ADVERTENCIA: leer bajo responsabilidad, contiene material fuerte. 

Estaba a punto de enloquecer, ¿Cuanto llevaba acá? ¿Una hora? ¿Un día? ¿Una semana?, realmente ya había perdido la noción del tiempo. Ni siquiera había ido al maldito baño, esto era horrible. Nisiquiera podía llorar, no sabía que estaba pasando, mi cerebro aun trataba de entender que mierdas estaba pasando. 

 — Hola Danielle—dijo sonriendo un hombre entrando por la puerta y soltando las esposas de mi pierna.

  — Hola—murmuré.

  — Te traje algo de comer, y también de tomar— sonrió— Por lo que veo Ashley fue algo agresiva contigo, pero bueno.

  —  ¿Que está pasando?

  — Linda, estas secuestrada, creí que era obvio—dijo divertido—Come y más tarde te llevaré al baño, estas secuestrada pero tienes necesidades fisiológicas. 

  — Gracias—dije.

El salió de la habitación y sentí como colocaba seguro, quería gritar, ¿que mierdas estaba pasando? Miré la bandeja que me había traído, y supuse que tenía que comer, pero era un pan y agua, ¿acaso me querían matar de hambre? Esto no es sano para mi bebé, oh por Dios, mi bebé, ¿Que voy a hacer? Me dispuse a comer lo que me habían traído, no podía morir de hambre, no por mi bebé. 

Después de comer sabía lo que se venía, empecé a llorar, pero no como una persona normal, estaba apunto de un ataque, no me podía controlar, quería morirme, esto era horrible, no sabía que yo tenía tantas lagrimas. 

  — Si sigues llorando te vas a deshidratar—dijo Ashley entrando— Y si mueres deshidratada, nadie va a pagar el rescate.

  — ¿Porqué me haces esto Ashley? ¿Porqué?

  — Yo no te lo hago estúpida, si fuera por mi, ya estarías muerta, tu y tu hermano, mejor dicho toda tu familia de mierda.

  — ¿Porqué harías algo así si apenas nos conocemos este año? ¿Que te hice?—dije gritando.

  — Callate maldita sea—dijo para darme una bofetada de nuevo—Te odio.

  — Ashley, compórtate—dijo una voz masculina entrando por la puerta.—Danielle, querida, ansiaba conocerte.

  — ¿Quien es usted?—susurré.

  — Querida, soy un exsocio de tu padre, no sé si el alguna vez te habló de mi, en fin, cuando eramos socios el no quiso hacer un negocio con unos de la mafia, por lo cual yo tuve que pagar las consecuencias, y bueno, yo me quise vengar—suspiró—Hace años, te dimos por muerta, y bueno yo fui a la cárcel, pero por un error del fiscal estoy libre bajo fianza—rió—y cuando salgo mi hijita me cuenta que estas viva, yo no lo podía creer,  entonces se me ocurrió que debía vengarme de ese hijo de puta, así que mi pequeña ashley se encargó de ganar tu confianza, conocer cada paso que dabas, y así poder secuestrarte, fui muy inteligente, ¿no?

  — Déjeme ir, por favor, haré que mi padre le de el dinero, pero déjeme ir. —supliqué. 

  — No seas ridícula—dijo golpeando mi rostro—Por culpa de tu padre yo no pude estar con mi hija, tuve que pasar años en la cárcel, y perdí toda mi fortuna, mi esposa se fue, y tu quieres que te deje ir—dijo tirando mi cabello.—Si tu padre paga claro que vas a salir de acá viva, pero un poquito lastimada, querida—dijo y beso mi rostro.

  — Por favor no— dije llorando—No me lastime.

  — Ashley sal de acá—dijo en un tono fuerte.

  — Papá..—murmuró—¿Que vas a hacer?

  — No te importa—dijo molesto.

  — Papá, la idea es secuestrarla no lastimarla—dijo nerviosa.

  — ¡Que te vayas!—dijo y ella salió rápidamente cerrando la puerta. 

Sabia lo que este señor iba a hacerme, sabía que no tenía escapatoria, quería morirme, esto se estaba convirtiendo en una horrible pesadilla.

  — Vas a hacerme caso linda, porqué si no lo haces voy a matarte, y luego iré por tu hermanito, ¿Supongo que no quieres eso, o si?—preguntó y yo negué con la cabeza—Muy bien.

Este hombre me tomó del brazo y me arrojó en la cama, sentía ganas de llorar y de vomitar, esto no me podía estar pasando. El empezó a besarme todo el rostro, siguió por el cuello y llego a mis senos, rompió la camisa que estaba usando y empezó a besarme todo, yo solo lloraba, no podía creer que esto me estuviera pasando, me mordió, me besó toda, hasta que llegó al pantalón, me lo quitó con fuerza y seguido mi ropa interior, cerré los ojos mientras las lágrimas seguían saliendo, me quería morir. Escuché como se desabrochaba su pantalón, y enseguida sentí como me penetraba con fuerza, chillé del dolor, del asco, de la impotencia que estaba sintiendo en estos momentos; El padre de ashley se movía con fuerza y me besaba todo el rostro, mientras yo solo lloraba, el seguía y seguía, y ya en cierto punto mi mente se desconectó de lo que estaba sucediendo, sabía que me estaban violando, pero no quería ser consciente de eso.  Sentí como ese hombre se vino dentro de mi, esto me dio más asco, y solo esperaba que me disparara, que me matara, no quería seguir viviendo así, después de esto salió de mi cuerpo, se vistió y me dejó ahí, tirada.  Segundos después reaccione de lo que acababa de pasarme y lo único que hice fue vomitar, vomité todo, esto había sido lo peor que me había pasado en la vida. Seguí llorando, y llorando,me arropé con la cobija que había en la cama, y finalmente me quedé dormida. 

(.....)

Abrí mis ojos y me encontré con Ashley mirándome fijamente. Quería morirme, nada más.

 —Lamento lo que te hizo—dijo con la voz entrecortada—Te llevaré a que te des un baño, ¿si? y te daré algo de ropa.—dijo y yo simplemente caminé detras de ella.

En cuanto salí de la habitación me di cuenta que estaba en su casa, y me dieron ganas de llorar, todo el tiempo que estuve acá creyendo que ella era mi mejor amiga, para que todo fuera una maldita farsa.

  — Te puedes bañar en el baño de mi habitación, pero richard te va a vigilar. Cuando salgas encontraras una sudadera limpia, pontela.

  — Gracias supongo—murmuré entrando al baño.  Abrí la llave de la ducha y en cuanto me metí observé mi cuerpo, estaba llena de chupones, y tenía algunos moretones en el cuerpo, simplemente empecé a llorar, no sabía que más  hacer. El tal Richard me observaba con algo de lastima, solo esperaba que le diera la suficiente y me dejara salir de acá, esto era horrible, era una completa pesadilla. Después de varios minutos salí de la ducha y me vestí, al menos ya estaba limpia, pero no lo suficiente, aún sentía el cuerpo de ese asqueroso encima mio. 

Richard me guió de nuevo a la habitación donde me tenían secuestrada, y yo solo esperaba que en algún momento alguien me viniera a buscar a casa de Ashley, quería que me encontraran. En cuanto entré a la habitación los recuerdos regresaron a mi cabeza, aquel hombre encima mio, besándome, tocándome, esto no era justo, yo no tenía porqué pagar por los errores de mi padre. 

Definitivamente me iba a enloquecer acá encerrada.