Señalo mis labios refiriéndose a cuando los muerdo por nervios.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro