Una castaña muy ansiosa por ver el rostro de una de sus mejores amigas, sostiene con fuerza su móvil a la par que se acomoda entre las suaves almohadas de su cama:

—Aitana, ¡qué alegría verte! —exclama pletórica con una enorme sonrisa resplandeciente una vez vislumbra el cabello rubio y los profundos ojos azules de una de sus personas favoritas en el planeta—.

—Valu, ¿cómo estás? —su amiga no desborda el mismo nivel de alegría, pero se encuentra igual de contenta de verla—.

—Emocionada porque llegue el día de mañana. ¡No puedo esperar! —Aitana, al otro lado de la pantalla, le lanza una mirada sugestiva a Valen. «¿Acaso ha vuelto a tomar café?», piensa la de cabellos dorados extrañada por la auténtica (y según ella injustificada) felicidad de la castaña —¿Y vos?

—Pues espero que tu entusiasmo sea contagioso porque no me causa ningún placer estar de regreso en el colegio —la mayor hace un mohín de desagrado de solo imaginarse la perspectiva de volver a los salones

—¿Estás de broma? ¡Tantos meses sin ver a ninguno de nuestros amigos! No veo la hora. ¿No te ilusioná la idea de reencontrarnos? —Valen consigue darle un nuevo sentido al asunto, uno que empuja a Aitana a reflexionar respecto a su posición negativa—.

—Estoy segura de que odiaré cada segundo de mi estancia en la escuela, —asegura con vehemencia, —no obstante, no puedo negar que la emoción de verlos hará la agonía más tolerable —admite finalmente, por lo que Valentina le regala una de sus mejores sonrisas y le guiña el ojo con dulzura—. Por cierto Valu, ¿tenés noticias de Marco? Estuve hablando con Gastón esta tarde y me comentó que no contesta sus mensajes desde hace semanas.

—Pues yo no he tenido mucha mejor suerte —le informa la menor visiblemente acongojada por el silencio de su novio—. Apenas y me envía monosílabos. Ha estado muy deprimido desde la muerte del abuelo y siendo sincera, es un tema que me preocupa bastante.

—¿No lo has visto desde entonces?

—¿Verlo? Se vuelve loco cada que planteo la posibildiad de establecer contacto físico. Hace un mes tuve que convencer a papá de pasar por su casa y amenazarlo para que al menos se parase en la ventana de su habitación para constatar que continuara con vida.

—Recibió un golpe fuerte con lo de su abuelo.

—Sí, ya sé y necesito verlo mañana desesperadamente para asegurarme de que va a estar bien.

—No tenés que darle muchas vueltas al tema, recordá que es un proceso dificil y complicado y que cada cual lo atraviesa a su manera. Solo te quedá apoyarlo como podás Vale, temo que no podrás hacer mucho más por él si no te lo permite.

La más entusiasta de las dos, deja salir un suspiro derrotado —Tenés razón.

｡*✧*｡

Estoy bien Gastón, no tenés que armar tanto lío.
11:17 pm

Hasta que te dignás a contestar, ¿eh?
11:18 pm

Cinco semanas sin dar señales Marco, cinco semanas.
11:18 pm

Si Valentina no llega a asegurarme de que te vio
hace no tanto, ya te doy por muerto bro.
11:18 pm

No exagerés Gastón. No estoy para dramas.
11:20 pm

Ya, ya.
11:20 pm

¿Te veo mañana en el colegio?
11:21 pm

Quizás.
11:21 pm

¿“Quizás”? ¿Esa es tu respuesta? ¿En serio?
11: 22 pm

Bajale tres rayitas a tu intensidad, ¿sí, Gastón?
11:22 pm

Te advertí que no estaba para dramas.
11:23 pm

Pues sí: quizás; tal vez; quién sabe…
11:23 pm

Aun no decido si voy a seguir estudiando.
11:23 pm

¿Tenés algún problema?
11:24 pm

¿Pero de qué hablás, ché?
11:25 pm

Lo que acabo de decirte boludo, que no sé si voy a continuar yendo al colegio.
11:25 pm

¿Olvidaste cómo leer o qué?
11:26 pm

¿Es que no entiendo qué pasa por tu cabeza pelotudo?
11:26 pm

¿Valen sabe de esto?
11:27 pm

Agh, ¡Valen esto! ¡Valen lo otro!
11:28 pm

Valentina es mi novia, no mi madre.
11:28 pm

No tiene por qué estar pendiente a cada decisión que tomo.
11:29 pm

No tengo nada que consultar con ella.
11:29 pm

¿Sabes qué? ¿Por qué no mejor la dejamos hasta aquí?
11:30 pm

Tengo un sueño que me está matando, y no estoy para dar explicaciones a esta hora.
11:30 pm

Bye.
11:30 pm

¿Pero qué mierda?
11:31 pm

✅✅

Y el muy cabrón me dejá en visto.
11:31 pm

｡*✧*。

—¿Se podé saber que querés a esta hora de la noche Claudio? ¿No te parecé un pelín tarde para estar marcándome, más con esto de que mañana se reanuda el colegio? No te bastá con la idea de joderme todo el día de mañana, ¿no? Te encantá superar las expectativas —Brenda exhibe su patente molestia sin tapujos de ninguna clase nada más responde al llamado de su amigo—.

—Como siempre vos y tu humor del orto son inseparables. Hay cosas que ni una pandemia de alcance mundial puede cambiar —Claudio finge estar conmovido por el “cariñoso” trato de su interlocutora—.

—¿Me vas a decir qué mierda querés de una buena vez? Estaba durmiendo cuando decidiste interrumpir imbécil.

—¿Y con esa boca besas a tu madre?

—Si no querés que te cuelgue en este mismo instante será mejor que vayas hablando de una maldita vez Claudio.

—Vale, vale, ya voy. Y yo que pensé que me recibirías con una abrazo en cuanto me vieras —Brenda rueda los ojos con fastidio y se muerde la lengua para no soltar otro improperio—. Solo quería asegurarme de que mañana sí empezaban las clases. Lo vi en el grupo de WhatsApp y en el muro de Facebook del colegio pero quería asegurarme, ¿y quién mejor que mi mejor amiga para eso? No obstante, ya no hace falta ni preguntar, me lo respondiste nada más contestar al teléfono.

—Vos me estás jodiendo, ¿verdad? ¿Llamás a medianoche por esa pavada? Si te atrevés a acercarte a mí mañana prometo darte un merecido golpe a ver si por una buena vez se te acomodan esas neuronas de chimpancé que tenés.