Capítulo 8
El viaje en el auto fue incomodo, más que eso, estaba dispuesta a arrojarme en la mitad del camino. Estaba tan nerviosa por lo que acababa de ocurrir que no sabía cómo sentirme al respecto, quería gritarle por haberme besado, por haber sido mi primer beso, pero también quería volver a besarlo. Malditas hormonas.
— ¿Estas bien? —preguntó.
—Si. —dije posando mi vista en la ventana.
— ¿Segura? —dijo en un tono tranquilo. —Por qué te ves algo nerviosa.
—Está todo bien. —me encogí de hombros.
Después de varios minutos de silencio que parecieron horas, nos encontrábamos frente a un club, nunca había venido a uno, así que eso me ponía más nerviosa.
—Mismas reglas acá, no le comentes a nadie de tu situación. —dijo acomodando su pistola. —Ahora, vamos.
Bajé del auto, y sonreí al ver a Ethan junto a las dos personas que había conocido en la Universidad, allí junto a él, estaban Harry y Ashley, ambos sonrieron al verme y se acercaron a mí.
—Supimos que pasaste—dijeron ambos.
—El guapo nos invitó a tu celebración. —dijo Ashley sonriendo. —Nosotros también estamos adentro.
— ¡Eso es genial! —reí.
—Ven vamos a celebrar. —dijo Ashley tomando mi brazo, mientras que Harry se limitaba a sonreír nervioso.
—Gracias por invitarlos. — abracé a Ethan.
—No hay de qué Dani, además es a chica esta ardiente. —dijo refiriéndose a mi acompañante.
—Idiota. —reí y el también.
Entramos al club después de que Ethan y James hablaran con el de seguridad, nos sentamos en un sitio reservado y empezaron a traer las bebidas.
— ¡Muy bien! —dijo Ashley emocionada. —Vamos a tomar una ronda para festejar que pasamos.
Me entregó una copa llena de vodka, estaba nerviosa por ingerirla ya que nunca en mi jodida vida había tomado alcohol. Estaba nerviosa y James lo notó, ya que me sonrió de forma tranquilizadora y asintió con la cabeza.
— ¿Listos? —dijo. — ¡ya!
Todos lo hicieron tan rápido, que yo quede como la perdedora, lo ingerí y sentía como quemaba mi garganta, todos me miraron divertidos.
— ¿Primer trago en tu vida pequeña Danielle? —pregunto y yo asentí. —Muy bien, pero no será el último. —dijo sirviendo la siguiente ronda.
Varios tragos después, ya me encontraban desinhibida, quería subirme a la mesa a bailar y disfrutar como una quinceañera, disfrutar todo lo que me había perdido durante estos años de secuestro.
—Vamos a bailar. —dijo Harry yo me levanté rápidamente. — ¿Vienes Ash?
—No quiero hacer un mal trio. —dijo divertida ganándose una mirada asesina de parte de James. —No me mires así guapo, si te gusta la chica ve y baila tú con ella, yo quiero quedarme con él. —señaló a Ethan.
—Cállate. —dijo James enojado. —No me gusta la chica, por si no te has dado cuenta es una niña, y a mí me gustan las mujeres.
Eso me había dolido, él me había tratado como una jodida niña, y aunque en parte es cierto, no tenía por qué usar ese tono para referirse a mí.
—Vamos. —dije y jalé a Harry hacia la pista de baile.
Llegamos a la pista de baile, y una canción muy movida empezó a sonar, ambos bailábamos al ritmo y la estábamos pasando muy bien, el hacía comentarios divertidos y a pesar de estar nervioso me hacía sentir bien y cómoda junto a él. Después de varias canciones, me disculpe con él, ya que tenía que ir al baño, tenía que expulsar todo lo que había bebido en la noche.
— ¿Cómo te fue con Harry? —preguntó Ashley entrando detrás de mí. —Es un chico muy respetuoso, nunca va a sobrepasarse.
—Fue genial, en verdad la pasé increíble con él.
— ¿No intento besarte ni nada verdad? —negué con la cabeza. —Menos mal, porqué el guapo de allá arriba no despegó su vista de ustedes, ¿es tu novio?
—No, solo somos. —suspire. —Compañeros de apartamento.
—Creí que eran pareja. —sonrió. —La tensión sexual entre ustedes es palpable. —rio.
—No seas tonta. —dije y entre al baño para hacer mis necesidades fisiológicas.
En cuanto salí del baño lavé mis manos esperando a mi nueva amiga que hacia preguntas y comentarios demasiado indiscretos. Mi vista se posó en una pareja que se encontraba en la pista de baile, la chica era alta y con un gran cuerpo, mientras que el chico lo conocía muy bien, era James. Ambos estaban restregándose el uno con el otro, y se estaban devorando, esto estaba siendo muy incómodo, me dolía verlo así, me dolía que me hubiese besado horas antes y ahora estaba así con otra, pero, ¿Qué podía esperar? Joder, él era un secuestrador que vendía mujeres, y que estaba con todas a la vez.
—Ahora si te creo, ustedes no son nada. —dijo con un aire divertido. — ¿Vamos a beber un poco más?
—Vamos. —dije y caminamos hacia la mesa. Nos sentamos y ahí estaba Ethan quien no le quitaba el ojo a mi acompañante, haría una linda pareja.
—¿Lista Dani? —preguntó Harry sentándose junto a mi.
—¡Lista! —dije divertida y tomé. En este punto el alcohol ya no me parecía repugante, creo que cuando llegas a cierto punto, el licor empieza a saber a agua.
—Calma tigre. —dijo Ashley mientras yo servía el siguiente shot. —Esperanos.
Ella tomo el suyo, y seguimos tomando, ya me sentía demasiado mal, así que había decidio dejar de tomar, no quería vomitarme ni mucho menos perder el conocimiento a causa del alcohol.
—Ya nos tenemos que ir Ash. —dijo Harry sosteniéndola. —Quede de llevarte a tu casa.
—¿Van a manejar? —pregunté horrorizada.
—No, iremos en taxi, pero somos vecinos, así que la dejaré en su casa. —se encogió de hombros.
—Oh, genial—murmuré. —Gracias por venir, la pase increíble.
—Yo también. —dijo el besando mi mejilla. —Nos vemos en la universidad.
—Claro que si. —dije y lo abracé para despedirme.
—Espero que arregles tu tensión sexual con el guapo. —dijo Ashley a mi oído para después soltar una carcajada. —La pasé increíble, nos vemos en la universidad Dani. —me abrazó.
—Gracias. —reí. —Y si, allá nos veremos.
—Y tu guapo. —le dijo a Ethan. —Llámame, en serio, tenemos que salir. —dijo y le lanzó un beso.
—Claro que lo haré. —dijo Ethan escaneandola de pies a cabeza.
Ellos se fueron, y quedamos solo Ethan y yo, ya que James seguía restregándose con aquella chica, que supongo que para el era una mujer y no una niña como yo. Estaba tan cansada que cerré los ojos, no quería dormirme pero iba a descansar.
—Podemos irnos. —dijo. —Joder Ethan, esa chica me hizo una mamada sensacional.
Cerré los ojos con fuerza, quería llorar pero no sabía porqué seguramente es por el efecto del alcohol.
—¿Nos vamos? —murmuré con la voz débil sin abrir los ojos.
—¿Estabas despierta? —preguntó James y yo asentí. —mierda.
Me levanté con rapidez y caminé hacia el parqueadero, esperando que el llegará para poder irnos.
—Gracias por todo, la pasé muy bien. —dije abrazando a Ethan. —De no ser por ti ya hubiese enloquecido.
—Para eso están los amigos. —dijo y se encogió de hombros. —Nos vemos mañana Dani. —dijo y caminó hacia su auto.
En ese momento James desbloqueo el auto, y yo me subí rápidamente, quería llegar rápido a casa y acostarme a dormir, aunque suene patético estaba algo herida por su culpa.
—¿Cómo la pasaste? —preguntó.
—Bien. —dije mirando por la ventana. —Estoy algo mareada por el alcohol, pero fue increíble.
—Que bien. —murmuró y siguió conduciendo. El viaje era silencioso, y en algunos momentos cuando el auto se detenia por los semáforos sentía la mirada de James sobre mi.
Una lágrima salió de mi ojo, y no sabía el porqué, además quería que James no lo notará ya que estoy segura que haría comentarios estúpidos.
—¿Por qué lloras? —dijo fastidiado. Oh demasiado tarde. —Sabes que me molesta que llores. —golpeó el volante.
—No estoy llorando. —murmuré.
—Joder, no me mientas. —suspiró. —¿Qué pasó?
—Nada. —me encogí de hombros.
—¿Estas así por la chica con la que estaba? —dijo en tono burlon y yo no respondí. —¿es por eso?
>>¡Maldición Danielle abre la puta boca! ¿Estas así por que yo estaba con otra y no contigo? Eso solo me confirma que eres una jodida niña y no una mujer, estaba equivocado.
El auto frenó en seco y casi golpeo mi cabeza, de no ser porque llevaba el cinturón de seguridad puesto. Gracias al cielo ya estábamos en casa.
—¡Eres un idiota! —grité bajando del auto y cerrando la puerta con fuerza. —Si quieres disparame, maldición.
—Cálmate. —dijo ya más tranquilo.
—Puedo ser una maldita niña, y no ser una mujer como las qué te gustan. —dije entrando a la casa. —Pero me besaste y aunque te duela admitirlo, sé que te gustó, así como a mi también. —dije y me encerré en mi habitación.
Maldito James, sabe como alterarme en segundos.
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