Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

prólogo.

SECRETS.
(
15/01/15. )

METRÓPOLIS,
OLIVIA WAYNE:

Comencé a bajar las escaleras lo más rápido que pude, apretando la mano de Barry con fuerza debido al miedo que tenía.

—¡Esto se está derrumbando, Olivia! —Escuché a mi mejor amigo hablar en gritos, el edificio se caía—. Voy a usar mis poderes, estás teniendo un ataque de ansiedad.

—¡No! ¡Alguien puede ver...! —mis ojos comenzaban a cerrarse y comenzaba a caminar más lento. Barry dejó de bajar las escaleras, ignorando por completo a las personas que gritaban para que siguiera con su camino para salir.

—Mierda —lo escuché gruñir tomándome en brazos para salir del edificio con su súper velocidad.

Me encontraba con Barry en la oficina de mi hermano en nuestro edificio de Industrias Wayne buscando algunos papeles que él necesitaba. Cuando a penas entré, el gerente Jack, muy amigo nuestro, mandó a todos a casa ya que toda la ciudad era un caos luego de que Superman se entregó a los supuestos últimos habitantes de Krypton, el planeta natal del Hombre de Acero.

No suelo tener muchos ataques de ansiedad, según mi doctor hay varios tipos y a mí me dan ataques cuando tengo mucho miedo de algo en especial.

Cuando logré abrir los ojos de nuevo, pude ver a Barry dejándome junto a un edificio en donde se podría decir que estaría "segura". Cualquier edificio podía caerme encima y no quería alejarme de él, ya que a pesar de sus poderes, podría pasarle lo mismo a él.

—¡¿Qué haces?! —le pregunto con miedo, tomando con una de mis manos la suya y con la otra tomaba mi cabeza en un intento de calmar el mareo que sentía.

—Ya vuelvo, quédate aquí mientras sigo sacando gente del edificio —besó mi frente y tomó mi rostro para verme—. Hablo enserio. No te muevas de aquí a menos que sea Bruce quien te busque —y antes de que pudiera protestar, ya había desaparecido.

Comencé a buscar con la mirada a un rostro conocido, pero no hallé nada. Así que me levanté y corrí directo a la avenida, ahí estaba una multitud, todos viendo en una dirección en específico. No quise averiguar que era lo que veían así que fui en dirección a donde Barry me había dejado.

Al alzar la cabeza y ver la parte alta de la torre, pude ver a Superman entrar con el supuesto villano al edificio, haciendo que este comenzara a romperse sobre todo por la visión de calor de los kryptonianos.

—¡Olivia! —Dejé de caminar al escuchar a mi hermano, más no logré verlo en ningún lado.

—¡¿Bruce?! —el recién mencionado apareció frente a mí con su teléfono su mano. Comenzó a inspeccionar mi rostro y cuerpo con desesperación en busca de alguna herida.

—¿Estás bien? ¿No te duele nada? —niego—. ¿Dónde está Jack? ¿Salió contigo? —no logré contestar al ver que el edificio se caía, y la idea de que Barry pueda morir hizo que comenzara a correr hacia allá con Bruce siguiéndome.

El polvo que hacía el edificio destruyéndose hizo que dejara de ver por donde iba, por lo que caí al suelo y miles de rocas iban a caer sobre mí, pero un hombre con un escudo con los colores de la bandera de Estados Unidos me cubrió. Cuando logré mirarlo, pude afirmar que era el Capitán América.

—Srta. Wayne. —Saludó con trabajo, empujando su escudo hacia arriba para que las gigantescas piedras se quitaran y pudiéramos salir.

—Gracias, Capitán —digo tomando su mano, pero cuando intenté levantarme, solté un jadeo al sentir mi pie atorado.

—¿Algún problema por aquí, Cap? —una pelirroja apareció al lado del rubio, con una expresión que no logré decifrar.

—Nat —murmuré con una pequeña sonrisa en forma de saludo, pero el dolor que sentía en mi pie era indescriptible.

—Oh, por Dios, Olivia. Cap, hay que ayudarla, rápido —ambos comenzaron a quitar las rocas y poco a poco logré ver mi zona lastimada. Estaba ensangrentado por completo y ya no había rastro de mi zapato.

—¡Olivia! —los dos Vengadores me pusieron en el suelo con cuidado mientras Barry corría a mí con exasperación en menos de un segundo—. ¡Por eso siempre te digo necia! Te dije que te quedaras en oh Dios mío son Los Vengadores. Iron Man, te amo.

—¿Qué hacen aquí? —Le pregunté a Natasha. Ella y yo hemos sido amigas desde hace unos meses, sabe que soy Batichica y siempre ha querido convencerme de entrar a S.H.I.E.L.D.

—Creo que es obvio, ¿no? —me sonrió alzando una ceja, logrando hacerme sonreír—. Ahí viene tu hermano, nosotros vamos a seguir ayudando. No hagas una tontería —me señaló levantándose en forma de advertencia—. Hablo enserio. Andando, Cap. Harley y Wanda están a dos cuadras ayudando a civiles salir de escombros

—De inmediato. Nos vemos —se despide el rubio con rapidez para alejarse.

Cuando los dos Vengadores se fueron, dirigí mi vista a mi mejor amigo, quien seguía emocionado ante la presencia de dos de Los Vengadores.

—No habíamos venido a Metrópolis hace semanas y el día que llegamos, estos imbéciles deciden pelearse —gruñí para mí misma, palmeando mis manos para quitar un poco de polvo de ellas.

—¡¿Por qué rayos no me dijiste que eras amiga de La Viuda Negra?! ¿Acaso me odias? —puse los ojos en blanco y extendí mis brazos para que me levantara—. ¿Qué haces? ¿Te duelen los brazos?

—No, idiota. Cárgame para que busquemos a Bruce —Barry comenzó a murmurar palabras que no lograba comprender. Me ayudó a subir a su espalda y comenzamos a caminar por el área en busca de mi hermano mayor.

Metrópolis estaba destrozada, todas las calles, avenidas... Todo lo que recordaba de la ciudad ya no estaba.

—¿Ese es el edificio? —Señalé nuestra torre cuando nos detuvimos un momento para descansar.

—Sí. Debiste haber vis...

El pelinegro no pudo completar la oración debido a que mi hermano nos apartó de otro escombro del edificio que nos hubiera aplastado de no haber sido por él.

Solté un grito al sentir a Bruce aplastar mi pie.

—¡Quiero que termine! ¡Hazlo acabar, por favor! —rompí en llanto aferrándome a la camisa del mayor. Barry acomodó mi pie sobre sus piernas para que no fuera lastimado de nuevo.

Bruce me envolvió en sus brazos mientras ambos llevábamos nuestra vista al cielo, de donde caían lo que parecían ser meteoritos, que próximamente seguirían destruyendo la ciudad, empezando por nuestro edificio. Pude ver a Superman volar junto a ellos con el otro kryptoniano en sus brazos.

No pude evitar sentir un gran odio por el Hombre de Acero, y sé que no se iría tan fácilmente.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro