Capítulo 7
—No quiero tener que visitarte más. — dijo el doctor. — Tu herida del brazo está cicatrizando, pero vamos a dejar el vendaje para evitar preguntas, ¿vale? —dijo y asentí. —Y con respecto a tu peso tan bajo, le di a la cocinera una dieta que tienes que cumplir, tienes que subir de peso, estas muy delgada Danielle.
—Es que soy de contextura delgada. —me encogí de hombros.
—No lo eres, se te notan los huesos, eso no es ser delgada por contextura, es ser delgada por no comer.
—Vale, cumpliré la dieta.
—Tienes qué. —comentó James entrando por la puerta.
—Señor Harris, necesito que salga, estas consultas son íntimas.
—Este bien. —dijo molesto y salió cerrando la puerta.
— ¿Ya iniciaste tu vida sexual?
—No, por si no lo ha notado el único hombre que esta acá es James.
—Por eso, por la manera en que te miró creí que ustedes, no olvídalo. —dijo rápidamente. —Cuando empieces tu vida sexual, por favor llámame, no quiero que quedes embarazada tan joven, ni que te contagies de nada, ¿vale?
—Está bien, muchas gracias.
—No hay de qué, ahora, cuando regrese quiero que hayas subido de peso, adiós Danielle. —dijo saliendo por la puerta.
Estaba algo avergonzada, no podía creer que el creyera que yo ya había iniciado mi vida sexual y con James, creo que si el supiera se sentiría ofendido.
— ¿Sigues enojada conmigo?
—No lo estoy.
—Claro que sí, desde hace dos días no cruzamos palabras, y si lo hacemos son mínimas.
—No es eso, es que estoy pensando en el examen, tengo miedo de que no me haya ido bien, es todo.
—Claro que te va a ir bien. —sonrió. — ¿De verdad no estas enojada?
—No, simplemente esa chica Kathia no me agradó y tú estabas con ella.
—Así que esta celosa.
—No lo estoy. —murmuré algo molesta. —Simplemente se ve interesada, me habló solo por el auto, nada más.
—Bueno—dijo en un tono burlón. —Haré como que te creo.
—Idiota. —dije y el rio, lo cual me sorprendió, ya que la última vez que lo llame así él me había apuntado con un arma.
—Vamos a comprar algo de ropa para ti, tienes que ir presentable a la universidad, así que vístete que nos vamos.
— ¿En serio?
—En serio. —sonrió y salió de la habitación.
Últimamente las actitudes de James me sorprendían, estaba actuando como todo un caballero, me gustaba mucho su actitud pero en parte me asustaba un poco ya que no sabía cómo él iba a reaccionar. Arreglé el vestido que tenía puesto y me peiné para estar decente, después de esto me apliqué algo de maquillaje y salí hacía donde estaba James.
—Te ves linda. —sonrió. — Puedes comprar lo que tú quieras, toda la ropa que necesites.
— ¿En serio?
—Sí, ahora vámonos. — dijo y se fue hacía la puerta, bajamos en el ascensor y llegamos a la camioneta de James.
El camino hacia el centro comercial fue tranquilo, a pesar de que yo lo había evitado durante varios días el actuaba como si nada hubiese pasado, motivo por el cual yo hacía lo mismo, no quería actuar como una psicópata. En cuanto llegamos me emocioné demasiado ya que hace seis años no iba a un centro comercial.
— ¿Qué quieres ver primero?
—Lo que sea—me encogí de hombros.
—Muy bien, vamos a esa tienda. —dijo y entrelazo nuestras manos para guiarnos hacia una tienda. Estaba demasiado nerviosa, tenía miedo de empezar a sudar, no podía creer que el me estuviera tomando la mano de esta forma.
Entramos a una linda tienda de ropa femenina, empecé a buscar pero nada llamaba mi atención, en verdad no sabía ni que estaba buscando. Caminé por la tienda hasta llegar a la sección de pantalones, cogí algunos Jeans y unos pantalones negros, también unas leggins del mismo color. Después busqué algunas blusas, sencillas, de cuadros y algunos croptops, también opte por unos vestidos y finalmente me dirigí al vestidor para probármelos.
James me miraba impaciente, al parecer ir de compras no le agradaba, y más con alguien que no sabía ni que estaba buscando.
—Voy a probármelos y listo.
—Esta bien. —se encogió de hombros.
Entré al vestidor y escuché algunos comentarios de las vendedoras las cuales hablaban de lo atractivo que era mi acompañante, me probé la ropa y al estar tan delgada me quedaban todos los pantalones, obviamente algunos me quedaban horribles así que decidí descartarlos, finalmente me probé las camisas y salí del probador.
—Listo. —sonreí. — ¿Puedo llevar todo esto?
—Claro que si, te dije que podías comprar lo que quisieses.
—Gracias. —dije y lo abracé.
El simplemente sonrió y tomó la ropa que tenía en mis manos y fue a pagar. Después de esto nos dirigimos a varias tiendas, donde compre chaquetas, sacos y zapatos, estaba demasiado emocionada, nunca había salido de compras. Íbamos caminando por el centro comercial cuando un vestido llamó mi atención, era realmente hermoso y quería comprarlo.
—Si quieres ese vestido puedes comprarlo. —dijo a mis espaldas.
— ¿En serio?
—Sí, ven vamos. —dijo y entramos a la tienda. Pedí mi talla y me lo medí, aunque era corto me gustaba como se me veía y además me veía bonita con él. Salí del vestidor y fuimos a pagarlo, en verdad ya estaba cansada, me quería ir a casa.
—Estoy tan cansada
—yo también, pero falta que compres algo muy importante.
— ¿Qué cosa?
—Ropa íntima.
—Pero estoy cansada. —suspire.
—Bueno, si quieres yo te la puedo comprar. —dijo divertido.
—No—respondí automáticamente. —Está bien, vamos. —dije y el rio.
Entramos a Victoria secret, la ropa interior era hermosa pero a la vez era bastante reveladora.
—Hola, ¿en qué te puedo ayudar? —preguntó una chica.
—Estoy buscando ropa interior.
— ¿De qué estilo la buscas? Tenemos la línea Pink que es juvenil, y la línea normal que es algo más sexy.
—Yo quiero que compres la sexy. —dijo James divertido y la chica rio.
—James, no molestes.
—Está bien, estaré por allá. —dijo señalando una silla. —Pero prométeme que te vas a comprar algo sexy.
La chica rio, y el también, creo que a todos les hizo gracia menos a mí.
—Entonces, ¿quieres la juvenil?
—Si—me encogí de hombros. —Aunque también quiero de la normal, algo sexy.
—Está bien, entonces empezaremos por acá y luego iremos a la juvenil, ¿algún color en especial?
—No, quiero ver y escoger lo que me guste.
—Claro que sí. —respondió sonriendo.
(...)
— ¡Tengo la carta! —dije emocionada. —Aún no he sido capaz de abrirla.
—Dani, tienes que hacerlo. —murmuró Ethan. —Pase lo que pase, iremos a celebrar.
— ¿Celebrar? —dijo James. — Ella nunca ha salido de fiesta.
—Pues será su primer—rodó los ojos. — Así que ábrela.
Las manos me temblaban, estaba realmente nerviosa, la mirada de ambos sobre mí me ponía aún más, torpemente abrí la carta y casi me desmayo de la emoción.
— ¡Pasé! —grité emocionada. —Esto es increíble, iré a la universidad.
—Te lo dije. —dijo Ethan abrazándome. —Sabía que ibas a lograrlo.
—Gracias, gracias. —dije riendo.
— ¡Felicitaciones! —dijo James abrazándome por primera vez en la vida. —Te dije que tú podías. —dijo y depositó un beso en mi frente.
—Gracias. —murmuré nerviosa.
—Ahora sí, vístete que nos vamos a ir de fiesta. —dijo Ethan.
Me fui hacía mi habitación y decidí colocarme el vestido que había comprado el otro día, éste era de color negro, en la parte de arriba era de encaje y de manga larga, mientras que la falda era pegada, me coloque unos tacones del mismo color y unos accesorios dorados, arreglé mi cabello y retoqué el maquillaje. Sentía que había quedado linda y me gustaba como me veía.
Salí de la habitación y me encontré con James, él tenía un pantalón negro y una camisa blanca, me sonrió en cuanto me vio y se acercó demasiado a mí.
— ¿Dónde está Ethan?
—Se fue, dijo que nos veríamos allá. —dijo cada vez más cerca.
—Este bien. —murmuré.
—Te ves hermosa. —dijo tomando mi rostro entre sus manos. —Demasiado hermosa.
—Tú también te ves increíble.
—En serio me encanta ese vestido. —dijo y acercó su rostro al mío de manera que nuestras narices se rozaban y nuestras respiraciones se mezclaban. Mi nerviosismo era evidente, me temblaban las piernas y solo quería gritar de la emoción.
James miró mis labios unos segundos, y finalmente pasó lo que yo estaba deseando, James me estaba besando, y no fue un beso corto, fue largo y me gustó, me había gustado demasiado, nos separamos por falta de aire, y la vergüenza me estaba consumiendo.
— ¿Vamos? —dijo como si nada hubiese pasado.
—Vamos. —respondí silenciosamente.
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I love James, pero es un mujerieeeeeeeeeeeeego oks L
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