Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 1

Los hermanos Ryddle siempre habían sido distintos, mientras que él era risueño, algo problemático y extrovertido; ella era callada, fría, distante, analítica y asocial. A pesar de todo esto, ambos siempre se habían querido mucho.

—¡Tammy! ¡Tammy! ¡Mira! —exclamo su hermano mientras le mostraba emocionado un sobre amarillento. — ¡Aquí está la tuya! ¡Al fin iremos a Hogwarts!

—Ve a decirle a la señorita Adams. Tenemos que ir a comprar las cosas ya que llegaron un poco tarde las cartas y no falta tanto para que inicie el curso. Debemos apurarnos. —dijo su hermana sin dejar de leer su libro.

—Tienes razón, vengo pronto. —besó su frente y se fue corriendo.

Escucho los pasos de su hermano correr hacia la planta alta y gritar:

—¡SEÑORITA ADAMS! ¡YA LLEGÓ LA CARTA! ¡NO SOY UN SQUIB COMO USTED DIJO!

Tam sonrió ocultándose detrás de su libro, casi podía imaginarse a la señorita Adams golpeándose contra una mesa o dando gracias a que al fin se libraría de ellos. El orfanato Sunshine era el único orfanato mágico del mundo, lugar donde los hermanos Ryddle fueron dejados a la escasa edad de un año. La señorita Adams, la directora del lugar, era una mujer rechoncha y amargada que disfrutaba de practicar castigos inhumanos en los niños del lugar.

En el orfanato Sunshine solo podían estar niños de los cuales se supiera al menos que provenían de un padre o madre mago, por lo que tampoco había demasiados. Contando a los hermanos Ryddle, solo existían trece niños más, quienes no sabían mucho de sus pasados, quizá el nombre de su padre o madre, eso sí el que los abandonó dio su consentimiento de que les dieran dicha información, en el caso contrario nunca obtendrían respuestas de su procedencia, al menos no en ese lugar.

A diferencia de los otros trece niños, los hermanos Ryddle habían crecido conociendo su historia.

Eran hijos de Amelie Ryddle, la hermana menor del temido Lord Voldemort. Desconocían quien era su padre, pero si sabían que ambos tenían sangre pura.

Amelie Ryddle fue conocida en todo el mundo mágico, no sólo por el hecho ya mencionado, sino por haber intentado salvar a Harry Potter, el-niño-que-vivió.

Tammy conocía la historia perfectamente.

Aquella noche del 31 de octubre de 1981, Lord Voldemort encontró el escondite de los Potter gracias a Sirius Black, mejor amigo de James Potter, un gryffindor traidor y leal a las Artes Oscuras y al mismísimo Voldemort.

Lo que Voldemort desconocía es que su amada hermanita (y quien cabe destacar siempre se opuso a él y era uno de los seguidores más poderosos de Dumbledore) se encontraba ahí de visita junto a su par de bebes, Tam y Regulus Ryddle, quienes jugaban con el pequeño Harrry, los tres de un año.

Voldemort asesinó rapidamente a James Potter, quien intento detenerlo sin éxito, y al subir las escaleras se encontró con Lily Potter, quien intentaba brindar tiempo para que Amelie huyera con los tres bebés. Rapidamente fue asesinada y al tumbar la puerta del cuarto, grande debió ser su sorpresa al encontrar ahí a su hermana pequeña, quien se interpuso entre la maldición asesina que había lanzado hacía Harry Potter, cayendo muerta al instante. El llanto del pequeño Harry Potter resonó en toda la casa al quedar marcado con una cicatriz en forma de rayo que se veía en su frente.

Aquí es donde la cosa se pone interesante.

Quedaron tres bebés indefensos a merced de Lord Voldemort, quien en su estupor solo pudo acercarse a sus sobrinos, con el unico fin de cargarlos, matar al niño Potter y partir con sus sobrinos.

Más grande sería su sorpresa cuando su amada sobrina, Tam Ryddle, manifestará su primera muestra de magia y lo asesinará.

Todo fue posible de comprobar gracias a las investigaciones de los aurores y al mismo Albus Dumbledore quien se encargó de recrear los hechos con un hechizo.

A partir de ahí, nacieron dos celebridades. Harry Potter, el niño que vivió; y Tam Ryddle, la niña que mato.

—Mocosa. —llamó la señorita Adams, sacando a Tam de su lectura. —prepara tus cosas. Mañana temprano iremos al Callejón Diagon y no quiero problemas, ¿entendido? —cuestionó malhumorada.

—Sí, señorita Adams. —respondió secamente y con la mirada más fría que pudo brindarle.

—Maldito monstruo. —murmuró la mujer, yéndose del lugar.

Tam rodó los ojos. Sus poderes hacían que nadie quisiera estar demasiado cerca de ella. Despues de todo, ¿quién querría estar con una chica que puede calcinarlo todo a su paso con un simple toque?

Al menos los demás no sabían que también era una Legeremente de nacimiento.

La gente era realmente hipócrita, puesto que, aunque siendo una bebé que no sabía lo que hacía, mato al hombre malo, la gente le temía porque todos decían que se parecía mucho a su tío.

En realidad, según pudo leer en uno de los diarios de su madre (los cuales le entregaron al cumplir los ocho), ella dijo que desde el momento en que nació, supo que era igualita, al menos fisicamente, a su hermano.

—Hermanita, ¿crees que podamos comprarnos una lechuza con lo que nos dará el gobierno para los estudios? —preguntó Regulus con cierta tristeza al recordar que eran pobres.

—Ya veremos, hermanito. Depende de cuanto nos sobre podemos unirlo y comprar tu lechuza.

—Nuestra lechuza. —corrigió él.

Tam sonrió levemente y asintió para darle gusto a su hermano, puesto que, si le decía que aquellos animales no eran mucho de su agrado, quizá iniciaría una rabieta nivel olimpiadas.

—¡NIÑOS MALDITOS! ¡BAJEN YA A CENAR! —Grito la señorita Adams con profundo rencor en la voz.

—Oh, hoy somos niños malditos—comento Regulus y miró a su hermana. —eso quiere decir que mañana somos los Malditos bastardos.

—No. —negó Tam. —mañana toca Abortos maldecidos.

—Ah, cierto.

Y así, ambos hermanos bajaron a cenar, sabiendo que en pocos días estarían en su verdadero hogar.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro