⁵ 𝘧𝘪𝘦𝘴𝘵𝘢.
SECRETS.
JUNIO 2016, VIERNES 25.
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OLIVIA WAYNE:
Solté un quejido cuando Alfred dejó el periódico sobre la mesa, eso hizo que mi cabeza doliera un poco más debido al sonido.
—Buenos días, Alf —murmuro tomando mi cabeza entre mis manos.
—Querrá decir buenas tardes, Ama Wayne —dice viendo la botella de vino ahora vacía que estaba sobre la mesa—. Espero que la próxima generación de Waynes no hereden una bodega de vinos vacía —miré la mesa. Ahí habían dos botellas de vino completamente vacías—. Pero no creo que haya la probabilidad de una próxima generación.
—Auch —digo en una ligera risa—. Soy joven, Alf. Mi hermano ya es otro caso —tomé un sorbo de mi café después de hablar—. ¿Con quién estuvo anoche Bruce? ¿Otra de la compañía o quiso variar yendo a un stripclub? —el canoso se echó a reír.
—Creo que esto la pondrá feliz, pero efectivamente, anoche su hermano estuvo con la Srta. Katherine Jones —comencé a toser por haber tragado mal.
—¿Qué? ¿Está loco? ¡Ella de verdad lo quiere!
—Estuvieron por horas charlando. No creo que el Sr. Wayne no le tenga aprecio luego de que ella ha trabajado con él como asistente desde hace casi un año —dice Alfred con la vista en el periódico.
—Sí, lo sé. Pero él es tan idiota que no quiere admitir que la quiere de la misma manera en que ella lo hace —callé de inmediato al ver a Bruce acercarse.
—¿No se suponía que estarías trabajando? Las mañanas son más tranquilas cuando no estás —besó mi cabeza antes de sentarse.
Lo miré con los ojos entrecerrados—. ¿Se supone que es un cumplido? —el castaño me guiñó un ojo, ganándose un pequeño golpe en el brazo de mi parte.
—Tengo cada llamada realizada desde el teléfono del ruso —comenzó Bruce sirviéndose una taza de café—. Dos menciones de negocios con el "Portugués Blanco" y continúa transmitiendo datos a la residencia personal de Alexander Luthor.
—¿Crees que Lex es el "Portugués Blanco"? —cuestiono en un tono algo bajo.
—No puedo ver por qué necesite el ingreso por armas importadas.
—De todos modos voy a tener que poner un micrófono en su casa, y voy a necesitar el traje —tallé mis ojos escuchando a mi hermano hablar con pesadez. Él tal vez tuvo una noche similar a la mía, sólo que más intensa y lo más seguro es que el recuerde toda la velada.
—El Murciélago interrogó a seis personas y regresó con las manos vacías —prosiguió Alfred, viendo unos papeles en sus manos—. Fue Bruce Wayne quien obtuvo la información.
—Bueno, Bruce Wayne no tendrá que hacerlo —Alfred me pasó una de las hojas que tenía en mano. Sonreí al verla.
—Ha sido invitado —le tendí la invitación de Lex a su fiesta de hoy.
—Alfred me mencionó que ayer saliste con un chico.
Despegué la vista de la ventana del auto y miré a Bruce intentando esconder la sonrisa que quería aparecer en mis labios.
—Alfred me mencionó que ayer estuviste con Kate —el castaño rió seco, mirándome cortamente.
—No cambies de tema. Sabes que no soy de esos hermanos celosos y sobreprotecto... —lo interrumpí con una sonora carcajada.
—Sí, claro. Cuando conociste a Barry lo amenazaste con que me alejara de ti o tú mismo lo harías. Y cuando estabas cenando con Pepper, me encontraste con un chico que resultó ser nuestro primo y tú ordenaste que lo sacaran del restaurante mientras nuestra tía estaba en el baño.
—Bien, en mi defensa: sabes que no me gustan las sorpresas y mucho menos las fiestas sorpresas. Así que de todos modos no hubiera servido de mucho esa cena —comencé a reír mientras negaba con la cabeza—. Ahora cuéntame sobre tú y ese chico.
Íbamos camino a la fiesta que organizó Lex. Espero poder encontrarme a Clark allí, pero no quiero que Bruce esté cuando lo haga. Clark y yo no tendremos nada serio y el hecho de que mi hermano y él se conozcan me asusta un poco. No sólo porque el chico que me gusta conocerá a mi hermano "súper protector", no, sino que si Clark llega a entrevistarlo, sé que le preguntará sobre Batman por ser de Gótica.
—Es alguien del trabajo, no tendremos nada serio. Él ya tiene novia —al ver que ya habíamos llegado, comencé a guardar mis cosas en mi bolso—. No tienes que preparar tus armas.
Él calló, procesando lo que dije.
—Él estará ahí esta noche cubriendo el evento, así que procura comportarte —antes de que Bruce pudiera hablar, salí del auto para rodearlo con una sonrisa y tomar el brazo de mi hermano para las fotos que tomarían los reporteros.
Luego de unos minutos, ya nos encontrábamos en el edificio.
Lex se encontraba parado en una tarima con un micrófono en su mano izquierda. Intenté prestarle atención a su discurso, pero Alfred activó los intercomunicadores de inmediato.
—Srta. Wayne, usted quédese en dónde está y si preguntan por su hermano, diga que fue al baño —escuché la voz de Alfred mientras Bruce desaparecía de mi lado.
Busqué con la mirada a Clark, y al encontrarlo, no puedo evitar sonreír.
—¡Clark! —lo llamé sin gritar tanto. Este se dio la vuelta y sonrió ampliamente al verme—. ¿Cómo estás? Por fin te encuentro. Hay mucha gente aquí.
—Sí —acomodó sus lentes—. Estoy muy bien, ¿y tú?
—Bueno, la horrible resaca que tuve esta mañana ya no está, así que estoy de maravilla —él asintió—. ¡Oh! Y quería disculparme por lo de anoche, no recuerdo casi nada y eso me hace suponer que actué como una tonta. Enserio lo siento.
—No, no. No tienes que disculparte, más bien, fue entretenido —sonreí, qué dulce es—. Y, tal vez, como no recuerdas casi nada de lo que pasó anoche... Podríamos volver a repetirlo —mi sonrisa se borró casi de inmediato.
—Yo creo que...
—¡Olivia, hola! —escuché la voz de Natasha detrás de mí, al voltearme pude ver a la pelirroja junto al millonario amante de molestarme.
—Hola, Nat —me acerqué a ella y la saludé con un abrazo—. ¿Qué haces aquí?
—Siempre es bueno verte, pequeña Olivia —reí al escuchar a Tony ironizar mientras rodeaba a Natasha y me abrazaba con fuerza—. Yo la traje. Lex me invitó y como Pepper tenía una junta en Orlando preferí traer a mi segunda pelirroja favorita.
—¿Quién es la primera?
—Tú.
Bufé—. Ya te dije que no soy pelirroja, ¡soy rubia!
—Teñida —añadió—. Mi padre tenía una fotografía con tus padres y Martha era pelirroja mientras que tu padre era castaño al igual que tu hermano.
—¿Te he dicho cuánto te desprecio? —Nat se echó a reír ante mi pregunta.
—Ya perdí la cuenta, así que prefiero tomar cada una de ellas como "te adoro tanto, Tony" —el castaño calló al ver a Clark a mi lado. Entrecerró sus ojos antes de hablar—. Hola, ¿amigo? ¿Novio? ¿Amigo con derecho?
Reí entre dientes mientras tomaba el brazo de Tony y lo pellizcaba.
—Él es Clark. Trabaja conmigo en el periódico Daily Planet, cubrirá el evento hoy ya que a mí me invitaron junto a Bruce.
—Clark Kent. Es un gusto, Sr. Stark —se presentó—. Si no es mucha molestia, puedo hacerle unas preguntas sobre el evento para el periódico.
Antes de que pudiera escuchar la respuesta de parte de Tony, Natasha me había tomado del brazo para alejarme unos pasos de ellos.
—¿Sales con él? —me susurró. Al no verme contestar decidió tomar mi silencio como un si—. Oh, Dios mío, creo que es más grande que Steve.
—¡Natasha Romanoff! —la regaño, ella en respuesta sonrió.
Pude ver a Bruce acercarse a nosotras con una pequeña sonrisa.
—Es bueno verte, Bruce —mi hermano amplió su sonrisa acercando su rostro al de la pelirroja a mi lado para darle un beso en la mejilla.
—Bruce —Tony apareció a mi lado para saludar al recién mencionado con un apretón de manos.
—Tony —Bruce no logró decir otra palabra, debido a que Nat se había dado la vuelta mientras abría los ojos de sobremanera.
—Tony, por eso te dije que no dejáramos a Steve solo —tomó la mano de Tony y comenzó a jalarlo—. ¡Steve!
—Te has acabado media mesa de comida, Rogers —los escuché decir. Me eché a reír mientras tomaba el brazo de Bruce.
—¿Ya lo pusiste? —le pregunto mientras caminábamos unos pasos.
—Sí. Alfred dijo que tardaría siete minutos, luego si quieres podemos ir con...
—¿Sr. Wayne? —mis manos comenzaron a sudar al escuchar la voz de Clark llamar a mi hermano. Cuando ambos nos volteamos, este extendía su mano para estrecharla con la de Bruce—. Clark Kent, Daily Planet.
Miré a Bruce para escuchar que respondería, pero este miraba a otro lado del salón algo distraído.
—Mi fundación ya hizo una declaración en apoyo a los libros —Clark y yo arrugamos el entrecejo.
—¿Perdón? —mi hermano siguió con la mirada a una mujer con vestido rojo, quien hacía un gran intento en ignorar su mirada mientras se alejaba de nosotros.
—Vaya, qué belleza —pellizqué su brazo esbozando una sonrisa algo nerviosa—. Lo siento, es una mala costumbre —se disculpó esta vez mirando al chico con lentes—. No lo publiques, ¿de acuerdo?
—¿Qué opina del Murciélago parapolicía de Gótica? —mordí mi lengua al escuchar la pregunta de Clark.
Bruce y yo intercambiamos miradas rápidamente antes de que él hablara—. Daily Planet, ¿soy dueño de esta? ¿O es de otro? —me pregunta. Reí con sequedad.
—No le prestes atención, Cla-
—Su ciudad desprecia las libertades civiles. Los buenos viven con miedo —su comentario llegó a enfadarme, y al parecer a Bruce también ya que lo miró de una manera no tan amistosa.
—No creas todo lo que escuches.
—He visto la situación, Sr. Wayne —dice Clark de inmediato.
Resoplé—. Sí, claro —murmuro.
—Él cree que es inmune a la ley —Bruce me miró por unos segundos.
—Que el Daily Planet critique eso resulta un poco hipócrita, ¿no te parece?
—Yep —respondo, ganando una mirada que no pude decifrar de parte de Clark.
—Considerando que si su héroe baja un gato de un árbol —siguió mi hermano—, escriben un editorial alabando a un alienígena que, si quisiera, podría incinerar el mundo entero.
—Y no podríamos hacer absolutamente nada para detenerlo —dije, con una gran sonrisa.
—La mayoría del mundo no comparte su opinión —murmura Clark viéndonos a los dos.
—Tal vez sólo somos nosotros y Gótica. Tenemos malas experiencias con bichos raros disfrazados de payasos, pero ninguno de ustedes piensa en eso.
—¡Chicos! —me sobresalté al escuchar a Lex aplaudir luego de hablar—. Los Wayne conocen a Clark Kent. ¡Ah! —aplaudió nuevamente—. Me encanta, me encanta reunir a la gente. ¿Cómo están?
—Hola, Lex —saludé, el castaño se acercó a mí y besó mi mejilla por varios segundos.
—La pequeña Olivia Wayne, tan hermosa como siempre.
—Lex —dice en saludo mi hermano mientras estrechaban manos.
—Hola, un gus- ¡Auch! Qué buen apretón —ríe repetidas veces al momento en que Clark estrechó su mano con mucha fuerza—. Nunca pelees con él —le dice esta vez a Bruce—. Así que, luego de todos estos años por fin viniste a Metrópolis. ¿Cómo fue? ¿Tu hermanita te arrastró para que vinieras?
—Pues, quería beberme todo tu alcohol —Lex y yo reímos.
—Pues, siempre eres bienvenido a hacerlo. Ven más seguido. Quiero mostrarte mis laboratorios. Quizá podríamos asociarnos para algún negocio, ¿quién sabe? —nosotros asentimos.
—Ya se completó la transferencia —escuché la voz de Alfred por el comunicador, por lo que solté el brazo de Bruce.
—Sr. Luthor. —Una de las empleadas de Lex lo llamó a sus espaldas—. El Sr. Stark.
—Sr. Stark —repite el millonario con asombro fingido. Se volteó a vernos con una pequeña sonrisa—. Hasta la próxima, ¡considéralo, Bruce!
—Adiós —se despide mi hermano antes de darse la vuelta e irse a buscar el dispositivo.
—¡Tony! ¡Hola! —sonreí al escuchar a Lex.
Clark y yo nos miramos por unos segundos.
—Quería preguntarte si tú... —dice él, rascando su nuca—. Te gustaría volver a repetir lo que hicimos aye-
—Clark —lo detuve de inmediato al saber lo que diría—, apenas me conoces —niego—. Así que no te dejaré arruinar lo que tú tienes con Louis, ella es una gran chica y sé que te arrepentirás si haces esto.
—Pero es mi decisión —se apresuró en decir.
—De la cuál te arrepentirás muy pronto si la haces —sonreí a medias mientras posaba mi mano derecha en su mejilla, este bajó un poco la mirada con desanimo. Suspiré al ver a Bruce dirigirse a la salida a paso rápido—. Ya debo irme, Clark —pausé viéndolo a los ojos. Antes de irme, deposité un pequeño beso en su mejilla y me di la vuelta hacia la salida.
Cuando di aproximadamente cinco pasos, paré en seco al escuchar a Clark decir:
—Lois y yo terminamos.
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