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Capítulo 14

Fue un sentimiento raro. Parecía que fuera la segunda opción. Lo mire algo dudosa, fruncí el ceño, creo que lo noto.

- No es lo que piensas- dijo enseguida.

- Si, quedó claro- dije con algo de indiferencia. Noté el pánico en su mirada, no salió como él lo hubiera pensado seguramente.

- No, Tn...- este me miraba sin saber que hacer, parecía nervioso como si hubiera cometido la mayor barbaridad de todas- no enserio no es lo que quise hacerte sentir así.

¿Estaba mal que quisiera reírme? Parecía un niño al cual le descubrieron que cometió algo que no debía hacer.

- Soy malo en estas cosas, no sonaban así mis palabras e mi cabeza, perdón- se disculpaba casi dándole un ataque de pánico- mierda, creí que sería más fácil.

-Bueno, para que sepas no es lindo decirle a una chica que era la segunda opción- me crucé de brazos. Quería reírme y saber que diría al respecto.

Notaba la frustración en su mirada, seguramente muchas excusas o palabras se le venían a la mente por las expresiones que hacía, pensaba, abría la boca para decir algo pero noda salía.

- No es eso- suspiro luego de un momento y se calmó- en realidad si me dieran a elegir tú serías la primera opción en todo, no lo dudaría- eso me tomo desprevenida.

Me sonroje de forma notable, ahora la que no tenía palabras era yo. ¿Que se supone que debería decirle?

-Aun así sigo metiendo la pata ¿no?- pregunto mientras con nerviosismo se rascaba la nuca y sonreía tímidamente.

- Hmm - lo mire unos segundos- ya es la segunda vez- dije más en un murmuró que otra cosa.

-Lo lamento- se disculpó- ¿Me darías una tercera oportunidad?- pregunto algo dudoso.

- La tercera y última Sung Jin-Woo - dije frunciendo el ceño- y lo digo enserio.

-Lo se- asintió suspirando- gracias.

- Espero no arrepentirme- susurré. Mirando hacia otro lado.

- No lo harás- lo noté sonreir con suficiencia. Arquee una ceja ante sus palabras. Me crucé de brazos y lo mire.

- ¿Tan seguro estás de que no me iré?- pregunte divertida. Este me miraba divertido también.

- No voy a permitirlo, no por nada hice todo lo que hice para llegar aquí y no tener nada- si respuesta me llamó la atención.

-¿A que te refieres?- pregunte. Este sonrió.

-¿A que me refiero con que?- pregunto haciéndose el tonto. No dije nada al respecto, fruncí el ceño.

- ¿Salida con tu familia?- cambié de tema. Este me miró divertido ante mi actitud.

- Si, se podría decir- me miró sonriendo.

- Perdón por... Arruinarlo- dije mirando hacia la mesa donde estaba su familia comiendo y riendo.

-En realidad es mi culpa por interrumpir tu momento a solas- dijo, solté una risita y baje la cabeza al suelo para luego levantarla mientras me colocaba el cabello detrás de la oreja.

- Tu hermana cree que tengo malas intenciones- solté una risita, este sonrió miró en dirección de su familia.

- Es sólo cosa de tiempo, en un inicio es así, pero luego...-me volteo a ver divertido- querrá juntarnos de cualquier forma.

Solté una risa por aquel comentario. Las palabras salieron solas después de eso, hablábamos de todo un poco, sin entrar e profundidad para, tal vez, poder seguir con ese tema en otra ocasión.

Terminamos de comer entre risas, tiramos lo que nos había sobrado y mire al pelinegro cuando se acercó a su familia.

Suspiré pensando que allí terminaría todo, pero noté cuando vino dando unos pasos algo rápidos a mi dirección. Tomo mi mano sin esperarlo y me arrastro fuera del restaurante.

-¿Que?- dije tratando de seguirle el paso.

- Vamos a un parque que hay cerca- dijo con suna sonrisa, se colocó a mi lado más tranquilo- les dije que nos adelantaríamos.

Si mano seguía junto con la mía, ambos nos miramos por unos segundos. Parecía un Deja vu. Aparto con delicadeza su mano sonriendo mientras las veía.

- Vamos- asentí y caminamos juntos. Nuestras manos se rozaban la una de la otra, extrañando el tacto con la otra.

Lo sabía, quería tomar la suya pero sentía que era demasiado pronto aún. Aún así notaba y sentí su mirada también. Ninguno queriendo apurarse e ir a su ritmo.

Al llegar al parque caminábamos mirando todo, compramos algodón de azúcar y jugando en diferentes puestos. Noté cuando su familia llegó pero no sse cercaron, su madre nos miraba en varias ocaciones.

-N-no es cierto- dije mirando un puesto- lo quiero- le di lo que sobraba del dulce a lo que esté se rió mientras me seguía.

- Es un peluche algo grande, ¿no lo crees?- pregunto. Era un oso panda de peluche del tamaño de una persona.

- No me interesa, lo necesito- le pagué al hombre en el puesto y tome los aros, debíamos embocar más de ocho para ganarlo.

Tiraba uno tras otro, la mayoría con quedaba en el cono por lo que bufaba ante que no me salía el embocar.

-¡No puede ser tan difícil!- me queje. Jin-Woo estaba a mi lado riéndose de mis intentos mientras se terminaba el algodón de azúcar.

Sólo hice tres. El hombre me dio un llavero de recuerdo y premio. Mire al pelinegro quién se reía.

-Dejame intentarlo, tal vez y te lo gane- alzó los hombros y me miró con cierta superioridad, le pago al hombre y este le dio los aros.

- No lo creo- negué cruzandome de brazos y mirándolo.

- Mira y aprende niña- se hizo el galán y se acomodó el cabello negro hacia atrás, solté una risa por eso, hizo una pose de que apuntaba graciosa y tiro el aro.

Emboco a la primera.

-¿No te lo dije?- me miró divertido.

- Suerte de principiante- alce los hombros- además, aún tienes que embocar mínima otras siete veces, genio- me burle.

Soltó una risita y siguió con lo suyo, sólo emboco cuatro. Miró algo pensativo cuando el hombre le dio el mismo llavero que a mí.

Yo en cambio me reía de su rostro de indignación de forma algo sonora mientras me abrazaba a mí misma.

-Al parecer ambos somos malos en esto- dije mientras me limpiaba las lágrimas por la risa.

- ¿Y si lo intentamos una vez más?- pregunto, lo mire pensativa- entre los dos.

-Podria ser- asentí pensativa. Pago y nos dividimos la mitad de los aros para cada uno- uno y uno- dije.

Me coloque a su lado y tire, este emboco. Luego siguió el y sucesivamente. Para sorpresa nuestra y entre risas, sólo erramos uno cada uno. Embocando ocho aros en total.

- Eso no lo espere- dije pensativa. El hombre nos dio el peluche gigante y lo abracé sin mucho más-¡Si!- salte como una niña pequeña, lo veía reírse.

Seguimos caminando mientras el pelinegro ahora llevaba el peluche colgado de su espalda mientras lo sostenía de los que serían sus brazos que pasaban por sus hombros.

Yo mientras comía unas palomitas y cada tanto este me pedía por lo que le daba algunas como si fuera un avioncito.

Nos subimos a varios juegos, entre ellos los autitos chocadores y montaña rusa. Ahora estábamos en la fila de la rueda de la fortuna.  Cuando nos subimos dejamos al oso en el suelo, entre medio de ambos.

Miraba hacia abajo cuando comenzó a andar. Sonreía por la vista de todo. No había notado cuando se había echo de noche, seguro mis padres me llamarían en cualquier momento.

-¿Alguna vez pensaste que lo que estabas viviendo no era más que un sueño?- pregunto el pelinegro de la nada, me acomode en mi asiento y lo vi frente a mi.

-No entiendo- dije algo dudosa.

- Me refiero... a que perdiste algo o a alguien y en un momento cuando estás caminando o haciendo alguna actividad piensas que los ves y... Crees que es imaginación tuya.

Loire por unos segundos, había cierta nostalgia en ese momento reflejado en sus ojos. Me acerqué y me senté a su lado.

-¿Perdiste a alguien?- tomé su mientras la acariciaba.

- Si- susurro entrelazando sus dedos con los míos y mirando ambas manos.

-¿A quién?- pregunte.

- A mi mejor amiga- respondió, miró hacia otra dirección- o eso creí- apretó mi mano levemente. 

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