Me desperté muy temprano e hice algo de ejercicio, también decidí ordenar mi habitación, ya que por alguna extraña razón tenía energía de más. Eran cerca de las diez de la mañana y yo ya había realizado muchas actividades.

— ¿Ocurrió algo?— preguntó Martha.

— ¿Algo de qué?

— No sé— se encogió de hombros.— Tal vez con James.

— ¿Con James?

— Es que al igual que tú, el estaba demasiado feliz, y eso es raro en el.

— ¿Puedo contarte algo y me prometes que no le contarás a nadie?

  — ¿Es bueno o malo?

— Bueno— suspiré.— Entonces, ¿puedo confiar en ti?

— Claro que si mi niña.

— Ayer en la fiesta de Ashley, besé a James— dije y ella me miro alarmada, pero no por lo que le dije sino por otra cosa.— Creo que vamos a empezar a salir.

— Mi niña, creo que no es el lugar para hablar de eso— dijo apurada— Salgamos a comer algo, ¿si? Yo te invito.

— ¿Me vas a invitar?

— Si, me pagan demasiado bien— dijo encogiéndose de hombros—   Así que ponte una chaqueta o algo.

  — Esta bien— dije. Fui hacia mi habitación y tome un abrigo ya que el día de hoy estaba usando unas leggins negras y una camiseta muy ligera, salí de la habitación y en la puerta se encontraba Marta.— Listo vamos.

Salimos del departamento y caminamos varias cuadras hasta llegar a una linda tienda de onces donde vendían té y otras cosas. Entramos y era un ambiente realmente acogedor.

— Buenos días, ¿Que desean ordenar?— preguntó  el chico que nos atendió.

— Yo quiero un té chai y un pastel de chocolate— hablé rápidamente.

— Yo quiero un café oscuro y un croassaint— dijo Martha.

— Muy bien, ya les traigo su pedido.

— Gracias— respondió Martha.— Muy bien mi niña, cuéntame que ocurrió con James. 

— No sé si es por el encierro, pero desde que salí de la casa anterior mi relación con James ha sido muy diferente la hemos pasado bien y bueno empecé a sentir algo por el— negué con la cabeza— No sé si esto está bien pero me gusta James, y creo que yo también le gusto.

— Mi niña no sé si esta bien que sientas eso por James— suspiró— Pero en cuestiones de amor, ¿quien soy yo para decirte si esta bien o no? Creo que cada uno tiene que tomar sus propias decisiones y cometer sus propios errores.

— ¿Estas diciendo que es un error lo que siento por James?

— Su pedido— dijo el chico— Buen provecho.

— Muchas gracias— respondimos al unísono. 

— Lo que digo es que si te gusta debes intentar estar con el, y si todo sale bien pues me alegrará mucho, pero si todo sale mal en parte también esta bien porque de ese error aprenderás.

— Espero que no sea un error— dije divertida y ella rió.

— Yo también no quiero verte sufrir.— dijo.

Después de esa conversación empezamos a hablar de la universidad y de temas banales, también intenté preguntarle sobre mi secuestrador y sobre mi familia pero ella evitó las preguntas. Empezamos a hablar de su familia y ella me contó que tenía una hija que quería muchisimo pero que no se llevaba muy bien con el esposo de ella, y que tenía dos nietos a los cuales quería mucho, pero que sobretodo quería muchisimo a su nieta mayor.

— Voy a ir al baño mi niña— dijo dandome su billetera— ¿Puedes pagar?

— Si claro— sonreí y fui a la caja para pagar.— Buenas tardes, para pagar.

— Buenas tardes,claro que sí.—dijo tomando el recibo que le tendí— Serían 10 dólares.

— Claro que si— dije dándole el dinero. 

La chica de la caja me tendió el cambio y finalmente dijo.—Tu abuela es una mujer increíble, siempre viene acá.

— ¿Mi abuela? Ella no es mi abuela.

— Oh, lo siento— dijo incómoda— Es que ella siempre que viene habla de lo mucho que ama a su nieta, la cual nunca ha venido y cuando la vi contigo pensé que eras tu, además se parecen—suspiró— De verdad lo siento mucho. 

— No te preocupes.— sonreí y ella hizo lo mismo.

— ¿Ya pagaste?— dijo Martha a mis espaldas.

— Si, vamos. 

(.....)

La observé por varios minutos, ella no lo había notado. La conversación con esa chica me había dejado pensativa, ¿de verdad Martha y yo nos parecíamos? Aunque me había fijado en eso parecía cierto. Mis ojos eran similares a los suyos, y teníamos ciertas facciones parecidas.

El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos, era un mensaje de James el cual me pedía que me arreglara que iba a llevarme a cenar a un restaurante bonito, era algo así como una cita. Me levanté del sillón y fui a mi habitación, decidí que lo mejor era darme un baño ya que había hecho ejercicio y algo de aseo en la casa.

Me bañé y duré aproximadamente diez minutos pensando que iba a usar, finalmente decidí por una falda ceñida al cuerpo, y una blusa algo ancha en la parte de arriba, me coloqué unos zapatos de tacon,  dejé que mi cabello se secaran al natural ya que era liso, aplique algo de maquillaje y ya estaba lista.

— Mi niña— dijo Martha golpeando la puerta— ¿Puedo entrar?

— Si— respondí. 

—Estas muy hermosa—dijo abrazándome—Mucha suerte hoy.

— Gracias— dije sonriendo.—¿James ya llegó?

— Si, te está esperando afuera, solo entre para decirte que nada de demostraciones amorosas en la sala, recuerda que hay cámaras. 

  — Vale

— Buena suerte— dijo sonriendo.

Salí de la habitación y ahí se encontraba James, estaba usando un traje. Creo que casi me desmayo al verlo así, se veía tan atractivo. El era fisicamente muy atractivo y ahora usando un traje se veía perfecto, era una combinación que dejaría a cualquiera con la boca abierta.

—¿Estas bien?— dijo divertido.

— Eh si.— murmuré.

— Estas muy linda— dijo mirándome de arriba para abajo— ¿Vamos?

— Vamos.— dije incómoda.

Entramos al ascensor, y todo era algo raro, nunca se me pasó por la cabeza estar en algo así como una "cita" con James, con aquel chico que había permitido que me golpearan, con aquel que me había apuntado con un arma por estar llorando. Llegamos al parqueadero y subimos a la camioneta de James.

— Tu también estas muy atractivo— dije tan rápido que hasta yo misma me sorprendí de las palabras que acababan de salir de mi boca. El sonrió tan cinicamente que quise golpearme.

— Gracias— dijo—  Ethan me obligó a usarlo, y no me arrepiento, este traje hizo que tu por fin admitieras que soy muy atractivo. 

—Idiota— dije divertida y el me sonrió de una forma que nunca lo había hecho.

Después de conducir varios minutos finalmente llegamos a un restaurante alejado de todo, era realmente hermoso y por los autos que entraban supuse que era un lugar donde venía gente con mucho dinero. James estaciono el auto y caminos hacia la entrada del lugar.

— Tengo una reservación a nombre de James Harries— dijo.

— Claro que si señor Harris, sigame. 

 Entramos al restaurante y era un lugar realmente hermoso, la decoración, la musica que había todo era realmente precioso.

— Esta es su mesa.

— Muchas gracias— dijimos ambos.

— ¿Desean ordenar algo de beber mientras se les toma la orden?

— Yo quiero una copa de vino— dijo James.

— Yo quiero agua, por favor.

— Claro que si— dijo el chico y se fue.

— James este lugar es realmente hermoso, debe costar una fortuna una cena acá.

— Lo vale— dijo sonriendo— No me importa pagar una fortuna si es para estar contigo.

— ¿Quien eres y que hiciste con el verdadero James?

— Acá esta tonta— dijo riendo— Estas muy hermosa Dani.

— Gracias, lo sé—dije y el rió— Generalmente no te ríes mucho, ¿que te ocurrió?

— Me gusta estar contigo Danielle.

— Buenas noches, mi nombre es simon y seré su mesero, ¿Ya escogieron que ordenar?

— Yo deseo el plato de camarones— dijo James.

— Muy bien, ¿Y usted señorita?

— Yo quiero el de pollo.

— Muy bien, ya les traigo su pedido.— dijo y se fue.

— Quizás esto sea raro— se encogió de hombros— Nuestra relación siempre fue tensa, pero para mi no fue fácil ser un adolescente que cuidaba a una niña que pronto sería una mujer, así que te traje acá para pedirte perdón por todo lo que sucedió, por todo lo que te hice y te dije, como permitir que te golpearan, no sabes cuanto me arrepiento de eso.

— No importa James, yo ya te perdoné por eso.

— Pero yo aún no me perdono a mi mismo por causarte ese dolor.

— Esta bien— dije colocando mi mano sobre la suya— Yo no siento ningun rencor por eso.

— Todo eso me ha hecho sentir como la mierda— suspiró— De verdad.

— Me imagino— sonreí— Eres algo bipolar, pero estoy segura de que te arrepientes de todo el daño que me haz hecho.

— Quiero cambiar, quiero dejar de ser así, y sé que con tu ayuda voy a poder.

— Claro que si, yo estoy dispuesta a apoyarte— sonreí.

El chico llegó con nuestros pedidos y empezamos a cenar, dejando de lado el tema de nuestra antigua relación, empezamos a hablar de temas banales y en verdad había sido una cena bastante divertida. 

Se acabó nuestra cena y de esa forma nos dirigimos a casa,  había sido una noche increíble, sin discutir ni nada. Llegamos a casa, y James se estacionó pero antes de bajar del auto tomó mi rostro y me besó, había sido increíble, todos los besos de James eran increíbles. 

— Me gustas Danielle— dijo y yo como una impulsiva lo besé. — Tengo que hacer una cosa, regreso más tarde— dijo y depositó un corto beso en mis labios.— Buenas noches.

— Buenas noches— dije y bajé del auto para subir al departamento.

(....)

Unos ruidos me despertaron, se escuchaban gritos y como algunas cosas eran arrojadas al suelo. Me levanté rápidamente y me coloqué unos zapatos, tenía miedo de abrir la puerta y ver que se encontraba al otro lado, pero lastimosamente tenía que hacerlo.

En cuanto abrí la puerta todas las miradas se posaron en mi, allí se encontraba James con la cara golpeada, Ethan mirandome como si se estuviese disculpando y Martha con lagrimas en los ojos. Pero no eran los únicos, allí había una pareja mirandome fijamente, la mujer tenía los ojos rojos mientras que el hombre me miraba con una sonrisa.

  — Danielle vuelve a tu habitación— pronunció James.

Ignoré su comentario y seguí observando a los desconocidos, fueron segundos que parecieron minutos y finalmente todo  encajó, quienes se encontraban allí eran mis padres.

— Danielle— pronunció la mujer quebrándose por completo— Estas hermosa. — dijo y Martha corrió a abrazarla.

  — ¿Que ocurré acá?— logré pronunciar.

— Por fin te vas a casa hija— dijo el hombre.

— No quiero ir con ustedes a ninguna parte— murmuré— James.— dije y lo miré.

— Hija mia, a quien debes obedecer es a mi— dijo el hombre— Al igual que James el también me obedece.

— ¿Qué?— dije alterada.

—Recoge tus cosas que nos vamos— dijo "mi padre"— En casa hablaremos.

— No me quiero ir— grité.

— Ustedes dos, ya terminaron su labor acá, yo los llamaré si necesito otra cosa— dijo mirando a James y a Ethan— Martha ayuda a tu nieta a recoger sus cosas, y dale algo a Elizabeth para que se calme— pronunció y salió del departamento.

____________________________________xx_________________________________xx_______

¡Por fin! Aunque de nueeevo me costó mucho escribir algo para que coincidiera con lo que quiero que ocurra. Creo yo que este es el capítulo de la mitad de la novela, espero les haya gustado y si así fue dejen su voto, las quiero. ¡Nos leemos en una proxima ocasión!

pd: capítulo dedicado a luliHalbichNarcisi  una fiel lectora de mis historias. <3