Cuando me dieron el aviso de que podíamos salir para cumplir esa misión me di cuenta de que venía esa muchacha que estaba con Jennifer para ir a ver al Gran Jefe.

- Eh, ¿qué haces preparada para una misión?- Le pregunté con voz dura y con cara de tener pocos amigos.

- El Gran Jefe me ha enviado para que no lo dejes escapar-, hizo una breve pausa-, otra vez.

- Andando-. Dije en un grito pero manteniendo mi actitud de antes.

Me explicaron que esa chica iba en el lugar de la agente Himin y me advirtieron de que tuviera cuidado con ella, pues no tenía ni un pelo de tonta, se llamaba Bella.

Al aparecer en la casa donde estaba el ladrón, llamado Allan, entramos en la casa sin hacer ni un ruido posible para pillarlo por sorpresa, todos nos dividimos para poder cogerlo y yo subí al piso de arriba, oí ruidos en una habitación donde la puerta estaba medio abierta y me paré a mirar, ahí estaba, pude ver su espalda, nunca lo olvidaría, entré sin hacer ruido hasta pararme detrás de él.

- Y el ladrón vuelve a atacar otra vez-. Dije después de contemplarlo mejor.

Él paró lo que estaba haciendo y se dio la vuelta para mirarme-. A que soy irresistible.

- Sí, haces esto para verme, ¿verdad?- Le dije con una sonrisa-. Ahora bien-, me acerqué a él, le cogí del brazo, le di la vuelta y le puse contra la pared mientras sacaba las esposas-, quedas detenido-. Seguidamente le puse mirando a mí y lo besé-. Un recuerdo.

No habló, sólo sonrió. Yo lo llevaba para el coche pero Bella decidió interrumpirme-. Menos mal, creía que nunca lo ibas a atrapar, y tú, vete preparando para lo que te caerá de condena, asesino y ladrón, mala combinación-. Dijo mientras miraba a Allan con cara de desagrado.

- ¿Esta tía es siempre así?- Me preguntó Allan en voz baja, casi en susurro.

- La verdad, no lo sé, es nueva-. Le contesté con el mismo tono de voz que él.

- Mirar, lo ha atrapado-. Dijo con un grito a los demás compañeros-. Ya era hora.

Casi suelto a Allan porque quería pegar a Bella por pasarse de lista pero me contuve y sujeté la mano de Allan, no lo sé por qué, pero me relajaba así.

- Perdóname por esto Juliet, luego hablamos-. Me dijo Allan y seguidamente me golpeó en el costado para zafarse de mi agarre, fui lista y lo agarre de la pierna haciendo que él cayera al suelo, pero sin pensarlo, él me golpeó en la cara quedando el otro ojo morado.

- Cogerlo, se escapa-. Dije mientras me llevaba los dedos a mi nariz-. Genial, me sale sangre-. Dije con sarcasmo.

- ¿Estás bien?- Dijo Bella parándose a mi lado.

- Pero ve tras él y cógelo, se está escapando, no te preocupes por mí-. Se quedó parada a mi lado sin saber que hacer-. ¡Bella!- Exclamé, pero nada, no me quedaba otra que salir corriendo para intentar cogerle pero por segunda vez, se escapó.

- ¿Se escapó?- Preguntó Bella detrás de mí.

- Sí, gracias, gracias por quedarte parada sin hacer nada, gracias, porque no te castigará el Gran Jefe, ni a ti, ni a todos vosotros, voy a ser yo la castigada y vosotros podréis dormir por las noches mientras que sentís mis gritos por algún castigo cruel porque nadie de vosotros llegareis y le diréis al Gran Jefe que fue culpa de Bella o vuestra por no cogerle cuando me golpeó, pues claro que no, os lavaréis las manos y si te he visto no me acuerdo-. Grité a mis compañeros mientras me salían lágrimas por la impotencia de haberlo dejado escapar otra vez.

- No nos grites, la culpa la tuviste tú, tú fuiste la que lo dejó escapar la primera vez y esta segunda, si el Gran Jefe te castiga pues haber hecho tu trabajo como era debido-. Saltó Bella.

- ¡Eres una inútil!- Dijo una compañera de la nada mientras todos se iban para la agencia.

Me metí en uno de los furgones mientras miraba por una de las ventanas tintadas de la furgoneta, pensando en lo que había pasado. Al llegar a la agencia, el Gran Jefe había puesto una nota diciendo que fuera en cuanto llegara a uno de los calabozos, tragué saliva al instante y fui a los calabozos mientras miraba a Bella de forma asesina, no me caía bien, la sentencié en ese momento. Cuando llegué vi al Gran Jefe en uno de los calabozos, tenía en una de las literas un set de cosas para castigar a los agentes, cerré los puños y apreté mis párpados todo lo fuerte que pude porque creía que esto era una pesadilla y que me iba a despertar en algún momento, en cuanto me vio, agarró una cuerda para fustigar, en esos momentos, temía por mi vida.

- Quítate la camiseta-. Dijo en tono de enfado y lo obedecí-. Acércate-. Prosiguió y obedecí, me ató a unas cuerdas que colgaban desde el techo y no podía desatarme, pues me dolían las muñecas-. Vas a aprender a hacer bien tu trabajo-. Primer azote, mi grito hizo eco seguido de mi llanto-. Incompetente-. Segundo azote, sentí unos pasos acercarse a la celda donde nos encontrábamos pero no le hicimos caso-. Maldita la hora en que te cogimos para que ejercieras tu trabajo en este caso-. Esta vez dio unos azotes de seguidos hasta que paró y escuché una voz muy conocida.

- No la toques-. Dijo esa voz tan conocida por mí, ¿Allan?

- Tú, ¿por qué la defiendes?- Dijo el Gran Jefe entre sorprendido y molesto.

- Porque no es tan incompetente como tú dices, es más incompetente esa tal Bella, que no fue capaz ni de perseguirme para cogerme-. Explicó quitándole la cuerda de las manos al Gran Jefe.

- No te reconozco-. Soltó de golpe.

- Ni yo a ti.

- Vete-. Dijo el Gran Jefe-. Estoy trabajando.

- ¿En esto trabajas? Vete tú, ser despreciable-. Contestó Allan.

Escuché como una serie de forcejeos, como una pelea, luego, después de un rato sentí como Allan me desataba y me desplazaba a otro lugar, fuera de la agencia, y me acostó en una cama de dos personas.

- Te voy a curar las heridas-. Me puso boca abajo y empezó a curarme y yo empecé a chillar del escozor que me causaba al curar, después de un rato paró-. Ya está Juliet.

- ¿Por qué haces esto?- Pregunté entre lágrimas.

- Porque odio al Gran Jefe como le decís a él-. Contestó.

- Gracias.

- Gracias a ti, princesa-. Me besó y se recostó a mi lado después de vendarme la espalda y de taparme con las sábanas de su cama-. Descansa.

Cerré los ojos mientras notaba que se apegaba a mí para que no sintiera frio, lo único que sabía era que me había salvado la vida y que conmigo, sólo conmigo, se comportara diferente, como si no fuera un asesino, ni un ladrón.

Escrito por Swiftie5sos13