Tam solía ser una persona razonable. No juzgaba a nadie sin sentido y era una fiel creyente que antes de insultar a alguien, esta persona debía haber hecho algo muy grave.

Pero es que Harry Potter y su hermano Regulus se ganaban a pecho que quisiera insultarlos hasta morir,

Granger y ella se habían matado en la biblioteca buscando complicados hechizos con los cuales ellos podrían vencer al estúpido dragon, ¿y que hacían ellos?

Regulus colocó la "macarena" en un radio muggle y entretuvo al dragon mientras conseguía el huevo.

Harry llamó a su saeta de fuego e hizo toda una acrobacia antes de conseguirlo.

Tam sinceramente estaba indignada. Se había esforzado para nada, aúnque bueno, Hermione y ella habían intuido que ninguno de los dos podría realizar los hechizos que les enseñaron.

Ninguno excepto accio, que fue el que usaron tanto para el radio como para la saeta. 

—Tammy, come algo, por favor.—pidió Daphne sacandola de sus pensamientos.

Estaban en el Gran Comedor cenando, esa misma tarde el profesor Snape los había reunido en la sala común para informarles que tendrían un baile de navidad y que esperaba que todos supieran bailar porque el definitivamente no les enseñaria.

—No tengo hambre, Daph.—suspiro Tam.

—Me vale madre.—espetó molesta.—llevás todo el curso sin comer, estas practicamente en los huesos. No tengo idea de como es que te puedes levantar diario. —se cruzo de brazos con molestia.

—Daphne...—la miro cansada.

—Nada. Quiero que comas y no te dejare levantarte de aquí hasta que comas algo.—afirmó con firmeza.

Tam suspiro pesadamente y paseo la vista por entre los alumnos. Todos cuchicheaban respecto a lo del baile, tanto hombres como mujeres estaban notablemente emocionados. Las chicas de Beauxbatons lanzaban sus mejores sonrisas a los más atractivos, y los chicos de Durmstrang preparaban sus acercamientos para con las más guapas. 

—¡Hermanita!

Tam volteó y la abrazaron con fuerza.

Draco sen sentó a su lado y comenzó a servirse en su plato.—¿ustedes con quien iran al baile? ¿Alguien se los ha pedido ya? 

—Yo ire con Pansy.—dijo Daphne bebiendo de su taza.

—¿Pansy?—Tam y Draco la miraron confundidos.

—Pensé que salía con Blaise.—dijo Tam.

—Ya no, quedaron mejor como amigos—explicó encogiendose de hombros.

—Tipico de Blaise.—río Draco y volteó a ver a Tam.—¿no comes?

—¡Tam!—regaño Daphne.

—Acabo de comer una tostada, solo que no me viste.—mintió descaradamente y Daphne la miró con el ceño fruncido, no muy convencida.

—Hola, chicos.—saludo Theodore llegando y sentandose a lado de Tam.

—Hola, Theo.—saludaron los tres. 

—Hey, ese es el anillo que te regale, ¿cierto?—pregunto Theodore a Tam, tomandole la mano donde tenía el anillo.

—Eh..sí..—respondió intentando controlar sus expresiones faciales.

Theodore acarició con cariño la mano de Tam y la miró con una calida sonrisa. Tam sintió su corazón latir desbocado y en ese momento un par de fuertes brazos la abrazaron con fuerza. 

Blaise Zabini había interrumpido la escena con una enorme sonrisa que Tam identifico como una sonrisa falsa muy realista.

—Carajo, Blaise. Casi me tiras mi bebida encima.—se quejo Theodore con el ceño fruncido.

—Entonces no andes manoseando a Tammy, ella es patrimonio de la humanidad.—dijo haciendo un ademán muy diva y Tam sonrió ligeramente.

Ella sabía que Blaise había interrumpido la escena por su propio bien, y le estaba agradecida por ello. La cena continuo en completa normalidad, los chicos riendo y presumiendo a sus parejas (Draco a Astoria, Blaise a una chica de Beauxbatons y Theodore a Luna). Tam les brindaba alguna que otra sonrisa mientras seguía revolviendo su comida, siendo observada con preocupación por Daphne y Blaise.

—Tengo que ir a la biblioteca antes de que cierre.—dijo Tam levantandose.

—Tam...—la llamó Daphne con seriedad. 

Tam suspiró y tomó una tostada, mordiendola frente a Daphne.

—Los veo al rato.—se despidió con un ademán.

Caminó por los pasillos hasta llegar a la biblioteca, donde se encontró con Harry Potter cabizbajo, recargado en una de las columnas jugando con una bola de papel.

—¿Qué te pasa, Potter?—pregunto Tam con una ceja alzada, llegando hasta él.

—Oh.—la miró.—Hola, Tam. No te vi llegar.

—De eso ya me di cuenta, ahora dime, ¿qué te pasa?—se sentó a su lado. 

—¿Preocupada por mi?—sonrió y ella le dio un fuerte golpe en el brazo.—¡Auch!

—Soy agradecida.—explicó.—Ahora habla antes de que te deje aquí.—amenazo cruzandose de brazos.

—Ya, ya.—asintió y suspiro.—Se trata de Hermione.

—¿Granger? ¿Qué pasa con ella?—pregunto confundida.

—Le gusta Ron.—dijo Harry.

—¿Y a ti te gusta ella?—ladeo la cabeza.

—¡¿Qué?! ¡No! ¡Es como mi hermana!—negó rapidamente.—El problema no es conmigo...sino con Regulus.

—¿Te gusta mi hermano?

—¡NO! ¡TAM!—Negó sonrojado y Tam soltó una fuerte carcajada.

Se escuchó el ruido de algo caer y ambos voltearon. Les parecio ver que algo se movia en la esquina del pasillo, pero no le dieron mucha importancia.

—Era broma, Potter. Ya dime que ocurre.—dijo Tam.

(...)

—¡¿Por qué mierda ríe con Potter y nosotros no hemos logrado nin una risa seca?!—grito Theodore furioso en su habitación.

Habían seguido a Tam, no con la intención de espiarla, sino más bien de alcanzarla y acompañarla. Ultimamente no pasaban mucho tiempo con ella por estar con sus chicas y pretendían pasar un rato de calidad con ella, incluso quizá hacer una de sus tipicas pijamadas.

Pero lo unico que habían encontrado era a su mejor amiga riendo a carcajadas con San-Cara-Rajada-Potter. 

Ninguno de ellos ignoraba que algo le pasaba a Tam, estaba mucho más callada y no comía casi nada, por eso mismo querían pasar un poco más de tiempo con ella, para ayudarla.

Despues de todo, era su Tam. Su mejor amiga.

Por esa misma razón ahora estaban en la habitación de los tres, hablando de la escena que acababan de presenciar.

—Para empezar, ¿desde cuando carajo son amigos?—mascullo Draco con odio.

—¿Estaran saliendo? ¡No puede salir con el!—exclamo Theodore.

—¿Y porque no?—intervino Blaise con seriedad. Se había estado manteniendo al margen de la discusión.

—¿Es broma?—Theodore lo miró sorprendido.

—No, no es broma.—se levanto y cruzandose de brazos encaro a Theodore.—Tam ha estado mal y si San Potter la hace feliz, por mi esta bien. 

—Pero...—dijo Draco y Blaise lo interrumpió.

—Pero nada. Tammy esta mal, no come, no duerme, no sonríe, ¡Ya nisiquiera nos cuenta sus pensamientos! ¡Ha tocado fondo y no hemos podido llegar a ella!—exclamo furioso dando vueltas en la habitación—¡Así que si San Potter le da al menos unos minutos de felicidad, por mi esta perfectamente bien! ¡Y para ustedes también debe estarlo ya que no hemos sido de gran ayuda para ella!

Draco y Theodore no dijeron nada.

Blaise tenía mucha razón. Odiaban a Harry Potter...pero Tam era lo más importante para ellos.

—Le voy a dejar otra rajada en la cara donde le haga daño.—mascullo Draco, cruzado de brazos.

—Yo sinceramente tendría más miedo de lo que Tam pueda hacerle.—se burlo Blaise.

(...)

—A ver, dejame ver si entendí.—dijo Tam.—A Regulus le gusta Hermione, a Hermione le gustan ambos, a Ron le gustan todas. Y tú simplemente eres el sobrante, ¿así es?

—Si.—suspiró pesadamente.—Regulus ya invito a Hermione al baile y ella accedió, Ron fue rechazado frente a un grupo de chicas de Beauxbatons y yo...yo no se como pedirselo a la chica que quiero.

—Bueno, con respecto a ellos tres no puedes hacer mucho, solo esperemos Hermione tenga buen gusto y se quede con mi hermano.—Harry la miro indignado.—¿Qué? Vamos, admitelo, Ron nisiquiera trata bien a Hermione, si tuvieran hijos les pondrían nombres normales y aburridos como Rose y Hugo, en cambio con Reggie quizá se llamen Cassiopeia y Licorus. 

—Eres malvada.—río divertido.

—Un poco, lo admitó. Respecto a lo tuyo...simplemente se valiente, ¿no se supone que eres un Gryffindor?—enarcó una ceja en alto.

—¿Y si me rechaza?—la miró profundamente.

—Nunca lo sabras si no le preguntas.

Guardaron silencio algunos minutos, donde Tam pensaba en lo mucho que deseaba comer una hamburguesa con papas, pero recordo la ansiedad que le daba comer y como ultimamente vomitaba casi al instante de probar un bocado. 

—Tam.—llamó nuevamente Harry,

—¿Mm?—lo miró.

—¿Quieres ir al baile conmigo?—pregunto con las mejillas ligeramente sonrojadas.

Tam se quedo sin habla. Pensó en sus mejores amigos y en Daphne. Pensó en su patronus y sintió un vació en su interior.

—¿Soy la chica que quieres?—Pregunto y el asintió.—No estoy destinada a ser amada, Potter. Mejor busca a alguien más.—espetó friamente.

—Yo decido a quien amar.—Replicó con firmeza.

—¿Cómo sabes que no nos mataremos a mitad del baile?—pregunto ella con sorna.

—Nunca lo sabremos si no lo intentamos.—repitió sus palabras y sonrió burlon.

Tam lo miró fijamente, perdiendose en aquellos profundos ojos verdes.

—Bien.—dijo finalmente.—pero si me pisas te convertire en un cervatillo.

Ambos rieron.

¿Qué les pareció estos ultimos dos capitulos? ¿Qué piensan? Los estare leyendo.