Sintió sus parpados pesados, su cuerpo adolorido y la garganta seca. Tomó una bocanada de aire, como si fuera la primera vez en su vida que lo hiciera y abrió los ojos de golpe, parpadeando varias veces y soltando una lagrima de su ojo izquierdo. 

Giro lentamente su cabeza, notando que estaba en la enfermería del colegio y encontrandose con las miradas estupefactas de todos. Ahí estaban Albus Dumbledore, Severus Snape y el ministro de magia Cornelius Fudge, así como también Amos Diggory, Sirius Black y Narcisa Malfoy, esta última estaba a lado de la cama de Tam, incredula.

Acostados en las camas continuas a la de ella estaban Harry Potter, Regulus Black y Cedric Diggory. Todos heridos y palidos, los dos primeros con los ojos rojos por tanto llorar.

Giro su cabeza al frente, notando que arrodillados en el suelo frente a su cama, estaban sus queridos amigos, Draco Malfoy, Blaise Zabini, Theodore Nott y Daphne Greengrass. Todos aún con lagrimas escurriendo por sus mejillas.

—Hola.—sonrió con calma.

Inmediatamente fue aprisionada por el abrazo de sus amigos y de Narcisa, todos sollozando sin importarles nada. Despues de unos minutos, el ministro fue quien hizo la pregunta crucial:

—¿Cómo es que esta viva? La revisamos...no tenía pulso...murió...—murmuró incredulo.

Tam frunció el ceño, igual de confundida hasta que de pronto abrió mucho los ojos y se abrió la tunica del colegio, mostrando sobre su pecho un giratiempos partido por la mitad.

—La maldición impacto en el giratiempo, supongo que tecnicamente si morí...pero luego se revirtio. —contesto Tam.

—Merlín...—murmuró Sirius y abrazó con fuerza a su hija. 

Regulus, quien se había levantado de la cama, también camino hasta ella y la abrazó, rompiendo a llorar igual que su padre. Tam se apreto contra ellos.

—Mamá dice que los ama y que esta orgulloso de ambos.—murmuró Tam para que solo ellos pudieran escucharla. Ambos Black la abrazarón con más fuerza.

—Me alegro que este bien, señorita Malfoy.—dijo el ministro y Sirius gruño con molestia. En ese momento Tam abrió muchos los ojos y dijo:

—¡Moody!

—Ya lo tienen.—dijo Harry.—era Barty Crouch Jr. Le han dado el beso de dementor antes de siquiera poder interrogarlo.—espetó mirando al ministro, quien se tensó. —Me alegro que estes bien, Tammy...casi mueres por mi.—bajo la mirada y ella lo tomó de la mano con una sonrisa calida, causando que los otros tres Slytherin mascullaran molestos y que Daphne rodará los ojos ante esto último.

—Si, bueno...ya no hay de que preocuparse, señorita Malfoy.—intervino el minsitro.—el peligro ha pasado y se que deben estar confundidos, pero le aseguro que...

—¡Voldemort ha vuelto!—grito Harry furioso.

—¡Ya se lo hemos dicho!—grito Regulus.

—¡Es verdad! ¡Si no fuera por Tam yo estaría muerto!—grito Cedric.

Pero la pelea no pudo continuar, porque Madame Pomfrey ordenó que cualquiera que no fueran los afectados, se fueran de inmediato. Por la noche, la familia Diggory fue a agradecer a Tam por salvar la vida de su hijo, para despues llevarselo a casa. Una vez que solo quedaron Regulus, Harry y ella, Tam se levantó de la cama y les hizo una seña para que guardaran silencio.

—Voy a mostrarles algo y despues les dire lo que haremos a partir de ahora. La guerra ha comenzado.—dijo y ellos asintieron.

Tam se quito sus inseparables guantes y haciendo uso de sus poderes que casi nunca usaba, les mostro absolutamente todo. Desde sus sospechas sobre Maia Volant hasta el encuentro con su madre mientras estaba muerta, explicandoles absolutamente todo al respecto.

Despues de lo que parecio una eternidad para los chicos, pero solo habían sido unos cuantos segundos, Tam soltó sus manos y volvio a enfundar sus manos en sus guantes. Harry y Regulus estaban muy serios.

—Bien, ahora toca decirles lo que haremos. Yo me iré a buscar los demás horrocruxes, mientras tanto ustedes dos se quedaran aquí, encontraran los que estan en Hogwarts y me los enviaran con Hedwig, se que ella puede encontrar a quien sea. ¿Entendieron?

Harry y Regulus se miraron con seriedad y despues a Tam.

—¿Pretendes que te dejemos ir sola a buscar los horrocruxes? ¿Es broma?—Regulus enarco una ceja en alto.

—Esto no esta a discusión.—dijo Tam con frialdad.— Debemos hacerlo de esta manera si es que queremos ganar. No difundan la información con nadie que no sea Hermione.

—¿Qué hay de Ron?—pregunto Harry.

—Dudo que Ron quiera participar si sabe que se trata de derrotar a Dumbledore también.—dijo Regulus.

—Exacto, pero si llegan a necesitar más ayuda pueden pedirsela a Daphne, la dejare informada al respecto.

—¿Irás sola?—pregunto Harry.

—Aún no lo se.—respondió ella.

—¿cuando te irás?—pregunto Regulus.

—Pronto. Ahora, es mejor que duerman.—dijo y antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, con su varita los hizo desmayarse. 

Magicamente los acomodo en sus camas y salió de la enfermería rumbo a la sala común de Slytherin, donde ingreso silenciosamente hasta la habitación de sus mejores amigos, quienes despertaron ante el ruido de la puerta.

—¿Tam? Deberias estar descansando en la enfermería, cariño.—dijo Theodore incorporandose.

—Debemos hablar.—dijo Tam.

—Oh no, ya conozco esa mirada.—dijo Blaise.

—Ya dilo, Tam.—pidió Draco.

Al igual que había hecho con Regulus y Harry, Tam unio sus manos con la de sus amigos y los llevó a traves de sus memorias, mostrandoles la verdad, incluyendo su última conversación con ambos Gryffindor. 

—Debemos proteger a sus familias y enviarlas lejos.—dijo Tam en cuanto terminaron.—Podemos...

—Mi padre se ha encargado de eso.—dijo Draco.—Ha enviado a mi madre y a la de Blaise lejos. No le ha dicho su ubicación a nadie y el mismo se ha borrado ese recuerdo. El...—bajo la mirada.

Tam lo tomo de la mano y sonrió.

—Lucius no es perfecto, nadie lo es. Ha cometido errores pero esta protegiendo a su familia tanto como puede. 

Draco sonrió y se abrazaron. Tam miró a Theodore con tristeza.

—¿Qué hay de ti, Theodore?

—Mi abuelo ha vuelto con el, no tiene más opciones.—suspiró pesadamente.

—Bueno, ya que todo esta resuelto.—dijo Blaise levantandose.—debemos empacar.

Draco y Theodore lo imitaron.

—¿Para qué?—Tam los miró confundida.

—Cariño, eres lista, ¿que no?—Theodore la miro con burla— No te dejaremos sola, iremos a esa loca misión suicida contigo.

—Definitivamente.—dijo Draco.

—Sin dudarlo.—sonrió Blaise.

Tam no pudo más que sonreír y dar gracias por tener a tres personas tan maravillosas en su vida.

Quería poner este meme en el capitulo donde muere Tam pero sentí que me querrían matar por poner memes de risa en un momento sad JAJAJA.

¿Qué les parecio este cuarto acto? Que conste que yo les avise que rompería su estabilidad emocional.